Partida Rol por web

La puerta se abrió y se sucedieron unos segundos en los que la sorpresa y el estupor se dibujaron en la cara de los presentes, los tres tholianos se pusieron de pie y estiraron las patas en las que tenían adosadas sus armas pero los tres oficiales de la Federación fueron más rápidos y precisos, dispararon cada uno a su objetivo y al instante los tres tholianos cayeron inconscientes sobre la mesa de conferencias, sus exoesqueletos de metal hicieron un crack desagradable como cuando se aplasta a un insecto. En medio de ellos, a la cabecera de la mesa, aturdido e incrédulo estaba Sokar con la taza de té todavía en sus manos, aunque temblando.
 

Apoyó la taza en la mesa y compuso una media sonrisa, que evidenciaba su locura, y dijo -Qué puedo decir, me rindo -y con el mismo aplomo alzó las manos en señal de que no iba armado.
En ese instante comenzó a sonar la alarma en toda la base. -Quiero ver cómo me sacan de aquí con medio centenar de tholianos tras de ustedes -repuso sonriendo burlonamente.

-Bien, hagámoslo -afirma -No nos moveremos de aquí a menos que el capitán nos lo pida, y si tenemos que abandonar la nave la dejaremos desactivada como ahora, ¿puede hacer eso, comandante?

Luego el piloto se separa unos pasos y activando su tricorder le manda un mensaje a Lightman al aparato gemelo de ese "Nave asegurada, THX 557".

El capitán se mesa la barbilla -Ha' toD! -exclamó -Envíe esa flotilla Almirante, la Federación se lo agradece y creo que la sugerencia de que la comandante Kunaar vaya es acertada, ¿estaría dispuesto a que los acompañe un equipo de la Excálibur comandado por la oficial aquí presente?

El almirante asintió -Seguro capitán, no habrá trabas de ningún tipo, podemos darles una nave romulana con algunos subalternos que salven la distancia tecnológica entre la Federación y nosotros. Dígale a su equipo que se teletransporte directamente a la base militar de despegue en la Bahía del mar de Lerodan, acompáñeme, comandante, no hay tiempo qué perder.

-Haré que se transporte con usted el equipo más idóneo para la misión, a menos que usted tenga una sugerencia. Traiga a sus compañeros a casa, comandante -dijo el capitán a modo de despedida -Los estaremos esperando.

La pregunta sacó una sonrisa a Eclecson.

Por supuesto. 

El ingeniero abrió el panel de acceso que daba a la consola externa, y eliminó la conexiones que enlazaban con la nave. En realidad no era muy difícil de hacer, era más complicado dejar algunas operaciones y otras no. Pero como lo que querían era que no funcionara lo hizo en un momento.

Listo. Ahora la consola de fuera no es más que un bonito adorno externo de la nave.

¿Se sabe cómo van los demás?

Mientras preguntaba, Eclecson se acercó a los sistemas de teleportación. Pues en cualquier momento recibirían la señal de traer a todo el mundo. Y tenía que familiarizarse con los controles.

Por cierto. ¿Ya sabrá pilotar esta nave Jamenson?

Apuntó al hombre para que no hiciera ninguna tontería. Supervisó que Donovan le desarmara, y le ordenó que se quedara detrás de él. Luego le dedicó unas palabras concisas pero con mucha propiedad.

-Según yo lo veo tiene tres opciones. Puede acompañarnos y haré todo lo posible para que sea la Federación quien le juzgue, pues no creo que quiera que Rómulo le castigue. Si no accede, le puedo dejar como éstos y cargar con usted como si fuera un fardo. O si lo prefiere, le puedo controlar como si fuera una marioneta. Pero créame, no le va a gustar.

Señaló la puerta con la otra mano.

-Así que le quiero detrás de mi mientras mis hombres vigilan que no grita, ni mueve un pelo, ni usa un tricorder a escondidas ni hace ninguna tontería. Por que entonces lo que entregaré a los romulanos será su cadáver. ¿Ha entendido?

La vulcana se pone de inmediato a revisar mentalmente quien es la mejor opción para formar el equipo. Dado que no conoce a muchos bien, pues no son del área de ciencia, saca en su pad y revisa información de algunos perfiles... mientras su mente vuelve una y otra vez a los detalles conocidos sobre la misión de sus compañeros. Finalmente acepta que no es capaz de todo, pues su mente intenta centrarse en demasiadas cosas. Se resigna a no tener toda la información sobre los integrantes del equipo y los selecciona por áreas de trabajo, sabiendo que quizá no sea la conformación más eficiente, y dedica su tiempo a estudiar los detalles conocidos sobre la misión de sus compañeros.

Mientras hace todo esto, va dirigiendose a la sala de transporte donde espera encontrar algunos de los oficiales convocados ya preparados.

Me acerco al comandante Mertens, y hablo con él en voz baja, para que no nos oiga el prisionero.

- Capitán, mensaje del piloto Jameson. Nave asegurada, THX 557.

El rostro de Sokar se oscureció -¿Sinceramente cree que queda algo de esa civilización bárbara y retrógrada que fue Rómulo a esta altura, primer oficial? Qué honorable de un oficial de la Federación hacer esas amenazas -dijo irónico y pagado de sí mismo alzando el mentón -Lléveme si me promete que me juzgará la Federación, son tres contra uno, tampoco soy un tonto y mi trabajo ya está hecho.

Al final del pasillo se oía el rumor de pasos metálicos y contínuos, como si grandes arañas caminaran hacia ellos. Voces gritando en un idioma incomprensible surcaban la distancia. Entonces notaron algo en lo que hasta ahora no habían caído en la cuenta, quizás a causa de la adrenalina del momento: Sokar no tenía puesto ningún traje de que lo protegiera del ambiente hostil y sin suficiente oxígeno de la base. Un escaneo de Donovan reveló que ese nivel y el superior estaban adaptados para la vida humana, pero no así la bahía de carga, hacia donde se suponía debían ir.

-En eso estoy comandante -sostuvo mirándolo cómplice luego volvió al teclado en el cual estaba mirando planos, manuales y todo tipo de información que estaba pasando a su pad para que este lo tradujera -Creo que voy a estar bastante preparado, o eso espero por el bien de todos.

Al llegar a la sala de transporte su mirada se encuentra con la de sus compañeros: allí estaban la teniente Daerx para Operaciones y Navegación, el teniente Joseph Steel, segundo al mando en Seguridad, la teniente Edison de Ingeniería y la comandante Krafel por Operaciones yciencia y la alférez Robirosa, con quien tantas veces trabajó Kunaar.
-¡Comandante! -la saludó Krafel acercándose animosa -Usted es el orgullo de la Federación en este momento.
El resto de la tripulación se acercó a saludar.
Detrás de Kunaar entró el almirante Velal que carraspeó suavemente para hacerse notar y esperó a que lo presentaras a tu nueva tripulación.
 

El gran detalle. No podían llevarlo sin exponerle a morir, al menos caminando. Luego, de pronto, se le ocurrió que si los suyos ya habían tomado esa nave toliana, podrían teletransportarles un traje. Ey, espera... Serás imbécil. ¿Y si les teletransportaban a ellos? Tenían a Eclecson de su lado. Activó su combadge.

-Eclecson, aquí Mertens. Tenemos a Sokar, pero no tenemos un traje para llevarlo hasta la nave. Solicitamos teletransporte para cuatro humanos, cuanto antes mejor. Le doy nuestras coordenadas.

Eclecson no podía evitarlo. Mientras esperaba que Mertens o Lightman dijeran algo, o incluso que Jameson le pidiera ayuda con la nave, estaba trasteando por ella.

A ver. Es una nave tholiana, por lo que esto de aquí tienen que ser los recicladores. Ah, vaya. Pues no, son los filtros de depuración. Que raro. Habría jurado que eran los recicladores.
Bueno, pero esto son los condensadores de fluzo que hacen que la nave...Mierda, no. Son los recicladores.
Pero bueno. Que mal hecha que está esta nave. Nada está en su lugar.

Justo en ese momento el capitán contacto con el ingeniero. Ante lo cual fue rapidamente a los sistemas de teleportación.

Ahora mismo capitán. Coordenadas recibidas. Aguanten un momento.

A ver. En teoria esto tienen que ser los controles de coordenadas, por lo que si introduzco aquí estos numeritos me tienen que aparecer en esa pantalla. Cooorrecto. Ahora tengo que pasarlos a las de sección de teletransporte de la nave, que supongo que serán estas cosas raras que salen por ese panel. Con lo que si todo va bien, apretando este botón tendría que aparecer nuestros hombres junto con un traidor.
¿Verdad?

Tan enfrascado estaba con los sistemas, que Eclecson no se había fijado que tenía el comunicador encendido todavía.

La vulcana se sienteincómoda cuando vienen a felicitarla, y se exterioriza esa incomodidad en un lenguaje corporal algo rígido por unos instantes. Intenta controlar el nerviosismo al saber que el almirante está cerca y rápidamente interrumpe a los que se han acercado a decir algo.

Oficiales, este es el Almirante Velal, de la Flota Romulana. Será nuestro enlace para esta importante misión.

La comandante hace un gesto introduciendo al romulano a sus compañeros, algunos de los cuales pierden la sonrisa y vuelven a recordar que no están en un ambiente de trabajo tan relajado como les gustaría.

Ruego sigan sus instrucciones y nos centremos ahora en llegar hasta nuestros compañeros perdidos. Habrá tiempo de celebrar cuando estemos todos reunidos de nuevo...

La oficial científico reprime la sensación desagradable que le supone pensar en una fiesta de celebración. Tras tantos días de trabajo y emociones solo desea ir a la cubierta holográfica y encerrarse en algún paraje de meditación. Kunaar aparta ese pensamiento y observa al almirante por si quiere intervenir antes de disponerse a ser transportarda y empezar a dar órdenes. Hay que actuar con premura.