Partida Rol por web

Eclecson casi cruza los dedos cuando se disparan los torpedos en medio del warp. No hubiera aconsejado nunca semejante maniobra, pero él no era el capitán.
Por suerte, la cosa pareció salir bien. Aunque visto que todavía les seguían muchas naves estaba claro que podría haber salido mejor.

Como no nos saquemos algo de la manga lo tenemos jodido.

El ingeniero trabajaba freneticamente para aumentar la potencia de los escudos. Pero hasta su pericia tenía un límite, la energia que proporcionaba la nave no podía con todo. Y desde luego no iba a ponerse a trastear el reactor de potencia de la nave en medio de una persecución.

Al final no hizo falta. Pues les salvaron nada más y nada menos que los Romulanos.

Esa Kunaar, desde luego sabe hacer una entrada. Tendré que invitarla a una copa cuando salgamos de esta.
Hey mirad, es una clase Valtore, es icreible. Nunca crei que me alegraría tanto de ver una tan cerca.

No estaba seguro de qué lo alegraba más. Si el haberse salvado o el poder ver esas magnificas naves tan cerca.

¡Muy bien por la vulcaniana! Creo que nunca me he alegrado tanto de ver naves romulanas.

- Piloto, establezca una ruta que nos mantenga cerca de esas naves, y abran un canal para comunicarnos con la comandante Kunaar.

Miro satisfecho al capitán.

- Parece que nos han salvado in extremis, capitán. No se si hubiéramos aguantado otra embestida de esas naves, aunque el comandante Mathew ha hecho un bien trabajo manteniendo esta nave a flote.

Cuando salieron de la curvatura, todo cambió. Afortunadamente, el cambio fue para bien. A pesar de la arriesgada jugada de los torpedos, que no había hecho más que enfurecer a los tholianos, no habrían durado más que un suspiro de no ser por la llegada de los refuerzos y la emboscada de los romulanos. Imaginaba que Sokar estaría blasfemando, pues no había conseguido matarlos a todos después de todo.

El ocampa descansó la espalda en el asiento y soltó aire. Había ido de bien poco.

-Gracias, caballeros. Escribiré recomendaciones para todos ustedes, pues se las han ganado a pulso.

Esperó a que el canal de comunicación con Kunaar se abriera y ésta apareciera en la pantalla. Fue entonces cuando compuso una ancha sonrisa.

-Comandante Kunaar, nunca pensé que me alegraría tanto de verla. Excelente trabajo y excelente iniciativa la suya. Nos ha salvado el trasero, esa es la pura verdad.

Hizo una breve pausa.

-Lamento informar que la Leónidas ha sido una baja en el combate contra los tholianos. Pero hemos obtenido un gran premio a cambio. Llevamos con nosotros y bajo custodia al pérfido Sokar, que tendrá que responder por sus crímenes. ¿Cual ha sido su situación entretanto, comandante?, ¿Sabe algo de la Exacalibur y de nuestro capitán?

La vulcana apareció en pantalla, con su semblante serio habitual.

Saludos. Es satisfactorio haberles encontrado a tiempo, sin duda. Pero no es momento de felicitaciones ahora, y sin duda son inmerecidas pues la intervención ha sido fruto del trabajo de muchos romulanos a los que debemos agradecer su colaboración.

La vulcana miró por un instante a alguien que estaba fuera de pantalla pero cerca de ella, mientras le hizo un leve gesto con la cabeza. 

Les reportaré en persona de las últimas noticias y la situación de la USS-Excalibur, que les espera en Rómulo junto al Capitán. Ahora debemos apresurarnos en la evacuación, antes de que los tholianos tengan tiempo a reaccionar. Prepárense para un teletransporte a mi nave, junto a su prisionero y cualquier dato o prueba que sea de importancia. Saldremos de espacio tholiano en cuanto estén a bordo.

Se calla y parece mirar a sus monitores por un instante.

Calculo que tienen 32 segundos. Apresúrense.

Dicho esto, la comunicación se corta.

Preparados para salir de aquí a máxima potencia en cuanto realicemos el teletransporte. Sala de transportes, transprote a mi señal

Dicho esto, la vulcana se queda observando los monitores que reflejan la situación táctica con atención, mientras cuenta mentalmente el tiempo que les ha dado a sus compañeros.

Al cabo de un minuto se puede escuchar la voz del oficial de transporte anunciando que los oficiales de la Federación y el prisionero ya han sido transportados y que la nave tholiana ha sido arrastrada a una bahía de carga con el rayo tractor para inspecciones.
Al ser transportados al ave de presa y materializarse en la sala de teletransportación los oficiales de la Federación dan un suspiro de alivio, no así Sokar que de pronto se ve rodeado por aquellos a quienes había intentado exterminar. Todos los romulanos presentes clavan automáticamente los ojos en él y tres escoltas lo rodean con los fásers cargados y en mano.
-La esperamos en la sala de teletransportación, capitana -anuncia la voz del oficial.
 

Al escuchar que todos ya están a bordo, el oficial de navegación procede a cumplir sus órdenes -Máximo warp hacia el espacio romulano, capitana.

Tiene usted el mando, Oficial Lovok. Infórmeme si hay cualquier novedad.

Dicho esto, la vulcaba se dirige a ver a sus compañeros sin perder tiempo.

La vulcana entra en la sala de transporte, donde espera ver a sus compañeros. Por un momento uno diría que su sembante vulcano ha cambiado la expresión levemente alegrándose al comprobar que sus compañeros están sanos y salvos. Al ver a Sokar, su semblante vuelve a su acostumbrada expresión fría e inexpresiva.

Lleven al prisionero a la celda y establezcan el protocolo de máxima seguridad para su custodia.

Mientras los oficiales de seguridad empiezan a llevarse a Sokar, Kunaar devuelve su atención a los oficiales de la federación.

Imagino que tienen mucho que contar. 

Me alegro de quitarme a Sorak de encima, además en esta nave le será imposible escaparse, lo tendrán bien vigilado.

Dejo los formulismos al capitán Mertens, y más si es para hablar con la vulcaniana esa. Lo que yo quiero es decir a mi familia que estoy de una pieza.

- ¿Hay alguna posibilidad de contactar con la Excalibur para decir a mi mujer que estoy vivo?

Esperó a que se llevaran a Sokar y no hubieran tantos guardias romulanos presentes. En realidad si tenía algo que decir, pero era preciso hablarlo en confidencia, por que los ánimos estaban caldeados. Cosa que, por otra parte, era lógico.

-Sin duda, tenemos mucho que contar. Hemos corrido una buena aventura para hacer prisionero a Sokar, perdiendo la Leónidas, infiltrándonos en una base tholiana y destruyendo muchas de sus naves en los combates que han tenido lugar. Ya habrá tiempo para contar todo eso, y ponerlo por escrito en el informe que se mande al almirantazgo.

Se acercó unos pasos a ella y habló más bajo.

-Ahora, sin embargo, debo decirle que hemos hecho una promesa a Sokar. O más bien, le he hecho una promesa. Quiero que sea juzgado por la Federación, como antiguo oficial que es de la flota. Bajo esos términos se rindió y nos acompañó, y aunque trató de escapar, mi palabra está en juego.

En cuanto los teleportaron a la nave romulana Eclecson y vio a Kunaar sonrió de oreja a oreja.

Comandante, un placer volver a verla. Lo cierto es que ha habido algunos momentos intensos en que era para dudar que salieramos de esta.

Luego dejó que Mertens explicara lo sucedido, pues para eso era el capitán de la operación. Aunque le dolió volver a recordar el fin de la Leonidas, y le costó mucho aguantarse de pedir una visita por el Ave de Presa.

Veo que somos muy amigos de los Rolumanos. ¿Lo suficiente como para que me dejen echar un vistazo a la nave?

Por lo visto no aguantó lo suficiente.

La vulcana escucha a los tres oficiales que casi hablan al unisono. Cuando hacen una pausa, aprovecha para responder. 

Teniente Lightman, no dudo que en cuanto esté disponible el sistema de comunicaciones, les haremos llegar la información que estamos de vuelta de la misión y con éxito. Supongo que podrá usted entonces establecer la conexión qeu desea.

Se gira a Eclecson.

Sobre su petición, dudo que sea aprobada, pero podemos presentarla al oficial de enlace Lovok. Puedo entender que le sería de interés poder hacerlo, sí.

Finalmente se gira a Mertens. En su interior estaba satisfecha de verle de nuevo y de una pieza, pero su rigidez en el reglamento volvía a chocar desde el minuto uno del encuentro con su oficial superior, quien solía adaptar los procedimientos y saltarse los protocolos de forma natural.

Sobre su promesa, Comandante Mertens, quedará anotada en mi informe, se lo aseguro. Pero me temo que no esté en mi mano poder confirmarle lo quesucederá. Sokar ha causado las muertes en Rómulo, y son es la flota romulana las que ha prestado ayuda a la Federación para atrapar al traidor. Entiendo que hay base legal para pedir el juicio en territorio de la Federación, pero... puede ser un punto de conflicto que enturbie la excelente oportunidad de acercamiento.

Por un momento la vulcana parecía confusa, como si viera la corrección de un camino, y el interés en el otro.

Supongo que tendremos que plantear su promesa al Capitán, quien ha estado liderando las negociacioens en Rómulo.

Empieza a salir de la sala, dirigiendo a sus compañeros hacia el sector cercano al puente y a la enfermería.

Está alguno herido? Necesitan un reconocimiento antes de descansar o acompañarme en el puente?

Escuchó los apuntes de Sokar con rostro grave. Imaginaba que no podía aventurarse a ratificar aquella promesa, no al menos en aquel momento, con la victoria sobre los tholianos gracias a sus aliados romulanos. Habían echado el guante a Sokar finalmente, y la cuestión de que quién le iba a juzgar podría tornarse uno de los puntos calientes en el debate con la Federación. Sin embargo, cuando dijo que hablaría de ello con el capitán le tranquilizó un poco. El asunto no iba a quedar en agua de borrajas.

-Gracias, Kunaar. Es usted una oficial honorable.

A su última pregunta respondió echando la vista atrás, mirando a sus compañeros.

-El teniente Laclau se está recuperando de un trance que casi le cuesta la vida. Gracias a él salvemos el núcleo de la Leónidas, pero estuvo expuesto a una intensa radiación. Eso fue antes de estrellarnos en aquel planeta y dejar programada la nave para que estallara como una trampa.

Parpadeó, sonriendo un momento.

-Perdón, no me gusta hablar de esas cosas. Suena pretencioso. Lo importante es que logramos escapar, que nos han rescatado y que tenemos a Sokar. Gracias.

Eclecson se alegró de ver que al menos harían una petición para que le dejaran ver la nave. Dudaba que le dejaran, pero al menos lo intentaría.
También pensaba añadir algo más, pero sabía que no era el momento adecuado. Por lo que dejó que Mertens llevara el peso de la conversación y el simplemente asentía. Cuando habló del teniete Laclau se sintió en la obligaciónde añadir algo más. Después de todo, le había salvado la vida.

Sí, por favor. Insista en que se le haga un chequeo completo aunque no quiera. Recibió una buena dosis de radiación a pesar del traje. Y se merece como mínimo una recomendación, si no una medalla, por salvarnos a todos.

La comandante Kunaar atendió al pedido de Eclecson y le aseguró que anotaría su recomendación para el teniente Laclau en su informe, el que entregaría al capitán Tova'Daq en cuanto llegaran a Rómulo.
Mertens acotó que Eclecson había recibido también una buena dosis de radiación, después de todo Laclau había entrado para salvar al jefe de ingenieros, y Kunaar dispuso en consecuencia un chequeo de rutina para todos los rescatados en la bahía de emergencias; era lo más lógico después de estar expuestos a tales peligros.
Luego del examen de rutina del equipo y de que le suministraran algunos medicamentos a Laclau para ayudar a la eliminación de radiación, les fue designada a cada uno una habitación en la cual permanecer hasta que arribaran a Rómulo, en unas 5 horas.
Kunaar retornó a su puesto en el puente para realizar el cambio de turno y prometió mantenerlos al tanto de las noticias que pudieran recibir, era ya la hora del turno Delta, o nocturno, y luego de semejante ajetreo era entendible si los oficiales rescatados querían descansar después de la cena.