Partida Rol por web

Threev comienza la marcha. Taylor ayuda a Adams a incorporarse. El golpe producido por Gordon ha sido preciso e incluso mortal si no fuera por la dureza del detective. Tiene un lateral de su cabeza ensangrentado, pero aguantará. La radio de Threev crepita: - Señor, sobrevolamos el edificio. Estamos realizando círculos en espera de su llegada... Un momento, Está él!! El Joker, está en la azotea!! - Oís a través del comunicador un característico sonido de una ametralladora pesada. – Nos está disparando con una torre de artillería pesada. Nos alejamos!! - Cuando los detectives comienzan a seguir los pasos del nuevo Fiscal, oyen un sonido como de una exhalación débil. Se giran y observan atónitos que el comisario levanta su  mano ligeramente. Threev no puede reprimir unas palabras: - Ese viejo aún está con vida! –

Los detectives se acercan y se arrodillan a su alrededor. Taylor le afloja la corbata para permitir mejor la respiración. Adams le toma el pulso. Es más fuerte de lo que esperaba. El comisario es un tipo duro. Con gran esfuerzo, se  incorpora quedándose sentado, gracias a vuestra ayuda. – Gracias muchachos, no os preocupéis por mí –

No os parece buena idea abandonar a Jim en su estado en éste macabro lugar, pero sois conscientes de que no podéis retrasaros y que el Joker culmine sus planes. Agarrándole de cada brazo seguís a Threev hasta el otro lado de la sala, donde comienzan dos nuevos pasillos. Si surgiera alguna trampa en alguno de ellos no estaríais en condiciones de esquivarla. Jim se da cuenta de ello: - Insisto, dejadme aquí... –

. Cuál será el correcto? – Os preguntáis. Una voz sale del pasillo de la derecha. – Este está asegurado – De nuevo, de las sombras aparece la oscura figura encapuchada del caballero de la noche. – Está bien, trataré de entenderme con este sujeto y ustedes encárguense de ése psicópata – Balbucea Jim  Tratáis de aseguraros que la opinión del comisario esté cuerda, tampoco os fiáis mucho del enmascarado. – Marchaos de una vez, estaré bien – La voz queda del murciélago os habla una vez más, - Dejaré al comisario a buen recaudo y regresaré para detener a Joker. Tened cuidado, creo que ha colocado explosivos por toda la azotea. Además posee un arma avanzada de gran calibre – Os miráis pensando cómo abordar la nueva situación y cuando volvéis la vista, no encontráis mas que oscuridad.

Tomáis la vía aconsejada y no tardáis en ver una trampa mortal inutilizada. La puerta de acceso a la azotea se encuentra a menos de dos metros, pero creéis percibir que ahora cada paso o cosa que tocáis podría ser la última. Estremáis vuestros sentidos...

El Murciélago y Threev cruzan sus miradas la caminar por el pasillo en direcciones opuestas. ¿Aliados o enemigos? Para Threev, la presencia de Batman no deja de ser la de otro individuo que se toma la justicia por su mano sin conocimiento de la Ley.

El Fiscal se adentra en el pasillo, seguido por Admas y Taylor, que han dejado al viejo Comisario con Batman. Reunión de viejoa amigos, piensa Threev. Me aseguraré de que acaben juntos en una celda... o en una tumba, si no aceptan que Gotham sea libre del caos que han provocado, al ser incapaces de exterminar a criminales como Joker.

Pensar de nuevo en el Payaso hace que Threev se centre de nuevo. No habra indulto con él. Acabará con él, como acababa de hacer con el Sombrerero. Exterminaría a toda el grupo de viejos y locos que habían convertido la en otro tiempo próspera ciudad de Gotham en un manicomio in barreras. Él acabaría con ello, aunque tuviera que ajusticiar a cada criminal, embaucador o justiciero que se le opusiera.

 - Joder Jimbo nos diste un buen susto - comenta Taylor a su ex jefe, el comisario. Aún con todo lo pasado, le sigue pareciendo un tipo entrañable, y de los más duros que ha podido pisar Gotham. Ojalá hubiera más como él. Irrumpe en la sala el caballero oscuro. ¿Fiarse de él? Era la única forma. Si Gordon lo hacía, ¿por qué no lo iban a hacer ellos?

Taylor se encaró con Batman.

- Tendrás que venir con nosotros - le dijo - Ese cabrón ha montado todo esto para traerte a ti de vuelta, para tenerte frente a frente. ¿Recuerdas lo del batarang con sus huellas? Te quiere a ti, no huyas de tu responsabilidad. - Su mirada dibuja una sonrisa que casi, casi por poco roza una demencia que aflora en la mente del detective, que esta noche ha sido sometido a una presión casi insoportable - No estarás solo. No te voy a dar el gustazo de disfrutar tú solo de detener a ese maníaco.

Taylor mantiene la mirada con el caballero oscuro. Poco le importa ya quien sea el rostro que hay detrás de esa máscara. Porque esa máscara le convierte en el héroe... pero sus actos le convierten en la leyenda.

Frank había recuperado las fuerzas, aunque el dolor seguía presente, ayudó a Gordon, que todavía no estaba fuera de combate, era increíble la resistencia del comisario...

Avanzaron y se encontraron con el murciélago, les había dejado al payaso para ellos, pero, ¿Sabía Batman que el sombrerero había muerto?¿Como dejaba a los detectives hacer el trabajo sucio mientras él se lavaba las manos?

Les había ayudado, pero no tenían que olvidar que todo esto era entre el Joker y él...por ellos había muerto mucha gente...

El detective comprobó la munición de su arma, el revólver estaba listo, lo amartillo con un movimiento de muñeca y se dispuso a salir a por el payaso, todavía quedaban hombres valientes en Gotham, y no se ocultaban tras una máscara...

Estaba claro que ahora tendrían que cooperar entre ellos para ganar.

- ¿Threev, podrías inutilizar los explosivos con una descarga?...

Vuestras mentes perciben la recta final. Ya sólo unos metros os separan del enemigo más cruel que ha conocido Gotham. Qué pasa con el murciélago? Por qué no se enfrenta. Le tiene miedo? O es que son esos monstruos quienes le dan la vida y no desea acabar con ellos? En cualquier caso, sois vosotros quienes no cederéis ante el caos y restauraréis el orden en la ciudad. Todo vuestro trabajo de esta noche pasa ahora su examen final.

La puerta de acceso no supone ningún problema, es como si esperase que alguien pase por ahí. Ponéis vuestros sentidos en toda acción que emprendéis, aunque suponga subir escalones. Unos cuantos metros de ascensión en la escalera de caracol y os da el alto una puerta con un cartel que reza: “Exit” Pero un spray verde ha continuado la palabra hasta formar “Exitoso” Un mal chiste de un mal tipo.

Abrís la puerta unos centímetros. Podéis entrever el cielo aún oscuro y una ráfaga de viento se cuela por el hueco. No tardará mucho en amanecer. No hay duda, estáis en la azotea. Salvo el alarido del viento y un rumor lejano de los rotores del helicóptero con los refuerzos de Threev rondando, no escucháis nada más. No parece haber nadie esperándoos ni ninguna trampa aparente. Y los explosivos? Salís de la seguridad de las escaleras para acceder a la superfície de la azotea. Gotham, de nuevo iluminada. Os acercáis al murete para observar la ciudad que poco a poco va retornando la calma, aunque seguro que aún costará unas cuantas horas más conseguir apaliar el brote de violencia provocado por el payaso.

Una voz, os alerta. – Mis queridos sabuesos y el chamuscado! Os esperaba también. Señor Fiscal, debe saber que me gusta la carne poco hecha, jajajaja! Tomad bienvenida! –

El Joker, parece haber conseguido una de las mayores inversiones en tecnología de guerra de la empresa Wayne. Una ráfaga de munición pesada de alto calibre llueve sobre vosotros. Se trata de balas trazadoras, munición que incorpora una pequeña carga pirotécnica que al dispararla produce una estela luminosa. Os pegáis a la pared de inmediato. El ángulo es muy forzado para que la máquina de guerra pueda alcanzaros. La munición perforante lo atraviesa todo, incluso el cemento es mellado. Desde vuestra posición, pocas opciones tenéis, habrá que encontrar un punto debil, pero cuál?

Cuando Threev contempla la lluvia de balas, su cada vez más agudizado sentido de supervivencia le hace lanzarse tras el muro más cercano. Aun así, la munición perforan del engendro mecánico mella incluso el cemento de las paredes, lo que obliga al sorprendido Fiscal a moverse para ponerse fuera del alcance de la metralla.

- ¡Vaya, vaya, payaso! ¡Parece que debes tenernos más miedo del que demuestras! - observo la posición del robot y donde se han ocultado Adams y Taylor. - ¡Nos sentimos honrados de que nos tengas en tan alta estima, Joker! - elevo el tono de mi voz para asegurarme de que el criminal me oye. -¿Pero no crees que ya va siendo hora de que te rindas? Ya te lo has pasado bien, has llevado a Gotham al límite, pero tus días como enemigo de la ley han terminado.

Mientras espero la respuesta del Joker, me comunico por radio con el helicóptero policial que sobrevuela la azotea del edificio Wayne. - Piloto, necesito que nos quite de encima a ese monstruo mecánico. Dispárele todo lo que tenga, a ver si hay suerte, y los productos Wayne no son tan duros como presume su dueño...

 Sean no da crédito a lo que ven sus ojos. Aunque por fin tiene el payaso delante, ese amasijo de chatarra dotada con fuegos artificiales al más puro estilo Estalingrado se interpone entre ellos y su presa. Las balas silban a su alrededor y de pronto es como si Gotham advirtiera que esa azotea se convierte en un escenario de guerra.

- ¡Hijo de puta! - comenta Taylor - ¡Luego dirán que es un filántripo el cabrón! - vuelve a decir refiriéndose a Bruce Wayne, a quien ahora le gustaría tener delante para enseñarle en que se invierte su podrido dinero.

Threev pide apoyo aéreo, mientras Sean se coloca junto a Adams y trata de buscar un sitio donde buscar cobertura por si  a la artillería y los refuerzos les da por convertir esa azotea en un montón de escombros. Había también que buscar un acceso hacia el payaso. Ahora mismo Taylor solo piensa en estrujar su cuello con sus propias manos y meterlo en una celda oscura por el resto de sus días.

Sean mira fijamente a Joker. No dice nada. Las amenazas no valen con él. Como mucho le halagan o peor, le excitan. Negociar es imposible... no tienen nada que pueda interesarle. A ese tipo sólo le interesa el caos, la destrucción, el dolor, el fuego y la muerte. Espera sinceramente que esta locura acabe pronto.

El cansancio presente en Adams, debido a toda una noche de acción y locura desapareció por momentos al subir las escaleras, tenía que concentrarse al máximo en su objetivo, ya estaba al final, casi rozando la línea de meta, no había tiempo para el dolor.

Al abrir la puerta titulada con el mal chiste una brisa de aire le acarició la cara, necesitaba un poco de aire, pero el detective y sus compañeros no podían permitirse esos lujos. 

Enseguida el Joker comenzó a hablar, se situaba sobre ellos, ataviado con una armadura metálica de combate que seguramente costaría millones, Frank estaba maldiciendo para sus adentros al cabrón de Bruce Wayne, no podía haber otro sitio para guardar armamento que claramente violaba todos los códigos, que en una ciudad en la que los psicópatas y tarados campaban a sus aires cada poco tiempo…Aunque esta noche uno de esos villanos dejaría de ser un problema si conseguían que se pusiera a tiro.

- ¡Joder! – Exclamó el detective cuando una lluvia de fuego letal se precipitó sobre ellos, sin embargo, tuvieron los reflejos suficientes para pegarse al muro, donde la máquina no tenía ángulo de tiro. En esos momentos Frank hubiera deseado tener a mano la petaca de Taylor.

Adams se asomó rápidamente hacia un lado para observar el camino, allí parados no hacían nada, tenían que avanzar. Comenzó, pegado a la pared, a moverse hacia la otra parte de la azotea, debía de haber un acceso para llegar hasta el Joker…

Te vas a enterar maldito cabrón…voy a borrarte la sonrisa de la cara…

El sonido de los impactos es atronador. A pesar de la precaria protección que os ofrece estar pegados al muro, os salpican infinidad de restos de cemento que se desprenden por los proyectiles. Os cubrís la cara y decidís salir de vuestra posición "segura" para buscar un posible punto debil en el plan del payaso y tumbarle de una vez por todas.

Threev trata de increpar al villano, pero éste parece disfrutar aún más con la conversación. - Todavía falta mi invitado especial señor Fiscal, la fiesta aún no ha acabado. Trata de soplar estas velas. Hahahahahaaa! -

Una terrible ráfaga trata de alcanzaros. Algunos proyectiles impactan en la cornisa superior haciendo que pedazos de cemento del tamaño de una naranja caigan cerca vuestro. El payaso no tendrá piedad alguna. Si por alguna causa os pusiérais a tiro no dudaría en mataros.

Pegados a la pared como si estuviérais imantados, vais desplazándoos hacia la esquina. Con gratitud observáis unas escaleras que os llevarían al siguiente nivel, donde parece esbozarse una puerta. Quizá sea la que os lleve al nivel más alto, donde está la máquina blindada con vuestro enemigo en su vientre. La mala noticia, es que la esquina no os ofrece protección. Son varios metros. Tendréis que cruzar con rapidez...

- Maldito payaso... - Threev no esconde su frustración al observar como el Joker disfruta de la situación de ventaja de la que goza. - Acabaré contigo, aunque sea lo último que haga, Joker...

Como alma que lleva el diablo, Threev, cruza la esquina que le conduce a las escaleras de subida a la azotea. El monstruo blindado, pilotado por el desquiciado criminal, apenas tiene tiempo de apuntar a su objetivo cuando el Fiscal ya está subiendo las escaleras. Una mueca, que en el pasado rostro de Dany se hubiera considerado una sonrisa, se dibuja en las quemadas facciones de Threev.

Sin esperar a sus compañeros, Threev sube las escaleras y se abalanza sobre la puerta. Sólo tiene un objetivo en mente: el Joker debe caer...

- Maldito Threev, ¡Él no nos puede cubrir!- Exclamó a Sean, el plan de Adams consistía en que uno de ellos cruzara antes y cubriera a los otros dos cos la pistola, no esperaba dar al Joker, solo distraerle para que los disparos no fueran precisos, pero ya no contaban con el factor sorpresa.

Adams se repetía en la cabeza la frase del Joker: Todavía falta mi invitado especial. Eso había dicho, y el detective recordó que todavía no había visto al Cocodrilo. Pensar se hacía dificil, debían esquivar los pedazos que caían sobre ellos así como vencer el ruido de los proyectiles para escucharse, Frank todavía tenía en la cabeza los explosivos, si el ayudante del fiscal no tenía cuidado, tendría problemas.

- ¡Podemos esperar al helicóptero de Threev y aprovechar la distracción para cruzar!, ¡O cruzar uno y que cubra al otro después!-

Adams tenía que elevar la voz para que su compñero Taylor pudiera oirle por encima de las balas. Adams recordó la herida en la pierda de Sean, y no quería que le pegaran un tiro, tal vez con una distracción les sería más fácil pasar.

 En el momento en que se la jugaban todo a una carta, todo parecía torcerse y ponerse en contra. Incluso desde su propio lado. No bastaba con estar en el edificio más alto de la ciudad, la torre Wayne, delante del desquiciado más anárquico y cruel que ha conocido el hombre, armado con la tecnología más aterradora jamás vista en una guerra. No bastaba con que toda esa logística jugara en su contra. Viento, metralla, y el riesgo de una muerte casi segura. No bastaba no, el puto fiscal de los huevos tenía que ser el héroe que acabaría llevándolos a precipitarse en el vacío.

Sean prestó atención a Adams.

¡ Por el momento tu y yo tenemos que distraerle desde aquí! - resopló, desagradado por lo siguiente que iba a decir - ¡Por lo menos así Threev tendrá una oportunidad de freírle las pelotas a ese sociópata! 

Sean se agachó y esperó a que el helicóptero pasara otra vez sobrevolando la zona. Si algo recordaba de los protocolos que seguían los pilotos del GCPD, en cuanto la máquina maniobrara, virando como un barco, descargaría un chuletón de fuego y metralla que iba a dejar aquello como el jodido Vietnam.

- Pase lo que pase, Adams... no dejéis que ese cabrón se salga con la suya... - Taylor comenzaba a dejar de tenerlas todas consigo.

Sean se irguió y miró fijamente al Joker.

- ¿Es eso lo mejor que tienes, payaso? - una mueca se dibujó en su rostro, haciendo crujir la chamuscada carne que rodeaba el labio - Vamos, ven a por mí si tienes cojones... ¿es que nunca has bailado con el diablo a la luz de la luna? - y Taylor se puso a aullar desafiante y desmedido, como poseído por una locura innata.

Taylor estaba loco, pero sin duda Adams no desperdiciaría el momento de atención que había captado al Joker para intentar cruzar al otro lado.

El parar ante la obstrucción en el camino y lo rastrero que había sido Threev habían sentado mal al cuerpo de Frank, pero aún así todavía tenía fuerzas para seguir. Saltó con todas sus fuerzas y aterrizó con una voltereta en la parte contraria de la esquina cuando una ráfaga cortaba el viento a escasos centímetros de su cuerpo.

Estaba a salvo por el momento, pero no podía dejar a Taylor ahí, giró su cuerpo 90 grados y desenfundando su pistola apretó el gatillo dos veces en dirección al Joker para intentar que bajara la guardia y Sean pudiera pasar.

El nuevo Fiscal lleva ya varios metros de ventaja mientras los dos detectives tratan de dilucidar si es mejor permanecer y distraer al payaso o avanzar. Finalmente, Adams opta por cruzar la distancia en la que está a descubierto. Su idea es ayudar a Taylor para que cruce después. Sin pensárselo dos veces, apunta con su arma hacia la fuente del peligro realizando varios disparos. Sonidos metálicos revelan que las balas han alcanzado su objetivo, pero quedan muy lejos de poder perforar el metal reforzado del engendro mecánico. La respuesta no se hace esperar y una nueva ola de trazas luminosas va en su búsqueda. Por un instante, Adams se ve rodeado de ráfagas anaranjadas. Su cuerpo llega al otro lado y se desploma contra el muro. Su corazón trata de subir por la garganta. Con el pulso al borde de la taquicardia se palpa para confirmar que no posee ningún impacto en él. Resopla mientras el sudor recorre su frente. Mira a Taylor, y sus ojos se desorbitan, pues lejos de seguirle comienza una conversación con Joker. Parece un suicidio, pero quizá tenga su efecto... Joker deja a Adams y se centra en el otro detective. - Poco? Te parece poco, sabueso? Jajajaja No dudarías ni medio baile conmigo polizonte. El mismo demonio me pedirí.... Qué es eso? -

El sonido de una ametralladora rompe la conversación. El plan de Taylor se cumple y desde el helicóptero de las noticias se ha montado un trípode con su arma. Los impactos se suceden con gran precisión, los novatos están haciendo bien su papel. El exoesqueleto militar pierde el equilibrio con los impactos y se cae de espaldas. El helicóptero descarga otra ráfaga sobre él. Pero una risa se eleva en la noche sobre el estruendo de los disparos. La ametralladora se detiene. No podéis oír a los policías, pero deducís que la munición no es suficiente para perforar el grueso blindaje. La risa suena tan atronadora como malévola. Desde el suelo, un brazo mecánico se gira para apuntar precariamente al transporte aéreo. Una ráfaga cruza rauda la distancia, pero no consigue impactar de lleno y daña la torre de comunicaciones.

Con un sonido del metal retorciéndose, la gran torre se dobla partiéndose. De su interior, varios cables salen despedidos fruto de la tensión producida por la separación de las dos partes de la torre. Uno de los cables se enreda en el tren de aterrizaje del helicóptero, pero por fortuna, se parte liberando al aparato dejando el cable colgando del él. De inmediato, la unidad aérea se vuelve a alejar hasta un perímetro seguro. Oís cómo los servos del engendro robótico ayudan en la tarea de volver a erguirse. Un momento perfecto para avanzar. Threev deja atrás las escaleras y llega a la puerta que reza: "Nivel superior" y "Acceso a grua". Sus ojos leen los letreros y una chispa de maldad empieza a brillar en ellos. La puerta no ofrece resistencia a la ley...

Threev se adentra en la parte más alta del edificio Wayne. El ruido de metralla y chirridos metálicos del exterior es una distracción que ha pasado a segundo plano. Los cinco sentidos del agresivo Fiscal de Gotham se centran en los pasillos que le conduzcan hasta la misma cima de la torre, hasta el Joker. Sabe que el payaso ha podido dejar guardias o trampas, previniendo in posible ataque desde la retaguardia. Estos pensamientos hacen que Threev sujete con fuerza su arma, aunque ya con el último cargador como toda munición.

 Taylor observa como parte de la torre de comunicaciones queda destrozada y arma un buen escándalo. Ahora que el engendro mecánico trata de erguirse es una buena oportunidad para continuar el camino hasta llegar a la posición donde se encuentra Threev. Taylor trata de cruzar como puede, evitando las ráfagas de aire, intentando no mirar ni hacia atrás, ni hacia abajo, centrándose en la situación todo lo que puede, o todo lo que el agotamiento le permite. 

Si quieren destruir ese maldito trasto tienen que utilizar algo más gordo que el calibre de la artillería de un vehículo aéreo. Taylor se fija en que hay una grúa en lo más alto de la azotea. Tal vez pudieran atraer al Joker hasta una posición en la que podrían empujarlo con la grúa y precipitarle al vacío. El traje le protegería, por lo que después podría asir sus manos al cuello blanquecino de ese cabrón y llevarlo a Arkham de una patada en el culo. Pero era arriesgado, quien sabe que más sorpresas escondidas tendría el juguete de Wayne, igual lanzarlo hacia abajo no era sino proporcionarle una ruta de escape... aunque todos sabemos que éste cabrón no quiere escapar, si no provocar el mayor destrozo posible.

- Baja de ese trasto y ven a bailar conmigo, muñeca - le grita al Joker de forma algo jactanciosa - ¡Estás loco y tienes los medios... pero lo que siempre te faltaron fueron pelotas!

Si al menos así atraía de nuevo su atención, algo de tiempo lograría para sus compañeros.

Frank estaba a un paso del infarto, había estado en situaciones realmente peligrosas, al borde de la muerte, pero sin duda, nunca había estado a punto de ser abatido por fuego de una ametralladora pesada. Solo el ruido que emitía el arma era capaz de dejar fuera de combate a cualquiera que no estuviera preparado para ello.

Pero al poco el helicóptero les dió una oportunidad, Adams se levantó y se dirigió a su compañero.

- Vamos Taylor, ¡Ahora!- Animó a su amigo para cruzar aprovechando la distracción.

Una vez este estuvo a su altura, el detective inició la marcha por las escaleras por las que había ido Threev, revólver en mano, y una vez llegado a traspasar la puerta, avanzó con mucho cuidado, nadie sabía qué nueva trampa había sido capaz de inventar el Joker...

Voy a acabar contigo maldito payaso...por lo que le has hecho a Gotham...

El peor villano que ha conocido Gotham está envuelto en una sofisticada armadura dotada de armamento de gran calibre. La fortuna os ha dado unos instantes de reacción antes de que el engendro mecánico se vuelva erguir. Threev entra en el acceso a la cima del gran edificio del multimillonario. El lugar no es muy ancho, y puede ver cómo las escaleras metálicas giran sobre sí mismas hasta alcanzar la ansiada planta. Sus ojos escanean el entorno, pues es un buen lugar para incluir un explosivo en la decoración. En efecto, no es difícil encontrar el citado elemento destructivo. Un gran objeto cúbico compuesto por varios contenedores de un líquido explosivo y una maraña de cables reposa detrás de los peldaños de la escalera. Al parecer, debe ser obra del fallecido Tech por su complejidad. De ella también salen muchos cables en varias direcciones. Threev deduce que debe estar conectada a otras bombas similares. No toca nada, ya que podría estar protegida contra manipulaciones y manos inexpertas la harían estallar casi con seguridad. Se queda observando unos instantes a la figurita de la cabeza de un payaso que reposa sobre la bomba. Maldito loco...

En el exterior, Taylor abandona su posición para llegar junto a Adams. Los dos detectives han dado la talla en todo momento y a pesar de sus heridas no dudarán en continuar arriesgando sus vidas hasta cumplir su misión de derrotar al criminal. Alcanzan las escaleras y cuando van a cruzar la puerta de acceso pueden oir los gritos de Joker jurando destriparles y dejarlos colgados de la fachada. Los tres protagonistas se juntan para ver el "regalito" que el payaso ha dejado. No se trata de una contramedida para acabar con intrusos. Si esta bomba se activara podría convertir en polvo hasta la armadura mecánica de vuestro enemigo. Eso, sin contar con el indeterminado número de bombas gemelas que habrá repartidas quién sabe dónde... No existe un contador, así que debe ser activada por algún dispositivo. Quizá ese dispositivo esté en las propias manos del criminal. Qué tendrá en mente el Joker...

Los detectives se apoyaban uno en el cuerpo del otro, no se rendirían, pero estaban heridos y el esfuerzo estaba siendo inhumano.

Un pinchazo aparecía en el costado de Adams, su corazón se había recuperado del susto, pero emprender otra carrera nada más pasar era duro, así que el detective tenía que avanzar medio encorvado hacia un lado para reducir el dolor.

Una vez entraron en la habitación, Frank pudo aminorar el ritmo y su cuerpo se lo agradeció haciendo que los dolores se evaporaran, al menos durante un rato.

Se reunieron con Threev, pero cuando iba a hablarle el detective vio el instrumento de muerte.

- Santo Dios, ¿Pero que cojones…?- El payaso cada vez le sorprendía con más actos psicópatas, esa bomba podría destruir toda la azotea, y puede que el edificio entero si la explosión en cadena llegaba a alguno de los pilares centrales.

En ese momento una idea afloró en la cabeza del esforzado detective.

- Quiero preguntaros algo antes de continuar… ¿Alguno tiene un plan, un verdadero plan, para acabar con el psicópata?, ¿O estamos improvisando todos?…- Frank esperó la respuesta, aunque ya se esperaba que las ideas para acabar con el engendro mecánico no serían demasiado buenas, no tenían medios para acabar con él en esos momentos.

 - Si no se os ocurre nada…a mí se me ha ocurrido algo, pero puede ser algo extremo, sin duda esta bomba puede acabar con el payaso…pero no sabemos cuantas más hay ni donde, si la activa él, será por que le tengamos arrinconado, y no tenga otra opción…si la activamos nosotros, le pillaremos de sorpresa, acabaremos con él, y, con suerte, el resto de ellas no explotarán, dejando un montón de inocentes más seguros…es una idea…- A Frank le costó expresar su idea, era duro para él pensar en que no viviría más, pero cuando se lucha contra el Joker, hay que tener eso siempre presente…