Partida Rol por web

Ramírez niega con la cabeza.
--Creo que no me habéis entendido compañeros, no os estaba pidiendo permiso, ni siquiera vuestra aprobación, yo parto de inmediato, y mas con lo que acaba de decir Lazar.

--Como os he dicho antes, en la ciudad saben lo que somos, y no somos bienvenidos...y esta es una prueba mas que fehaciente de que mi información es cierta -- nuevamente sacude la estaca el aire para que no olvidasen el peligro.

--Es mas que evidentemente que el posadero nada mas vernos ha llamado al cazador, y esta mas que claro que pasar el dia aquí es la muerte. Si Lazar sigue vivo es sencillamente porque han avisado al cazador de que estabamos de vuelta en la posada y no ha tenido tiempo de terminar el trabajo, pero cuando salga el sol seremos un monton de cenizas.

--Teneis toda la eternidad para volver aquí y borrar a este pueblo y a sus habitantes de los anales de la historia si tanto ansiais la venganza. ..-- dice como último consejo

Sin mas avanza hacia la puerta y agarra el picaporte, pega la oreja a la puerta y tras oir al otro lado dice --Parto ya, el que quiera que se una a mí, los que no, os deseo suerte...
Tras esto abre la puerta y sale en dirección a los establos, no sin antes mirar a ambos lados del pasillo.

Miro a Markus resignado.

- Agh.. que rabia me da que este capullo tenga razón.

Habría que seguir a Ramirez e irnos cuanto antes. A pesar de mi enfado era capaz de ver que mi compañero estaba en lo cierto.

Sin embargo no me pensaba largar sin antes darme una pequeña satisfacción.

De camino a la puerta busco al posadero y le lanzo una sonrisa hipócrita mientras alcanzo algún objeto contundente que haya por la sala y se lo estampo en la cabeza. De haber algún cuchillo, un candelabro u algún objeto puntiagudo a mi alrededor, se lo intentaría clavar en el estómago y me iría tranquilamente después de soltarle un escupitajo en la cara sin importarme quién presenciara la agresión.

Os marchais hacia el establo, donde no encontrais a nadie, pero vuestras monturas y carruajes ya están preparadas para que partais, dejando aún más claro que lo que buscaban era que estuvierais lejos y no mataros.

Por fin salíis de la ciudad para continuar vuestro camino hacia Bistriz.

Delante de vosotros queda una enorme zona boscosa, en la cual os adentrais en la oscuridad de la noche...

--Bien esta lo que bien acaba-- dice una vez fuera de la ciudad.
Ramírez se asoma por uno de los portones del carruaje y mira la ciudad que va quedando atras...
--La verdad es que no me importaría volver y ayudarte a enseñarle al ganado cual es su lugar en este mundo-- le dice a Lazar sonriendo con malicia.

Finalmente mira a la oscuridad del busque cautivado...

Markus parece poco contento con la actitud de Ramirez pero no dice nada l respecto. No tiene sentido quedarse alli a discutir solo cuando los demas ya han decicido lanzarse de cabeza a la trampa que les aguarde más adelante.

Una vez en el carruaje Ramirez vuelve hablar lanzando las campanas al vuelo demasiado pronto.

- Esto aun no ha acabado Ramirez y bien puede ser nada más que el principio. - dice mirándolo - Si fueran tan peligrosos esos humanos habrian acabado con nosotros, de uno en uno o en grupo. Mismamente les habria bastado esperar al amanecer para convertirnos en cenizas con facilidad... Sin embargo... - calla unos segundos mirando por la ventana antes se volver a mirar a sus compañeros - Sin embargo estamos haciendo exactamente lo que ellos querian, lanzarnos a ciegas al bosque guiados por un miedo irracional. Me sorprenderia que mas adelante no haya una trampa esperandonos en la que les sea más fácil acabar con nosotros. - niega con la cabeza, antes de volver a mirar a Ramirez - ¿Así pretendeis que tengamoa exito en nuestra mision? ¿Actuando por impulsos y sin la más minima comunicacion y coordinacion entre nosotros? - su voz sigue, como en todo momento, siendo tranquila, educada, la de alguien que se limita a señalar lo obvio. 

Las palabras de MArkus llevan razon, pero no habia mucho más que hacer al respecto.

-Puede que esto sea lo que queria quien fuera que ataco a maese Damjanich, pero estan muy convencidos de que tratamos con mortales normales, y sin embargo han demostrado saber mucho sobre nosotros, contactos y poder para actuar contra nosotros con impunidad...
Pese a los riesgos, creo que salir de allí era nuestra mejor opcion y pese a todo, no descarto regresar en un futuro, lo primero por curiosidad y los segundo porque si vamos a trabajar como un grupo unido, la afrenta a uno de nosotros nos afecta a todos, y eso no puede quedar así.

Mi mirada es fria, no es que quiera o no vengarme, es que es lo único que se puede hacer, pero eso no conlleva actuar sin refexion o un plan previo, lo primero era la mision, despues ganar el poder para poder hacer efectiva la venganza y despues vengarse.

--Confundis el sentido común con impulso querido, y la lógica racional con el miedo irracional --dice sonriente.
--Decis que es miedo irracional querer salir de una ciudad plagada de cazadores de vampiros que saben lo que somos y que ya lo han demostrado cazando a Lazar antes de que salga el sol, pero a mi me parece de la lógica mas básica y elementa que dicta el sentido común.-- se encoge de hombros.

--Y dicho esto... ¿No es vuestro miedo a la oscuridad y lo desconocido de este bosque el que os hace opinar asi? ¡JA! Que irónico ¿no?

Nuevamente se asoma por la ventana y busca la ciudad con la mirada.

--Pero sabed, mi querido Markus, que yo no os he obligado a seguirme, ni a vos ni a nadie. La ciudad está cerca, aun podeis coger uno de los carruajes, volver, buscar al cazador y pactar con él, si es vuestro deseo.--da un par de golpes fuertes sobre el techo del carruaje para que se detenga la comitiva.
Cuando el carruaje de detiene abre la puerta y muestra el camino a Markus.

--Yo por mi parte prefiero adentrarme en la oscuridad, prefiero arriesgarme con un futuro incierto en un oscuro bosque, antes que una muerte segura en una ciudad de cazadores que nos consideran su presa, prefiero enfrentarme al enemigo en campo abierto a pesar de ser o no una trampa, antes que enfretarme al enemigo en su propio terreno donde detras de cada esquina vive un aliado del anemigo convirtiendo asi la ciudad en una trampa mortal... pero yo soy asi, un corsario temerario, entiendo que mentes mas racionales piensen diferente. Os deseo la mayor de las suertes, y que podamos vernos pronto en Bistriz.--sin mas, Ramírez permanece a la espera con la puerta abierta.

Markus mira con indiferencia la puerta abierta y de nuevo a Ramirez, hablandole en el mismo tono tranquilo.
- La logica que mencionais dicta que si fueran tan terribles habrian acabado con nosotros sin previo aviso y como minimo Lazar ya seria cenizas. De igual modo habrian prendido fuego a nuestroa carruajes para cortarnos la retirada en lugar de tendernos un puente de plata. No, querido Ramirez, estamos haciendo exactamente lo que quieren y no sabeis si los cazadores son 2 o son 100, precisamente porque no quisisteis pararos a investigar y visteis mejor huir con el rabo entre las piernas. - hace una pequeña pausa - Estareis acostumbrado al navio, a que los mortales os sigan y haced vuestra voluntad sin más, pero recordad que ahora estais entre iguales y que nuestros destinos de momento estan ligados. Sin embargo, yo si lo entiendo y como dije aceptaria la decision de la mayoria, aunque no me gustase. Así que si habéis terminado con los gestos dramaticos, cerrad esa puerta y prosigamos. Quietos somos un blanco mas facil para lo que pueda acechar en el bosque. 

Asiento repetidamente y quizás exagerando un tanto mis gestos a las primeras palabras de Ramirez y Teodor.

"¡Bien, bien! tendré compañía cuando vuelva a arrasar esta mierda de ciudad"

Mirando de reojo a Ramirez comento.

- Tanto los peligros del bosque como los de la ciudad deberíamos enfrentarlos juntos lobo de mar. - y señalando el agujero de mis ropas por donde había entrado la estaca, añado.- Separarnos a mi no me ha dado muy buen resultado.

Poco a poco mi tono volvía a ser el burlón habitual, como si aquella infame afrenta se hubiera tornado en una divertida anécdota en cuestión de minutos.

--Lo que suponía-- dice Ramírez sin poder evitar una media sonrisa mientras cierra la puerta y vuelve a golpear el carruaje para que retome la marcha la cual no se hace esperar.

--Teneis mucha razón al decir que juntos tenemos más posibilidades de llegar a buen puerto camaradas, pero no os confundais, yo no soy vuestro Sire ni vosotros el mio, y ni yo tomo las decisiones por nadie, ni nadie las toma por mí, asi que cada palo aguente de vela.
Estamos en esta misión juntos, pero eso no me ata ni obliga a hacer nada que no me parezca bien por mucho que "la mayoría"lo diga.--dice entrecomillando las dos palabras con los dedos.--Si queréis esclavos, ahi teneis a la humana de Matei

Markus sonrie un poco como Ramirez.

- No sé como explicaroslo mejor, Ramirez. No deseo esclavos, sino iguales. No os pido que hagais algo que considereis inapropiado porque lo diga la mayoria. Lo que os pido es que reflexioneis sobre la conveniencia de discutir al menos primero entre nosotros las opciones y tratar de llegar a un acuerdo entre todos. Tampoco os digo que debamos debatir cada cuestion hasta el fin de la eternidad, pero al menos intentarlo. Se que lo que os pido es contrario a nuestra naturaleza, pero creo sinceramente que unidos y actuando al unisono seremos más eficaces que por separado.

--Creo que ya ha quedado clara mi postura en este tema, no hay mas que hablar al respecto.

Avanzais por la noche, oyendo los tipicos sonidos de los animales que la habitan en un lugar como ese. Todo parece tranquilo, demasiado tranquilo... Algunos empezais a oir un silbido (Auspex), y de repente sentíis como una andanada de flechas caen sobre vuestros carruajes.

Al mirar por las ventanas abiertas, veis como la mitad de vuestros guardias caen al suelo heridos por las flechas, pero desde vuestra posición, no sois capaces de ver a los atacantes.

--Parece que después de todo quizas tengais vuestra venganza-- sonrie --Estos idiotas han decidido atacar de noche...lo pagarán.

Markus dirigió una mirada silenciosa al grupo, especialmente a Ramirez, que decia sin necesidad de palabras "os lo dije".

Pongo los ojos en blanco. Flechas... a efectos prácticos eran como estacas si te daban en el corazón y yo ya había tenido mi dosis de empalamientos por una noche.

Mi rostro se crispa ante el ataque, uno de los problemas que habíamos vislumbrado se cumplia.

-No queda pues si no batirnos.

Me asomo por el ventanuco del carro intentando vislumbrar a los atacantes y hacerme una idea de el entorno.

Antes de que os de tiempo a reaccionar, aparecen dos hombres desde dos direcciones opuestas, los cuales destacan ya que llevan unos grandes guantes de cuero y unos recipientes, los cuales vierten contra los carros al tiempo que intentan un paso atrás.

Desde la espesura del bosque, oíis de nuevo zumbidos y unas pequeñas chispas, las cuales os hacen daros cuenta del auténtico peligro que entrañan al golpear los carruajes, el líquido era brea y estas flechas en llamas, hacen que los carruajes empiezen a arder en apenas unos segundos.

Matei desenvaina su espada y se lanza de cabeza hacia uno de los hombres que habían arrojado la brea, dandole un buen corte en el costado, haciendo que el hombre caiga al suelo y deje de moverse.

Al mismo momento, una flecha silva golpeando contra el Ventrue, pero este no hace alarde ni gesto alguno de dolor.

Las llamas amenzan con engullirme a mi junto al carro, que ya comienza a arder por los cuatro costados, la bestia se agita en lo más profundo de mi ser, pero no es el momento, nunca lo es...

-Emboscados, en inferioridad y ante un enemigo que sabe lo que hace...

Sacudo la cabeza y hago una inspiracion forzada e intento afianzar las barreras que separan a la bestia de mi yo consciente, mientras, le doy una patada a la portezuela del carro y bajo del mismo desenvainando la espada y buscando hacerme una idea de la disposicion de las fuerzas enemigas.