Partida Rol por web

"Entonces esa es tu verdadera naturaleza, eh Myca? no eres más que un carroñero, un buitre que huele la necesidad y se apresura a aprovecharse de la oportunidad."

Estaba a punto de darme la vuelta y meterme dentro de la sala donde estábamos reunidos, cuando de repente saltó Ramirez al que le faltó tiempo para desvelarle al Tzimisce nuestro hallazgo.

No tenía intención de discutir otra vez con Ramirez delante de un invitado, eso solo nos debilitaba.

Pero automáticamente a su propuesta, lancé un sonoro resoplido discordante.

- Pfff...!

"Ya he oído suficiente"

Me doy la vuelta contrariado y me meto en el interior del edificio.

"Se bajan los pantalones antes de que les enseñe la polla, menudos imbéciles"

No puedo levantar las cejas en un gesto de disconformidad ante la bocaza del pirata.

-Menudo negociante...

Sin embargo, intentar negarlo y quitarle importancia solo hará lo contrario.
Al menos tenemos copias.

Las palabras de Ramírez pillaron totalmente desprevenido al caballero. Por lo que había inferido desde que llegaron a Tihuta, las tablillas que encontraron debían ser de un cierto interés para el patrón que les había reunido en tan remoto lugar... Divulgar su existencia, tan a la ligera, le parecía cuando menos... Imprudente.

Mucho debía fiarse Ramírez del Tzimisce para hablar con tanta franqueza. O mucho temerle, para preferir enfadar a su Sire a quedar en deuda con él.

Por otro lado, las tablillas seguían en un idioma ignoto que no tenían modo de traducir. Con un leve encogimiento de hombros, respondió él por el Lasombra, intentando no parecer que le daba importancia al asunto.

- Lo dudo mucho, por desgracia. Encontramos entre los cimientos de las ruinas que había aquí algunos documentos; la mayoría demasiado deteriorados por el tiempo como para resultar legibles, o muestras en dialectos y alfabetos arcaicos. - dijo, con total sinceridad. Y con una cierta nota de frustración en la voz, precisamente porque no estaba mintiendo al respecto. Ojalá.

- Es poco probable que sobrevivieran a un traslado, señor Vykos, pero si está dispuesto a prestarnos su socorro a cambio de examinarlos o hacer una copia en lugar de una Prestación... Honestamente, mi honor  de caballero me obliga a decirle que creo que saldría perdiendo con el trato.- Hizo la oferta, de nuevo, sin decir nada que no fuera absolutamente cierto, con un encogimiento de hombros. Una Prestación a vampyrs de tan poco estatus valía poco más que nada, pero aún así y todo, era más valioso que lo que podían adjudicar a las tablillas.

Asiento decepcionado por la información que me dan, pero aprecio que el caballero haya sido sincero.

Sois un hombre de honor Yago, eso es algo que valoro gratamente, por eso volveré a daros la oportunidad de aceptar el trato inicial.

Si quereis podeis tomarlo, sino seguiré mi camino.

Te diriges al interior del castillo furioso...

Ramírez mira al cruzado y luego al oportunista, aquel que siempre aparecía justo cuando mas le necesitaba, con esta ocasión ya iban dos, hay quien diría que aquello era un patrón, no obstante sus compañeros parecían ansiosos por estar en deuda con el Tzimisce, ellos sabrían... Para Ramírez cada deuda era una cadena y ya llevaba demasiadas por un castillo que no le importaba una mierda, para un supuesto mentor al que solo quería ver devorado por tiburones.

--No digo que no sea cierto lo que dice el bueno de Cruz, pero bueno, si no teneis la mas mínima curiosidad....

Miro de nuevo a Ramirez.

Por supuesto que crean curiosidad, pero ¿que pueden aportarme si son de un idioma arcaico, el cual no pueda descifrar? Me quedo en nada. Me encojo de hombros.

Pero si no quieren mi ayuda, no se preocupen, me marcharé por donde he venido.

--Pues no hablo por mis compañeros, no se que decidiran ellos, pero de mi no vais a sacar mas que estos extraños documentos. Seguro que un hombre con sus recursos puede traducirlos con suma facilidad, y por lo que se de ellos y de cuanta gente los quiere, estoy seguro que en realidad ganais con el trato, vuestra fortuna es el hecho de que no valgan nada para mi.

Curiosamente Lazar no se pone como loco de contento a menear la colita cuando llega Vykos, incluso se va mostrándose totalmente descortés, aunque por suerte no entra en otra trifulca infantil con el pirata que ha estado a punto de hacernos patinar a todos.

Miro a Myca. No me hace gracia aceptar las condiciones del oportunista que quizás esté detrás de ambos eventos en los que nos ayuda. Sin embargo, veo menos halagüeño desairar a un Tzimisce que nos ofrece su ayuda contando que muy posiblemente tenga el poder para haber orquestado ambos eventos y que además es aliado del señor Tzimisce en cuyas tierras vivimos y a quien ya debemos un favor.

- Sois muy amable señor Vikos por mantener vuestra oferta que nos honra aceptar.

Otro eslabón más a nuestra cadena… Empiezo a entender como se vieron envueltos nuestros sires en todo esto… Tendré que ir pensando en abrazar a un desventurado a quien pasarle la cadena como hicieron nuestros sires con nosotros.

Desdeñando las palabras del lasombra y asintiendo a las de mi compañero de clan extiendo la mano para recibir el anillo de Vykos. Aún sabiendo como he dicho en la reunion que las casualidades rara vez lo son, si no obras de titiriteros que orquestan los hechos. -Aceptamos vuestra generosidad y aceptamos tambien el pago que nos será requerido en el futuro. Ya son dos los favores que debo a dos Tzimisces ni mas ni menos, todo para pagar uno solo. -Genial. Y sin mebargo, cuando uno es deudor de alguien poderoso a ese alguien le importan dos cosas, que el deudor no perezca, pues con él perece la deuda, y que el deudor progrese, pues a más progrese, mayor pago relativo se le podrá exigir. Ambas condiciones me parecen más que aceptables en estos momentos.

Sonrio complacido cuando veo que varios de ellos entienden que lo más lógico es aceptar esta ayuda por una futura que yo necesite, con lo cual entrego la mitad del anillo a Teodor.

Es un placer hacer tratos con ustedes. Como ya les he comentado mi intención es mantener amistad con los señores que por ahora regentan el paso, pues bien sabemos que estas tierras pertenecen a Radu y podría cambiar de parecer en cualquier momento. 

Pero esperemos que no sea así, y esto solo sea el primer paso a una larga relación.

Hago gestos a mis criados para que recojan de nuevo y se preparen para salir.

Os mandaré el oro en cuanto regrese a mi ciudad, espero que con eso podais finalmente acabar vuestro castillo.

Tras eso vuelvo a mi carro y me dispongo a partir.

Despido cordialmente y acompaño a nuestro invitado hasta su carro sin dejar de notar la amenaza velada no tan sutil que nos ha lanzado. Seguramente si hubiéramos desdeñado su ofrecimiento de ayuda Radu podría haber cambiado de parecer casualmente...

Se despidió de Vykos cuando éste se prepara para proseguir su viaje, inclinando la cabeza en cortés reverencia y gratitud por el socorro ofrecido, con una leve sonrisa en los labios; dejó que Markus lo acompañara fuera para despedirle como correspondía, y quedó en los pasillos de la fortaleza en construcción con el resto de la cuadrilla.

Suspiró, en cuanto el Tzimisce dejó la estancia, como un manerismo que le había quedado de sus tiempos como mortal, y dirigió una significativa mirada tanto a Ramírez como a Teodor. - Se acabaron nuestros problemas de dinero. - dijo, ambiguamente, esperando que ambos entendieran que no se refería solamente al préstamo que iban a recibir, sino una sospecha menos halagüeña; luego, emprendió camino de regreso a la sala de reuniones, a terminar de tratar los asuntos que quedaban pendientes tras eso.

Tenía la sospecha de que Myca había pretendido llegar a Tihuta para salir de allí con Prestaciones de todos ellos (y Ramírez era un ingenuo si pensaba que un tecnicismo semántico iba a librarle). La cuestión era si se trataba de simple oportunismo o había más.

No había lugar demasiado remoto para la Jyhad.

Entro al castillo furioso, cagándome en mis compañeros, en Vykos y en la mierda de situación en la que me encuentro. Cuanto más lo pienso, más ira necesito para tapar la tristeza de la amarga realidad que me rodea: que estoy solo, y que no le importo a nadie.

Cegado por la rabia camino con pasos furiosos hacia los aposentos de Sherazina, le iba a pegar una soberana paliza a esa hija de puta. Me desquitaría con ella, y si la mataba en el proceso, eso que me quitaba de en medio.

Rápidamente das una vuelta por el castillo y la encuentras en su habitación. Aún te mantienes fuera, tras la puerta, esperando que ella no se de cuenta.

Tras desedir al tzimisce regreso a la sala donde habiamos comenzado la reunion. Coloco el medio anillo en la mesa. -Esto nos compromete con Vykos, sea o no el culpable del problema que ha resulto, lo ha hecho y nos permitirá acabar el encargo primigenio. Aunque sea con dos deudas para pagar en vez de una. Mido unos segundo a mis compañeros y continuo. -Me gustaria que os comprometais a la prestacion, porque de no hacerlo, tampoco me cortaré de explicar a nuestro patron que algunos no se comprometieron con el proyecto.

Asiento levemente aprobando la actuación de mi compañero de clan. Está claro que me comprometo con él tal y como hice ante Vykos.

Entro en la habitación y atranco la puerta para ir directo hacia Sherazina y darle un revés con la mano.

Luego busco algún objeto contundente en la habitación para seguir con la golpiza.