Partida Rol por web

Al entrar en el santuario de Intisar me santiguo de forma mecánica mientras observo todo con interes, he leido muchas veces sobre estas cosas, pero nunca entre en el cubil de un adorador del maligno

Cuando se produce el ruido sigo a los demás arriba, aunque con una última mirada a los objetos de la sala

Una vez sabemos que Intisar ha engañado a una certera estocada en el corazón respondo a la declaración de Don Alejandro

-Usher y yo iremos a contarselo a nuestros compañeros y ayudaremos en lo posible-

Escucho atentamente la conversación de Jäger y Sav. Al parecer había secretos dentro de la gente del propio monasterio. Resultaba agradable, era extraño que los grupos tan dispares estuvieran tan unidos.

- Noticias interesantes. - le digo a Sav, sin cruzar mucha más palabra. Me extrañaba que estuviera hablando tan largo y seguido, acostumbrado a lo silencioso que era. - Lo tendré en cuenta.

Nos vemos luego en el jardín. - Dije, abandonando la sala.

En un último vistazo a la habitación de Intisar puedes ver  un cetro de oro coronado por el símbolo de un disco entre dos cuernos al lado de un pequeño altar decorado con la figura de una mujer egipcia tras la que hay otra figura extraña, esbelta y de piel verde, con alas pegadas y espinosas además de un alto tocado blanco.

Tus estudios en teología te recuerdan la historia de la perdida mitología Egipcia:

El disco entre dos cuernos del cetro y la estatuilla de la mujer egipcia son sin duda representaciones de la diosa Isis, o como se la llamaba en el dialecto antiguo: Ast. La diosa de la fecundidad, madre, reina y maga.

La otra figura de color verde, por lo tanto, sospechas que debe tratarse de Osiris: dios de la resurrección y la regeneración del Nilo. Pero algo no encaja, pues recuerdas bien que Osiris no se representaba con alas. Al menos lo poco que habías estudiado al respecto.

Aricia abandona la sala. 

- Jäger,

una voz ronca se oye a tus espaldas. Se trata del horrible nosferatu de piel macilenta cuya corpulencia y fealdad te sorprenden por un momento.

- He descubierto algo que puede interesarte.

Tus compañeros Sav y Milos le miran extrañados y se apartan para dejaros hablar a solas.

La voz me sobresalto aunque no lo mostré, me contuve de tomar mi arma. Cosa que mi instinto me exigía. Al mirar al dueño de la voz que me sonaba, reconocí el horrendo rostro de su dueño. Lo que expuso me dejo dubitativo “¿Qué habría averiguado?” Me pregunte. Mis compañeros nos dieron espacio para hablar en privado.

¿Sí? Dígame ¿Qué es eso que averiguo? Pregunte curioso “Pero recuerda lo que le sucedió a Sav, debes tener cuidado” Me dije, no me confiaría de esta gente, a lo mejor todo era una especie de complot. Aunque escucharía lo que deseaba exponer el nosferatu.

Quizás el infernalismo le había proporcionado aquellos poderes, o quizás se tratara de un miembro realmente antiguo de tu clan. Habías oído historias de aquello y conocías la existencia de un poder solo al alcance de quienes dominaban la disciplina serpentis en su más alto grado de perfección: se trataba de un ritual, al que solo los más altos sacerdotes de la orden asistían, mediante el cual el vampiro se arrancaba el corazón para proteger su alma y sus emociones del mundo terrenal que lo rodeaba. Haciendo aquello, el setita se volvía inmune al empalamiento y la parálisis por estacas.

El poder y el ritual que rodeaban ese don eran absolutamente secretos e incluso tu estabas a siglos de poder aspirar a conocer algo parecido, por lo que el hecho de que aquella mujer lo hubiese logrado, era un indicador del increíble potencial oculto de la misma.

Ese hecho te planteaba la suculenta duda de si valía o no la pena contactar con demonios del inframundo, puesto que la recompensa parecía realmente enorme. 

- Tengo información sobre ése a quien buscáis.

La mueca deforme que se dibuja en su cara te hace pensar que intenta sonreír, aunque los resultados son bien distintos a una sonrisa.

- Pero antes habíamos quedado que me contarías qué era esa joya que había robado.

Igual que en vuestra conversación anterior, el hombre lanza el anzuelo y luego tira del hilo. Por lo menos no hacía intento alguno de esconder que sus relaciones contigo se fundamentaban en su propio interés, o el interés mutuo, según como se viera.

Cuando llegas a la habitación de Lady Melisandre, ésta no parece alegrarse de tu visita, de hecho ni se percata de tu llegada pues está hablando con una de sus jóvenes sirvientas y tiene los ojos como platos y una mueca horrorizada en el rostro.

- ¿Han avisado al resto?

Entonces Melisandre te ve, y te hace una señal de alto con la mano para que te esperes un momento.

- Haakon y el señor Sanders han salido a patrullar las cercanías. Los demás están investigando los hechos en los subterráneos.

- ¿Y los inquilinos?

- Dos de ellos estaban presentes cuando ocurrió.

Sin previo aviso Melisandre corre hacia tí y te coge las manos entre las suyas.

- Es horrible, ¿Estás bien? hay una infractora suelta en el monasterio. ¡Sacré Bleur! Tened mucho cuidado, corréis peligro ahora.

Sentí como me ponían un cebo, como si fuera una presa a cazar. Pero claro lo que ofrecía era bastante jugoso, podía encaminarnos a nuestro objetivo.

Mi señor, lo más que sé es que fue un libro si no me equivoco, pero desconozco más detalles. Digo con pesar, engañar no era lo que mejor se me daba, por ello opte por contar parte de lo cierto y no dar mucha información. Lo mío es seguir rastros y cazar. Me disculpe ante el nosferatu. Al menos sabía que la presa o había pasado por aquí o bien sabían su ubicación “¿Y si el que comento Sav era nuestra presa que estaba oculta aquí?” Era una opción y las palabras del nosferatu hacia que ahora esa posibilidad tomara cuerpo.

La mujer os echa un último vistazo muy seria, mientras Alejandro da órdenes a sus criados y pone a todos en movimiento.

- Debéis ir a alertar a vuestros compañeros. Si lo que decía User es cierto y Intisar se fijó en alguno de vosotros, corréis un grave peligro aquí.

Con los brazos cruzados y la preocupación dibujada en el rostro prosigue:

- Esa mujer es más lista de lo que parece. No atacará si no os separáis, y si sabe lo que le conviene tratará de huir lo más lejos de aquí posible.

Volteando hacia Don Alejandro, la mujer finalmente dice.

- Hay que ir a inspeccionar su dormitorio, puede que hallemos alguna pista suya allí.

Tras dicho mensaje, los dos capataces enfilan el pasillo en dirección a las habitaciones.

El malkavian con una sonrisa sádica y perturbada se incorpora. Parece que sus heridas empiezan a cicatrizar.

- Vadislava, claro.

Responde al aire hacia una voz de su cabeza. Y luego como si se percatara de repente de vuestra presencia a su lado os dirige la palabra.

- ¿Os acompaño a algún sitio?

No dejad casi que mi compañero y  yo iremos a buscar a nuestros compañeros ya que pueden estar en peligro.Digo haciendo una seña a Gianni para que me siga .En cuanto pierdo de vista al malkavian para girarme hacia mi acompañante . Mira voy a ser sincero contigo y lo que te voy a contar es  información que no debe ser propagada .Creo que esa Arpía ha utilizado la disciplina del clan pero es un poder que esta tan lejos de mi que me da miedo solo pensar quien  ha podido corromper a una antigua de mi clan y apartarla del padre Set . El truco consiste en que se ha arrancado el corazón y así es inmune  al empalamiento y la parálisis por estacas. Le miro fijamente y continuo. Si te preguntas porque te lo cuento es porque si muero no quiero que esa zorra salga bien parada 

Asiento a las palabras de Usher pensativo -comprendo- aunque resulta dificil comprender como puede vivir (o algo similar) sin su corazón, hay muchos misterios en este mundo, y uno no pequeño es en que se diferencia el culto que predica Usher a Set del culto que seguia Intisar, al parecer a otros dioses egipcios de connotaciones mas positivas. Pero no son cuestiones para este momento

-me aseguraré de que se hace buen uso de esa información si llega el caso. Ahora lo principal es encontrar a nuestros compañeros y advertirles. Y tal vez deberíamos dejar de dar rodeos, no creo que esta gente sea aliada de los Giovanni-

Mientras hablo me concentro en el recuerdo del olor de nuestros compañeros, con un poco de suerte eso nos permitira encontrarlos rápidamente, y si no habrá que preguntar

Al principio miro hacia el suelo, arrepentida. Sabía que mi gesto había molestado a Melisandre. Mi inseguridad me había hecho perder una importante oportunidad.

Estoy atenta a la conversación, confundida. ¿Qué habia ocurrido? ¿Qué inquilinos? ¿Nosotros? ¿Peligro?

- Milady, cuéntame que ocurre, no entiendo. ¿Qué peligro? ¿Qué infractora?

- No lo sé, me acaban de informar mis criados por orden de Don Alejandro. Dicen que Intisar se ha revelado tras haber sido acusada de infernalismo y después ha escapado.

La mujer sigue asombrada, sus ojos no dejan de reseguir cada ángulo de tu cara pero su mente vuela a kilómetros de distancia, y sus pensamientos son totalmente indescifrables pero ocupan todo su ser.

- ¿Un libro?

Dice en un tono que no distingues si corresponde a la extrañez o la molestia.

- Verás, durante la Vaulderie me extrañó profundamente algo que se dijo por parte de Frazier. Claro que él nunca lo va a admitir, su orgullo es su punto débil.

chasquea con la lengua cuando nota que se esta yendo por las ramas

- Ambrogino Giovanni se encontraba en el monasterio hasta esta misma noche.

Así que el Giovanni estaba en el monasterio esta noche. Aquello me hizo pensar que igual ahora si estábamos en peligro, era posible que acordara con el señor del lugar acabar con nosotros “¿Pero por qué entonces el nosferatu me lo cuenta?” Desde luego lo de pensar en complots no era lo mío, por lo que trate de olvidarme de eso.

Tenía un jinete desconocido que Frazier hizo huir, el cual al parecer reconoció que Ambrosio Giovanni estaba en el castillo y Sav fue atacado por ver algo que no debía. Parecía que todo derivaba que el Giovanni se había fugado.

Gracias mi señor sois muy amable. Intuyo que el caballero huyo esta noche. Vi partir un jinete al que ayudaba Frazier, por lo que me da que ese jinete era Ambrosio. Dije sin más. Entonces debía poner en conocimiento a mis compañeros y si eso comenzar su persecución. Aunque una luz me vino a la cabeza “¿Y si solo es una treta?¿Si lo que pretenden es eso?” Pensé, a lo mejor solo querían hacernos saber eso, para que fuéramos detrás dejando a nuestra presa aquí tranquila “Maldita sea demasiadas cosas que pensar lo odio” Quedaba claro que debía informar al resto y tomar una decisión.

Me llevo la mano a la boca, alarmada.

- ¡Es horrible! ¿Cómo ha ocurrido? ¿Qué han descubierto? 

Busco asiento, intentando mantener entre mis manos las manos de Melisandre, al ver que de alguna forma había vuelto a captar su aceptación, o al menos su atención.

- ¿Se sabe hacia donde ha huido? ¿Alguien la sigue? - luego dudo, preguntandome si debía decirle o no. - Creo que uno de mis compañeros se cruzó con ella y lo noqueo. Decía algo de que le había atacado y huido una mujer...

Dejo mis palabras en el aire, mirándola, expectante, estudiando su reacción y esperando su respuesta. La cosa se había complicado de repente. Quizás realmente ya no era seguro estar en ese monasterio.