Partida Rol por web

Cruces de Sangre

I. Hoc Voluerunt

Cargando editor
08/12/2014, 15:00
Zorro
Sólo para el director

Apenas hubo terminado la comida, levantóse et dirigió a la barra.

- Tabernero, mira que lo que has contao, me ha llamao la atención et lo de la bruja que fugó me ha gustao. Qué bien oir por una vez que un judio recibe lo que se merece. Pero agora las cosas están peor dices! si quieres echo un ojo et luego te vengo a contar. Contadme et a ver si vos puedo alegrar el día con chismorreos del pueblo. Decidme pues, quienes son los judíos que sabéis del pueblo? Et aquela tumba levantá, de quién era? Seguro que el Conde nos paga bien si denunciamos a quien faga aquestas brujerías et más si son judio!

Trató pues, el Zorro, en despertar la tirria que sostenía el tabernero a los judíos et poder sacarle un punto de referencia por donde empeçar.

Cargando editor
10/12/2014, 12:41
Manel

-Estáis diciendo que no estoy a la altura de mis cuchillos? -dijo una voz entre el gentío, que no lográsteis divisar-: ¡te mataría gustoso con mis propias manos, mediometro! Ja Ja Ja

La multitud echó a reir, al unísono, mientras algunos sudores comenzaron a caer por la frente de de Álvar. ¿Acaso habría sido buena idea llegar hasta allí?

¡Cállate! -dijo el tipo que vísteis en la posada de Felipe mientras miraba hacia atrás buscando al jocoso-. Éste hombre tiene razón -mirando a Álvar-, nuestros filos no pueden pasar constantemente con un repaso de piedra... A ver... ¿qué llevas ahí detrás?

Cargando editor
10/12/2014, 12:52
Felipe

La tumba era una antigua, de antaño. Pero eso es lo de menos -respondió Felipe algo cansado-, eso no se hace en un camposanto. Hay varios judíos en Pidrablanca, unos cuantos -entonces empezó a contarte-: Jeremías un campesino, y tambien su familia. Ananías, el herrero del pueblo; Jacob, un pastor que señorea ovejas, y otros cuantos que no he andado en mi vida ni a dignarme a hablar con ello... Con el único que hay que hablar, y a la fuerza, es con Zacarías, el viejo hebreo, que es el médico de este pueblo. Si no fuera por eso, ¡anda yo que hablaría con esos valientes cabrones! -refunfuñó-. Pues fíjate que no es mala idea lo que dices del señor Conde, zagal... Anda y vete ya -te dijo-, voy a preparar el menú para el mediodía. Sal y si te parece, me cuentas algo... ¡Pero no te metas en problemas, eh!

Notas de juego

Los judíos vienen siendo una minoría en Pidrablanca, pero hay unos cuantos.

Cargando editor
10/12/2014, 21:52
Zorro
Sólo para el director

-Venga a ver si es verdad que el conde nos llena de oro! -Salió de la taberna entonces el muchacho. Directo al cementerio, buscando aquela tumba profanada et ver si sacaba alguna idea antes de ir a fablar con el médico.

Cargando editor
11/12/2014, 00:43
Alvar de Hinojosa

-Por supuesto, mi señor -dije, sonriendo-, non  creeréis que soy tan estúpido como para traer mi mercancía a un campamento de mercenarios sólo con la protección de mi buen Lope, ¿verdad? -intentaba en todo momento ser cordial, y bromear al mismo tiempo, manteniendo mi coartada. Ni que fuera la primera vez...- No es que desconfíe de vos, por supuesto, pero ya sabéis, es la costumbre del oficio.

Esperé que aquello no sentara mal, por aquello tanto interés en que mi sonrisa no desapareciera y en el tono jovial. No esperaba que los mercenarios fuesen tan hostiles, sinceramente.

-Por supuesto, vos traeré una muestra de mis mejores aceros para que podáis comprobar su calidad et elegir. ¿Habédeis alguna prefencia... Hachas, espadas, dagas tal vez? Tampoco sé qué tipo de misión pretendéis llevar a cabo aquí... -aquel era mi anzuelo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
12/12/2014, 18:18
El Mal

Saliste de allí con el beneplácito del posadero Felipe. En principio no sabías dónde estaba el cementerio. No tardaste en encontrar algunos muchachos que te indicaron el lugar. Tomaste rumbo similar como si subieras de nuevo al castillo de don Diego, pero antes de tomar la gran cuesta, te desviaste por una vereda a diestras. El camino, se notaba, no era muy transitado, y la hierba irrumpía en medio del mismo más salvajemente. En cuestión de unos diez minutos, rodeando peñas y sobrepasando árboles y muros, llegaste a ver una pared de mamposte, pero muy antigua. Era el cementerio. Su planta debía ser como de cuadrado o rectángulo, y poseía una reja en la entrada, a modo de verja. Nada más llegar allí, te asomaste a ésta y vístes las tumbas que allí había: todas parecían bastante antiguas y derrumbadas.

Notas de juego

Si quieres inspeccionar algo con más detalle, tendrás que entrar.

Cargando editor
12/12/2014, 18:27
Zorro
Sólo para el director

Alzó las cejas observando enrrededor et entró con paso tranquilo, mirando quanto rodeara la entrada, et quando tomara más confianza et asegurara que nadie andaba por allí, avanzaría con más garbo. Quiças viviera allí algún enterrador, o alguna plañidera eterna mantuviera el luto diario visitando las tumbas. Todo eso quería evitarlo o al menos, observar mas no ser observado. Et en quanto tuviera oportunidad, buscaría la tumba saqueada o qualquiera con tierra movida, pues posíble era que la hubieran vuelto a cerrar.

Cargando editor
12/12/2014, 18:32
Manel

Cómo que ¿vos traeré? -te preguntó el grandullón-. ¿Es que no vienes ni con siquiera una muestra de tu mercancía...? -te dijo-. ¿Y si no fueras un comerciante -no dudaba de tus palabras, sino que te ponía un ejemplo-, sino más bien un tunante que quiere timarnos de alguna manera? Grrr... -el hombretón refunfuñaba-. Alonso decidirá sobre ésto... ¡venga, desarmáos! -os espetó a Lope y a tí-. No me miréis con esa cara, si queréis negociar hacedlo con Alonso, nuestro comandante. Para entrar en las tiendas, que es donde está, tendréis que ir sin armas. Ya estáis dándonos los filos y puntas que llevéis encima...

Pareciera que poca elección tuviérais. Lope te miró de reojo, sorprendido, esperando tu respuesta. Decenas de ojos mercenarios se arremolinaban en tu persona en aquel momento.

Cargando editor
12/12/2014, 18:32
Director

Notas de juego

Haz una tirada de Descubrir (PER).

Cargando editor
12/12/2014, 18:33
Zorro
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
12/12/2014, 21:08
Alvar de Hinojosa

-Non traigo filos, pero aqueste arco -dije, mostrando mi arco granadino, de una enorme calidad y bien ornamentado. Me aseguré de acercarme a aquel tipo para que pudiera verlo bien de cerca- quizá pudiere serviros como muestra de la calidad que las mías armas poseen.

Desde luego no pensaba desarmarme, y supuse que Lope mucho menos. ¿Qué impediría a aquellos hombres desplumarnos en aquel mismo sitio, una vez tuvieran nuestras armas?

-Entenderéis que non acostumbro a andar demarmado, buen omne, et mucho menos el mío guarda -dije, señalando a mi acompañante-. Es un mundo peligroso, et mucho más siendo mercader, ya sabe. Quizá podáis fablarle vos de la calidad de aqueste arco, et que pudiere venir a verlo en persona.
 

Cargando editor
15/12/2014, 13:11
El Mal

Anduvístes hacia dentro. Tú solo. Aquel cementerio, una vez pisabas la tierra bajo la que yacían decenas de muertos, era un poco tétrico. Tétrico por su simpleza y dejadez: y es que el paso del tiempo hace estragos sobre la faz de la tierra, y cualquier lugar, por pequeño que sea, es motivo de su transcurso. Cruces de madera caídas, rotas, roídas o húmedas. Tumbas que ya no contenían el túmulo del entierro, sino que ocultaban por completo que allí había enterrado alguien; árboles desechos, alargados y mirando al cielo en un lateral. No había lápidas, poca gente o casi ninguna podía permitírselo. Te diste cuenta, entonces, que en un lugar había cierta tierra removida.

Al acercarte allí el viento sopló, las nieves congelaron el aire al arrastrarse éste por los alrededores del camposanto y te congelaron la garganta, las manos, los cabellos... un escalofrío recorrió tu cuerpo. Efectivamente te posaste sobre lo que parecía una tumba recién abierta y recién recompuesta, pues el terreno así lo mostraba.

Cargando editor
15/12/2014, 13:17
Manel

¿A verlo... "en persona"? -dijo sorprendido el "gigantón"- ¡Lárgate de aquí, imbécil! Si no quieres que tú y tu "guarda" -dijo esto con cierto retintín y tonillo- no salgáis apaleados. Si hubíeramos querido no tardaríamos media palabra el acabar con vosotros, aunque hubieras traído veinte como éste -señalando a Lope con la mirada de forma como despectiva-. Para hablar con Alonso o te desarmas o te vas a comerciar a otro sitio -los mercenarios comenzaron a arremolinarse mucho más sobre vosotros. Os comenzábais a agobiar-.

Cargando editor
16/12/2014, 16:10
Alvar de Hinojosa

-Tranquilidad, señores. Non hay necesidad de tratarme así, ni mucho menos de ponerse violento. Pero, ¿es que acaso parézcoles peligroso? ¿O mi única defensa, aqueste omne? -guardé silencio por un instante. Los ánimos se estaban caldeando, y aquello no era bueno en absoluto para Lope y para mí-. Disculpen, mas tan sólo vine con la mejor intención de facer negocios con quienes creí que necesitaban el mío acero.

Me di media vuelta, dispuesto a marcharme junto a Lope. Cerré los ojos por un instante y contuve la respiración: me temía que aquella puta gentuza también se tomara a mal aquellas palabras.

Cargando editor
19/12/2014, 19:39
El Mal

¡¡Detened a ese hombre!! -dijo una voz cuando os dísteis la vuelta-. Et que la tal se refería a Álvar et a Lope. Rápidamente, aquellos tipos que os miraban pasmados os cerraron el paso en redondo, cerrando filas por delante et por los flancos. El miedo se apoderó de vosotros, et no tuvísteis más remedio que tragar saliva, quizá rezar, et daros la vuelta. Un hombre había aparecido tras el gigante que os despreció, justo por el lado del hombre que vociferaba chanzas y risotadas.

Cargando editor
19/12/2014, 19:41
Alonso

¡Eh, vos! -sólo uno hablaba, el nuevo aparecido en escena-. Tenía una barba algo perfilada, pelo rizado y era alto y delgado, aunque de fuerte complexión-. Disculpa a mi buen hombre -fue acercándose hacia vosotros, mientras el resto se apartaba para que pasara-, pero he de confiar en alguien como lugarteniente -se refería al gigantón musculoso-; aunque mató a trs hombres de ese que se dice Diego de Aguaza, es alguien en quien confío para la seguridad, aunque séa sólo para guardar mi tienda. Soy Alonso, y claro que nos interesa vuestro género... Entiendo que no lo tengáis aquí, que sólo habéis venido a preguntar. Los negocios se hacen así, lo sabemos. Vayamos donde vayamos, todos lo hacen de tal forma. Bueno... Podéis iros, pero traednos cuantas espadas nuevas podáis, et os las compraremos todas. Tranquilos, aquí tenéis negocios, pues nos quedaremos acampados en este pueblo hasta que sus habitantes "cedan un poco" -comentó-. Hacednos un buen precio, ¿eh?

Hizo un gesto con la cabeza a sus hombres, y todos ellos se apartaron a vuestro lado, dejándoos espacio para que os fuérais.

Cargando editor
20/12/2014, 19:53
Alvar de Hinojosa

Volví a presentarme ante el tal Alonso como Alvar de Hinojosa. Aquello, al menos era otra cosa, más razonable. Quizá incluso demasiado razonable. Los años me habían enseñado muchas cosas, y desde luego nadie es tan amable con un mercader a las primeras de cambio. Aquel tipo era el más listo, con diferencia, de cuantos idiotas allí se reunían, y había que tener cuidado con él.

-Por supuesto, señor. Tendréis el mejor género, y al mejor precio, dada la calidad que ofrece.

Supuse que era un buen momento para marcharnos y regresar con el género de don Diego. Una vez ganáramos algo más de confianza, sería el momento de tirarle de la lengua... Con extrema precaución.

Cargando editor
23/12/2014, 11:08
Lope

Aquél tal Alonso era un verdadero hideputa. No solo nos había demostrado su poder sobre los demás mercenarios, además nos había avisado sutilmente del peligro que entrañaba aquél tal Manel, informándonos, sin ningún rubor, de que había matado al menos a tres de los hombres de Diego de Aguaza. Sin duda deberíamos andarnos con cuidado.

Agradecí no haber dicho ninguna palabra. Y así me mantuve hasta que habíamos recorrido una distancia lo suficientemente alejada del campamento mercenario como para que no pudiesen oír mi voz.

- Mal asunto este en el nos hemos inmiscuido. No acierto a ver como vos, Zorro y yo vamos a terminar con ese campamento de mercenarios y además seguir vivos.

Cargando editor
23/12/2014, 12:34
Zorro
Sólo para el director

Tomo qualquier palo que encontrara por los alrededores et començó a escavar con él entre la tierra movida. Querría el Zorro comprobar si hubiera ataúd, cuerpo o huesos malenterrados que descubrir. Non mucho más sabia que fazer el muchacho, que halló el cementerio más árido y desolador de lo que esperaba.

Notas de juego

Cargando editor
23/12/2014, 18:20
Director

Salísteis de allí agradeciendo a Dios o a quien fuera el poder salir vivos y tan a la ligera. Desde luego os habían tomado la palabra con lo del género, y desde luego que os estarían esperando a vuestra vuelta al campamento para la futura venta. La vereda conducía de nuevo a Piedralejo, y ahora entendíais un poco mejor a los aldeanos: aquellos hombre no eran moco de pavo.

Notas de juego

Vosotros diréis dónde vais.