Partida Rol por web

Cruces de Sangre

III. Praejudicium

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05/10/2015, 22:16
Alvar de Hinojosa

-Vamos muxer, que de sobra conóscenos de lo poco que pudimos fablar, et a buen seguro sabedes que non albergamos mala intención alguna, si no la contraria -dije, sorprendido por lo absurdo de aquella situación-. Non es en absoluto el nuestro objetivo el atormentaros.

- Tiradas (1)
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06/10/2015, 09:21
Marta

Pareció que las palabras del comerciante calmaron un poco a la curandera, pues se acercó a la puerta, la abrió un poco (lo justo para dejarse ver) y os siguió hablando.

No sé que está pasando, los soldados del barón vinieron ya dos veces -dijo-. Será mejor que os vayáis. ¿qué estáis haciendo aquí tan temprano?

- Tiradas (3)
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06/10/2015, 11:06
Lope

No me placía ver el susto que tenía Marta, así que preferí quedarme alejado de la su puerta con el fin de no agobiarla y que terminase por cerrarse y no continuar falando con el comerciante. Que si alguien era capaz de sacarle algo había de ser el.

Me retraso un par de pasos con la mano en la empuñadura de mi hacha, por lo que pudiera pasar. Así Alvar y Zorro podrán sonsacar a la dama la información.

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07/10/2015, 00:26
Alvar de Hinojosa

-Buscábamos un refugio -dije, intentando que nos dejase pasar al interior de su casa. No quería que nadie nos viese allí hablando en la puerta-. Los dominios del Barón et el pueblo non son seguros, terrible desgracia ha ocurrido, et que por eso andan los omnes de don Diego tan revueltos.

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07/10/2015, 02:32
Zorro

-Et también está lo que os fablaba entre nós, buena Marta...- asentía mirandola, mientras trataba de apoyar los argumentos de Alvar, para ver si se apiadaba de los tres desgraciados. 

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07/10/2015, 10:06
El Mal

Et que en estando en aquestas palabras, que se oyó entonces un relincho detrás de la casa. Era como si alguien hubiera montado aprisa un caballo. Justo entonces, de detrás de la vivienda apareció un tipo subido en un jamelgo, un hombre que os sonaba, y mucho.

 

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07/10/2015, 10:09
¿¿??

Gracias por todo, Marta, jamás lo olvidaré -dijo interrumpiendo vuestra conversación allí en medio-. Ya he cumplido todo lo que vine a hacer. Adiós. Dicho lo cual, jaleó al caballo y cabalgó por el camino, alejándose de la casa de la curandera y de Piedralejo hasta desparecer...

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07/10/2015, 10:09
El Mal

Marta, entonces, se giró y se metió en casa, sentándose en una silla con la mirada perdida en el suelo. Dejó la puerta abierta, como si os dejara acceder al interior. Estaba pensativa, como triste, desorientada.

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07/10/2015, 14:06
Zorro

-Qué vos acontece, muchacha? parecéis desamparada tras la visita de ese mozo. -Entró Zorro a la casa junto sus compañeros, dejando espacio vital a la judía.

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07/10/2015, 23:59
Alvar de Hinojosa

No hacía falta que la mujer contestase. Aquel encuentro había sido el nudo que ataba los cabos sueltos de mi cabeza... O gran parte. Y es que aquel hombre no era otro que, como sospechaba, un viejo conocido de Marta.

Entré en la casa, pero no dije nada. Esperé que la mujer se viniese abajo y contestase, antes de confirmar mi teoría.
 

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08/10/2015, 10:36
Lope

La irrupción del jinete me cogió por sorpresa y no pude más que sacar el hacha. Para cuando estaba en posición de atacarlo el jinete ya había comenzado su huida.

Quedé mirando en qué dirección se esfumaba y, sin darme cuenta de que llevaba aún el hacha en la mano, entre en la casa.

- ¿Qué hacía ese jinete aquí? Dejaros de excusas y hablad claro de una maldita vez, mujer. – Casi le grité a la muchacha con un enfado evidente, más porque se hubiese escapado que con la joven. 

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08/10/2015, 17:58
Marta

La mujer ya no tenía por dónde salir... Su franqueza era ahora lo único que podía hacela honesta. Esperó a que os sentárais en una silla y comenzó a relataros una historia, la cual la contaba con pesadumbre y cierta pena.

Veréis... -comenzó-, ese hombre que ha huido se llama Fernando Jiménez, aunque, en realidad, es un judío llamado Samuel. Es el hijo de la desdichada mujer que acusaron de bruja en Piedralejo, por que hubo malas cosechas en aquellos años. Lo que ocurrió fue que el cura, con la aprobación del barón Diego de Aguaza, galvanizó a las gentes contra la única judía que había entonces en el pueblo. Joven y viuda no tenía nada salvo su hijo que lo quería de manera casi enfermiza. Los vecinos, con el cura a la cabeza, procedieron a echarla no sin antes prenderle fuego a su “impía morada”. La pobre mujer y el niño partieron de la aldea una mala noche de lluvia... Aquí es donde empieza la maldad... La maldad de Diego Aguaza, y me alegro que haya muerto... -dijo la curandera-.

Según men contó Samuel, la fatalidad quiso que en esa huida madre e hijo se encontraran con Diego, que volvía de cazar. El noble sabía todo lo concerniente a la judía y puesto que había sido un mal día de caza, decidió que todavía podía divertirse un poco. Así que castigó personalmente a la presunta bruja. Samuel lo recuerda bien, y es que el barón azotó a su madre y la violó delante de él... Luego le hizo una marca en la espalda con el filo de su arma, parecida a su blasón, es decir una cruz roja. Una cruz de sangre. El jovencísimo Samuel trató de forcejear con el barón pero éste se lo quitó de encima de un manotazo. Samuel, sin embargo le desgarró un trozo de capa donde estaba cosido su escudo familiar. El noble, harto ya de tanta diversión, montó en su caballo y se marchó. El niño, abatido, fue en busca de ayuda, y llegó por casualidad ésta casa...

Marta se levantó con lágrimas en los ojos, recordando la terrible historia.

Tras contarme lo sucedido, fui a por el cuerpo de su madre, pues si la encontraban los aldeanos, la quemarían. Al menos quise darle un digno entierro, y he que ahí fuera, en esa lápida, descansa su madre. El trauma le ha durado a Samuel hasta la actualidad, y así seguirá. Desde entonces alimentó una psicosis contra los cristianos. Los odiaba a muerte. Vagabundo y solitario, se buscó la vida en diferentes ocupaciones. Me contó que acompañó por ejemplo a un grupo de bufones, aprendiendo algunas cosas. Fue ayudante de un prestigioso carnicero judío, estuvo en una sastrería, etc... Y años más tarde, volvió a Piedralejo para vengarse de los cristianos que repudiaron y mataron a su madre.

Y así ha sido... Lo siento, pero... no puedo sino alegrarme por la muerte de Diego Aguaza.

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08/10/2015, 22:01
Alvar de Hinojosa

Asentí con pesadumbre, pues parecía que la historia era tal como me la temía. Si aquello que contaba la curandera era cierto, bien muerto que estaba el desgraciado de don Diego. Además, aunque quisiéramos, ya no era posible alcanzar al jinete. Se había marchado, y para siempre.

-Ya está, mujer -dije, cuando Marta rompió a llorar-. Todo ha acabado ya.

Aunque algún quedaba algún cabo suelto, el misterio parecía resuelto. Imagino que la mujer del barón no sería si no un accidente, un fallo del asesino, o quizá sólo quisiese hacer sufrir a don Diego antes de acabar con su vida. Supongo que nunca lo sabremos. Igual que tampoco sabremos qué fue aquella monstruosidad que nos atacó en el cementerio.

Y hablando de no saber, lo que no tenía nada claro es si al final cobraríamos o no por nuestros servicios.

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12/10/2015, 11:51
El Mal

Quedaron el buhonero, Álvar de Hinojosa, el Pardo Lope y aquel muchachacho llamado Zorro muy quietos en sus asientos. Habíais escuchado la historia con atención, pero también con suspicacia; al fin y al cabo Marta había sido cómplice de la muerte del señor, empero que el señor yacía ahora muerto como para dar justicia... Por lo cuál, cualesquier investigación causaría estragos más allá d'aquesta baronía de Villanache... ¿Qué hacer pues sino poner cuanto antes pies en polvorosa?

Marta nada vos podría dar, que a ella no rendíais cuenta, empero que, en saliendo a la calle, ya habiendo salido el sol de pleno y cantado por varias veces los gallos, que una multitud parecía venir hacia vosotros... Mas que venir, parecían... ¡marchar! ¡Era un pequeño ejército! ¡Eran los almogávares!

Sin tiempo de preguntarse qué diantres harían allí (si venir a atraparos por eso de no llevarles el género de espadas y otras armas o bien por haberse cansado de aquel lugar), salísteis de inmediato de los límites de Piedralejo. Lo hicísteis justo por el lugar en que aquel asesino (Feranando Jiménez o mejor dicho, Samuel) huyó a caballo. Con un seco adiós Marta se despidió y se metió en casa. Temía que aquellos bandidos la asaltasen, empero que éstos parecían tener prisa como para detenerse en casa de la curandera.

:: FIN ::

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12/10/2015, 11:52
El Mal

EPÍLOGO. DEL MENDIGO Y LA DONCELLA

La joven Ruth, aquella muchacha de la que Lope quedó prendado el primer día en Piedralejo, no era sino la hija del primer aldeano linchado por los almogávares deshonrosos. Ellos lo asesinaron cruelmente y la muchacha, al enterarse, se llenó de ira. Claro que, el mal siempre acecha para actuar cuando más puede, por lo que un Mashkith, una criatura cargados de rabia y envidida que vaga por los caminos de la tierra inspirando malas acciones poseyó el cuerpo de la joven Ruth de una forma terrorífica. Cada noche, cuando la joven se acordaba de la muerte de su padre, llenábase de ira y su cuerpo cambiaba, se transformaba en un ser horrible, arrugado, demoníaco y feroz... Efectivamente, fue aquel que os encontrásteis en el cementerio, pues esa noche Ruth pensaba en su padre. Tras darle muerte, su cuerpo quedó transformado y toda la aldea creyó desde entonces que la chica había huido de allí para siempre.

En cuanto al mendigo... todo dicho queda: Samuel, alias Fernando Jiménez.