Partida Rol por web

Bogotá es una ciudad bastante Tradicionalista, y el clan Tremere siempre se ha caracterizado por su interés en esta ciudad, ya que guarda grandes secretos precolombinos, tanto al interior como en el exterior...

Hay 4 capillas esenciales, la primera, La capilla Bachue, queda en la candelaria un barrio de época colonial, en esta suelen venir los estudiantes más avanzados, la segunda La Capilla Chia o Central, queda al norte de la ciudad en el barrio El Chicó, una zona urbana muy popular y de clase alta, allí están todos los estudiantes en general, se usa más para el estudio y entrenamiento, la tercera, la capilla Bochica, es un lugar exclusivo de antiguos, y de la cuarta, La Capilla Chibchacum, solo tienen acceso los regentes y es un completo misterio.

La capilla Chia, esta Constituida en un edificio de 8 pisos y 7 subsuelos, de oficinas en el barrio Chicó, El clan compró el edificio para su uso privado, en este existen algunas oficinas de Diplomáticos, así es que la seguridad del lugar es bastante amplia.

En la parte de arriba, se encuentran todas las oficinas de los diplomáticos (ghoules), y en los siguientes sótanos, el resto de la capilla.

Sótano 1, 2 y 3 Forman las residencias de los estudiantes y mentores según su rango, más comodidad.

La planta 4 se usa para la convivencia de los Ghouls, que se dedican a la seguridad (escoltas profesionales) de la capilla, este sótano, posee instalaciones propias de un club privado (su propio comedor, cocina, gimnasio, piscina...) Los Ghouls prácticamente no necesitan salir de la Capilla siempre y cuando haya “Reacción de Emergencia”.

Sótano 5 Es un completo complejo de entrenamiento, para los vástagos de lugar, hay un dojo para las artes marciales, un “polígono” para usar armas de corto y largo alcance, 5 laboratorios.

En el nivel 6 esta una biblioteca de conocimientos básicos, la estirpe, los clanes, las disciplinas, y sobre rituales, algunos pergaminos de valor y el Salón Dorado un espació de reuniones o juicios.

Sótano 7, esta dedicado a lugar de residencia del Regente, donde posee absolutamente todo el control de la Capilla,

Se dice que existen más sótanos, pero aún es solo un rumor, ya que no existe un registro que diga que haya llegado más allá de sótano 6.

Si llegara a existir algún tipo de emergencia, la capilla cuenta con rutas de acceso a un complejo sistema de túneles que se extienden por toda las zona extendiéndose alrededor de 7 kilómetros.

El equipo de guardia privada de la capilla o el (Elite Militar Privada) consta de soldado profesionales entrenados en Colombia y el exterior, ghouls preparados en tácticas y armamento ligero, de presición y pesado.

La capilla tiene a su disposición una serie de autos, que cualquier estudiante puede usar libremente después de un papeleo no tan riguroso, son al menos 10 Mazda3, 4 CamioentasNissan Murano, 2 Camioneta GMC y 2 microbuses Mercedes Benz.

Cada uno Blindado por INDUMIL (Industrial Militar), según el modelo tienen niveles entre 2 y 5 de blindaje.

Y Sobre la Seguridad Sobrenatural y Mística…

Marcelo, una adepto y maestro de rituales había llegado 2 minutos antes de la cita con los aprendices, dejando todo completamente listo, se sentó en un escritorio de dimensiones muy amplias, sobre este habían dos dossieres cada uno con el respectivo nombre de los aprendices citados en su espera empezaría a releer los expedientes y analizar los alcances de cada uno.

me despierto, y lo primero que noto es mi inusual nerviosismo.
Tengo el tiempo justo para realizar mis rituales, y preparame un poco.
La entrevista con Marcelo parece importante, por lo que intento arreglarme algo mas que de costumbre. Al salir de la ducha, uso el secador, me arreglo el pelo y me maquillo un poco. Nada demasiado recargado.
Miro mi reflejo en el espejo, y me doy un par de retoques hasta qeu quedo satisfecha. Me concentro durante unos minutos para poder disimular mis nervios.
En acto reflejo de unos instintos ya muertos, suspiro.
Abro la puerta de mi cuarto y salgo al pasillo, en el que varios estudiantes, se dirigen a sus deberes.
Camino hacia mi cita y, con cada paso, relajo mi mente un poco mas.

El atardecer en la ciudad lo había despertado supremamente temprano y en es tiempo que duró refugiado en su domicilium, se dedicó a realizar pruebas, y prácticas pirománticas con algunos elementos de recubrimiento anti fuego, trataba de perfeccionar las formas de controlar lo que el llamaba “piroquinesia taumatúrgica”.

Su instinto, lo llevó a dejar sus muy peligrosos estudio-prácticos –claro muchos dirían que es poco inteligente prender fuego en un lugar tan pequeño, pero ese era el objetivo- para preparase, es un poco vanidoso, por lo que se tomó buen tiempo para vestirse bien, de una buena fuente supo que conocería a una Aprendiz que había llegado hace muy poco, no era muy dado a ligar mujeres, pero siempre era muy importante la primera impresión.

Salió portando un vestido muy normal, pero de muy buen corte y de altísima calidad, sobre este se colocó un sobretodo en el cual portaba un pequeño broche que designaba su rango en la capilla, era muy bien disimulado, ya que no le gustaba que los aprendices de rangos superiores lo identificaran, no era muy agradable tener encuentros con novicios que ya manipulaban a la perfección.

Salió por unos de los corredores, sabía y ya estaba acostumbrado a ser seguido por las cámaras de seguridad, y caminaba sin detenerse, sin siquiera ver a los otros domicilium para no tener que cruzarse con nadie, aunque a los pocos que veía y él ya reconocía son de su mismo rango- Aprendiz del Primer Círculo- así es que sentía un poco más de tranquilidad.

Pero las vicisitudes del destino, lo llevaban a encontrar a alguien que no conocía, a una bella mujer, que caminaba, y se notaba, muy pensativa.

No quiso interrumpir sus pensamientos simplemente caminó cerca a ella, que casualmente tomaba, y tomaban el mismo rumbo hacía el Salón Dorado.

Cuando ella notó su presencia, y debía notarla* fue el primero en tomar la palabra, y como movimiento reflejo empezó a buscar algún signo o símbolo que pudiera identificar su rango…

-Hola, noto que eres nueva en la Capilla central… Soy Lucas Ignacio, pero me puedes llamar solo Lucas…- su voz es magnética y encantadora.

Al cabo de un rato, mientras caminaba hacia la reunión, Salier se dió cuenta de que un hombre caminaba junto a ella.

Cuando este se dirigió a ella,a pesar de sentirse un poco intimidada, le contesto de la forma mas educada posible.

-Hola, soy Salier Berisha. Es cierto que soy nueva, supongo que aun se nota. ¿Y tu? ¿Llevas mucho estudiando aquí?- dijo mientras sonreia timidamente.

Su rostro debió iluminarse ante semejante noticia, pero se lo aguanto, esa era la oportunidad perfecta para crear aliados mucho más confiables...

Le sonrió amablemente. -La verdad se nota mucho, porque una mujer como tu la verdad que no hay dos en la Capilla, y si, llevó varios años acá, espero ansioso la reunión a la que supongo vamos... ya que de las pruebas que impongan, podre ascender de rango...- uff... alguien también se empezaba a colocar nervioso, y si la verdad es que en la capilla no hay muchas mujeres, y menos así de bellas...

Se detuvo y tomo de su bolsillo, una esfera de metal, y se la ofrecía.

-Perdona la falta de preparación, pero cuando llegue el momento sabrás de que se trata este presente de bienvenida- ya se sentía más tranquilo y confiado.

-¿Vamos?- dijo para continuar el camino al salón d.

Salier sonrió, un tanto intimidada por la amabilidad de un ser al que acababa de conocer.

Cogió la bola de acero que se le ofrecia con cuidado, mirandola atentamente.
La introdujo en su bolso y clavó sus ojos verdes en los del vampiro, intentando ignorar su atractivo y concentrarse en la entrevista.

si, es mejor que caminemos ya hacia allí, no me gustaría llegar tarde. ¿Es costumbre en esta capilla hacer regalos a los compañeros que acabas de conocer?- dijo con una sonrisa pícara.

Empezaba a relajarse en compañía de Lucas. Tal vez no estaría mal empezar a socializarse un poco mas de lo que lo había hecho hasta ahora.

Se sonrió, tranquilamente, - No Señorita Berisha, es costumbre mía, pero la verdad eres la primer afortunada...- Avanzaron silenciosamente algunos pasos, hasta llegar al ascensor, y mientras esperaban..

-¿Qué te trae a Bogotá...?- mirarla era todo un desafío, sobretodo para mantener una postura sería y formal, tenía una sencillez que exaltaba su belleza.

Sali sonrió con cierto escepticismo.

-llevaba el suficiente tiempo en Londres, y necesitaba un cambio de aires. Además se dice que esta capilla es muy apropiada para aprender, y a mi me gusta hacerlo-
-Puedes llamarme Sali, señorita Berisha es muy formal y tengo la impresión de que nos veremos bastante-

Marcó el piso correcto.

-¿y tu? ¿cuanto tiempo llevas en esta capilla? pareces conocerla muy bien
dijo mientras le guiñaba un ojo con complicidad.

Vaya, tu sire debe ser un hombre muy influyente para ponerte a estudiar en las capillas que desees y cuando lo desees- se sonríe, - Bueno, a mi llámame como mejor de guste, y claro no me coloques sobrenombres, bueno, el tiempo que llevo acá es... diría yo, muy extenso, ya que fui abrazado justo en el Salón al que vamos, y esta capilla dentro de poco cumple 400 años...-

Como buen bogotano, salió y dio paso a la dama, siendo entre casual e informal la mezcla y equilibrio perfecto.

-No sé, pero tengo el presentimiento de haberte visto antes...- dijo con ese acento de misterio....

-Digamos que mi sire es una persona.... interesante-

Por un segundo la chica volvió a concentrarse en sus pensamientos, pero un segundo después retomó la conversación.

-todo un caballero, excelentes modales- pensó Sali mientras Lucas le cedía el paso.

Creo que si nos hubiésemos visto antes, lo recordaria, Lucas- Sali sonrió, un poco mas tensa a medida que se acercaban a la sala. Su timidez volvia a acecharla.

Empiezó a pensar que la noche iba a ser extremadamente interesante.

-No, la verdad si te hubiera visto antes, nunca se me hubiera podido olvidar tu rostro, eso sería imposible, pero tu nombre me suena, quizá sea solo una impresión mía, pero que sé yo, mejor vamos que al Adepto Marcelo no le gusta esperar...-

Su sonrisa era muy real, y sin mascaras, hacía mucho que realmente no sonreía con naturalidad.

Al llegar las puertas del Gran Salón Dorado, entraron y lo que pudieron observar era más un tribunal, donde se discutían las reuniones más importantes de la Casa de Brujos, en la zona central.

-Tranquila, no dolerá...- le guiña el ojo y le sonríe para que se relaje.

Y De la Rosa conocía bastante bien al Adepto, por lo que la llegada al GSD, solo tuvo 1 minuto de retardo, pero al parecer el adepto no le había preocupado esta vez ese detalle que siempre le ocasionada una molestia más que psicológica, obsesiva.

Se encontraba disfrutando de los perfiles de ambos aprendices, y justo terminada de leer el de Berisha, cuando abría el de De la Rosa.

Sin perder por un segundo su concentración, solo pronunció unas breves palabras.

-Buenas noches, sigan y se sientan que en breve empezamos...-no paró de leer solo lo dijo sin necesidad de mirarlos.

La escena era la típica de tribunal de una corte de justicia, donde siempre se dictaba sentencia a los criminales... e inocentes claro.

En cuanto llegó a la puerta empezó a sentirse un tanto intimidada. Hacia muchisimo tiempo que no se encontraba en una situación en la que no sabía que podía pasar, y se sentía muy incomoda.

-Buenas noches, señor- dijo Sali respetuosamente.

Avanzó hacia los asientos mientras resistía la tentación de coger la mano de Lucas en busca de un apoyo tangible en medio de tanta incertidumbre.

Recogió su falda son la elegancia que la caracterizaba, y se sentó al borde de la silla, con la espalda muy recta.

Él simplemente buscó su lugar, y permaneció junto a salí, que la notaba muy nerviosa, le hubiera encantado tomar su mano para calmarla, pero no sería bien visto por el adepto, pero ella si podría escuchar en su mente algo que la reconfortaría...

-"Tranquila, todo va a estar bien..."- se sonreía mientras lo decía.

-Buenas noches, Adepto-, saludó formalmente mientras esperaba que terminara de leer el perfil de él.

Sali escuchó una voz en su cabeza y reconoció a Lucas.

Inmediatamente se tranquilizó y esperó pacientemente a que su anfitrión comenzase la reunión.

Su cejas parecían petrificadas, mientras sus ojos, se paseaban de lado a lado leyendo a una velocidad impresionante, una vez terminó su lectura, colocó al lado de la otra bien alineada y su mirada perforó los ojos de Salier, como si tratara de ver algo más que lo que decían esos documentos, no tenía que ver a De la Rosa, ya que lo conocía más que bien, aunque había realizado misiones con anterioridad que el no tenía a bien conocer.

Una vez terminó de mirarla, se acomodó mejor en su sillón, y empezó su conversatorio.

-Me ha llegado, una invitación una de un hombre muy particular que desea hacerme daño, y creyó que no descubriría su caligrafía, ni sus muletillas al escribir, su nombre pronto lo sabrán, pero en lo que si deben tener la seguridad es de saber que este sujeto es de extremo cuidado, es un malkavian, con el síndrome de Peter Pan, y cree que aún es un niño y todo es aventuras y recreación...- silencio para tomar la palabra esta vez con más severidad.

-Salier Berisa, he sabido que eres muy importante, que has resuelto un caso de amplias dimensiones en tu anterior capilla, y que gracias a eso tienes ciertas ventajas y facilidades entre los nuestros de Londres, pero te voy advertir algo.. novicia. Acá en Bogotá los brujos de ésta capilla son muy envidiosos, y siempre trataran de hacerte quedar mal, o algo peor, y tu reputación me obliga a protegerte, así es que te prohíbo desde ya que tengas relaciones de todo tipo con aprendices del tercer círculo, ya que sus niveles de poderío son tan afilados que el mínimo de provocación, y tendremos problemas de tipo judicial.-

Miró hacia el dossier de Berisha, como recordando algo más para explciarle, pero mientras lo hacía miró a Lucas.

-Te recomende a ti, porque eres el que ya domina a la perfección la senda ignea, debes superar esta últia prueba y resolver el caso del Malkavian, y así tu ascenso al segundo círculo será un hecho, sino deberás esperar por lo menos una década más...- lo miro y se silencio por unos segundos...

-"Quiero pedirte un nuevo favor, quiero que tengas cuidado, con ella, es nueva y no queremos un nuevo incidente como hace unos meses... esta es una capilla de guerra y lo sabes, así es que serás su protector, ella debe volver por lo menos de forma que podamos salvarla, sino es así te enviaré al Satélite de de sur... "- palabras que fueron esculpidas directamente en su mente, para que ella no tuviera a bien esos detalles, y hablando del satélite del sur, es una no-capilla donde se envían a los Tremere que fallan en su carrera, y allí son dejados para otras labores... de mala reputación.

Regreso la mirada a la bella Salier, luego de 6 segundos en los que duraron ese cruce de miradas.

-Señorita, Berisha, le doy la bienvenida formal a la Capilla Central de Bogotá, el Regente se encuentra en este momento en una reunión con el consejo directivo de la Camarilla, por lo que luego será presentada ante él, Lucas Ignacio de la Rosa, será tu compañero ahora en adelante, y será tu guía en las instalaciones todo lo que necesites se lo preguntarás a él, y él tendrá la responsabilidad de enseñarte todo lo que debas saber y que esté dentro de su programa. ¿entendido?-

Lucas, mantuvo la compostura, la verdad era muy modesto y eso de andarán divulgando que era el mejor en la senda de Creo Ignem, le incomodaba bastante, a decir verdad... si, esta es una capilla de guerra la segunda que se creo, casi al tiempo que la principal de la Candelaria, y su rango era el de agente, y novicio o aprendiz de primer círculo, su ascenso era un hecho, solo debía hacer las cosas que su superior ordenaba, y en cuando a Salier... bueno, sería un honor ser compañero de semejante mujer tan bella, y por esa razon y además ahora que lo recordaba, era eso, ella tenía influencia, y prestigio, ahora todo se unía... se ordenaba...

-Si señor, sera harán las cosas tal cual deben ser... y acepto gustoso esta misión.-respondió con esa voz que emanaba una calidez muy especial, ademas su magnetismo demostraba siempre liderazgo.

Durante todos los minutos que duró la mirada escrutadora de su anfitrión Salier intentó mantener la compostura, pero no pudo evitar que su timidez la llevase a apartar la vista un par de veces.
Estaba acostumbrada a que los hombres la mirasen fijamente, pero esta vez sentía algo diferente.

Cuando se dirigió a ella su nerviosismo aumentó. ¿Debía temer a sus propios compañeros? ¿Que clase de capilla era esta en la que se permitía a unos alumnos atacar a otros?
No pudo evitar fruncir el ceño cuando escuchó la prohibición de relacionarse con nadie que no fuese Lucas. Sabía que esto le daría una apariencia de altivez que no la iba a hacer precisamente mas popular entre sus compañeros.

Mientras le hablaba a Lucas, Sali quedó impresionada, no pensaba que su compañero tuviese ese nivel. Se alegró de que fuese su mentor y protector en la capilla.

Durante un segundo volvió a quedarse ensimismada, pensando en la consecuencia de todo lo que había escuchado, pero pronto regresó a la realidad.

-Si, señor. Seguiré todas sus indicaciones y cumplire mi misión con todos los medios que esten a mi disposición. Gracias por recibirme, señor- el formalismo y la seriedad invadieron el rostro de la joven, reflejando su determinación por cumplir su cometido.