Partida Rol por web

Cuando los Caxtiltlacah asolaban el Poniente

III. Noticias de Cortés

Cargando editor
04/02/2013, 11:34
Iktán

(Hay un post antes que éste, no se os pase).

Fue en éstas que salísteis de la bella ciudad de Ichpaatún, rumbo al noroeste, y durante los tres primeros soles anduvísteis por las tierras de Chetumal, aún terrenos del cacicazgo de Na Chan Kán, pero al cuarto día entrásteis en Uaymil, otro cacicazgo del Mayab, en cuyo interior se celebrarían las guerras Floridas.

Todos íbais ataviados con vuestras armas elegidas* y un poco de víveres y agua, nada más aparentemente. Iktán iba en la vanguardia, señalando con su lanza emplumada casi constantemente el lugar por donde íbais, guiándoos entre la maleza de la tremenda selva espesa que cada vez parecía enmarañarse más y más. En la retaguardia iba Gonzalo, cerrando el grupo y mirando constantemente a todos lados.

Era el mediodía, y ante vosotros se presentó un río que se perdía a un lado y otro de vuestra vista, por lo que había que cruzarlo "sí o sí". Era bastante ancho, unas seis u ocho varas.

Armas arriba, guerreros -os dijo Iktán antes de comenzar a pisar el río-.

En realidad no había mucha corriente (el agua corría, pero no como para arrastrar a nadie), y no había rocas sobresaliendo en el interior de éste, por lo que había que andar con cuidado. Tampoco era profundo, el punto más profundo podrían ser los pectorales de un hombre de 1,65 o 1,70 metros.

Tened cuidado aquí -señalando el río a vosotros-, tras la otra orilla es posible que lleguemos a ... ¡¡¡AAAAAAAAHHHHH!!! ¡¡¡¡BBBBZZZZAAAAPPPP!!!! -Iktán fue rápidamente absorbido bajo el río, y el grito que dio se vio interrumpido de improviso al verse arrastrado bajo el agua-.

¿Qué pasó? Numerosas burbujas salían del fonde a la superfecie, y el jefe Nacom sacaba de vez en cuando algún brazo o alguna pierna sobre el agua, como si estuviera forcejeando con algo, ¡algo lo había atrapado!

Notas de juego

Podéis hacer una tirada de Descubrir (PER).

________________

Por cierto, si alguien tenía puntos de Vida eliminados, que se los reestablezca (desde la llegada a Ichpaatún estáis en plena forma).

*Apuntaros vuestras armas. Los de los arcos tienen 20 flechas normales.

Cargando editor
04/02/2013, 12:07
José/ Haine Yahí

Haine iba ataviado con un chaleco de piel que le habían regalado sus alumnos para el viaje, así que al caminar podía sentir como una suave brisa húmeda le acariciaba los pelos del pecho, la temperatura en aquellas tierras era óptima y Haine se regodeaba de haber llegado allí. Sus conocimientos se habían ampliado sobremanera y allí nadie le trataba como si tuviera la peste, amén de que se había alejado de Yavhé, ya apenas pensaba en él.

Iba dando gracias a los dioses por aquel viaje cuando llegaron al río, Haine no se fiaba lo más mínimo de aquellas corrientes que podían ser traicioneras y así quería decírselo a su Nacom, pero ya era tarde, el hombre se había metido de sopetón.

- ¡ NACOM!

Cuando Haine vio desaparecer al hombre echó mano del arco que llevaba cruzado a la espalda y sosteniéndolo con la mano izquierda echó mano de una de las flechas del carcaj de piel que llevaba también a la espalda, dio varios pasos como asomándose al río a ver si veía algo.

 

- Tiradas (1)
Cargando editor
07/02/2013, 00:28
Joao Aveiro

Joao había permanecido en segunda línea a la hora de cruzar el río, no era un experto guerrero pero sin duarlo ofrecería su vida ante por el beneplácito de Itzán. - Ahhhhh !! - gritó blandiendo la lanza mientras la introducía en el agua con esperanzas de que el guerrero se asiera a ella y entre todos pudieran sacarlo del río. - Agárrate !!

Cargando editor
07/02/2013, 06:47
Rui Feijoo Pedrafita

Armado con mi lanza corta iba ensayando mentalmente los movimientos que debería ejecutar ante el enemigo una vez localizado. Iktán mientras tanto va hablando, apenas le escucho, su verborrea me cansa. Es al franquear el río cuando mis sentidos se despiertan súbitamente, apenas alcanzo a ver nada pero de golpe me viene a la cabeza el horrible monstruo contra natura que saltó a la borda del barco de Valdivia, hace muchos muchos años, o al menos así se siente.

Sujetando con fuerza mi lanza la muevo en círculos a mi alrededor, intentando espantar aquello que pudiera morar allá abajo.

- Tiradas (1)
Cargando editor
07/02/2013, 21:28
Caimán

¡Sin duda alguna que lo que vísteis fue un reptil enorme! Aquello era lo que estaba agarrando a Iktán, zarándeándolo y éste movíendose al forcejear contra él. En vuestros años de cautiverio y aprendizaje jamás habíais visto a ese animal de forma común, pues no era propio del Mayab, sino de tierras más meridionales donde los últimos reductos mayas se acababan, más allá de los últimos cacicazgos. De vez en cuando se veía alguno de ellos extraviado, y habiendo llegado a través de los numerosos ríos del Yucatán a vuestros dominios (en la época de Taxmar).

Por ello os extrañó ver a un caimán de tales dimensiones: su piel era blanquecina y pálida, sus movimientos precisos aunque algo lentos (eso si, mortales de embestir bien) y era de extraordinario tamaño; no cabía la menor duda: era un reptil viejo, separado de su grupo que probablemente había viajado numerosos soles y se había afincado en esos parajes. La casualidad quiso (tal vez la guerra florida aplacara malos tragos como éstos...) que se encontrase con vosotros... con Iktán.

La cola del susodicho se erguía, levantaba; las mandíbulas, ahora visibles, luchaban contra los brazos de Iktán, que intentaba abrazar a aquella bestia demoledora por sí solo, y ciertamente parecía muy, pero que muy complicado. Pese a llamar al Nacom o tenderle como podíais las armas y dando aspavientos para desestabilizar al reptil, nada le paraba, nada cesaba en su empeño de llevar como presa a vuestro jefe de batalla.

Entonces Guerrero se lanzó al agua, casi a ciegas, contra el animal.

Cargando editor
07/02/2013, 21:36
Gonzalo Guerrero (Maya)

¡¡¡¡AAAAAHHHHH!!!! -gritó un embravecido Gonzalo como si ya estuviese participando en las Floridas-. Sin embargo no embistió con su lanza, que dejó flotando en el agua, sino que se lanzó "brazos-abiertos", dispuesto a capturar al animal con sus propias manos.

Aquella acción era como aventurar a propósito una leve mota de ceniza ante una ventisca imparable. Casi un suicidio de ser uno contra uno. Terrible. Ahora veáis salir y entrar en el agua al caimán, a Iktán y a Guerrero, los tres intermitentemente. Era un no parar de gemidos, forcejeos y aleteos.

¡¡Agarrad!!... ¡Agaa... rradlo...!-os balbuceaba Gonzalo con dificultad antes de volver la meter su cabeza en el agua empujado por el animal-.

Cargando editor
07/02/2013, 21:57
Joao Aveiro

Joao no se lo pensó, había aceptado su destino el mismo momento en que Na Chan Kan les había elegido para marchar a las guerras floridas - No saldré vivo de esta, pero ésta vez lucharé por mi vida. - dijo mientras soltaba su lanza y a la orden de Gonzalo, se lanzaba al río con intención de abrazar su destino.

Cargando editor
08/02/2013, 10:57
José/ Haine Yahí

En un primer momento había pensado disparar con su arco a la bestia, pero ahora era imposible dado lo que se movía y ya cuando se unieron Gonzalo y  Joao, Haine vio que era imposible hacer blanco así que como no podía hacer otra cosa, le dio por gritar como un loco

- ¡ORAZIO USA EL PALO PARA DAR A LA BESTIA! ¡ RUI AYÚDALE VAMOOOOOOOOOOOS! - con el arco era imposible pero sus dos compañeros con palos y lanzas podían hacer algo más quizás, aunque bajo el agua no eran muy efectivos. Era lo único que se lo ocurría a Haine, ya que desde luego, no pensaba meterse de cabeza en el río.

Cargando editor
10/02/2013, 21:24
Rui Feijoo Pedrafita

Intento alcanzar al bicho con la lanza que me ofrecieron para las guerras floridas, haciendo el teatro justo como si me importara la vida de nuestro sometedor. Sin duda esa bestia ha sido enviada por Dios nuestro señor para castigar tanta iniquidad cometida contra sus fieles como yo.

Con estos pensamientos me acerco con mucho juicio y hago el paripé de intentar salvar al indio, en mi fuero interno deseo su muerte con ahínco.

Cargando editor
12/02/2013, 20:31
Orazio Escolano

PNJOTIZADO.

¿¡Pero cómo!? -grité ante la sorpresa de Haine-, ¡no se ve bien! ¡Hay mucho revuelo!

Ante esto, me lancé contra la mole de hombre y bestia. Intenté aferrarme al reptil junto Joao, Gonzalo e Iktán, quizá sin pensarlo demasiado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bien.

Joao: tira por FUE x 3.

Rui: si haces la lanzada, es como un ataque normal (en tu caso la dificultad es lo que tengas en AGI).

Cargando editor
12/02/2013, 21:44
Rui Feijoo Pedrafita
Sólo para el director

Notas de juego

¿Puedo hacer la lanzada fallando a propósito? Tirando incluso pero fallando.

Cargando editor
12/02/2013, 23:32
Director

¿Porqué quieres fallar a propósito? Es muy peligroso lo que dices, según la situación que hay...

Cargando editor
12/02/2013, 23:34
Joao Aveiro

Ahhhh !!! - gritaba Joao mientras intentaba agarrarse al monstruoso reptil

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/02/2013, 01:09
Rui Feijoo Pedrafita
Sólo para el director

Según me he planteado el personaje, guarda gran rencor contra sus amos por dejarle tuerto y esclavizado, solo mantiene las apariencias para evitar ser maltratado, en cuanto pueda les traicionará. Esta podría ser una ocasión buena para deshacerme de uno de esos indios.

Si consideras que se notará mucho o que es muy peligroso para el grupo ayudaré.

Cargando editor
13/02/2013, 20:01
Director

Notas de juego

En poca o gran medida, tu te has aculturado (aunque sea un poquito). Y realmente Iktán no es tu captor (sino un "mandado", por decirlo así, otra cosa es que ahora mismo sea tu jefe temporal). Tu puedes hacer lo que quieras, no te voy a hacer tirar nada si lo haces a propósito (si tu quieres yo obviamente te doy via libre). Claro que violarías el pacto de la guerra florida, traicionarías a tus nuevos amos y sobre todo serías perseguido y buscado probablemente en muchas zonas del Yucatán (por el propio Na Chan Kán y cacicazgos aliados). Tu captura sería tu muerte y en estos años nadie sabe (me refiero alguien del viejo mundo) que estáis aquí (osea que la ayuda de algún tipo sería nula).

Yo esto te lo aconsejo, nada más. Más dudas al off. Háblame allí ;)

Cargando editor
13/02/2013, 21:00
Rui Feijoo Pedrafita

Ciertamente molesto por tener que sacar las castañas del fuego a nuestro nuevo amo, me adentro en el agua con mucha precaución intentando alcanzar al reptil. No obstante ya preveo que será difícil alcanzarlo puesto que su escamosa piel y la falta de visibilidad me hacen fallar la lanzada. Y aparte no tengo demasiada experiencia en el uso de estas lanzas indígenas.

- Si solo dispusiera de mi otro ojo, quizá le hubiera alcanzado.

No puedo evitar pensar amargamente, mientras busco la forma de acabar con el monstruo de río.

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/02/2013, 23:43
Iktán

Iktán agarró fuertemente al viejo caimán... forcejeando contra él...

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/02/2013, 23:47
Gonzalo Guerrero (Maya)

Guerrero forcejea con el caiman..., a su vez.

En esos momentos, mientras Joao intentaba hacerse con el reptil, Rui dio una lanzada al animal, al que casi acierta. Orazio tampoco tiene mucha suerte. Sin embargo, el experimentado Gonzalo, en uno de los lances, salió del agua con aquel caimán apoyado sobre su propio tronco, abrazando sin miedo alguno (al menos por fuera) su enorme hocico, con sus propios brazos, impidiéndole abrir la boca y dificultarle el movimiento a su vez.

Iktán pudo zafarse, finalmente, y enseguida tomó su lanza, que flotaba ya un poco lejos, mientras Guerrero aguantaba el incesante movimiento del resbaladizo reptil. Cuando regresó, Iktán clavó firmenten su lanza en el cuello, ahogando al animal en su propia sangre y asfixiándole. Tras ello, y como creía que podría ser una burla, el Nacom no quiso sacar el corazón del caimán para el sacrificio, sino que se limitó a ayudar  Gonzalo a dejar el cuerpo sobre la otra orilla, ambos fatigados por la lucha.

Uff... -decía Iktán respolando- casi no vivo para contarlo, uff...

- Tiradas (1)
Cargando editor
13/02/2013, 23:54
Director

Tras el lance, continuásteis hasta las tierras donde se celebrarían las guerras. Aún os quedaban dos soles de distancia hasta el lugar de celebración, y no hicieron sino pasar sin mayor susto que el vivdo hasta entonces. Claramente veíais las muestras de agradecimiento del Nacom Iktán hacia Guerrero, que le había salvado la vida prácticamente en su totalidad, y Guerrero no hacía sino quitarle importancia y permanecer callado (tal vez concentrado en las Floridas).

Por fin llegásteis, en el quinto sol, a una tierra fértil donde os encontrásteis varias aldeas pertenecientes al cacicazgo del lugar, acampando vosotros en las proximidades. No hablásteis con nadie ni hicisteis otra cosa que hablar de estrategias guerreras, sobre todo de mano de Gonzalo, que intentaba plantear técnicas de combate y acecho muy precisas. Practicábais las lanzadas, los golpes o simplemente intentábais trepar algún árbol por si teníais que escapar o rezar por la clemencia de los dioses.

Pronto se os presentó el grupo guerrero contra el que combatiríais. Encontraron vuestro lugar de acampada y reconocieron a Iktán como el líder por las marcas visibles más pronunciadas (pintadas, vestimenta, accesorios, etc.). Tras presentar los respetos mutuos y acordar que los corazones de unos y otros no serían sino para agradar a los dioses herederos del Mayab. Los rivales se marcharon, y pasaron otros cinco días de concentración antes de la gran inauguración de las Floridas, que protagonizaríais, y lo que hicísteis fue alejaros del lugar de acampada y comenzar a desaparecer ante la maleza.

Cargando editor
14/02/2013, 00:04
Iktán

A los cinco días comenzó la lucha. Iktán os contaba que normalmente el ritual previo duraba unos tres soles, aunque dependía del número de corazones a entregar (de participantes).

Huir no es una opción... -os recordó-. Es la mayor deshonra para vosotros y vuestra familia. No hagáis que tengan que huir para siempre... Si os atrapan, sentíos orgullosos.

Realmente las Floridas era todo un honor para las élites militares. Participar en ellas de por sí era un reconocimiento que pocos lograban contar. Servía como entrenamiento, y de esta forma, los capturados eran enemigos, sin obtener bajas propias.

Durante el primer día no vísteis a ningún guerrero enemigo. Iktán os explicó que eran Cocomes, que Na Chan Kán había hecho un trato con su lider para organizar la inauguración florida entre los de Chetumal y los de Mayapán (ellos). Y así fue. Aunque en este sol tan sólo oísteis el rumor de los jaguares medio dormidos y numerosos mosquitos amenazándoos en la nuca.

El segundo día fue prácticamente igual. Vísteis ocelotes y grullas, al mismo tiempo, atravesásteis manglares y subísteis a palmeras para intentar vislumbrar ramas dobladas por donde pudiera haber pasado una guarnición (los enemigos), aunque eso ponía en evidencia también vuestros pasos. Iktán era un experto rastreador, y al tercer día, aún sin haber tomado ningún corazón para Itzán Ná, y a pesar de la enorme maleza del Petén como ecosistema, algo llamó su atención: delante de una gran roca, se apostó sobre ella, giró su cabeza y os invitó a ver lo que la lejanía de la protección le ofrecía. La vista hacia abajo era magnífica, un lugar estratégico os amparaba.

¡Mirad! -os dijo el Nacom señalando con cuidado con su cabeza-. Allí abajo... en esa cueva.

Efectivamente, allí abajo había una cueva de grandes dimensiones, que no se hubiera diferenciado de la amalgama de selva de no ser por su negra abertura en la roca de la loma frente a vosotros. Lo curioso es que entrando en ella estaba el grupo enemigo de las guerras, vuestros rivales.

Si los encerramos podremos darle caza. Es una trampa para serpientes -"para ratones, una ratonera", diríais vosotros en vuestro pensamiento occidental-.