Partida Rol por web

Hillary hace una pose, imitando a los grandes héroes de otras eras.
Durante todas las épocas, las gentes han buscado las posturas heróicas de los grandes mitos de eras pretérritas. Y Hillary no va a ser menos.

Ella, va a intentar hacer una pose, al lado de su ¿Familiar? "S". Y le va a invitar a que le siga el juego.

"¡Porque nosotros somos LOS DESCENDIENTES DE LAS GRANDES MUJERES y de algunos hombres DE LA FAMILIA CLINTON"
"Porque somos quienes tomamos el futuro en nuestras manos, y construimos el mejor destino a lo que podemos esperar"
"Y porque yo seré presidente en lugar del presidente ¡Hillary Clinton!"

A la pregunta de Hillary directamente paso... proseguimos el viaje y al llegar a ese palacio miro todo con detenimiento.

-¿cuánta guita costará todo esto?- Pienso para mi sin perder detalle.

Aparece la líder y me hace recordar a una serie setentera y a un colgado de mi barrio, sí, a ese tipo que nadie sabía su nombre le llamabamos el platina, se echaba pegamento industrial y spray plateado en la cabeza para mantener mucho más tiempo el colocón de pegamento, la droga de los pobres y los niños de la calle como él...

Hace esa pregunta y como ya esperaba Hillary contesta pensando que sabe la verdad absoluta yo la miro y me encojo de hombros

-Yo no soy Clinton así que no defiendo a ninguna dinastia...Quizás es porque en esta vida las cosas me han venido porque sí... MI abuelo de niño me decía que habían grandes cosas para mi y me mandaba a cargar cajas cuando decía eso... Espero que esto no sea lo mismo pero vamos algo tendré...¿Por sobrevivir seré ese elegido? ¿Por nacer en una fecha especial? Ni idea pero aquí estoy aguantando a la perdedora de las elecciones y viajando entre planetas tras escapar de un bicho asqueroso así que... ¿Qué tiene el destino para mi? Ahora me dirás- hago una pequeña sonrisa de medio lado y la miro a los ojos.

Hillary se presenta con poses extrañas, como la Elegida; mientras que S es más sincero. La mujer de plateado aspecto los mira, interesada. Luego responde: -yo no puedo decirles exactamente qué los hace los Elegidos, pero creo que las puertas lo dirán.

Palmeó el aire y de pronto, del piso, salieron dos puertas que se posaron delante de cada uno de ellos.

-Les diré que la prueba que viene es individual. Dos pruebas, una para cada uno. Elijan diez objetos para llevar y haré todo lo posible para conseguírselos.

Era un trauma que al final tampoco la comandante supiera por qué eran especiales; ¿dónde estaba la respuesta que supuestamente ella tenía? O tal vez necesitaba probarlos primero, asegurarse…

-El destino tiene estas puertas para ustedes... despídanse uno del otro, elijan sus diez cosas; y que la *fuerza los acompañe...

Objetos reales pero de cualquier época. Nada mágico digamos. Aunque puedo ser benevolente pero depende cómo lo pida Hillary ^^ vos pedí y vemos.

Hillary lo tiene claro

1. La Presidencia de los USA, que tanto se merece
2. Periodicos y libros de texto que anuncien su absoluta, incondicional y aplastante victoria.
3. (Mira la pinta que tiene) Unos vestidos de Cacharel, y varios tipos de zapatos a juego, así como peluquería.
4. Un Jetpack, porque si Trump puede, yo tambien.. El Jetpack que sea rosa, por favor. Que es mi color favorito.
5. Papeo, en forma de Donuts, de Café Laté... y ya que ella quiere compartir, que tambien haya algunas chimichangas, tacos y frijolitos para "S" el latino.
6. Uno de esos robots tan listos y graciosos, de los de los cuentos de Asimov. De los que cumplen las tres leyes feministas: A saber "un robot no hara daño a una mujer (Al hombre le da un poco igual) Obedecera a la mujer (Al hombre solo si le da la gana) y se rpeservara si no va contra las otras leyes (Y aquí no se me ocurren chistes)
7. Un Robot guay medico de esos de los que le ponen manos robots a Luke Skywalker
8. Un Samsung Galaxy note 9++ con cobertura hasta en las cloacas, datos infinitos, llamadas ilimitadas y memoria brutal. Y que no sea rosa. Que sea morao. El tono de llamada que sea un aullido de dolor y agonía de Trump
9. Un Death Note de esos que si funcionan. Con un lapiz shinigami molón
10. Una bolsita de contención de esas chulas chulas chulas, de las que puedes usar para meter cosas dentro.
11. Una cuerdecita con un garfio y un cuchillito (Por si no le puedes dar la presidencia de los USA que tanto se merece)

-Un Móvil siempre quiso uno

-Una pistola siempre viene bien

-Un cuchillo tampoco se sabe siempre

-Tabaco

-Comida a discrección

-Agua igual

-Material para curarse

-Alcohol (de beber)

-Ropa limpia

-Jabón y champú

La comandante Dorys no dejó que Hillary siguiera contando lo que necesitaba, aprobó parte de su pedido e inmediatamente la habitación se fundió en una miríada de grises. Cuando la mujer tomó consciencia vio que se hallaba en la Casa Blanca, directamente en el salón oval. Su marido no se encontraba allí, o ¿era ex marido? La que sí estaba allí escribiendo en un viejo ordenador, que parecía nuevo, era esa mujer….

-Oh, no la oí entrar señora…

Dijo, enderezándose en la silla. La mujer rubia iba a decir algo cuando vio que estaba vestida como solía hacerlo antes: chaqueta, pollera de oficinista azul, camisa blanca. Y poseía una cartera, desde donde estaba veía como orbes dentro de ella. No sabía cómo sabía esto pero cada orbe era uno de esos objetos pedidos, que se transformaría a voluntad cuando ella lo requiriera.

-El señor Clinton vendrá más tarde, esta en una reunión con el primer ministro inglés…

La comandante Dorys no dejó que S siguiera contando lo que necesitaba, aprobó parte de su pedido e inmediatamente la habitación se fundió en una miríada de grises. Cuando el joven tomó consciencia vio que se hallaba en un callejón oscuro. Era un día nublado y varias motos estaban aparcadas fuera de un tugurio de mala muerte llamado "El Antro". Las motocicletas no eran de la época espacial, parecían esas cosas viejas que se veían en las películas de la tierra, de ese planeta azul, en la época en la que los hombres ni habían pisado el espacio. Él estaba vestido como un motoquero: vaqueros raídos, botas altas, sudadera oscura y anteojos de sol.

No podía explicar por qué pero sabía que los objetos que había solicitado lo acompañaba, estaban en una billetera marrón que llevaba en sus pantalones. Eran minúsculos orbes luminosos que, al solicitarlo, se convertían en el objeto precisado de esa lista que Dorys había aprobado.

"Lweinskiiiii!" exclama inflando los cachetes "¡Eres una pedorra, siesa, malaje, guarra, cochina, inmoral, indecente, cínica, impúdica, procaz y mala persona!"
"¡Deja a mi marido! ¡Deja la pirindola de mi marido! ¡Deja de practicarle Irrumatio a mi marido y de mancharte tu vestidit...." 

Entonces se acerca a ella con intención de comprobar si el vestidito azul está manchado o si no.

Camino por entre las motos dirección al club que veo, cojo el orbe del tabaco y me pongo un cigarro entre los labios ya encendido y voy fumando, tengo andares de duro y chungo, realmente estoy en mi ambiente no desentono aquí. Miro el lugar completo camino a la puerta y la cruzo

Hillary mira el vestido de Mónica y no nota nada guarro encima de ella pero no se le escapa la cara de sorpresa e indignación de la mujer.

-Yo...

Viendo el ataque verbal de su "contendiente" ella consigue solamente articular.

-Yo no tengo la culpa, su marido no es su santo. ¿Sabe? Debería preguntarle a él de este asunto. 

El diario que Mónica tiene en su escritorio está abierto en la mitad y la fecha es de otro tiempo. Recuerdo alterados golpean a la protagonista, ¿acaso ella no es de el tiempo en el que estaba, es posible que esta época sea la propia? ¿Cómo es eso?

-Él quiere que usted, que usted lo sepa. Él va a venir más tarde -asegura Mónica en medio de un ataque de ansiedad.

El orbe se convierte en un cigarro al cual S da una profunda calada mientras ingresa al tugurio. Dentro, es el ambiente de un típico bar de mala muerte. Gente bebiendo, una mujer esperando en la barra a que el bartender le sirva un whisky, unas mesas ocupadas con grupillos de gente bebiendo y comiendo alguna hamburguesa de origen dudoso. Lo raro es que S siente que conoce este lugar... que conoce este tiempo. ¿Es posible que él haya olvidado su origen real, que no sea de ese lugar del que vino? (No le cabe duda de que Hillary tampoco parecía pertenecer a ese espacio, pero ambos estuvieron allí.

Debe saber sobre aquello pero más que nada sobre la prueba. Por ahora no tiene idea de qué tiene que hacer aquí.

Una rockolla hace sonar un berrinche rocanrolero en un costado mientras dos personas discuten en la mesa aledaña a esa máquina.

Me pongo en la barra y miro el percal, estoy de espaldas a ella con la espalda apoyada y me siento en un taburete mientras fumo me doy la vuelta dando una larga calada y miro al camarero.

Miro en mi bolsillo y saco unas monedas

-¿A quien hay que matar para que me pongan una cerveza?- Digo a modo de chiste en tono jocoso sé que al camarero seguramente acostumbrado a comentarios así le hace gracia.

Hillary coge aliento
"Mi maridito va a la iglesia (protestante) todos los domingos, es amigo personal de Bill Gates, Ronal McDoland y Arnold Schwarzenegger"
"¿Y tu? Tu tienes un APELLIDO RUSO, mucho que no rebuscamos en busca de la mano de Vlad (Puttin). Asi que Mónica, deja a Bill en paz ¿Vale?"

Entonces finalmente algo chasquea en su mente.
Busca un periodico, o un calendario en la pared, o en el reloj de pulsera de Monica, o la fecha de caducidad del yogur que la becaria se ha traido para el amuerzo. (Preferiblemente lo último)

Quiere saber si aun no ha sido El Dia. Si el vestidito azul de Monica aun esta limpio o si por estas fechas, ya lo ha manchado

El comentario de S saca una sonrisa socarrona del camarero, él le sirve una cerveza y se la alcanza diciendo:

-Esta es cortesía de la casa, chico; pero la segunda te costará 2 dólares. No, no aceptamos canadienses.

Es un sujeto calvo de mirada inteligente y voz ronca y agradable, le produce a S una sensación de confianza, de que es un tipo majo.

S recuerda que existía un país llamado Canadá, así como que este quedaba en el norte de los Estados Unidos, en donde S solía vivir. Pero se había olvidado de aquello, ¿cómo era esto posible?

Al lado un tipo mugriento se acerca a la chica de la barra y le dice un comentario insolente a lo que ella responde con un:

-¡Serás cabrón!

"Mi maridito va a la iglesia (protestante) todos los domingos, es amigo personal de Bill Gates, Ronal McDoland y Arnold Schwarzenegger" 
"¿Y tu? Tu tienes un APELLIDO RUSO, mucho que no rebuscamos en busca de la mano de Vlad (Puttin). Asi que Mónica, deja a Bill en paz ¿Vale?"

La joven parece no enrtender a lo que se refiere Hillary y la mira como si estuviera medio loca, o con un muy, muy mal día. Entonces la mujer mira el periódico. Es el New York Times y la fecha es de 1997, un año antes de todo el desastre con su marido. El enero de 1998 había pasado lo peor, se había filtrado un informe sobre su esposo y la muchacha.

Pero esto era antes y no parecía que Lewinsky tuviera la menor idea de lo que ella estaba diciendo.

-¿Señora Clinton, quiere un café? Puedo traerle uno mientras espera al presidente…

Parecía nerviosa de que Hillary le tirara una taza en la cabeza o algo así.

Sonrio de manera socarrona, no sé porque dice eso de lo de Canadá y porque vivía yo ahí... Pero parece buen tío.

-Pues tendré que tomar esto y que los americanos vean que también sabemos beber por el norte- digo y suelto una risa, miro al tipo y a la chica...

-Hay gente que no sabe beber...- Digo al aire y suelto un largo trago de la cerveza

"Ufffff...."
A veces Hillary sabe que se la juega. En esos momentos y sólo en esos, intenta recurrir a un poder casi olvidado en ella: El Sentido Común.

Si, desde que salió el escándalo, ella tenia ganas de arrancarle los miembros a Monica y comerselos como si fuesen gambas, y eruptar como si fuera Vampirella tras dejar bien seco a un médico. Pero quizá... tal vez quizá... no sea necesario

"Piensa en cuatro dimensiones, Marty"
"Tienes que pensar en cuatro dimensiones"

"Sólo serás me útil a mi, a la historia, a Jennifer y al mundo entero si eres capaz de pensar en cuatro dimensiones, Marty"

Sep, ella intenta pensar en cuatro dimensiones, como decia ese grandioso científico, casi tan grandioso como ella misma. Casi tan inteligente como ella puede llegar a ser.

Y se plantea ¡Hey! Si consigo que Monica no tenga sus impíos actos de fornicación con mi maridito, lo mismo me quito de problemas, y puedo ser presidente en lugar del presidente ¡ESO ES!

Así que aclarandose la garganta, simplemente le dice

"Monica, perdona. He sufrido un intenso dolor en la nuez, me escocía el ganglio linfar izquierdo y debido a eso... bueno, ya sabes como va esto ¿Verdad?"
"¿No? EN fin, juventud, bendito tesoro... ya te pasará cuando tengas mi edad."

"Mira, Hoy es un dia especial (Mala pécora, guarra, cochina, marrana, indecente, inmoral, incívica, persona indisciplinada, caitiff!) Así que ¿Te importaría tomarte el dia libre? Por mi cuenta, sin problemas"
"Venga, venga... Ahuecando. Yo misma te llamo un taxi"

Y usando el ordenador noventero, Hillary le compra un billete de avión a las bahamas a Monica y la manda, con billete de solo ida.
 

S da un trago a la bebida mientras le dice al tipo y a la chica que están cerca suyo que hay gente que no sabe beber. Entonces el sujeto, un hombre con un bigote y un candado de barba, cejas pobladas y ojos de huevo; lo mira con rabia, con cara de pocos amigos y le espeta:

-Hey tío, ¿por qué no te largas de la barra y me siento junto a la señorita?

El camarero se limita a pasar un paño limpio por un vaso sin dejar de estudiar lo que S hace delante de la situación.

S ve entonces como el tipo levanta el puño listo para golpearlo.