Partida Rol por web

Rhuptus notaba algo raro en el humano, su comportamiento y postura cada vez eran más diferentes de las que había presentado en su primera aparición, el orco se había quedado junto a la puerta, al parecer algo distraído mientras acariciaba la empuñadura de su preciada espada, aunque por momentos prestaba más atención a Elijah. Señor, debe ayudarnos a encontrar a los demonios, no me gustaría tener que esperar a que ataquen para acabar con ellos, aunque tampoco me gustaría no poder acabar con ellos, así que si a alguno de los presentes no se le ocurre una idea mejor, propongo una sencilla prueba a la que deberá asistir todo el mundo.

El orco no era especialmente inteligente, pero se sabía que sí destacaba entre la de otros orcos, sumado a sus años de combate, incluyendo las batallas que le tocó librar antiguamente con los demonios, se le ocurrió una idea que no era demasiado limpia, pero efectiva. Verá, los demonios tienen una sangre de distinto color a la de cualquier raza que habite en este mundo, si reunimos a todo el pueblo, podremos realizar la prueba individuo a individuo, solo se trataría de un pequeño corte en el hombro, para ver la coloración de su sangre, si no es roja, podemos estar seguros de que es un demonio y acabar con él en ese mismo instante, de hecho, obligaríamos a los demonios a descubrirse en ese mismo momento, o a matarse entre ellos, y contaríamos con la presencia de la guardia que no fueran demonios.

El orco sonrió, aunque aún no había sucedido, ya veía la sangre correr, de una forma sutil para algunos, y más brutal para otros, una buena fiesta para cualquier orco, desenvainó su espada y se realizó un pequeño corte en el hombro izquierdo, un reguero de sangre roja resbaló por el musculoso brazo para acabar goteando manchando el suelo. Ya estamos seguros de que yo no soy un demonio, y ahora compañeros, ¿os importaría pasar lista para que el señor Elijah se sienta más seguro con nuestra presencia? Por supuesto todo el mundo deberá pasar esta inspección, incluso usted señor Elijah.

Elijah se echa a reir. Se rie con mucha fuerza, tanto que termina agarrandose las costillas con las manos y se le sale alguna lágrima.

- ¿Lo dice de broma verdad? ¿Pretende que a todo el pueblo, campesinos, madres, niños guardias, y a la nobleza le haga pasar esa prueba? No sometere a todo el pueblo a esa prueba tan desagradable. Debe encontrar otra manera. Antes prefiero tener a los sacerdotes del templo peinando la ciudad con su magia divina para la detección del mal. - Podeis ver una muesca de desagrado cuando habla de los sacerdotes. - Si me disculpan me tengo que retirar durante unos instantes. Tengo que cenar, ya es tarde. Si les parece esta noche continuamos hablando.

Bajo mi capucha sonrio con una mueca entre divertida y fastidiosa.

¿Como has podido ser tan estupido, Alkarik?... La solucion era mas facil de lo que parecia...

Me adelanto hasta Theros y le pongo una mano en el hombro mientras le susurro...

- Adelante "sacerdote". Nuestro amigo Elijah te acaba de invitar a que rastrees el mal... hazlo antes de que salga.

Terenthius se gira inmediatamente después de que el orco empezara a hablar. Su intención era claramente la de cortar la conversacion entre el orco y el concejal, pero fue demasiado tarde. Su cara marcaba ira y odio. No deberías haber hecho eso, estúpido.

Cuando Elijah se ríe, el alto elfo sonríe con sonrisa maliciosa. Después de que éste hable, Terenthius añade:

- Tiene razón Rhuptus, además nunca sabríamos si falta alguien, y no deseo tener que buscar el papeleo del censo. No se me ocurriía hacer eso nunca. Acaso pretendes herir tú a los niños. Nunca lo entenderían. No se puede hacer eso. Hay que buscarlos de otra manera.

Tenemos el brazalete, maldita sea, ¿en que narices está pensando?

Ante el comentario de Alkarik:

- Alkarik, no tenemos motivos para pensar mal de Elijah. Nos está ayudando con la información y con la investigación. No se ha negado a nada, nos ha atendido como debía, y no sólo eso, si hubiese querido nos podría haber matado en cualquier momento. Nos podría matar ahora... - El alto elfo se echa a reir - No nos preocupemos por ahora. Ya sé donde debemos seguir investigando.

Terenthius se levanta y mientras hace esto le toca levemente el hombro al elfo oscuro. Después, sale de la habitación, invitando a sus compañeros a hacer lo propio.

- Gracias por todo, concejal.

Terenthius se levanta y mientras hace esto le toca levemente el hombro al elfo oscuro.

Y le susurra al oído. Para que sólo este pueda oirlo.

- Ahora, no,... luego te explico...

Después, sale de la habitación, invitando a sus compañeros a hacer lo propio.

- Gracias por todo, concejal.

El concejal se retira a cenar. Vosotros salis a la plaza de las casas de los concejales. Ya es de noche. Solo queda un rato hasta media noche.

- Es hora de reunirnos con nuestro misterioso amigo...

Sera mejor apresurarse para llegar lo antes posible a la puerta norte... asi que comienzo a caminar con paso rapido.

Una vez sólos y mientras vancaminando, Terenthius dice en voz que sólo ellos lo oigan.

- Bueno, Elijah es un demonio. Me lo dijo Cassius. Está jugando con nosotros. Si alguno trata de recordar mis palabras, mi única intención era la de sacarle la máxima información posible, pero no demostrar que nos habiamos colocado en su contra. Creo que no tenímos forma de vencerle ahí en su casa, y rodeado de guardias-demonios cuyo poder desconocemos. Antes de atacar, debemos saber más de él. O al menos buscar aliados... Vamos a donde estén los sacerdotes. Estoy seguro de que es un lugar donde podemos encontrar más amigos que enemigos. Y a lo mejor son capaces de decirnos qué narices es esto. - saca el objeto que recogieron del demonio.

Después les miro invitandoles a añadir su opinión antes de continuar.

- ¿Estas diciendo que, mientras estabamos a solas en una habitacion con el, tu sabias que era un demonio y aun asi no nos lo has dicho?

Cada vez entiendo menos esta forma de actuar...

- ¿Que mas quieres saber? Si es un demonio lo eliminamos... si tiene guardias demonios, los eliminamos... si tiene mascotas demoniacas, las eliminamos... asi de simple. ¿O es que quieres mobilizar a toda la ciudad y crear un ejercito para matar a un demonio?.

Me sorprende como se alegra de haber desviado el tema de que podiamos sospechar de el... cuando lo que habriamos tenido que hacer era cazarle.

- ¿O es que tu plan es debilitarlo de aburrimiento? ¿Acaso esperas que envejezca suficiente para que no suponga un peligro?

Miro a mi alrededor buscando a Cassius...

- Maldito medio-humano... cuando aparezcas te arrepentiras de no habermelo dicho a mi primero.

- Alkarik, eres poderoso, pero no puedes con él ahora. Vamos a poner todo de nuestra parte. No quiero que haya bajas... si puedo evitarlo.

Conforme llegais a la entrada principal, veis apostados dos guardias. Sus rostros no reflejan la misma determinacion de los del cuartel, sino que estan como mas envejecidos. No parecen ser una guardia eficiente. Os dejan salir sin preguntar. Comenzais a caminar por el camino que sale en direccion norte de la ciudad. El bosque esta silencioso y oscuro. Avanzais con precaucion ya que no portais luz de ningun tipo. De repente un ruido por delante vuestro os sorprende. Ha pasado por delante y ha continuado hacia la derecha del camino. Las huellas a pesar de que no hay mas luz que la luna son inconfundibles. Son pezuñas. No podeis evitar acordaros de Azsche, que tambien tenia pezuñas. Pero esta vez es distinto. Estais confusos. O habeis caido en una trampa o esta vez no se trata de un Natherezim.  Hay un leve resplando entre los árboles de vuestra derecha, un tono violaceo.

Terenthius hace un gesto con la mano, para que toda la compañía se detenga. Después trata de mirar al supuesto demonio, entornando la vista y atento con todos sus sentidos.

ANte el molesto y asustadizo ruido,que nos acaba de sorprender,detengo mis pasos,e intento descubrir de dónde proviene tal sonido.

Cassius logra vislumbrar a una figura alta y robusta ( no tanto como el tauren) que camina por entre la espesura a una velocidad moderada.

Sorprendido, suspicaz y algo nervioso, oteo en derredor intentando localizar que ha sido la causa del sonido extraño de hace pocos momentos.

Verhana se habia mantenido impasible ante la chachara, no era su mayor preocupacion, si no tener cuidado con lo d¡que les rodeaba, desde que habian entrado a la ciudad, el sentimiento de una magia latente en toda ella habia sido continuo, el demonio hacia de las suyas y jugaba con ellos

-Tener cuidado, no sabemos a que nos estamos enfrentamos

Verhana se preparo en una pose que le fuera comoda para lanzar hechizos mientras miraba alrededor ante un posible ataque

Una figura de alta como un tauren aunque menos corpulenta se aproximó al grupo. Portaba una armadura de escamas y un poderoso martillo en su hombro. Su porte os deja sin palbras. Nunca habiais visto una criatura igual.

- Saludos, aventureros. Mi nomnbre es Shotek, procedo de un lejano lugar. Draenor, la tierra natal de los orcos. Estoy aqui luchando contra la legión ardiente y veo que vosotros tambien. Tal vez podamos colaborar. - Podeis ver su rostro. Una sensacion de bondad os embarga. Es algo ultraterreno. Su aspecto os recuerda en cierto modo a Lord Archimonde el general supremo de la Legión Ardiente.

Räpidamente,y con sigilo,con la intención de que nadie se de cuenta,me equipo el brazalete mágico.

Veamos...