Partida Rol por web

El zumbido persistente de los neones se mezcla con el murmullo de las conversaciones a media voz y las retransmisiones de media docena de videopantallas repartidas por el local que retransmiten el deporte de moda: lucha grecorromana entre androides de la República Post Soviética de Tannu Tuva.

Pero por hoy no os distraéis en los combates entre androides de la Mongolia Interior ni en las cifras de muertos por el último brote de coronavirus en Neo-London que corren por el fondo de las pantallas. Os habéis dado cita en O’Callans para planear un golpe con el que sacar a flote vuestras tristes finanzas.

Y si hay algún lugar para planear golpes desesperados es un tugurio como este. Un lugar donde la policía (ni el servicio de sanidad) no ha entrado desde el 82, pero no 2082 si no 1982. Un garito infame en el que nadie ve nada, oye nada ni mucho menos andará contando nada.

Los cinco habéis acudido siguiendo la cita que apareció en vuestros terminales. El anuncio de trabajo iba referenciado por vuestra agente de fianzas de confianza, Rita Sher, quien ya en el pasado os había conseguido algún trabajillo.

El barman, un tipo hosco con un brazo biomecánico y un tatuaje del cuerpo de marines te indica con un gruñido un reservado al fondo del local. Al parecer ahí os espera algo más de información sobre el trabajo y el resto de los secuaces.

Vuestro contacto, Rita Sher quien también es vuestro agente de fianzas (responsable de fiaros la pasta para salir del talego) y de la condicional (responsable de volveros a meter como os retraseis en el pago) os espera con cara de mala ostia y claramente sobrexcitada. 

Quizás sea por la perspectiva del atraco y el dinero facil. Quizás sea por las varias rayas de Polvo de Fuego que evidentemente se ha metido mientras os esperaba.

Ostia pero si ya estais aquí. ¿Listos para ganar algún dinerillo? Por que por lo que sé estais mas tiesos que el rabo del tío que empaqueta la Viagra. Dice con voz aguda y hablando a toda velocidad. Así que al tema. ¿Os habeis mirado el link que os pasé? ¿No? Joder, sois unos inutiles. Por suerte el tema es muy facil. Mientras habla se saca una bolsita con algo de polvo naranja radioactivo de la chupa y empieza a prepararse otra raya. La sucursal es muy pequeña, está en una carretera secundaria que conecta con la super autopista así que no tiene perdida. Cuando llegueis aparcais el buga y esperais a que nuestro contacto, el tipo que me ha pasado el soplo el tal Vikander sañdrá de ahí a las 10:30. Así que puta puntualidad ¿estamos? Se inclina para esnifar su raya sin ni tan siquiera ofreceros la clencha. Cuando vuelve a hablar está aun más acelerada.

Pues eso llegais, esperais la señal y entrais. Solo debería haber un par de polis de alquiler, os deshaceis de ello y vuestro Data baja al sotano a reventar la cybercaja de seguridad y trincar los coins. Salis por patas os montais en el buga y volveis a mi oficina en Venice para que transifera la pasta y os de vuestra parte. Sin cojonadas ¿estamos capullos? Todo suave y finito como la mejor coca de Escobar IV dice y se persigna al mentar al nombre del difunto santo de la Iglesia del Requetansitimo Hideputa. Curiosamente Rita es una devota, es de suponer que hay huecos que ni las drogas ni la litrona logran llenar.

¿Alguna pregunta?

Su alma gemela. Y no por esos pinchos absurdos que vete tú a saber qué colgado le habría atornillado a la nariz, sino por esa capacidad de ser una hija de puta encantadora al mismo tiempo. Bajo su rasero, claro. En otra vida, en otro momento, se lo habrían pasado muy, muy bien juntas. Tijereta hasta el infierno, y más allá. Joder, hasta se haría un implante de micro fibrillas en la lengua para oírla gritar como una descosida si se dejara

Pero no estaba allí por eso. Eran negocios, y si la situación del resto del 'equipo' pintaba tan chunga como la suya propia, más les valía que saliera bien. De lo contrario dar con sus huesos en la trena sería el menor de sus problemas. Se reclinó hacia atrás y extendió ambos brazos sobre la parte superior del sofá donde estaban sentados. Por ahora se mantuvo en silencio y esperó a que alguno de aquellos mastodontes meapilas con ganas de dispararle al gatito de su vecina de 90 años dijera algo. O a la Data, que a fin de cuentas era quien debía trincar la pasta en tiempo récord. Simplemente asintió, como dando a entender que se había sacado el bachiller y comprendía el idioma común. Valiente movida en la que se había metido. Negó para sus adentros...

—Todo es sencillo hasta que se va a tomar por culo.

Era una máxima de este tipo de trabajos. Sencillo es que te trinquen por gilipollas. Todo lo demás tiene su complicación. Eso lo sabía Ted mejor que las características de todo el catálogo de armas de la Pacificator Inc. Y de eso también sabía mucho.

—Supongamos que el plan del mundo de Yupie sale mal y no podemos ir directamente a tu oficina a entregarte el dinero mientras tú esperas poniéndote hasta las cejas. ¿Tenemos plan B? ¿Un lugar donde meternos mientras se enfrían las cosas?

Ya se imaginaba la respuesta pero no se perdía nada por hacerla y, de paso, bajar el nivel de 'esto está chupado' que quería transmitir aquella aspiradora con patas.

Rita se frota con fuerza el tabique mientras sus pupilas dilatadas se enfocan en Ted.

Si todo sale mal pues os vais a tomar por culo y yo no os conozco de nada. Así que mejor que no salga mal. Murumura algunos insultos por lo bajo mientras hace un gesto a una aburrida camarera, que por las pintas es una pobre refugiada del Desastre de Madrás que está empalando su tercer turno doble, quien os trae una botella de tequila de alto octanaje. 

Se sirve y apura dos chupitos de esa peligrosa mezcla de tequila, refinado de nitro y probablemente barniz industrial. Si la cosa se pusiera muy mal pues ya sabeis os vais a Old-Oakland o algún tugurio de Skid Row, fumais algo de buen crack y volveis cuando esteis más relajaditos.

Y procede a servirse y despachar otro par de chupitos, con voz algo más pastosa señala la botella y añade Y esto va a salir de vuestra parte.

Las palabras mágicas. -Pues mi turno, guapa -agarró la botella por el cuello y arrastró uno de los vasos de chupito hasta su zona, vertiendo el líquido hasta que rebosó. Se lo llevó a la boca y se tragó el contenido de una, haciendo una mueca de medio lado al sentir el ardiente brebaje caer por su gaznate. Sin duda en aquel tugurio sabían destilar, aunque posiblemente no diferenciaría lo que se acababa de tomar del carburante de aviones

Así que Old-Oakland. Bueno, en peores se había visto -y estaba-, así que una temporadita alejada de los focos no le vendría mal. Aunque a diferencia de la fábrica de drogas en que Sher había convertido su cuerpo, ella no tomaba ninguno de los neuroestimulantes típicos. Sus habilidades requerían de concentración y una absoluta precisión, y no dañaría su tejido nervioso con esa clase de mierdas. Aunque a decir verdad no lo necesitaba del todo. Se miró el brazo y estiró los dedos, largos como patas de araña. -¿Algún contacto en Old-Oakland si las cosas salen mal, o perfil bajo? -preguntó. Quién sabe, igual conocía a alguien de quien pudieran tirar en el peor de los casos, y mejor cubrir sus culos que andar de un lado a otro como zumbados en una ciudad que no era la suya

Bueno, Rita no es que fuese especialmente detallista con sus encargos, ni considerada con sus clientes, ni con nadie que no lleve una buena dosis de algo que le haga volar la cabeza, no en sentido literal, claro, seguramente en esa situación no se sentiría nada cómoda, realmente…. Lo más seguro es que si le volasen la cabeza no sintiese nada, no sé habría que preguntar a alguien a quien le hayan volado la cabeza a ver si piensan en algo luego, no conozco a nadie así, curioso.

Como siempre, vivía en el mundo de sus pensamientos, el único lugar en el que realmente se sentía cómodo, claro, no había nadie más allí a parte de él, o ella, depende de cómo se sintiese en ese momento exacto.

Cuando volvió en sí vio a otros 4 individuos mirando fijamente a Rita mientras ella decía cosas, como siempre. Ya le había avisado de que serían un grupo de 5, más o menos, en realidad sólo sabía que eran un grupo, que eran 5 lo había sacado por deducción al escuchar el “Ostia pero si ya estais aquí” de la yonkie de su agente.

Mientras el cóctel de drogas y alcohol que tenían en frente iba hablando, y moviéndose, nerviosa Tace iba asintiendo para hacer ver que atendía la clase, como un buen alumno, mientras su cabeza estaba a otras cosas e iba pescando palabras clave: - Sucursal, ok… Sin pérdida, vale… Contacto, hecho… 10:30, vale, poner tres alarmas, una a las 9:00, otra a las 9:30 y otra a las 9:45, asuntos “Trabajo”, “llegas tarde”, “CORRE HIJO DE PUTA”, listo.

Rita vuelve a esnifar por lo que para de hablar, cosa que es de agradecer. Mientras estaba memorizando las cosas que tenía que hacer y la información que había recopilado Trace se va dando unos golpecitos en el muslo derecho para pasar lista mentalmente y ver que todo está controlado, ¡por supuesto que está todo controlado!

Parece fácil todo, llegar puntual y deshacerse de los polis, pan comido. – “… vuestro Data baja al sótano…” - ¡Oh, ese soy yo, toma! – Trace levanta la mano derecha y saluda mientras con la izquierda se señala el pecho y vocaliza algo parecido a “ESE SOY YO TÍOS, YO SOY EL DATA, SÍ, SÍ”, mientras está visiblemente flipado.

Trace mira atenta a los demás mientras hablan de los posibles problemas que podrían surgir y sobre qué hacer y empieza a negar con la cabeza de forma suave y con los ojos como platos. – Venga tíos, no seáis negativos, todo saldrá bien, conocemos a Rita desde hace tiempo ¿no? – Ese era precisamente el problema, que todos allí conocían a Rita, al menos en la teoría. En el fondo Trace sabía que algo podía salir mal, no era la primera vez que salía mal, pero pensar en ello era demasiado trabajo ahora mismo y acababa de salir de la jaula como quién dice, no había por qué complicarse.

 Cuando acabemos el trabajo, nos vemos aquí y lo repartimos todo, todo claro. – Sonríe mientras mira a los demás con un poco de desgana – Y si no, pues ya nos veremos en Old-Oakland. – Acabo aceptando – Es mejor tener una actitud positiva, ¡la actitud hace mucho!

Ted pilló la botella y bebió directamente de ella, sin privarse. Luego la puso encima de la mesa con un golpe seco.

—Creo que vas demasiado acelerada ricura.— le dijo a Rita —Ten cuidado como aprietas las tuercas que vas a romper la maquinaria. Vale. Vamos allá, yo entro escoltando al Data mientras Ellis se encarga de cubrirnos las espaldas en la recepción de la sucursal. Jimmy cubre la puerta para que no se salga ningún cliente. Line espera con el coche en marcha. ¿Tenemos una ruta de huida clara? Si todo sale bien nos piramos antes de que sea necesario reventar a nadie. Golpear a la gente funciona mejor que matarlos. Lo primero acojona, lo segundo puede provocar una estampida.

Jimmy había estado más pendiente de la droga y del alcohol que no paraba de circular por la mesa que de la conversación que estaban manteniendo. Solo al oir su nombre consigue volver a centrar su atención en el plan.

— Controlar la puerta... Nadie entra, nadie sale — dice, asumiendo rápidamente su tarea — Fácil. Y sin cadáveres mejor, no mola cabrear a los polis.

Seguidamente agarró la botella que Ted había dejado bruscamente sobre la mesa y se sirvió un par de chupitos.

— ¿Tenemos algo más de información del lugar? — le pregunta a Rita antes de dar un trago — ¿O preferís que hagamos reconocimiento del lugar unas horas antes? — añade dirigiéndose a sus acompañantes.

- Riiiitaaa, zorra yonki… - le dijo con el tono familiar de quien ha desfasado más veces de las que cualquiera de las dos partes reconocerá, sirviéndose un par de chupitos cuando Ted soltó el biberón - ¿Cómo que saldrá de nuestra parte? Primero tendremos que hablar de nuestra parte de adelanto para el equipo. No esperarás que pongamos también la cama, ¿verdad? – con el tono afectuoso de quien sabe de antemano que la va a mandar a la mierda – Saber la hora a la que nos esperará ese fornido muchachote, porque espero que al menos hayas tenido la decencia de buscarnos a una muchachote guapo además de estos dos de tiparrones de aquí, pero sería incluso más cojonudo saber la fecha. ¿Mañana? ¿Pasado mañana? ¿La semana que viene? ¿Cuánto tiempo tenemos para reunir la información?

- Porque me imagino que pedirte saber el número exacto de guardias, el tiempo que tardaran en llegar los refuerzos cuando los pidan, las rutas de llegada y salida, los planos del cochambroso sitio ese, la seguridad cibernética, será demasiado pedir, ¿verdad? – sin ocultar el sarcasmo ni el humor ácido ni un ápice antes de servirse otro par de chupitos.

- El plan del morenazo – mirándose en los espejos de las gafas de Ted y ajustando ligeramente el pañuelo de la cabeza con un pequeño parpadeo – me parece estupendo. Pero, - volviendo a girarse a la yonki que tenía dos túneles de tren por fosas nasales - ¿por qué merece la pena esa cochambrosa sucursal de carretera secundaria? – pregunto con el tono ligeramente más agudo y con un interés especial en saber porque merece la pena este palo - ¿Cuánto esperas sacar de esa mierda de lugar?

- Oh, y, por favor, que nadie vuelva a mencionar Old-Oklan. Creo que antes me quemo las pestañas que ir a semejante basurero… - con el tono de diva afectada que tan natural le era.

Información...información, pues si nuestro contacto nos ha pasado buena tela saca de su chupa de cuero un pequeño ordenador de mano y despliega la pantalla maleable para que la veais, con un gesto de la mano hace que vayan desfilando varias imagenes. Al parecer la sucursal es lo más suburbanita que hay, está en el parquing de un centro comercial, despejado por los cuatro costados, ahí solo van jubilados y madres de crios de la privada.

Ahora pasan varias fotos del interior del banco, una oficina bastante anodina con los mostradores de los cajeros al fondo, el despacho de un director con una foto de familia y un trofeo del torneo de pesca del lago Oak. Una foto de lo que parece un sotano con la puerta de la cibercamara acorazada y finalmente el interior de la misma. Una sala revestida de metal con una mesa atornillada al suelo encima de la cual hay un terminal de seguridad del que salen un monton de cables conectados a distintos puntos de la pared: las propias cajas de seguridad para coins. Las fotos parecen haber sido hechas a escondidas por alguien con su móbil.

Vikander nos ha pasado estas fotos, al parecer se encargará de que se inicie la rutina de mantenimiento de la camara por lo que durante 3 minutos la puerta estará abierta. Ese es el margen para que vuestro Data entre, si no pues tendreis que echar la puerta abajo o convencer al director para que amablemente os abra.

Miró la información que iba pasando Rita con cara de estar muy poco impresionado.

- ¿Qué dices, guapo? ¿Te ves capaz? – le pregunta a Trace antes de girarse a Rita de nuevo sin esperar respuesta - Aún nos has dicho por cuentos coins nos vamos a jugar el culo, cariño.

Rita levanta la cabeza de la enesima raya que se está metiendo y mira a Ellis, sus ojos son ahora dos enormes circulos negros : todo pupila.

Pues no lo sé. Eso no hay manera de joderlo hasta que se abre la hucha. Pero Vikander jura que en los últimos diez días varias corporaciones del norte de California y de fuera de la Nueva Republica han estado haciendo importantes depositos. Se frota el tabique nasal mientras sonrie de forma taimada Así que el cerdito está bien lleno. Más que de sobra para pagarme lo que me debeis.

Pensaba en ella misma, porque salvo el palo al banco era su culo el que debía cuidar. En su habitáculo guardaba aún un casco de moto de cuando era una cría, y creía recordar que el cristal estaba tintado. Por mucho que su tarea fuera esperar con el coche en marcha se cubriría la cara con él: no tenía ninguna intención de volver a una comisaría de policía. Un atraco era algo más serio que chapuzas y trapicheos, y con tres backups en el grupo no descartaba muertos

Sopesó la idea de que el data se introdujera en el sistema antes de entrar y apagara las cámaras, pero no era su puto problema. A ella no la verían el careto. Las imágenes del ordenador de Sher eran suficientes por ahora, y con algo de suerte estos tarados sabrían qué hacer. Lo curioso es que varias Corporaciones introdujeran su pasta en un antro como aquel, salido de las desventuras de Beaver. Arrugó el ceño. Había gato encerrado y no sabía por qué...
En cualquier caso Sher estaba en lo cierto, con la pasta podría pagarla a ella, al puto Vince y con suerte contratar un par de backups para que le introdujeran una llave allen -de pulgada y media- por el ojete al chino de mierda y dieran vueltas. Sistema inbus en su máximo apogeo. Sonrió disfrutando de ese momento idílico en que sus problemas se resolvían de un plumazo

-Al lío, joder. No hacemos más que perder el tiempo -agarró la botella, bebió de la misma un buen trago y se levantó. Sacó su terminal y con el dedo envió un mensaje con su número a los allí presentes. Señaló a Sher con la mano en forma de pistola, guiñó el ojo y chasqueó la lengua dos veces. Giró sobre sus talones y se perdió en la nube de vapor y humo condensaba en aquel tugurio

Trace miró a Ellis un momento e hizo un leve gesto con la mano mientras encogía los hombros - Pues claro que me veo capaz, no hay nada en lo referente a hackear y obtener información de lo que no pueda ser capaz. Sólo hay una cosa que me mosquea. -  Ahora se puede apreciar como Trace desvía la mirada, como si estuviese ausente de repente, pero en periodos de tiempo indeterminados va mirando al grupo mientras habla - Uh! Que decoración tan bonita, ¿no? 

Veréis, no conocemos nada del plan más que es una sucursal abandonada, aislada de todo y de no muy fácil acceso. Toda la información que tenemos es que va a ser un golpe fácil y sin problemas. Y el plan de huida es ir a Old-Oakland y ya está, sin ruta de escape, salida, etc. - De pronto pega un salto y abre las manos, mirando al techo. - ¡Es una trampa! ¿Es que nadie más lo ve? - El dramatismo había sido siempre algo que le gustaba más de lo que debería. - ¿Pero sabéis lo que os digo? ¡Que hemos venido a jugar, a mí nadie me intenta tender una trampa y se queda tan tranquilo. - Vuelve a relajar su posición y mira a Rita - Tres minutos son más que suficientes.

Y por cierto, hoy es guapa, me he levantado de buen humor.

Trace se sienta donde pilla hueco - Entonces... Cuando todo esté asegurado dentro del banco, yo me encargo de la cámara, cogemos la pasta y nos piramos. ¿Necesitamos máscaras, moduladores de voz y de más mierdas? Yo quiero una de unicornio, nada mejor que te atraque alguien disfrazado de unicornio.

Jimmy alucinó con la reacción tan desmesurada del data sentado a su lado. Tampoco es que le extrañara demasiado, la gente con la que Rita solía trabajar era cuanto menos peculiares. Diablos, él mismo era un buen ejemplo de ello.

— Ja, ja, ja — estalla de risa en cuanto Trace acaba con su discurso — Estamos locos si pensamos que todo va a salir acorde al plan, pero como ha dicho el data, aquí hemos venido a jugar.

— Y la idea de pillar máscaras y demás equipo está muy bien... Pero no sé vosotros, pero yo estoy pelado, no tengo un mísero bityen.

Hace un pequeña pausa antes de dirigirse a Rita.

— Joder Rita, me jode tener que pedirte más pasta, pero quizás podrías financiarnos el equipo. Considéralo una inversión, si sale bien vamos directos a tu oficina en Venice y repartimos allí la guita.

Había tirado una moneda al aire pidiéndole a Rita más dinero, pero en el estado en el que se encontraba quizá tuviese suerte.

No me empeceis con cuentecitos de trampas ni ostias joder. Dijo Rita señalando al Data Si la jodeis será solamente vuestra puta culpa ¿entendido? El soplo es bueno. El tal Vikander está aun más pelado que vosotros. Añade como recalcando lo precario de vuestro predicamento Le debe pasta a los Malandros de Boyle Heights y esos cabrones no aceptan pagarés ¿entendeis? los malandros son una mara de cholos, mala gente de los de apuñalarte y luego mear en el tajo

Así que: No. La. Jodais. Os señala uno a uno, la punta de su dedo tiembla hora que el alcohol, las drogas y vete a saber que más parecen golpearle como un tren de mercancias Esperais la señal de Vikander, entrais a por la pasta y volveis con ella a mi oficina como niños buenos. Y ahora a trabajar.

Para reforzar sus palabras trata de ponerse de pie e irse pero en ese momento palidece y se desploma, cara por delante, sobre la mesa. Mientras os poneis en marcha la camarera con gesto aburrido le inyecta a Rita una dosis de Narcan para aliviar la sobredosis.

Un plan "sencillo" pergreñado por un tipo arruinado y una agente de fianzas politoxicomana.

¿Que puede salir mal?