Partida Rol por web

Damas y caballeros (+18)

Escena 3 - Retomando el camino

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28/04/2017, 20:22
Elisabeth Woodgate

Había dejado a Tad acurrucado en las mantas y me había puesto con mis oraciones matutinas. Ya casi había terminado cuando escuché que había jarana a aquellas horas, por lo que me vestí a todo correr, y salí de la tienda aún con pelos de loca, pues ni me había pasado el peine por el pelo, lo cual, cuando lo tienes largo y pelirrojo es algo digno de ver.

- ¿Se puede saber qué pasa?

Observé a los hombres y vi a Katarin roja de la indignación. A mí casi me dio la risa por el espectáculo, pero nuestra compañera tenía razón. Eran demasiado ancianos para estar en la misma posición todo el rato.

- Por todos los dioses, dejadlos ir. - Dije muy en serio. - Cada uno busca la muerte como quiere. Quizás ya se hayan cansado de esperarla.

Ya habíamos tratado de convencerlos de que no fueran y no lo habíamos logrado, pero atarlos a un árbol rozaba lo absurdo.

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03/05/2017, 10:15
Tad Dravere

No había sido otra mala noche. Me estaba acostumbrado a dormir con Elisabeth cerca. Con todo lo que había pasado, la compañía mutua nos reconfortaba. 

Pero al levantarnos, ahí estaban los ancianos. Katarin y Brienne. 

—Es terrible —dije lavándome la cara con el agua que dejaba a tal efecto cada noche cerca— quieren volver a Foix aunque está llena de muertos vivientes. Si van morirán, pero sólo podemos evitar que vayan sujetándoles.

—¿No os hemos dicho que es un sitio maldito, abuelos? Si vais allí sólo conseguiréis acabar como un zombie. 

Pero daba igual, no les escuchaban. No había nada que Tad pudiera hacer.  Y no podía culpar a Andyctor por atarles, parecía la única manera de evitar su muerte. 

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03/05/2017, 23:12
- Narrador -

El viejo trató de debatirse pero por su expresión tan sólo logró hacerse daño. Andyctor os miró con preocupación, mostrando desconcierto ante lo tensa que la situación iba deveniendo.

- Se llevó provisiones y a este otro hombre consigo. No podemos dejar que se salga con la suya. Y no durmieron atados, sino que les preparé un lecho. Ha sido esta mañana que he tenido que hacer algo con él, milady.

Elisabeth después también se encaró con él y el explorador pareció hacer un esfuerzo para mantenerse firme. Entretanto el anciano arrugó el entrecejo y mostró su enfado.

- Foix siempre ha sido hogar de maldad pues el barón fue débil y nos condenó a todos. Yo sé cosas que nadie más sabe, señoritas.

Dijo refiriéndose a ellas dos pues eran las que se habían puesto de su parte. La extraña contestación del "abuelo" causó a su vez que Andyctor lo observara.

- Ahora que estoy lejos se lo puedo relatar. Pero déjenme marchar a encontrar la muerte, por lo que más quieran.

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06/05/2017, 20:28
Elisabeth Woodgate

La verdad es que yo no le veía tanto problema porque aquellos hombres se fueran donde quisieran. Estaban advertidos y al parecer, incluso sabían más que los demás de lo que había sucedido, al menos, eso daban a entender sus palabras, por lo que no le veía problema que se fueran donde les diera la gana. Ya no eran unos chiquillos precisamente como para tener que andar vigilándolos.

- Miedo me da este hombre - pensaba en el explorador - el día que tenga hijos.

De todas maneras, por mucho que les dijera que los dejaran irse donde quisieran, estaba claro que mucho caso no es que me estuvieran haciendo.

- Ya no se respeta ni el deseo de morir como uno quiera...

Volví mi vista al hombre.

- Desátalos del árbol anda y que nos cuenten todo eso que no sabemos.

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07/05/2017, 18:02
- Narrador -

A pesar de las declaraciones de Elisabeth, Andyctor aún no estaba convencido del todo, aunque esa frase del anciano parecía haberle llamado la atención. De hecho la sacerdotisa que os acompañaba también parecía interesada, lo que sucedía es que esa pareja parecía bastante comedida y apenas participaba. Incluso os parecía que la sacerdotisa lo que pretendía era que llevárais el peso de las decisiones.

Notas de juego

Post para dar tiempo.

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09/05/2017, 00:38
Katarin L'Brianne

Ante la situación opté por sentarme en el suelo junto a los ancianos y respirar profundo antes de hablar. Decidí actuar con prudencia y serenidad. Crucé las manos sobre mi regazo y miré a los dos hombres que querían marchar a una muerte casi segura. La situación no se resolvería si no llegábamos al centro del problema.

- Buen hombre, contadnos por favor todo lo que ocurre. Si no nos lo decís todo no podremos hacer nada y esta situación no tendrá fin - tomé la mano del anciano más reticente con afabilidad para transmitirle confianza.

Aún teníamos que llegar al lago y teníamos un largo viaje por delante. Miré a Dante y le sonreí levemente, recordando que pronto no habría fuerza que pudiera separarnos.

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11/05/2017, 19:41
Dante Árgendur

La cosa se puso interesante y sin duda aquellos ancianos guardaban algún secreto en su poder que pareció interesar hasta el estirado que le apresó.

Me apresuré a calzarme las botas y reunirme con los demás, sin duda sería una buena historia, lastima no tener un buen fuego y una noche fría para compartir tal relato.

Me senté junto a Katarin y le susurre

Buenos días princesa

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11/05/2017, 23:17
Tad Dravere

—Abuelo, ¿acaso no es el deber de un caballero evitar la muerte de los inocentes y los débiles? Y aquí hay un montón de caballeros. Yo soy bardo aficionado, así que si me contáis vuestra historia, le pondré música.

Después de una noche con Elisabeth estaba como en un sueño, así que no medía mucho lo que decía.

—Ah, no podré, porque una malvada vampiresa me rompió mi estimada bandurria. Pero aún así estoy muy interesado en vuestra historia.

Dicho esto, se puso a recoger el campamento y la tienda. 

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15/05/2017, 21:51
Anciano 1 (Jullen)

El anciano se dedicó a mirar a los caballeros aunque pronto tuvo que prestar atención a Elizabeth que parecía ponerse de su parte y Katarin, que incluso le cogía de la mano. El viejo no hizo nada para apartarse. Los hombres del grupo sin embargo no le hacían demasiado caso lo cual le hizo dudar.

- Tu no eres como ella. Ha estado jugando con nosotros muchos años. Me ha tenido a su servicio todo este tiempo pero se descuidó y pude marcharme. Es sólo no quería irme yo sólo. Ella, mi nieta, sí. Es un encanto y sin embargo guarda un corazón negro. A escondidas fabrica sus pociones y con ellas entonces envenena las emociones. Hay muchos viles prodigios en su haber, como causar que una madre deje de amar a su hija o que un marido se hunda entre sus piernas y la llene de regalos. Pactó con toda clase de demonios, estoy seguro. Ella fue quien propició la desgracia de Foix, jugando con nuestras almas entretanto. Louanne es su nombre...

Sus palabras fueron entonces inesperadamente interrumpidas.

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15/05/2017, 22:03
Rodoryan

El caballero exclamó recurriendo a toda su energía, tras haber llenado sus pulmones de aire.

- ¡Ya basta, tamaña colección de calumnias hacia una mujer de buen corazón!

Preso de la furia se encaminó hacia el árbol en el que sentaba Jullen. Entonces ambos ancianos se echaron a temblar. El que había confesado apartó la mano de la noble Katarin y trató de retroceder pero su cuerpo prácticamente no le obedecía debido a la avanzada edad.

Entretanto, Ysyvyra miraba angustiada llevándose las manos a la boca.

Andyctor comenzó a mirar a un lado y a otro, sorprendido.

- ¿Louanne? Esa mujer no puede guardar ningún atisbo de maldad.

Y la sacerdotisa asintió despacio, conforme con esas palabras.

Entretanto, el caballero, fuera de sí, estaba a punto de alcanzar al viejo.

Notas de juego

Podéis actuar como queráis. No hace tirar iniciativas porque el caballero sabe que el viejo no le va a conseguir huir.

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16/05/2017, 18:51
Elisabeth Woodgate

Desde luego la declaración del anciano podía ponerle los pelos de punta a cualquiera pues no había nada más peligroso que una persona que a la vista era una persona buena y encantadora y a la espalda, pues...

- No, sin duda no creo que ninguno de los que vamos en peregrinación sea así.

Lo que no esperaba era la reacción del caballero, y casi como un acto reflejo, me coloqué delante del anciano por miedo a que le hiciera algo, echando mano a la empuñadura de mi espada.

- Te creerás muy valiente yendo a pegar a un anciano ¿no? - Saqué la espada dejando claro que no iba a tolerar que se les agrediera. - Podéis estar de acuerdo con sus palabras o en contra, pero agredirlo sería caer demasiado bajo para un caballero ¿no?

Mi vista se volvió hacia la sacerdotisa, quien estaba quieta viendo aquello y yo, estaba alucinando porque no se hubiera movido.

- No creo que nadie pueda saber lo que hace otra persona en su intimidad. Así que por mucho que conozcáis a la persona de la que habla, no creo que nadie pueda estar seguro al cien por cien. Tenéis que concederle el beneficio de la duda.

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16/05/2017, 23:22
Katarin L'Brianne

Escuché con cierto asombro el relato del anciano, huir por algo así resultaba inquietante, más cuando era su propia nieta la que estaba acusando. Sin embargo, algo en sus palabras me decía que era verdad.

Cuando el caballero perdió los estribos dispuesto a atrapar a Jullen, tan presta como un halcón tomé entre mis manos unos ingredientes de hechizo y me interpuse entre los dos hombres junto a Elisabeth, apuntado directamente con la mano abierta hacia el atacante. Cualquier atisbo de dulzura se había desvanecido de mi rostro para dejar paso a la determinación y un brillo de amenaza en el fondo de mis ojos.

- Lady Elisabeth tiene razón, vuestras acciones no tienen justificación. Estos dos hombres decidieron marcharse, fuisteis vosotros los que los perseguisteis y los obligasteis a volver. ¿Acaso pretendéis que vuelvan y, además, ni siquiera escucharle? Ciertamente, vuestro pueblo ha caído muy bajo - dije con un tono de desprecio en mi voz. Después, miré a Rodoryan - mi buen señor - hablaba con suavidad, sin alzar la voz, como había oído hablar a mi madre antes de llevar a mi padre de las orejas a sus aposentos después de una noche de juerga - si os acercáis al anciano os aseguro que no podréis moveros en una semana - sólo era un hechizo de inmovilidad, pero lo suficiente para poder amenazarlo.

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17/05/2017, 00:45
Tad Dravere

El anciano se puso a hablar de todo tipo de maldades de su nieta, una tal Louanne. Debía de haberse casado con quien el viejo no quería o no haberle puesto carne sino judías para cenar. 

El caballero se puso a hacer el idiota y a ir a pegar al anciano. Yo me extrañé. No hice ademán de moverme porque ya se encargaba de eso Elisabeth que era mucho más fuerte que yo.

—Andyctor, sacerdotisa... ¿Quién no puede guardar ningún atisbo de maldad? ¿Quién es esa tal Louanne cuya mención hace que un caballero hecho y derecho trate de pegar a un anciano?

—Yo por mi parte estoy interesado en escuchar como la tal Louanne propició la desgracia de Foix, he visto que la ciudad está vacía, con una peligrosa vampiresa habitando allí...

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17/05/2017, 13:57
Dante Árgendur

Cuando al fin parecía que el cauce volvía a su río la situación se volvió a desatar. El ademán del caballero que se acercaba al anciano de forma amenazante provocó la rápida reacción de las doncellas.

Sin duda el coraje, la fuerza y la pureza de sus actos estaban por encima de cualquier rango o titulo... me levante rápido antes de que la situación tornará en todavía más problemas. Elisabeth y Katarin se habían interpuesto entre el anciano y el caballero, pero no era el anciano quien me preocupaba ahora sino la reacción del hombre que pudiera llevarnos a una situación a la que no queríamos llegar.

Mi instinto me llevaba a la empuñadura de mi espada, pero debí sobreponerme para interponerme entre el caballero y las damas con los brazos extendidos a cada lado. Tranquilicémonos, no hagamos nada de lo que nos podamos arrepentir. Todo ha sido un malentendido. ¿Verdad?

Aquella pregunta iba en un tono imperativo dirigida al hombre, para que cesara y se disculpará por su actitud.

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21/05/2017, 22:19
Rodoryan

El caballero habría querido avanzar pero prontamente la clérigo se colocó delante consiguiendo desviar su atención. Observó cómo ella desenvainaba la espada y él cerró su puño en el pomo de su propia arma mas logró contenerse. Otros dos nobles entonces le increpaban.

- Las palabras de este anciano van cargadas de veneno. Louanne no es más que una excelente profesora. Una mujer llena de ingenio capaz de sorprender con sus conocimientos. Tiene muchas virtudes y no tarda en usarlas para ayudar a todos los que la rodean. No sólo la conozco sino que sólo he escuchado bondades de ella, de labios de cualquier habitante de Foix y no sólo eso sino que es la tutora de Lady Elona. Así que por los dioses, que este hombre si la quiere acusar va a necesitar algo más que palabras.

La otra mujer que os acompañaba sin embargo había quedado en silencio, evaluando quizás opciones, además de observar con detenimiento a Rodoryan.

- Es una mujer a la que he visto en ocasiones esforzarse por ayudar al prójimo pero eso tampoco significa que no podamos usar dones divinos para confirmar la historia. Este anciano no necesitaría venir para ello.

El caballero volvió a mostrar indignación en su rostro. Devolvió entonces la atención a vuestro grupo.

- Dejadlo marchar si os place pero no le dejéis seguir ennegreciendo nuestros pensamientos. Mucho me temo que trata de hacernos daño con sus serpentinos relatos.

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21/05/2017, 22:39
Anciano 1 (Jullen)

El viejo había retrocedido y sabedor de la imposibilidad de huir por sus propios medios simplemente se quedó ahí. Miró hacia Tad con interés pero en cuanto la sacerdotisa terminó de hablar planteando la opción de que se marchara, prefirió señalar con el dedo su saquillo en el que no tendría más que algo de queso y pan.

- Con su permiso me marcho porque ya no quiero volver.

Miró entonces hacia el otro anciano el cual pudísteis leer en su rostro la confusión que le atenazaba. Jullen entonces siguió hablando.

- Allí no serás más que una carga. Vente conmigo y muramos en paz.

Pero el aludido debía de tener dudas. Ernest entonces pareció dirigiros una mirada interrogante y es más, parecía buscar a alguien que le ayudara.

Notas de juego

Ernest es el segundo anciano.

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22/05/2017, 00:57
Elisabeth Woodgate

El caballero se controló, lo cual agradecí, pues prefería no tener que enfrentarme a él, a fin de cuentas, no me había parecido una mala persona hasta que el viejo no había abierto la boca. De todas maneras, todo el mundo podía tener bien claro que le hubiera hecho frente en caso de haber sido necesario. Por suerte, la cosa parecía que se iba a arreglar de manera más civilizada.

Eso sí, cuando el atractivo caballero hablaba tan bien de aquella mujer fruncí el ceño. No creía que hubiera una persona tan buena en todo el mundo como para que sólo se pudieran decir de ella cosas buenas.

- No sé qué decirte. Yo me considero buena persona y tengo algún defecto que otro... - Respondí al caballero como diciéndole que no era oro todo lo que relucía, pero a mí me parecía que debía estar totalmente enamorado de ella y por eso todo lo que salía de su boca era describir la perfección hecha persona.

Las palabras de la mujer me hicieron asentir al fin. Por fin un poco de claridad en todo aquello.

- Bien, me alegro de oír eso.

El primero de los ancianos estaba dispuesta a irse a donde llevaba tiempo queriendo ir, pero su amigo no parecía demasiado por la labor, así que de nuevo, decidí intervenir.

- Me temo que tu amigo prefiere volver por donde ha venido. Se le ve en la cara. Si nosotros no podemos obligarte a ti a hacer lo que queramos, tú tampoco puedes obligarle a él a hacer lo que tú desees.

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25/05/2017, 10:33
Tad Dravere

Tad había tenido suficiente. —Entonces tenemos que aceptar tu palabra acerca de algo porque tenéis fuerte y joven brazo y no debemos creer al anciano porque es un anciano. Mirad, Sir —La palabra sir había estado entre comillas en la propia conversación de la forma que sólo un bardo sabía decirla—, vuestra capacidad para amenazar ancianos y defender vuestra postura son legendarias. Ahora tengo muy claro a quién creer. 

- No sé qué decirte. Yo me considero buena persona y tengo algún defecto que otro... - 

Elisabeth había dejado claro eso. Yo le sonreí. —Y yo, que no me creo esos defectos, en el caso de que un anciano os calumniara, le diría que es un viejo chocho.

Hablaban de ir a lugares, Tad negó con la cabeza. —Tengo una propuesta para todos. Andyctor se llevará a los ancianos a un lugar seguro. En serio que no quiero que les pase nada. Nosotros seis, en peregrinación antes del matrimonio, nos iremos por nuestra cuenta, y el caballero Rodoryan y su señora clériga se irán por otra. No paro de escuchar y sufrir las desgracias que asolan esta pobre tierra. Pero no puedo hacer nada para evitarlas. Todo son rumores y acusaciones. Fantasmas, mujeres buenas o malas, sacerdotisas y barones justos e injustos. No alcanzo a discernir nada... y la única criatura maligna que había no pudimos destruirla. 

Elisabeth volvía a tratar de meter sentido común en la cabeza de los ancianos... Pero eso era ya imposible. 

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28/05/2017, 12:29
Dante Árgendur

Intentar discernir entre la verdad y la mentira resultaba ser un acto de fé y de aquello Dante no iba excesivamente sobrado. La situación lejos de tranquilizarse volvió a tensarse como cada vez que el caballero decidía abrir la boca, podía ser que su causa fuera buena en el fondo pero sus modales quizá no lo eran tanto... de todas formas parecía que el grupo comenzaba a cometer los mismos errores lanzando juicios sin apenas conocer lo que estaba pasando.

Dante se echó a un lado comenzando a recoger sus cosas como ajeno a la disputa, con el rostro ligeramente entristecido pensativo, harto de lo que el destino les deparaba... casi habían muerto a manos de una vampiresa, lo cual sin duda era un problema de verdad y no aquella estúpida disputa entre gente buena... era como si aquel camino que seguían llevará el rastro del veneno esparcido por la horrenda criatura.

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29/05/2017, 23:10
- Narrador -

El caballero, Rodoryan, se mantuvo firme, erguido y enseguida enfrentado a Tad, que osaba tomarse a la ligera sus palabras.

- Suerte tienes de que hayan dos sacerdotisas presentes y por esa razón me contengo de retarte. Tengo muy claro que este viejo nos intenta engañar con sus palabras. Si se quiere marchar a encontrar la muerte, que lo haga.

El hombre se mantenía gélido mientras Elisabeth trataba de conversar con el otro de los viejos y este entonces le dirigía una mirada bastante apagada.

- El camino es muy duro para alguien de mi edad. Si vos me acompaña entonces volveré y terminaré mi vida en ese viaje. Pero no creo que pueda resistir mucho más.

La edad del hombre era en exceso avanzada. Parecía un milagro que hubiera logrado alcanzar tantos años e incluso ahora había malgastado muchas fuerzas en el viaje de retorno junto a Jullen, así que era bastante posible que realmente fuera consciente de que su vida no duraría mucho más.

Por su parte, la otra sacerdotisa se acercó hasta Tad y trató de tocar su brazo derecho, queriendo hablarle con una voz suave que transmitía serenidad.

- Claro que hay formas de enfrentar todos estos males, mas no de inmediato. A todos nos gustaría vencerlo de primeras pero no siempre puede hacerse así. Podemos terminar con esa vampiresa y con todos sus cómplices. Tan sólo tenéis que llegar hasta vuestro destino, el templo y relatar todo lo que ha sucedido. Si vuestras palabras no son suficientes como para que os crean, mi anillo les demostrará que sois gente de mi confianza. - Se tocó el anillo de su mano derecha. - El templo pronto podrá formar una expedición con varios caballeros en ella y las sacerdotisas que sean necesarias. Esa vampiresa no tiene escapatoria si permanece en Bretonia.

Rodoryan en esos momentos retrocedió unos pasos y se apoyó en un árbol, tratando de aislarse un poco.