Partida Rol por web

Mientras miro de reojo a los peripuestos caballeros imperiales que conversaban con el Estaliano, llego hasta donde se encuentra Otto. ¿Donde está ese escudo que prometías? Pregunto con una sonrisa. Después, me dispongo a seguir las ordenes del jefe o ayudar a mis compañeros si alguno lo necesita. Miro alrededor para hacerme un poco de la idea de la situación...

Señalé un goblin muerto a mi derecha y le dije a Gerard- Escudo, lanza y dos cuchillos. Son tuyos. Si te los quedas, quita el símbolo orco del escudo lo antes posible. Si consigues vender cualquier cosa, vamos a medias.

Luego saqué otro virote y comenzé a recargar la ballesta.

Despues de unos minutos, kurdrim no habia conseguido matar a aquellos dos escurridizos goblins, que corrian ensangrentados como si los llevara el diablo, esa noche al lado de algun fuego se contarian historias sobre un enano sucio y loco, que aparecia entre los arboles para comerse a los goblins mas pequenos o meterlos en un saco.

El Sr. Uwe se habia ido con sus hombres a caballo, pero os enterasteis por el murmullo de la plebe que habia invitado a varios barriletes de cerveza a los "heroes" del pueblo por aquella valiente y loable actitud. Si os dabais prisa a lo mejor llegabais a alguna espumenate jarra. Por medio de Elrum que tenia sangre seca entre el pecho y un brazo, pudisteis saber que esa noche 40 hombres de la guardia y 8 exploradores, estarian batiendo la zona para evitar un asalto semejante, entre ellos Uwe que habia salido como el mismo habia dicho "a caszar unoz bichitoz veldez" mientras movia una de sus pistola muy "valientemente".

El grupo se encuentra a un lado de la calle, compartiendo informacion, y botin. Mientras algunos hombres limpian de cadaberes la zona, y otros se preocupan de los desperfectos de la casa cercana que al menos ya no arde.

Los goblins se escabulleron entre las sombras crecientes dejándome enojado y sorprendido a partes iguales, dando berridos, mientras Borki se divertía a mi costa mientras echaba largos tragos de aquel barril que finalmente resultaba estar lleno de vino... y ahora tenía un boquete en uno de los costados. Un boquete que bien podría tener yo en la sesera

¡¡HUID ESCORIA, LA PRÓXIMA VEZ NO TENDRÉIS TANTA SUERTE Y OS REBANARÉ LA CABEZA!!- les grité mientras meneaba de un lado a otro el hacha y el escudo

Me giré entonces hacia Otto y con largas zancadas, para ser enano, me puse a su altura ya con el hacha colgada al cinto

La próxima vez que se te ocurra la genial idea de disparar a un combate en el que yo esté inmerse busca una mejor ocupación, o ni todas las promesas del mundo evitarán que te ponga por sombrero la ballesta, el arco o lo que sea que estes empleando en ese momento- le dije, enojado, mientras le daba golpecitos con mi rechoncho dedo enguantado en el pecho antes de dirigirme hacia la posada - Y ahora vamos a la posada, la chiquilla de allí nos guarda habitaciones y aun no he acabado de saborear la cerveza del lugar... malditos grobis, mira que huir... y encima Borki me ha visto hender el aire como si de un barbilampiño fuera... voy a necesitar una buena borrachera para hacer pasar todo esto- empecé a refunfuñar mientras le cogía de las manos la ballesta al soldado que había allí, mirándome con cara de no saber qué decir o hacer, antes de encaminarme hacia el goblin que había dejado inconsciente

según dijo el resto, un noble local había ido allí para dar una pequeña arenga y hacer acto de presencia en vez de encabezar la batida de goblins por los alrededores. Chasqueé la lengua y puse los ojos en blanco.

Palabras. Típico de los humanos. Se contentan en decir cuatro memeces y agitar los brazos en vez de dar verdaderas soluciones... una empalizada es lo que necesita este poblacho en vez de tanta pomposidad- proseguí con mi retahila de quejas

Me golpeé en la frente, o tal vez fuera Borki, al mencionar aquello. Una empalizada ¡Claro!

Me giré en redondo y busqué con la mirada a Otto, y de paso al sargento, reuniéndome de nuevo con el líder del grupo

Hay que hablar con el sargento, el alcalde o quien diablos esté al mando en este lugar; con poco esfuerzo puedo diseñar una empalizada que de una oportunidad a estas gentes frente a un nuevo ataque... al menos no estarán tan cerca del desastre como hoy sin poder presentar batalla antes del fin -añadí antes de esbozar una sonrisa - Ahora Borki y yo vamos a a intentar averiguar algo de ese piel verde y voy a necesitar el barril de vino... ¿me echas una mano?

Accediera o no el goblin iba a ser mi siguiente parada. Lo arrastraría maniatado hacia el barril agujereado, el cual taparía con un trapo presionado en el boquete. Espabilaría al goblin sumergiéndole la cabeza en el interior y dejándolo caer frente a la mano amputada y clavada al barril antes de empezar el interrogatorio... si la cosa no funcionaba lo emborracharía, sumergiéndolo repetidas veces en el barril, tanto para torturarlo medio ahogándolo como para que tragara vino. Si sabía algo la borrachera y el miedo le harían cantar... fuera como fuera habría un cadáver más que quemar antes del alba

Escúchame escoria, y escúchame bien. ¿Dónde tenéis la guarida y quién es vuestro líder? ¿Hay orcos entre vosotros, trolls, o sólo sois escoria goblin?

Por cada negativa a mis preguntas un puñetazo en la cara y una sumergida en el vino la seguirían hasta que el goblin cediera o muriera, no tenía ninguna prisa en que se decidiera en hacer una cosa u otra...

Miré a Kudrim sonriendo, aunque tenía toda la razón y no debí disparar tan cerca de él no podía evitar sonreir cuando me amenazaba, supongo que era mi forma de evitar el miedo que me producía pensar que pudiese olvidar su juramento y cumplir sus amenazas.

¿Y no podías haber usado un barrir con agua? - le dije al enano a modo de broma, aunque aprobando sus metodos, cuando sumergió la cabeza del goblin dentro del barril para hacerle hablar - Ese vino tenía muy buena pinta, ahora no habrá quien pueda beberselo.

Después miré a mis compañeros de nuevo reunidos a mi alrededor- Esta escamaruza no cambia nuestras ordenes - les dije - debemos llegar a Tauer cuanto antes, por lo que saldremos mañana a primera hora. Los goblins no son el asunto de la Sagrada Orden de los Templarios de Sigmar. Aún así, si esta noche, alguno quiere echar una mano a estas gentes diseñando empalizadas o cazando pieles verdes podéis hacerlo sin problemas. Yo iré a descansar a la taberna.

Después miré el contenido del sacó, la ballesta era de alguien de mi orden, me fijé en el resto de objetos por si idenficaba al dueño mientras preguntaba a Hans - ¿Ya tienes alguna idea de los objetos que encontraste?

Con el saco al hombro, repartí 1 corona de oro en perfecto estado y una de las mordidas a cada uno de ellos, quedándome yo 3 de estas últimas y me fuí a la taberna.

De camino a la taberna busqué entre los restos de la casa alguna silla de buena calidad, si los rumores eran ciertos y en Tauer nos esperaban vampiros sus 4 patas podrían convertirse en estacas que nos serían de mucha ayuda.

De momento se tan poco como antes pero alguien más versado en la magia quizás podría informarnos  .Me rasco la cabeza pensativo.Pero por aquí no se sí habrá algún hechicero autorizado ...no se, quizás más adelante ahora iré a hacerme cargo de los servicios funerarios de los muertos.Dando la vuelta me despido con un gesto con la mano mientras me dirijo a cumplir con mis deberes.

El espadachín tomó la corona que "el jefe" le había lanzado y rápidamente y antes de que alguien la viera se la metió en el bolsillo. Estaba esperando el momento en el que enseñar el botín que el mismo había conseguido, pero esperaría a llegar a una sala privada en la taberna para que pensaran que hacer con el. Sacarlo en un sitio donde hay tantas armas y hambre a la vez no era demasiado inteligente...

El duelista nunca hubiera dicho que no a una semana en la taberna, pero no tenían demasiado dinero para financiarselo así que secundó la moción del "jefecillo" y movió su estaliano culo hacia la taberna.

- Pasaros por mi habitación, tengo algo que mostraros y tenemos que decidir que hacer con ello.

Tras esto se encaminó hacia la taberna.

Te dejaste el entumecido brazo en forzar a aquel estupido Goblins ha hablar, al principio te miro con miedo o estupor, pero aunque decia algo en su propio lenguaje, llegado un momento parecio que aunque recibia el golpe con indignacion no le parecia tal mal ser sumergido en aquel almibar oscuro, que aunque no de tu agrado no tenia mal olor para ser vino.

Despues de unos minutos el goblins cae inconsciente, y casi parecia querer colaborar pero sin entender nada de su vil idioma, no tiene claro que ocurre.
 

Dicho las palabras, fuiste a rezar alguna oraciones por los muertos. Los que peor estaban los tiraban a una carreta para intentar enterrar la mayor parte del cuerpo junto, si conseguian identificar al pueblerino. El resto de muertos, iban a la Iglesia del pueblo, a una sala donde se habia retirado unos bancos y portavelas para poder acomodar a los 23 muertos, 2 de ellos de la guardia el resto aun anonimos pueblerinos. Segun uno de los soldados de guardia en el templo al que escuchas murmurar, podria a ver sido mucho peor, casi una suerte el infimo numero de bajas, y aunque quizas un compenero encontrara los brazos de Morr esta noche, bajo esta doble luna, el resto de los soldados seguian preparados para lo que fuera aunque la mayoria estaba esta noche desplegados.

Escuchaste un ligero zumbar, y viste a un hombre bestido con habitos de Sigmar rezar mientras con una ramas de insienzo llenaba el lugar de un olor penetrante.

En cuanto encontré la silla la despiezé, guardé en el  zurrón sus cuatro patas y continué el camino hasta la taberna. A empujones conseguí llegar hasta la barra.- ¡Buenas noches! Mis amigos el enano y el aquí presente - le dije señalando al estaliano- reservarón habitaciones para nosotros. Sería posible indicarnos donde están.

Y de paso puede darnos mesa para cenar en algún lugar......más apartado. - en ese momento aparté ligeramente la capa dejando a la vista el emblema de los cazadores de brujas, en un local concurrido ese simple emblema solía abrirte puertas y despejarte mesas.

El ruido del local no era ensordecedor, pero habia un murmullo dificil de digerir y que en ciertos momentos incomodaba. Los gritos de alegria y risotadas del personal ambientaban el lugar, gracias a unos techos algo mas altos de los comun la sala no estaba colmada de humo en sus cuatro esquinas, pero la mezcla de olores molestaba en el primer momento y poco a poco pasabas a tolerar.

Pudisteis ver algun perro pequeno rebuscando bajo las mesas cualquier cosa que echarse al hocico cosa que parecian conseguir a cada pocos pasos.

Aunque no hacia especialmente frio, el hogar ardia con buena lumbre y ahi se calentaba una marmita de rancho que repartian segun las apetencias de los hombres y mujeres que andaban por aquella posada a aquellas tempranas horas.

Y por fin llegaron a la taberna, y el estaliano se apresuró en llevar sus nuevas pertenencias y las no tan nuevas a una de las habitaciones que habían alquilado, y las guardó bajo llave. Esperaba que sus compañeros buscaran algún lugar más tranquilo donde hablar de el botín y que iban a hacer con el, seguramente se alegrarían de lo conseguido.

Realmente el estaliano no podía ver porqué la gente estaba tan contenta, después de lo que había acontecido. Se había luchado con todo contra esos jodidos pieles verdes y en vez de prepararse para otra acometida enemiga se dedicaban a llenar las barrigas y emborracharse. "Eso no me ocurrirá a mi. Estaré preparado."

Así que nuestro espadachín tomará una copita de vino y observará a sus compañeros.

Leo entra con sus compañeros dentro de la taberna, y miró el ambiente. No parecía en absoluto que hacia nada, hubiera habido una desbandada de Goblins correteando por su ciudad. O mejor dicho, si que eran conscientes. Lo que no eran conscientes era de que no era algo para celebrar, salvo que celebrasen la locura. Leo había renunciado hacía tiempo a intentar entender la gente de ciudad.

Pero tenía que matar el tiempo un poco, antes que sus compañeros terminasen de guardar su parte del botín y pudieran cenar apartados para hablar de los siguientes pasos. Miró sus dedos y el juego de dados, y pensó que sería una buena forma para mantener la mano caliente, por si esto aún no había terminado...

Entraron a empujones y siguieron empujando y abriendose paso hasta la barra para poder hablar con el posadero que con las manos bastante rapidas para lo gordo que estaba miro a Otto con cara sudada y expresion perpleja para luego mirar al grupo que se amontonaba a su alrededor. Giro la cabeza en busca de una joven chica de no mas de 14 anos, y esta asintio con la cabeza el se volvio a girar y dijo:

-Aq....iii...!! ejemmm!- dijo soltanto un gallo en el inicio de la frase al ver el simbolo que tan disimuladamente le ensenaba Otto, el cual volvio a ocultar con la misma habilidad. El hombre considareblemente palido y con las manos quietas dejo de hacer el trabajo que realizaba y esta vez con tono normal dijo: -un momento senores- y entro como un tornado en la cocina que estaba detras de unas cajas en medio de la barra, comenzo a mover trastos y con un gesto le trajeron un mantel que coloco presuroso, volvio mientra una senora preparaba la mesa con cuencos y jarras. -ahora mismo como podeis ver aqui no cabe ni un alma y no esperamos que se libre ninguna mesa, si sois tan amables podeis pasar a nuestra humilde cocina y comer aqui lejos de esta panda de borrachos - dijo el posadero mirando por encima de los hombros a los que se amontonaban en su taberna, y si que era del todo imposible meter una mesa alli para ellos sin tener que sacar a 10 o 12 borrachos de alli, asi que Sigmar no cierra una puerta sin abrir una ventana.

El posadero espero una respuesta, ansioso por agradar a aquel grupo incluso ya habia traido unas gruesas llaves para las habitaciones de cada uno, pequenas pero limpias y funcionales.

El sacerdote de Sigmar ha comenzado a velar el sueño de los muertos usurpando mis funciones y eso no puede ser.Carraspeo ligeramente para llamar su atención Os agradezco que os hayáis encargado de estas pobres almas pero ahora debemos de preparar su viaje al jardín de Morr.Si queréis quedarnos podemos rezar juntos y preparar sus cuerpos . Saco mi medallón y dirijo una plegaria a Morr sin esperar su respuesta .señor de los sueños,envía a uno de tus cuervos para guiar a todos estos hombres y mujeres hasta su destino final.

El hombre al principio extranado y con intencion de echarte un rascapolvo, te miro de arriba a bajo mientras comenzabas a rezar y viendo que eras hombre de bien, y que sabias lo que hacias te acompano con sus propias oraciones entre labios moviendo incesante el inscienzo.

Mientras esto ocurria, y tu y el monje os moviais por la sala algunos soldados trajeron mantas para tapar los cuerpos y que no se vieran las feas heridas, dejando las caras al descubierto y entre cruzando los brazos de cada uno de los muertos si el rigor mortis lo permitia.

Asi paso el rato mientras ibas terminando con los ultimos hombres.

Entre oracion y oracion no pudisto evitar pensar que muchos de los muertos eran hombres de cierta edad, pero tambien habian jovenes que quizas en el fragor de la batalla habian sido acorralados y matados sin compasion, tanta como la que vosotros mismo habiais dado.