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Vacio por si acaso
 

Vacio por si acaso.

El grupo llego a los pocos minutos a Tauer, las casas que se presentaron a primera vista eran todas bajas, de una piedra de la zona que estaba hecha de arenilla, el problema de estas casas es que no aguantaban bien el paso del tiempo, pero era una medida disuasoria ver tanta "piedra" y achantar a algun futuro atacante. Cuando llegaron a la carretera principal parcialmente asfaltada con piedra, solo encontraron un gato negro que al verlos se asusto y salio corriendo como si hubiera visto al mismisimo diablo. Mientras avanzaban solo veian ventanas y puertas cerradas.

Hasta tal punto, que aquel parecia un pueblo fantasma pero los cazadores de brujas que seguian avanzando vieron y se indicaron unos a otros que de algunas bocas de chimenea humeaban, y un poco mas alante en aquel pequeno pueblo que podia verse girando la cabeza de un lado a otro, vieron algunos animales de tiro amarrados a postes colocados para tal menester.

Mientras avanzaban tuvieron que dudar, de aquel tipo de estructura, aunque las casas eran bajas y de piedra y madera bastante antigua, entre las casas se podian ver pasillos muy estrechos que giraban subitamente hacia un grupo de casas cerradas como todas la demas.

No se veia casas muy lujosas, aunque las habia en comparacion a las demas. Lo que seguian sin ver era a nadie en las calles. Llegados a un punto, pudieron ver un cartel que rezaba POSADA, escrito en grande y con una pintura verde acartonada en aquel poste de madera vieja y debajo el nombre "La gata vieja", siendo la "G" la cola de un gato que se enroscaba sobre su propia cola, algo bastane sinuoso. Delante de la posada habia un brebaje y una fuente que podia manipularse manualmente para sacar agua. Enfrente de la posada podia uno afeitarse y sacarse un diente, por un precio razonable por lo que explicaba en un cartel pegado al mismo edificio. Y apenas 20 metros mas haya habia un establo bastante grande, que ademas marcaba el final del pueblo.

Con esta triste estampa el grupo llega al pueblo escondiendo sus simbolos, al igual que los pueblerinos se esconden. Ha estas horas cualquier pueblo estaria rebosante de actividad, o al menos se verian gente en las calles o ninos corriendo, pero esta quietud es del todo inapropiada.

El pueblo nos recibe con las calles vacías y la ventanas cerradas, casi se puede oler el miedo en el aire.Meneo la cabeza y descolgando el martillo me lo coloco en el hombro de manera casi descuidada.

El pueblo nos recibe en completo silencio. ¿Dónde están los niños? ¿Y el bullicio del mercado? Aquí pasa algo, algo malo, de eso estoy seguro, algo que tendremos que descubrir y extirpar.

De todas formas, había que mantener el plan, y lo primero era conseguir alojamiento.

El pueblo al que acababan de llegar no era ni mucho menos acogedor... Ni un alma en la calle había, ¿Estaría relacionado con su "encuentro" en los bosques con esos seres? ¿De que vivía esa gente si se tiraba la vida en casa?

Por fin habían llegado a Tauer. Esperaba que allí las cosas fueran más tranquilas que en el anterior pueblo. Y resultó ser... demasiado tranquilo. Algo allí había pasado o estaba pasando, y con Hombres Bestias por los alrededores, no le gustaba nada todo eso.

Aquello no era normal ni podia ser sano; no habia un alma en las pocas called de aquel pueblo y unicamente las vaharadas de humo que escupian al cielo algunas chimeneas daban fe de que alli vivia alguien

( Esto es un pueblo fantasma) murmuro Borki notandolo claramente intranquilo.

No seas pajaro de mal aguero conteste rapidamente a mi supersticioso amigo

Estar en busca de no muertos y que se te acoja de aque modo en un pueblo podia significar dos cosas. O aquella gente estaba muerta de miedo y no se atrevian a salir de sus casas o servian a los seres que habiamos venido a erradicar... Me decantaba mas por la primera opcion y dado que mi propuesta habia sido ignorada por completo me encamine hacia la posada sin dar ninguna explicacion. Si pasaba algo en aquel pueblucho no habria mejor lugar para enterarse

Mientras caminaban, una corriente de frio solitario recorrio la zona e hizo que tuvieran que agarrar sus sombreros mientras sus capas y camisas ondeban al aire. Habia una sensacion de desazon por lo vacio de la zona, pero esto no detuvo al grupo que avanzaba sin detenerse mirando de un lado al otro.

Kurdrim fue el primero que se acerco a la posada con animo de abrir la puerta de par en par tocando la piedra de aquellas casas casi entre risas, pero las miradas de todos llamaron la atencion sobre el cartel que alli colgaba. Mirando detenidamente y sin riesgo a equivocarse, aquel gato pintado en el cartel de la posada tenia dibujado unos dientes en concreto unos colmillos puntiagudos. Ademas de enroscarse sobre si mismo, aquel dato era extrano. Ademas en una esquina de la madera habia un logo plasmado, apenas perceptible, pero era un simbolo no Imperial, como una runa pequena y deformada terminada en multiples puntas*. Alguien se habia entretenido en poner aquello por alguna razon en concreto, y fuera como fuera a los Inquisidores le dio mala espina.

Mientras el grupo se escandalizaba por aquella extrana marca, que a ti ni te iba ni te venia, pero te dio ganas de destrozar. Tocaste aquella piedra, y miraste de un lado a otro buscando algo que fallaba; donde diablos habian puesto lo cimientos de estas casas? Los enanos no solian hacer cimientos, eso era tipico de humanos, a los enanos le gustaba crear sus construcciones directamente desde la raiz de la mismisima piedra.

Miraste por todos lados, y llegaste a la conclusion que parte del pueblo estaba enterrado. Las casas eran tan bajas porque en realidad tenian un piso inferior, y prueva de ello fue ver ventanas convertidas en pared y al abrir la puerta de la posada ver una escalera de madera improvisada que bajaba de donde salio un rico aroma a puchero mezclado con tabaco.

Aquel pueblo era todo un misterio pero la posada me llamaba a entrar como la mentira a ser esgrimida por un elfo, con lo que pese a los comentarios por lo bajo de mis compañeros, al extraño y peculiar diseño del cartel que no hacía sino que aumentar aun más la desconfianza sobre aquel asunto, me coloqué frente a la puerta tocando el pomo cuando algo llamó mi atención

¿¡Pero qué demonios?!- exclamé deteniéndome en el umbral

Me detuve allí mismo, a medio camino de entrar, e inspeccioné el lugar dando medio paso atrás y observando la edificación. Miré con aire crítico la piedra, palpándola al tiempo que me mesaba la barba entrecerrando los ojos. Aquello...

- ¿Dónde diablos están los ...- no acabé la frase pues Borki me golpeó en la frente con la palma de la mano, señalándome claramente lo que no había visto a primera vista - Atentos. Esto no son simples casas... son madrigueras. O esta gente está realmente asustada y solo buscan refugiarse contra más mejor... o no son humanos lo que hay aquí - advertí al grupo sacando el hacha y abrazando el escudo. No sería a éste enano al que cogieran desprevenido

Abrí la puerta y asentí  ante lo que encontré allí. Nada de mesas y sillas. Nada del típico populacho holgazaneando entorno a espesas bebidas alcohólicas... solo una escalera que descendía hacia abajo sin nada más

- Tal y como pensaba. Id detrás de mí y no se os ocurra encender ninguna tea, si hay algo ahí delante que enfrentar primero probará mi acero y luego sabrá que no está solo... sino le daremos una buena sorpresa a alguién

Y con aquellas ominosas palabras empecé a descender con cuidado de no hacer demasiado ruido, dejando que mi visión se acostumbrara a la penumbra

Mientras el enano suelta su discurso  busco en  la barra de la posada tiza o algo con lo que escribir, ,mi juramento fue sincero y espontáneo pero puede complicarnos la vida..Mantendré mi promesa  hasta que reciba una señal.Entiendo la reticencia del enano a llevar una luz delatora pero algo de aceite o de alcohol fuerte nos puede venir bien para iluminar o para usarlo como arma.

Algunos humanos vemos tan bien como los tuyos Kudrim. Te sigo.- Rebusqué entre la bolsa de mis pertenencias y saqué la ballesta de repetición que tan recientemente había heredado, la otra me había servido bien durante muchos años, pero en aquella posada vacía necesitaba algo con más cadencia de disparo.

Con ella en la mano seguí al enano escaleras abajo.

Dios, esto está mas oscuro que los calzones del ciego del puerto... Por lo menos no huele tan mal. - El mero hecho de recordar tal cosa provocó una arcada a nuestro contrastado espadachín, que al ver que no veía un carajo se metió en la mitad del grupo.

- Chicos, necesitamos una jodida fuente de luz, o yo mismo no voy a ser capaz de pegar una si nos vemos en problemas... De hecho alguno de los que podeis ver en la oscuridad cuidarnos la espalda por lo que pudiera pasar.

Dicho esto el estaliano desenfundó su pistola con su mano derecha y su main-gauche con la siniestra, esperando cualquier movimiento sospechoso.

La invitación del enano no era la deseada, pero tampoco parecía que hubiera otra alternativa.

Si claro, vamos dentro, será divertido... - comentó Leonard, sin saber si iban a captar su tono sarcástico.

Pero iba a esperar a que ver que veían - si es que veían algo en esa oscuridad - antes de decidir que usar para acabar con lo que podría salir de allí.

*

Aquella escalera hacia las entranas de la tierra, era ruidosa y estaba gastanda por el transito de personas viendo el espacio reducido, las paredes estaban bastante sucia de manos grasientas que entraban y salian. Y aunque hacia calor en comparacion al exterior, tambien olia a rico pues alli estaban guisando algo. Mientras el grupo completamente pertrechado baja en formacion con el enano en cabeza, tuvieron mucho cuidado en no hacer ruido aunque era algo del todo imposible ya que aquellos tablones rechinaban a cada instante. El completo silencion que cubria aquella sala les mandaba hacia arriba sensaciones negativas, tanto fue asi que el sonar de unas unas contra el suelo les puso los pelos de punta, algo se acercaba y notenia el menor resentimiento en hacer ruido, ademas lo hizo cada vez mas rapido hasta que en sus narices aparecio un animal peludo que empezo ha hacer ruido delante de ellos:

-Guaaauuuu! Guaaauuu! GRRRRR!!- ladraba aquel pequeno canido sin parar, al parecer habia aun seres que no temian a los cazadores de brujas, y menos al enano que los dirigia quepodia comerse a aquel pequeno perro de un bocado siqueria. En breve se escucharon unos pasos pesados, que arrastraban los pies y se acercaban al ruidoso animal y a la escalera, vieron aparecer a un hombre gordo que arrastraba con paciencia ensayada su pierna, la cual tenia amarrada a si mismo,  aquello era una ortopedia bastante avanzada que le permitia andar con cierta soltura. El hombre miro con ojos como platos al grupo y anadio: -pasen buenos senores la comida esta recien terminada si tienen hambre- dijo mientras agarraba al animal para calmarlo -tengo una buena mesa para todos- anadio para finalizar el trato, sea como sea aquel hombre no parecia una amenaza, y mucho menos su pequeno perro que aunque ruidoso no podria ser muy fiero.

La tension se disipo tan pronto nos salio al encuentro el fiero can, que pese a su tamaño hacia bien su labor, haciendo que relajara la posicion y bajara el arma hasta colocarla en el cinto. El olor era realmente apetitoso pero antes de proseguir, y pese a tener al grupo a mi espalda detenido, crei necesario aclarar cierto asunto - Espera humano, hay algo que me gustaria saber...¿ de que o quien os protegeis vivendo bajo tierra? No sois una comunidad de enanos, siquiera regida por las costumbres de los mios, pero haceis construcciones enclavadas en las entrañas de la tierra, como temiendo que una racha de viento se lleve vuestros hogares. ¿ A que se debe? Y luego... Ese emblema... Hay algo en el... ¿ Que me puedes decir al respecto? Desde luego imperial no es...- dije sin tapujos, buscando en el hombre cualquier atisbo de nerviosismo al tratar el tema. Lo qur estaba claro es que no iba a bajar si afloraba la mas minima duda que fuera trigo limpio...

El posadero quito la vista de "ojos de plato" al ver que su invitacion surtia cierto efecto y ademas el fornido enano bajaba su arma, tras las preguntas del enano el posadero sonrio.

-Vivimos asi por el maldito pantano que nos rodea, nuestras casas eran altas y bien construidas gracias al gobernador de la zona, pero este maldito pantano esta empezando a tragarse todo el pueblo y nosotros no podemos hacer nada al respecto- dijo con cierta rabia, tenia pinta de ser la tipica discusion de taberna y comidilla en el pueblo, miro hacia un lado y tendio una mano para que terminaran de entrar anadiendo -no se de que simbolo no imperial habla pero podemos hablarlo aqui, este pueblo es tan Imperial como cualquier otro y con esa vara de medir nos guiamos todos- y tras esto hizo el simbolo del aguila delante suya para ahuyentar aquel tipo de comentarios.