Partida Rol por web

[D&D 3.5] El Festival.

Acto II. La Propuesta.

Cargando editor
06/03/2021, 10:37
Thoriac

- Si. - Asintió terriblemente apenado el sacerdote. - No han cometido hechos reprobables mediante la fuerza todavía. - Apretó los puños. - Todavía... - Añadió. - ¿Saben la historia de Trasvik? - Preguntó. - Por algo le llaman la diosa del Dolor y de Placer. Aunque debería ser al revés, porque primero llena los corazones de la gente y luego los destruye. Es al inverso y esa es la principal diferencia entre nosotros y ellos. La principal diferencia entre el bien y el mal de hecho. El bien primero es esfuerzo y sacrificio y luego recompensa. El mal primero te recompensa y luego exige un pago...

Cargando editor
06/03/2021, 10:46
Narrador

Al escuchar de boca de aquel sacerdote el nombre de aquella ciudad, Trasvik, recordó que una secta fue ganando poder en dicho lugar. La secta de la diosa Yiegwa'all. Una peligrosa secta que fue ganando adeptos de forma rápida y exponencial debido a sus libidinosos ritos y para cuándo el resto de iglesias quisieron darse cuenta, fueron expulsadas de la ciudad. Quizás se trata de la misma secta, que adora a la misma diosa, aunque utilice un nombre diferente en Encrucijada Vieja. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
06/03/2021, 10:51
Narrador

Recuerdas que Trasvik es una ciudad que pertenece al reino vecino Saikon. Has escuchado que hubo una ola de locura y depravación, un gran festejo y que tras el mismo, empezó el declive de la ciudad hasta que hoy en día es una de las ciudades más pobrwayy peligrosas de todo el Reino.

- Tiradas (1)
Cargando editor
06/03/2021, 11:02
Tilla

- Si, lo sabe... - Confirmó. - ¡No eres la primera, mona! - Exclamó con una sonrisa divertida en los labios. - ¡Pero oye! - Le apartó un mechón rebelde de la cara. - ¡Eres hermosa! No se si Mitil tiene espacio en su corazón para alguien más que Grace, pero tienes tus opciones y no seré yo quien te quite las esperanzas. - Luego llegó la petición sobre mantener el secreto de la conversación. - ¡Claro muchacha! No seré yo quien desvele el secreto de una total desconocida a un perfecto conocido... - Dicho aquello se acercó a la puerta. - Nos vemos luego, encanto. A tu ritmo.. - Y se marchó.

 

Cargando editor
06/03/2021, 11:38
Akta

- Es... complicado... - Le dije a Tilla. - Es la primera vez que siento algo así por alguien y más en su situación y yo en la mía y... nos acabamos de conocer... de hecho realmente ni le conozco. Creo que he conseguido tener más confianza con vos y con vuestro camarada animal que con él... y en unas horas todo habrá acabado. Ser hermosa no es siempre suficiente y mi raza, no suele ser aceptada por criminales... - Añadí con pesar.

- Más ahora solo me importa como poder hacer que Mitil obtenga su venganza y que no tengamos que llevarle ante la justicia por ello... y menos aún tener que ejecutarla Crodos o yo. Tiene que haber alguna solución... - Cuando dijo aquellas palabras sobre desvelar el secreto reí. - Vos misma ya me habéis asegurado que él lo sabe... así que ya no hay secreto ni nada que ocultar. Simplemente sería ridículo esconder lo evidente y me enseñaron a no mentir... aunque trate de eludir la verdad, si me pregunta... si alguien me pregunta delante de él, no callaré  nada. No quiero romper la frágil confianza que se ha generado entre ambos. - Le dije a la mujer antes de que saliese de la habitación.

Yo me quedé unos minutos más, pensando en una solución para aquello. Miré mi armadura, con el símbolo de Seyran grabado en ella. Podía traicionar mis votos, incluso dejarlo todo por él... pero no a cambio de nada. Pero no sabía que pasaría y no iba a perder lo poco que tenía, lo que me daba fuerzas y valor, por humo y falsas esperanzas.

Así pues, me aseguré de que mi ropa estaba bien puesta y por primera vez me lamenté de no tener algo más bonito para usar. Realmente quería algo con él... pero algo duradero, no solo el desahogo de un día como había tenido con anterioriad con otros hombres. Al final me armé de valor y salí de la habitación. No podía pasarme todo el día allí encerrada. Debía enfrentarme a mis miedos y esos tenían un nombre y un rostro. Si no lo hacía, si no lograba centrarme con él cerca, fracasaría en mi gesta y haría que los demás fracasasen también. Ya no solo era encontrar una solución a aquello que me preocupaba, sino el poder luchar a su lado sin distraerme ni estropear todo.

Caminé en silencio por el pasillo y me reuní con los demás en aquella sala. Ni me atreví a mirar a Mitil de nuevo a pesar de que lo desease con ganas. La vergüenza me podía más que todo. A pesar de mi imponente aspecto, que dejaba claro que era una guerrera nata, por dentro mis emociones jugaban conmigo y ya no es que temiese a que me traicionasen, pues eso ya lo habían hecho. Sino que yo me traicionase a mí misma, a mi Dios y a Crodos por salvar a ese desconcido del cual solo sabía que era un criminal, cuya hija se llamaba Grace, que era viudo y quería vengarse de quien mató a su esposa.

Y con eso en mi mente me senté frente a Mitil, a pesar de desear estar a su lado y tal y como hizo él cogí unas uvas. Eran sencillas de comer y podía entretenerme con ellas mirándolas para evitar cruzar mi mirada con la suya. Supiré nerviosa. - Y bien... lo prometido es deuda... ¿alguna pregunta que hacerme? - Dije mirando a los presentes y rehuyendo de la mirada de Mitil. Ahora que él lo sabía, le temía...

Cargando editor
06/03/2021, 15:36
Crodos Mornward

El paladín puso gesto de compartir el dolor con el sacerdote:

— Conozco la historia de Trasvik, hermano Thoriac. — respondió asintiendo con gravedad — Y es una historia que me recuerda demasiado a lo que está ocurriendo aquí. Quisiera que no tuviera igual desenlace, pero temo lo peor. Sospecho que el gobierno local no está tomando cartas en este asunto, ignorantes del peligro, ¿estoy en lo cierto, hermano? — suspiró largamente, casi esperando lo que el sacerdote le iba a responder.

Crodos confirmaba que era menester actuar, y si había albergado dudas dudas acerca del trabajo que tenían esa noche, éstas iban deshaciéndose en la nada con cada respuesta que recibían.

Cargando editor
06/03/2021, 15:49
Crodos Mornward
Sólo para el director

Notas de juego

¡Hola jefe! Pregunto:

¿Cómo acabó lo de Trasvik cuando expulsaron a las demás iglesias? ¿Por qué era peligrosa esa secta? ¿Hacían sacrificios humanos y otras simpáticas celebraciones por el estilo todos los domingos?

Cargando editor
06/03/2021, 16:39
Director

Notas de juego

Básicamente fue la propia población, que "envenenados" por las ideas de obtener el placer a toda costa, acabaron quemando otras iglesias cuando estos, viendo que como nadie trabajaba y empezaban a robar, matarse y sobre todo a los viajeros, intentaron poner cordura. Pero recibieron dolor. Persiguieron al clero de otra iglesias, quemaron sus templos y todo eso. 

Las sacerdotisas de la diosa se limpiaban las manos...

¿Sacrificios? A nivel particular si, a nivel institucional de la iglesia no. Ellos básicamente no se declaran culpables de lo que hagan sus fieles,pero tampoco lo condenan, dolor y placer al fin y al cabo...

Cargando editor
07/03/2021, 17:58
Tilla

- Mitil no es un hombre cualquiera. - Comentó. - No es fácil ganarse su confianza, pero si estás aquí es por algo. Ha visto algo en ti que le dice que puede confiar en ti. - Sonrió y le dio una palmada en el hombro. - Y no suele confiar en cualquiera, créeme. Tardó casi tres meses en traerme a su escondite. Algo ha visto en tu interior. Eso seguro y... - Asistió varias veces con la cabeza. - ...tu exterior tampoco está nada mal. - Dijo repasándola con la mirada de arriba abajo. - Aunque no es muy expresivo. Es más bien... - Se detuvo a pensar unos instantes. - ... inaccesible.

Dicho aquello ambas se marcharon al salón donde se encontraba el resto. Tenían muchas cosas de las que hablar todavía.

Cargando editor
07/03/2021, 18:32
Zacchari

¡Increíble! - Exclamó Zacchari nada más ver a Akta cuando regresó al salón dónde se encontraba el resto. - ¿Por qué diablos te escondes tras esa armadura y ese maldito casco? - Preguntó eufórico aquel joven.

Y aún sin saberlo, el comportamiento que estaba tienendo en ese momento, era el principal motivo para esconderse bajo aquel pesado casco que le cubría el rostro y ocultaba su verdadera naturaleza  al resto del mundo. 

Cargando editor
07/03/2021, 18:48
Bloj

- ¡Vaya! - Intervino entonces Bloj. - ¡Y que lo digas Zach! - Exclamó sonriente ese hombrecillos co N pinta de borracho. - Cuando acabe todo esto, te invito a tomar una copa. ¿Qué me dices, monada?

Cargando editor
07/03/2021, 18:50
Rufus

- ¿Por qué crees que querría una mujer como esa tomar una copa contigo, Bloj? - Preguntó Rufus a la vez que le daba un codazo a Bloj. - ¡Si hasta las putas huyen de ti! ¡Y todo eso antes de saber que no llevas una sola moneda en la bolsa! 

Rigual soltó una risotada, que primero fue acompañada en solitario por Zacchari y a la que pocos segundos después se le sumo el propio Bloj.

Cargando editor
07/03/2021, 19:11
Mitil Ironsar

- ¡Ya está bien! - Intervino un molesta Iromsar. - ¿Ya está bien, no creís? - Les recriminó su jefe. - ¡Me dais vergüenza! - Exclamó. - ¡Igual por idiotas como vosotros se esconde debajo de ese maldito casco! 

Mitil se puso en pie airado y lanzó una mirada de reprobación a todos los hombres de la sala a excepción de Zhaghun, que no se había pronunciado en referencia al chascarrillo de Zacchari. El hombre con cara de perro permanecía a lo suyo, mordisqueando un muslo de pavo. Tilla sonreía cruzada de brazos y apollada contra el marco de la puerta y cuando Mitil les regaló, ella simplemente negó con la cabeza. 

Iromsar se acercó a Akta. Y agarró una silla arrastrándola junto a la mesa donde se había sentado la sacerdotisa y había empezado a comer uvas. Fue a sentarse, pero antes miró de reojo a los tres varones humanos de la sala.

Podéis ir a tocaros vuestras pichitas a otro lado. - Se hizo un silencio. - ¡Ahora! - Exclamó. 

Los tres obedecieron sin rechistar. En pocos segundos salieron disparados de la sala, aunque el propio Zacchari todavía masculló algo entre dientes que nadie pudo realmente escuchar. Zhaghun gruñó una sonrisa y siguió masticando su pavo. Entonces Mitil se sentó junto a Akta. 

Lo siento. Son unos imbéciles, pero son buena gente. - Se disculpó por sus hombres. - ¿Tú confías en los tuyos?  Nosotros nos conocen. Por eso no podemos hacerlo. Os necesitamos en el interior de la posada. Pero no os preocupéis, estaremos fuera y cuando sea precioso actuaremos. No tengo preguntas, pero quizás tú si...

Cargando editor
07/03/2021, 21:16
Lasar Etreri III

Me sonaba esa historia y empecé a hacer memoria. Sí, ahora la recordaba. Era una historia muy parecida a lo que ahora mismo ocurría en esta ciudad. Trasvik es una ciudad que pertenece al reino vecino de Saikon. Allí hubo una ola de locura y depravación, con un gran festejo, y que tras el mismo, empezó el declive de la ciudad. Aquí podría pasar lo mismo, aunque en este caso había un elemento diferenciador: nosotros.

-"Sí, yo también la conozco. Pero puede que aquí no pase lo mismo, ya que son dos poblaciones muy diferentes."

Cargando editor
07/03/2021, 20:39
Akta

La reacción de los hombres me puso más nerviosa aún. No me esperaba nada de aquello, que se comportasen como vulgares constructores o borrachos de taberna. Su actitud me hizo abochornarme y quedarme quieta en silencio, para rehuir de todas aquellas miradas después de tomar asiento. Me centré en lal uva que tenía en la mano, sabiendo que no iba a pasar desapercibida y que había sido un error ir allí, a pesar de las palabras de Tilla, que me dieron algo de esperanza con Mitil. Pero quizás el hombre estaba tan desesperado por conseguir su venganza que supuso que teniéndome de su lado, tendría a los demás también...

Pero lo que no me esperaba fue que saltase así a defenderme. Mi mirada se desvió hacia él y le miré preguntándome como me conocía tanto sin saber nada de mí. Como sabía que me ocultaba tras la armadura precisamente por mi físico y que ese era el mayor motivo por el cual ocultaba siempre que podía mi rostro. Su acción me hizo ruborizarme como una idiota y a mi mente vinieron las palabras de Tilla: - Él ya lo sabe.

Cuando le vi arrastrar aquella silla hacia mí, quise desaparecer y volví  mirar la uva que sostenía en mi mano, escuchando de que manera obligaba a sus hombres a salir de allí. Pero fue cuando Mitil se sentó a mi lado cuando sentí que mi corazón se desbocaba y mis manos comenzaban a temblar y sudar.

- No... no os disculpéis. - Dije al hombre con clara timidez en mi voz. - No sabíais que... que se pondrían así... y yo... no creí que lo hiciesen... es algo a lo que no me acostumbro... - Le confesé a Mitil en ese momento. - Como bien dijistéis, por eso me oculto tras el casco... y la armadura. - Estaba dando tantas vueltas a la uva, que empezaba a ponerse verde por el mareo que estaba cogiendo. Seguramente que la pobre no tardaría en vomitar. Y yo, como una estúpida, seguía temblando y sin poder controlar mi corazón. Así no iba a poder luchar con él...

- Confiaba en Crodos... hasta que... juro que no se que pasó en esa habitación... jamás nos habíamos puesto así el uno con el otro... yo... solo hablaba de lo que sentía que debía hacer y él de las normas de nuestra religión y de nuestros votos... y yo... - suspiré nerviosa. - No se que me pasa con vos... pero tengo la necesidad de protegeros. No había sentido esto antes... menos aún por un desconocido y un declarado criminal... y no, sigo sin querer saber lo que hizo para acabar en esos carteles... que no lleve mi armadura puesta ni tenga a mi fiel espadón a mi lado, no quiere decir que no sea una sacerdotisa de Seyran y... - Guardé silencio y tragué saliva antes de seguir hablando, jugando aún con aquella uva en mi mano. - ... que me vea en la necesidad de pelear conmigo misma por vos... por vuestra seguridad y supervivencia...

- Lo sabía, ¿qué más daba que supiese lo demás? El trabajo se haría, nos pagaría y nos marcharíamos de allí... o quizás retomase mi viaje sola... - Se que van a responder, eso os lo puedo asegurar. Se que en combate nos protegemos unos a otros... el bardo es un pesado y un bocazas pero cumple muy bien en combate... y la tiefling, es en el único sitio donde me fío de ella, porque sé que atacará por la espalda a nuestro enemigo. Pero si donde me necesitáis es dentro de la posada, ahí estaré... aunque sea yo sola... no voy a fallaros.- Me atreví a mirar de soslayo y de manera fugaz a Ironsar. No me extrañaba que yo no hubiese sido la única que "le mirase así". No sabía que tenía que me atraía tanto y cerré los ojos un momento, pensando en que preguntarle.

- ¿Por qué habéis confiado en mí? - Pregunté por fin. - Me habéis traido a vuestro escondite sin conocerme, sabiendo que puedo ser juez y verdugo ante un criminal... y vos decís serlo. - Nerviosa por mi propia pregunta, apreté con fuerza la uva entre mis dedos y esta literalmente "vomitó" sobre la mesa. Me puse colorada de nuevo a causa de mi torpeza y estupidez y evité mirar a los presentes. Mi actuación estaba siendo bochornosa y quería salir de allí, ocultarme bajo una piedra o algo. - Eso no quiere decir que vaya a hacerlo... - Aseguré con un hilillo de voz.

- De hecho... - Y ahí iba a meterme de cabeza en el gran lago y sin saber nadar. - ... se el motivo por el cual queréis dar muerte a Von Kammerstein. Conozco las leyes del reino, pero también las de mi orden... y no quisiera que os ocurriese nada malo y menos aún por mi espada. - Cerré los ojos, nerviosa. Tilla dijo que no se lo pediría, debía hacerlo yo. - Se que es vuestro derecho... pero está montado de tal forma que yo no se si podré mirar hacia otro lado, pero si Crodos se enterase de toda la historia... él seguramente si actuase por su Fe, mientras que yo... dudaría... de hecho, os ruego que me dejéis a Von Kammerstein a mí. - Me atreví a mirarle a los ojos y se percibía el miedo en mi mirada. Si había tratado así a sus hombres, ¿cómo no actuaría con una perfecta desconocida?

- Se que no es la clase de venganza que queréis, pero el resultado será el mismo al final... con la diferencia de que yo no tendré que enfrentarme a mis ideales, a las normas de mi Dios... ni detener la mano de Crodos si este se enterase de todo y la alzase en vuestra contra... porque de ocurrir eso... tendría que renunciar a lo que soy y convertirme en lo que veis ahora. - Dicho esto, cogí una nueva uva y comencé de nuevo a jugar con ella en mi mano mientras la miraba, me ayudaba a tranquilizarme. - Y no se ser nada más que una sacerdotisa de Seyran. Y sí, ya sé que no aceptaréis esa idea... por eso no paro de darle vueltas a la cabeza para ver como poder hacerlo, para que os podáis vengar vos y que nosotros no tengamos que intervenir de ninguna manera... - Y con ese nosotros me refería al paladín y a mí. A los otros dos les daba igual todo.

- Espero que no os moleste mi sinceridad. Se me educó para no mentir, como mucho eludir la verdad o parte de ella... supongo que ahora si tendréis vos preguntas que hacer o incluso pedirme que me marche... no importa... lo entenderé si lo hacéis... es difícil confiar en alguien que está diciendo que... bueno, se que sois un hombre inteligente, de esos que excasean. - Me atreví a piropearle un poco pensando que me iba a dar una patada en el culo. - Y que no hay necesidad de que me repita... más ahora estoy en una encrucijada a la cual debo encontrar una solución... pues de corazón... no quiero que os ocurra nada malo y menos por mi parte. - Omití a Crodos, puesto que él no sabía nada de todo aquello y suspiré nerviosa. Ni me atrevía a comerme esa nueva uva con él a mi lado y menos aún a volverle a mirar... ni a él ni a nadie. Tilla se tendría que estar riendo divertida por la situación y el hombre- perro... sin duda también se lo estaría pasando en grande a mi costa.

Pero quien me preocupaba, quien realmente me importaba que pensaba de mí, era Mitil y dudaba que ahora el concepto que tuviese sobre mí cuando me dejó entrar en su escondite, hubiese mejorado. Al contrario... para mí que había empeorado todo por no saber gestionar lo que me pasaba. La estaba cagando, igual que en la habitación de la posada hice con Crodos.

Cargando editor
08/03/2021, 12:17
Thoriac

- Las autoridades son permisivas con la secta. - Le respondió a Crodos. - Están en sobre aviso, pero no ven nada malo en que se celebre un festival como el que está teniendo lugar y dicen que no va en contra de ninguna ley. Lo cual, posiblemente sea cierto. - Se encogió de hombros. Entonces habló Lasar. - En efecto, son dos poblaciones muy diferentes. Encrucijada Vieja es bastante más pequeña que Trasvik. Creo que los efectos serán más notables aquí. Aunque puede ser al contrario. Seyran no es claro en cuanto al futuro en las adividaciones que he tratado de intérpretar...

 

Cargando editor
08/03/2021, 13:40
Mitil Ironsar

- Merecéis una disculpa. - Insistió Mitil. - No me gusta que traten así a mis invitados. 

Luego Akta comenzó a hablar acerca de su orden y su fe, sus votos y las normas que la iglesia de Seyran le imponía a sus devotos. Al parecer aquella muchacha de ojos dorados había reñido con el paladín con el que viajaba. 

He conocido a muchos sacerdotes en mi vida. Unos seguían al pie de la letra más que otros los preceptos de su fé, pero si algo tengo claro es que muchos de ellos eran flexibles en cuanto a esas normas si el fin valía la pena. - Trató de que Akta reflexionara. - Pero no seré yo quien te diga cómo hacer tu trabajo.

Akta habló entonces de sus compañeros. 

Se les ve bastante capaces. - Comento. - No dudo de su capacidad para llevar a cabo la misión. Además, confío en el criterio de  Zhaghun. Tiene buen ojo para ésto.

Entonces llegó la pregunta más importante que había llevado a cabo Akta. La que las le importaba realmente. 

No le has dado motivos para desconfiar. - Respondió Mitil. - Además, eres una sacerdotisa de Seyran. ¿Si no confío en ti, en quién voy a hacerlo? - Sonrió levemente. - Pero no es eso. Tengo un don con la gente. Se... Ver en su interior digamos y de que tú no me traicionarás. ¿O me equivoco? 

Y en ese momento llegó el tema en el que iban a disentir. 

Con Kammerstein es mío. - Le dijo muy tajante. - ¿Tú puedes encargarte de él y yo no? Sabias a lo que venías. Acabar con un grupo criminal cuyo líder coincide con la persona que rompió mi pasado. No veo el problema ahora. ¿Si acabo yo con el debes condenarme y si lo haces tú será en nombre de Seyran? Eso... - Chasqueó la lengua. - ...no tiene sentido para mí.

Cargando editor
08/03/2021, 14:31
Akta

- Intenté ser flexible en la reunión... Eso fue lo que me llevó a esa... discursión con Crodos en la cual estuvisteis presente. A cada palabra mía encontraba una corrección suya cuando yo quería... creeros. Necesitaba hacerlo. Confiar en vos y vuestras palabras. - Respondí a Mitil. - Porque... en fin... Tilla ya me dijo que lo sabéis y creo que vos lo tenéis incluso más claro que yo. - Seguía sin atreverme a mirarle y estaba segura de que no lo haría nunca.

Cuando habló de mis compañeros simplemente asentí con la cabeza. Me dolía aún saber lo poco que les importaba. Tanto como para dejarme ir sola en aquella ciudad.

Y en ese momento me contó lo de su don y sentí como me acaloré de golpe. - Si poseéis ese don, creo que no hay nada más que yo pueda decir. Aunque quisiera ocultar lo que aún intento averiguar qué es lo que siento por vos, como dije, lo tenéis incluso más claro que yo... Y como veis, no se me da precisamente bien esto... es todo nuevo para mí y ya sabréis que me asusta. - Pude ver aquella leve sonrisa en su rostro de refilón y sentí que su frialdad hacia mí se esfumaba.

Y llegó el momento de la discordia. - Os entiendo perfectamente y creo que sabéis que lo último que me gustaría hacer con vos es discutir. Por eso os he pedido hacerlo yo en vuestro lugar. Se que no es lo mismo ni de lejos... Pero sabéis cuanto me dolería... - Vacilé durante un segundo. - ... Perderos. Aunque yo no sea más que una desconocida y una mercenaria y su invitada para vos, ya habéis leído lo que oculto dentro. Así pues es tontería que no lo exprese... aunque no lo diga.

Y saqué todo el valor que pude para mirarle a los ojos. Mi corazón volvió a golpear con fuerza en mi pecho. - Puedo hacerme una idea de cuan importante es para vos, mi señor, más yo desconozco el valor de lo que es tener una familia. Me dejaron en el templo de Seyran con unos días de edad y es lo único que conozco. Pero si se lo que es el valor de la venganza y que dependiendo de cómo se miren las cosas... Su acto se puede interpretar de una manera u otra. Además, no dijo nada sobre que aquel hombre destruyese a su familia... De hecho me enteré de que sois viudo hace unos minutos... Así pues todos desconocemos o desconocíamos el lado personal...

» Pero como sabéis, no os traicionaré con esto, más debéis dejarme tiempo para encontrar la manera de que podáis cumplir con vuestra venganza de manera legítima frente a mi credo y el de Crodos, pues es el que más temo. Él es más estricto que yo... y yo... - Dejé de mirar a Mitil. Mi valor se esfumó cuando mis sentimientos afloraron de nuevo. - Al menos ya sabéis lo que me pasa con vos y en parte es un alivio.

Masajeé mi sien pensando en cómo hacerlo y mis ojos brillaron con intensidad de golpe, haciéndome mirar de nuevo a aquel hombre que me traía loca. - Creo que lo tengo... Sé cómo hacerlo y que además salgáis beneficiado de ello. Pero vuestros hombres tendrán que colaborar para que funcione. Yo me enfrentaré a ese malnacido, lucharé a la defensiva mientras que vuestros hombres frenen el paso de los míos para que no acudan a mi auxilio... y os abrirán paso a vos... mientras trato de alejarlo de los demas... Cumplireis vuestra venganza, salvareis a una sacerdotisa de Seyran y nadie podrá echaros nada en cara... ¿Confiais en mi lo suficiente como para permitirme enfrentarme a él durante unos minutos y luego socorrerme? Pues yo confío en que lleguéis a tiempo a ello... y sí, ya sabéis que estoy dispuesta a hacerlo por vos.

Cargando editor
08/03/2021, 17:38
Zhaghun

Zhaghun se puso en pie y caminó hasta donde se encontra Tilla dejando atrás a su jefe y a la sentimental sacerdotisa de Seyran. Agarró con suavidad una de la manos de la joven y echó la visita atrás. 

Creo que ahora mismo no pintamos nada aquí. - Le dijo a a joven y entonces está asintió con la cabeza. - Os déjame solos. - Anunció el hombre de a cara perruna y acto seguido él y Tilla desaparecieron por el pasillo.

Cargando editor
08/03/2021, 17:41
Mitil Ironsar

- Gracias. - Le dijo Mitil a su subordinado de forma seca y tajante. No habló hasta que pasaron algunos segundos. 

No se porqué sientes lo que sientes. - Le dijo Mitil apartando un cabello rebelde del rostro de Akta. - Me halaga, no digo lo contrario. Eres una mujer muy... - Apretó los labios. Pronunciar aquella palabra le iba a costar. Desde que pasara lo de su esposa, no había vuelto a sentir nada por otra mujer y a devoción que profería aquella desconocida por él, cuanto menos empezaba a confundir sus sentimientos. - ...¡Eres muy hermosa, joder! - Acabó diciendo de forma algo basta. - Tampoco se porque crees que necesito protección, tú protección. Tampoco me molesta, pero que sepas, que e defenderme solo. Lo he hecho siempre y... - En ese momento Akta percibió un cambio de ánimo en aquel hombre. Era como si acabara de recibir una puñalada trapera en la espalda. - ...no la supe defender a ella. - Bajó la mirada y se mantuvo en silencio unos instantes que para Akta fueron eternos. - Se lo debo, ¿sabes? Aquí, en esta tierra funciona así. Ojo por ojo. Aunque yo no le arrebatarle a Von Kammerstein a su esposa o a alguna de sus hijas. Ellas no tienen culpa del monstruo que es él. - Cogió entonces a Akta de las manos y con los pulgares le acarició la palma de las mismas. - Está bien. Te dejaré unos minutos. Igualmente el combate, lo más seguro es que se inicie en el interior de la taberna. Nosotros estaremos fuera, por lo que tendremos que entrar o él tendrá que salir. ¿Qué piensas que es mejor, Akta?