Partida Rol por web

Zook observaba todo, aquella habietacion era muy curiosa, habia una llave libors, todo tipo de cosas...

- seguro que aqui encontramos algo de interes ..., no? ... - digo mientras que comienzo a rebuscar entre los libros

La armadura, ignorando completamente a Hawke ataca incesantemente a Cassandra. Un primer ataque es esquivado con suma facilidad por la exploradora, pero eso le daja en una posición vulerable y un segundo espadazo le impacta severamente.

Mientras Zook rebusca entre las estanterías de los libros, que para un mago vienen a ser como casi, un segundo hogar, encuentra un libro de tapas rojas sin ninguna señal en el lomo, y le resulta algo más que llamativo. Justo al moverlo descubre que es una palanca, y la librería se empieza a mover silenciosamente hasta descubrir una pequeña habitación justo detrás.

Esta habitación contiene más estanterías llenas de tomos un poco más desvencijados que los de la biblioteca principal. Un pesado cofre de madera con unos pies de hierro en forma de garras yace apoyado contra el muro sur, su tapa entreabierta. Sobresaliendo del cofre véis un esqueleto con una armadura de cuero. Por poco que miréis el esqueleto, os daréis cuenta de que se trata de un humano que activó una trampa, tres dardos están clavados en su pechera y en su caja torácica. Y en su mano izquierda hay una carta que porta un sello ya roto y que el desdichado aventurero quiso sacar del cofre.

—¡Pero qué has hecho! —gritó Drutih mientras veía como el gnomo estaba colgando de un libro que hacía que la estantería girase (con gnomo incluido), dando paso al cofre y al ladrón con la nota.

Estaba claro que ahí había habido una trampa, pero... ¿Cómo sabes si estaba desactivada? El enano se asomó un poco a la habitación en busca de algún indicativo de que todo estaba en orden antes de entrar, pero seguía con el polvo metido en el ojo.

—Estúpido polvo —murmuró para añadir—. Mirad a ver que no haya peligro antes de entrar ahí. ¡No quiero que nadie acabe como ese tío! ¡Y mirad qué hay en esa estúpida carta lacrada!

-¡Agh…!- gruñó la exploradora cuando el filo del arma de esa cosa penetró sus carnes. Aun así, la fiera joven apretó los dientes, anteponiéndose al dolor. La experiencia le permitió reaccionar adecuadamente a los daños, preparándose para el siguiente ataque y apartando esa sensación a lo más profundo de su mente. Ya habría tiempo para lamentarse cuando todo terminara.

Si arco, siempre confiable, se le antojaba deficiente en este caso, después de todo estaba luchando contra una armadura y seguramente no era un tipo embotado en una, esperando el momento para atacar a quien entrara. Debía ser algo mágico o maldito… y hasta ahí llegaban sus conocimientos o deducciones. Como sea, no podía sacar sus cimitarras ahora, así que alzó su arco otra vez y apuntó a la altura del cuello, esperando dar un golpe mortal… Como si eso fuera posible en algo que seguramente no tendría sangre.

Beth, intrigada por el descubrimiento de Zook, examinó también la nueva habitación con su visión sobrenatural​​​​​​.

"Drutih... Creo que esa trampa lleva desactivada bastante tiempo. ¡A ese tío le ha dado tiempo a quedarse en los huesos!" — dice Beth, curvando una media sonrisa ante su propio chiste.

Hawke aprovechó que la armadura lo ignoraba para darle una estocada con la lanza en la parte de atrás, y luego dio un fuerte codazo en el mismo lugar de impacto, esperando hacer alguna mella en el metal.

La armadura seguía recibiendo los golpes incesantes de Hawke en su hueco y duro cuerpo. Cassandra por su parte no estaba teniendo suerte en sus ataques.

La armadura esta vez se gira hacia el agil monje y le asesta un golpe que Hawke no logra esquivar a tiempo llevandose un buen golpe. La armadura va a asestar un segundo golpe pero esta vez Hawke si logra evitarlo.

Inspeccionáis la carta lacrada que sostiene una huesuda mano. El papiro está escrito con una ondulante caligrafía y en él se puede leer lo siguiente:

Mis más patético sirvientes,

No soy un mesías enviado a vosotros por los Poderes Oscuros de estas tierras. No he venido para lideraros en un camino hacia la inmortalidad. Sin importar cuantas almas hayáis desangrado en vuestro altar oculto, sin importar cuantos muchos visitantes hayáis torturado en vuestro sótano, sed sabedores que vosotros no sois quienes me habéis traído a estas bellas tierras. No sois sino gusanos retorciéndoos en mi tierra.

Decís que estáis maldecidos, vuestras fortunas desaparecidas. Abandonasteis el amor por la locura, buscasteis consuelo en el regazo de otra mujer, y engendrasteis a un niño que nació muerto. ¿Maldecidos por la oscuridad? De eso no tengo ninguna duda. ¿Salvaros de vuestra villanía? Creo que no. Os prefiero con mucho tal y como sois.

Vuestro terrible amo y señor,
Strahd von Zarovich

 A parte de los libros, no parece haber nada más en la pequeña habitación oculta.

Esta vez fue Hawke quien recibió de lleno el ataque, logrando penetrar sus férreas defensas. Esa cosa no parecía estar siendo afectada por sus ataques, pues el arco apenas raspaba un poco la armadura y el codo del monje se rompería antes de lograr hacerle daño. Necesitaban a los demás.

-¡Armadura viviente!- gritó sin perder de vista a su contrincante. Si, gritar algo así en una casa donde supuestamente había una bestia salvaje podría ser muy malo, pero sería peor si no lograban siquiera llegar a la condenada bestia.

Como aún estaba muy cerca de esa cosa, no pudo más que dar un par de pasos atrás, procurando no volverse un objetivo y descargar una vez más el arco contra esa criatura. Esta vez el virote pareció penetrar un poco, pero en una armadura era poca cosa, sobre todo si no había un cuerpo dentro.

—¡Agh! ¡Usar guanteletes de metal en una pelea de puños es injusto!— se quejó Hawke, esgrimiendo una media sonrisa— Pero supongo que necesitas una ventaja que nos... ¡Iguale!— exclamó lanzando una estocada con la lanza. Pero el arma era demasiado larga y el espacio era reducido, sin movimientos amplios Hawke no podía conseguir dar a los golpes fuerza suficiente para perforar el metal, rebotando en este. Pero su cuerpo, su cuerpo es un arma con la que estaba mucho más familiarizado— ¡Nuestro increible combatiente aprovecha el envión del primer golpe para lanzar una patada a la cabeza! ¡Qué maestría!— se alabó a sí mismo.

Con ambos pies de nuevo en el suelo, Hawke levanta la guardia, amplia el espacio entre sus pies y se prepara para la respuesta.

La armadura cada vez chirria más y más con cada golpe recibido, parece estar apunto de desmoronarse, pero su espada surca el aire una vez más en busca de una victima. Hawke consigue esquivar el golpe de tal manera que uno de los enganches de cuero de la armadura cede, quizá gracias a los golpes de ambos aventureros, haciendo que la armadura se desequilibre y caiga escaleras abajo con gran estruendo. Si miráis hacia abajo podéis ver trozos de la armadura distribuidos por las escaleras y el piso inferior.

Con la amenaza de la armadura disipada volvéis a tener via libre para explorar.

Mientras estáis leyendo la carta, escucháis un grito de Cassandra "¡¡ARMADURA VIVIENTE!!" seguido de un tremendo estruendo metálico que proviene de las escaleras.

Esparcido por el suelo, escaleras y parte del piso inferior, podéis ver trozos de una armadura brillante esparcida por todos lados.

Beth sale corriendo en dirección hacia donde ha oído a Casandra gritar mientras exhorta a sus compañeros a hacer lo mismo:

"¡Vamos, Casandra necesira ayuda! ¡No hay tiempo que perder!"  — mientras va corriendo desenvaina su espada para luchar contra lo que haga falta.

Zook estaba a punto de abrir el cofre y maravillarse  de los tesoros que alli habian, epero de repente un grito, sonido de armadura ..... NOOOOOO, le quitaban el disfrute de su descubrimiento, pero quemar cosas era aun mas emocionante para el ...

- Vamoooooos .... seguro que hay cosas para quemar para mi, jijijij - salgo corriendo detras de Elizabeth y asciendo por las escaleras

Al fin esa cosa estaba muerta… ¿Lo estaba? Casandra le dio un suave golpe con su bota, alejándose un paso por si acaso. Si, parecía estar bien muerta… si es que alguna vez estuvo viva. Se apresuró a presionar su herida, corroborando que no fuera nada grave.

-¿Estas bien?- el monje también había recibido lo suyo, pero entre ambos habían logrado derrotar a esa cosa-. Espero que las otras armaduras no estén igual.

Soltó un suspiro, para luego registrar esa armadura. Quería ver si tenía alguna marca o algo así. Aunque de seguro Zook y Beth serían más duchos en saber qué demonios era. Nunca había matado algo como aquello, sus presas solían sangrar mucho más.

Strahd von Zarovich -musitó Rolan, como si quisiera recordar el sabor de ese nombre ​​​​​​Qué persona más..desagradable.  

Los nobles eran algo que se tenía que soportar, a falta de un sistema de gobierno mejor que Rolan no podía siquiera imaginar.  Pero sus privilegios como dueños de la tierra incluía proteger a sus siervos.. Si bien es cierto que, por lo que parecía, siervos y señor estaban jugando con la oscuridad.

Pero no hubo tiempo para pensar más. Un estruendo y un gritó de Cas los alertó.

Rolan se precipitó escaleras arriba. 

Detrás de mí Zook..y ponte esa armadura mágica antes!

- maldición, gracias Roland ....  - me lanzo armadura de mago, siempre y cuando no la tenga lanzado ( no me acuerdo si me lo lance antes o se me paso el efecto XD)

Mientras unos suben las escaleras con sus gritos de guerra. Cassandra baja tranquilamente mientras inspecciona los restos de una armadura vacía y completamente inerte. Hawke por su lado sigue en el piso de arriba mientras todos subíis expectantes de una aparente falsa alarma.

Llegais a un polvoriento balcón. Unas lámparas de aceite han sido montadas en los muros panelados con roble, los cuales han sido tallados con escenas silvanas de árboles, hojas cayendo y diminutas criaturas. Pero cuando os fijais un poco más podéis percibir diminutos cadáveres colgando de los árboles y gusanos saliendo del suelo.

A simple vista no parece que hayan más escaleras subiendo hacia arriba, aunque los niños os dijeron que Walter estaba arriba del todo y todavía falta el ático.