Partida Rol por web

En cuanto Drutih abre la puerta sur, una capa polvo del suelo se levanta como la ya familiar niebla que os acompaña siempre a todas partes siniestra y eterna. Entre las paredes de lo que parece ser un dormitorio podéis ver una mujer de aspecto demacrado, esquelética y horrible. Sus pies no tocan el suelo y un aura fantasmal la rodea. 

Está de espaldas a vosotros y en cuanto se abren las puertas gira su cabeza de forma totalmente antinatural, su mirada es de un odio visceral hacia vosotros, mira a Drutih con una rabia especial suelta un chillido que os duele en lo más profundo de la cabeza y desplazándose como un viento furioso trata de embestir al clérigo que haciendo gala de su destreza esquiva con facilidad al espectro que aunque no se da por vencido trata de agarrar una vez más a Drutih que no se deja sorprender por el espectro y sigue evitando su mortal contacto.

Lo bueno de luchar junto a Dru era que pocos enemigos podían pasarle por encima con facilidad.  Eso, y que su altura no bloqueaba mucho la línea de visión.

Rolan se volvió hacia la antinatural criatura, acercándose a ella en una cuántas zancadas y golpeándola con furia justiciera y, aunque no se notaba bien del todo, esperaba dañar todo lo posible al agresivo espectro.

Rolan interviene rápidamente adelantándose a Drutih y a los demás. Su poder divino acaba fulminantemente con el espectro, que desaparece sin dejar rastro alguno de su presencia maligna.

Justo al desaparecer el espectro, una de las paredes se empieza a agrietar y se hace ver un espacio oculto entre las paredes. Se revela una estrecha escalera de Caracol hecha con tablones de madera que desciende hacia una oscuridad insondable.

La visión de esa cosa, justo asomándose por sobre el férreo enano, le terminó de convencer que habían sido timados. Con cierta duda levantó su arco, sin saber si las flechas atravesarían al espectro. Pero antes de poder sacarse esa duda, Ronan se adelantó con valentía asestando un poderoso golpe a la criatura, acabando con ella en un instante.

-Que gran idea no separarnos- murmuró moviendo sus hombros para liberar la tensión que le embargaba. Ahora tenían otro camino, el cual pareció revelarse cuando el fantasma fue destruido-. ¿Llevará al sótano?- observó con desconfianza el cuarto, como si pudiera haber oculto otro ser como aquel-. Definitivamente algo nos va a estar esperando allá abajo- apretó los labios-. Debe estar muy oscuro. Quizás necesitemos alguna antorcha.

Las escaleras eran pequeñas. Bajar les dejaría sin la capacidad de luchar de forma adecuada si algo les atacara justo al final del recorrido. Ni siquiera ella podría darle a nada si tenía a dos o tres personas delante.

Beth ya estaba preparándose para conjurar un rayo de energía cuando pudo observar a Rolan purificar al espectro de un solo golpe. Asombrada por la pericia de su compañero, la bruja observó maravillada, relajando su guardia poco a poco. Acompañada por un paladín de este calibre, no tenía nada que temer, o esa fue la sensación que tuvo.

No obstante, la puerta misteriosa que se había revelado era definitivamente llamativa. Beth se decidió a examinarla primero en busca de rastros que le indicasen su naturaleza. Con un leve encantamiento, sus ojos brillaron de color dorado y examinó la puerta.

Tus ojos dorados examinan lo que antes era una pared y tienes la certeza que no es ni ha sido nunca una ilusión. La pared se ha derrumbado con la desaparición del Espectro, simple y llanamente.

—Uhm —masculló el enano cuando el espectro desapareció ante sus ojos tras el brillate resplandor. Sin duda, solo podía provenir de Rolan—. Yo iba a hacer lo mismo, pero te has adelantado. Pero bueno, así no tengo que molestar a Moradin por tonterías.

Dicho todo esto, pudo ver la escalera de la que se suponía que hablaban los niños. Seguía pareciéndole que un espectro o una armadura animada, no era lo más raro que había en esa casa. Lo más raro era una estúpida escalera que parecía que descendía hasta el sótano. ¿Qué clase de arquitecto había diseñado eso?

—Yo iré primero —anunció Drutih—. La oscuridad no es nada para los enanos. Luego si queréis podéis encender una antorcha en una casa que se cae a pedazos —dijo haciendo referencia a la pared de madera podrida que acababa de caer tras el espectral ataque.

"Te sigo, Drutih. Pero ve con cuidado. Aquí hay algo extraño. Esa pared se ha derrumbado cuando Rolan ha purificado al espectro. No sé si significa algo, pero es extraño, cuanto menos." — dijo Beth, siguiendo al clérigo hacia la boca del lobo.

El gnomo cuando vio el espectro se ilusiono, parecia que si iban a ver cosas interesantes que quemar, pero Rolan la mato demasiado rapido ... que decepcion.

- Rolan porque lo has matado tan rápido? .... jooo asi no hay manera de divertirnos JAJAJA ... aunque ese nuevo camino tan raro que se ha habierto suena interesante JEJEJE ... vamos, os sigo ...

Tomo mi tunica y sigo a la oscuridad a mis compañeros con mi vision en la oscuridad, que encontraria, podria quemar ya algo ... era decepcionante lo poco incendiable que habia aqui ...

Era curioso que los tres más bajos fueran primero, aunque evitó comentar nada con respecto a ello. Visto que los otros dos hombres taparían su visual en caso de necesitar disparar, decidió colocarse siguiente en la fila. El problema es que si se presentaba problemas, los otros dos humanos no podrían pasar por arriba de todos ellos… Siempre había odiado luchar en espacios cerrados y eran por esas razones. Prefería tener libertad de movimientos. Al menos era delgada, si se acomodaba podría dejar pasar a alguno de ellos.

Bajáis las escaleras dejando atrás toda fuente de luz y varios crujidos bajo vuestro pies cada vez que pisáis un escalón. Sin embargo la madera no cede a vuestro paso. A medida que bajáis, podéis escuchar una especie de ¿cánticos? el eco del lugar hace imposible distinguir de donde vienen ni qué dicen, pero son constantes, tenebrosos y profundos.

Cassandra, Hawke y Rolan no ven absolutamente nada. Su herencia humana les hace una mala pasada en la oscuridad. Los demás pueden ver como unos túneles cavados en tierra, arcilla y roca se soportan por vigas de madera en intervalos de 5 pies. En el suelo se pueden observar cientos de huellas, que parecen tener muchísimos años de antigüedad que van en todas direcciones.

Un estrecho túnel se abre hacia el sur antes de dividirse hacia el este y el oeste dejando abierto un arco hacia el sur donde des de ahí podéis distinguir a duras penas una suerte de mesa de madera...

—Estúpidos túneles humanos...

Dándose cuenta de que sus compañeros no podían ver en la oscuridad como ella, Beth musitó unas palabras arcanas y el cristal de su bastón se encendió con una brillante luz que iluminaba a su alrededor.

Poco a poco las figuras de sus compañeros se fueron desdibujando, hasta que solo pudo seguirles por el sonido de sus pasos o leves retazos que percibían sus ojos. Solo pudo imaginar cómo era el lugar por sus otros sentidos, lo que intensificaba la sensación de que algo les atacaría de un momento a otro. Aunque los de adelante pudieran verlo venir antes, poco podrían hacer los demás para ayudarles.

Pero una tenue luz comenzó a surgir luego de oír la voz de Beth susurrar en la oscuridad. Casandra al fin podía percibir el entorno, aunque eso no menguo su desconfianza. ¡Menudo sitio! Con rapidez recorrió el lugar con la mirada, buscando algún enemigo o amenaza.

De no ser por su amiga, no sería más que un estorbo para los demás.

Hawke llegó hasta la habitación una vez que el fantasma ya había sido desterrado.

—Nunca pude golpear un fantasma, me pregunto cómo se sentirá— pensó un poco decepcionado al haber elegido la puerta menos divertida. Tomo nota mental para ir a revisar el cuarto una vez que todo esto estuviera terminado.

—Gracias— le dijo a Beth— escondernos en la oscuridad no sirve si pueden vernos pero nosotros no.

Incapaz de ver nada más allá de la iluminación mágica, Hawke se dedicaría a seguir a la bruja, pero no sin opinar.

—Apoyemos un brazo en una pared y sigamos pegado a ella— sugirió. Hawke no era brillante, pero de vez en cuando tenia ideas.

El ataque contra la espectro es sorprendentemente letal y ésta se deshilacha y disipa, tras el súbito relámpago de luz que estalla en su interior.  Me sobrecojo al pensar que esa criatura bien pudo ser una mujer viva, con sus sueños e ilusiones, en otro tiempo, y susurro unas palabras de despedida.

Bajamos a tientas, no me gusta nada esta escalera. Estupida escalera -murmuro y sonrío, aunque nadie puede verme hacerlo. La luz de Beth siempre es bienvenida y, como siempre, me maravillo de la cantidad de recursos que Harper posee.

Voy atento a mi alrededor, esta vez he cambiado espada por martillo de guerra, ya que parece haber no-muertos involucrados, aunque bastante tengo con no tropezar y caerme en la penumbra

En cuanto pasáis el estrecho pasillo llegáis a una sala rectangular y bastante espaciosa, hay una mesa de madera con dos bancos, parece una especie de comedor. En la pared oeste hay un pasillo que se ha derrumbado y solo hay tierra y piedras, las cuales las podéis apartar para poder pasar si dedicáis unas cuantas horas a ello. En la pared sur hay un pasillo en las que podeis ver unas escaleras que bajan todavía más. Los cánticos no han cesado en todo este rato y os hacen sentir terriblemente angustiados por el tono, aunque todavía no podéis distinguir qué dicen, si podéis distinguir que vienen de las escaleras que bajan otro nivel.

En cuanto el último de vosotros entra en la estancia, una sombra antropomórfica, con alas y cuernos en la cabeza se materializa ante Zook, sorprendiéndo a todos excepto a Cassandra que parece que estaba mirando hacia el sitio indicado en el momento preciso. La sombra alza sus brazos, que terminados en unas terribles garras parecen dispuestas a atacar al gnomo, que apenas le ha dado tiempo a reaccionar.

Todo era tan sumamente tétrico que los canticos a lo lejos resultaban hasta esperables. Hace rato que dejó de tener esperanzas de encontrar a alguien en ese antro de maldad, así que solo quería acabar con aquello y volver a ver la luz del sol arriba. Aunque viendo el estado general del pueblo seguramente todas las cosas guardaban horrores parecidos. Todo estaba demasiado muerto y les rodeaba esa aura siniestra. Se sentía un conejo cayendo en una trampa de cazador.

-Hay algo ahí- dijo con rapidez alzando su arco y disparando a una sombra materializándose justo al lado del gnomo. Mientras la flecha volaba, se preguntó brevemente si siquiera podría hacerle algo de daño. Daba gracias a Beth una vez más por su luz, pues de otra manera les habrían atacado a traición.