Partida Rol por web

pasa un tiempo significativo, pero desde dentro se escucha ruido de algo o alguien que se mueve, finalmente una mujer humana de avanzada edad abre ligeramente la puerta y desde el interior pregunta.
Que queréis?
la voz es áspera y un poco gutural, seguramente producida por la edad.

Necesitamos curación para nuestro amigo, por favor ayúdenos.

Casi que te dejo a ti con el elfo-dice mientras da la vuelta y se dirige hacia la posada- bastantes risas ha habido ya para que alguien mas me pregunte que como con dos clerigos en le grupo necesitamos la ayuda de una curandera.

vaya, poco a poco la puerta se abre y muestra una casa algo pequeña pero bastante ordenada.
Pasar, pasar.

Con cuidado, conseguimos pasar a nuestro compañero al interior de la casa.

algunos de vosotros decidís entrar en la casa de la señora bellit, la casa como habéis visto desde fuera es bastante pequeña, incluso mas ahora que estáis dentro, eso si muy ordenada.

Ponerlo ahí, chicos. señalando al suelo a un lado de la chimenea.

Llegamos a casa de la curandera. La verdad que es bastante acogedora. Con el elfo a cuestas Keliar da un par de pasos para recorrer con la mirada la pequeña vivienda..

-Vos sois muy amable por vuestra parte- dijo al tiempo que ponía en tierra al mal herido donde le había indicado la señora.

-Nos lo encontramos por las calles. Estaba en muy mal estado y.. bueno ahí lo tiene- me alzo guiñando el ojo a Askel para que no diga nada de que somos compañeros.
-Por cierto.. ¿vos sabéis algo de alguna maldición que corroe bajo unas minas de esta aldea?..- pregunta el enano sin demasiado convencimiento de que sepa algo la señora Bellit.

la maldicion...si que desgracia hijo mio...le llamamos la plaga ardiente...le llamamos asi porque parece que te estes quemando por dentro, tienes mucha sed al principio despues fiebre, dolor muscular y finalmente como si te quemaras por terminar la muerte, una autentica desgracia...que hemos echo nosotros, hijo mio para merecer esto... hace semanas que cada noche rezo para que esto se termine...la voz es bastante grabe y aspera

Camino cabizbaja y sin decir nada hasta llegar a la casa de la curandera todo esto es culpa mia, debería haberlo visto venir... ¿qué? ¿estoy dudando de mis habilidades? no ha sido culpa mia... iba atenta... los dioses no deben de estar de nuestro lado...

Al llegar a la casa de Bellit escucho las excusas baratas que le dan a la pobre vieja para no decirle que somos la verguenza de los aventureros y no puedo reprimir una leve sonrisa. Entro en casa de la curandera y espero a que atienda al elfo, mientras tanto empiezo a mirar la casa de la mujer con disimulada curiosidad ¿tardará mucho en socorrer a nuestro amigo? digo sin pensar hay que ver Norah, encima que esta pobre mujer nos ayuda le metes prisa.

Miro de reojo a Norah al ver como se introduce en la pequeña y acogedora casa.

-No se preocupe señora. Juro que esto terminará algún día, confíe en mi. Son edades que nos ha tocado vivir y como consecuencia nosotros debemos eliminar ese mal.
Lo único que puedo decirle es que no salga de aquí si no es por obligación. Compre comida, agua y quédese en su casa hasta que todo esto termine- Carraspeo y miro al malherido tendido en el suelo..

-Ejem.. ¿Necesita algo de ayuda?- pregunto sin intención de molestarla lo mas mínimo.

oh, no, tengo lo necesario para ayudarlo...aunque pasara unos días adolorido después de que se despierte.
La vieja pone a hervir una jarra de agua y le tira un conjuro de hierbas, hasta que hierbe, durante un tiempo remueve el conjunto esperando que se evapore el agua. Finalmente las hierbas quedan como una massa viscosa de un olor intenso que lo pone de empaste en las heridas.

Gracias, nunca podremos agradecérselo lo suficiente... le dice el guerrero a la anciana.

Al ver que el elfo se recupera favorablemente suspiro aliviada bueno, me alegro de que esté bien... me pesaba  mucho el cargo de conciencia.

Bien, creo que podemos respirar tranquilos, el elfo se va a poner bien... ¿habeis pensado que cuando volvamos a....... hago una pausa e intento hablar sin que me oiga Bellit, me acerco al enano cuando volvamos a las minas, seguro que nos están esperando,más vale que nos preparemos bien no quiero más sorpresas...

¿Qué has pensado? Yo no tengo oro para comprar casi nada... dice Askel también en voz baja.

-Vos sois como un hada madrina señora. No se preocupe por su malestar así aprenderá para la próxima vez. Jejeje...- suelta orgulloso el enano al ver las creaciones curativas de la mujer.

En ese instante la hermosa pícara se acerca a Keliar mientras la anciana recoge sus cacharros. -Tranquila pequeña. Ellos estarán tan asustados como nosotros..- le guiño el ojo para alejarla de todo miedo y que se sienta segura.

-Bueno señora. Ha sido un placer. Le prometo que todo esto acabara cuanto antes, y hágame caso, no salga de su casa si no es necesario..- se acerca de nuevo al cuerpo del elfo y con cuidado de no romper el empaste de hierbas se lo sube de nuevo a hombros para salir de esta acogedora casa..