En la plaza, la hoguera ha ido apagándose. Aunque aún ilumina con fuerza, hay ya más sombras que claros. La batalla se ha extendido por todo el pueblo. Se oyen gritos y golpes lejanos llegando desde distintos puntos. Algún que otro fulgor en el cielo hace pensar en incendios, violencia, destrucción en los cuatro rincones de Monegros de Urbión. De la fiesta no quedan más que mesas tiradas, cuerpos abandonados en el suelo o ardiendo en la hoguera, regueros de sangre y barro.
Por un extremo aparece Yosef, el joven judío taciturno. Desde lejos se aprecia el brillo amarillento de sus ojos. Trata de escurrirse entre las sombras y busca a sus compañeros con la mirada.
El grupo de la recia Yedra, el engreído Oier, la dulce Dolça y el gigante Elías aparece por el otro extremo, por un lateral de la iglesia.
Entre ellos, debajo de una encina solitaria junto al pilón, un grupo de cinco hombres rodea a una mujer. Entre tres la mantienen sujeta, mientras otro se afana en levantarle las faldas y arrancarle las calzas. El quinto empina un jarro de vino mientras observa divertido la escena y se masajea la entrepierna.
La mujer grita desesperada pidiendo ayuda.
Ya estáis los cinco juntos de nuevo, después de tanto tiempo. Este turno termina el miércoles a las 23.
Los dos jóvenes deciden quedarse en casa.
Ellos mismos. Pero nadie puede asegurar que ese par no vuelvan con fuego.
En cualquier caso no era asunto suyo, así que partieron un poco a la aventura, sin saber si Ticio vivía más arriba o más abajo. Al menos no lo sabía Oier, de modo que simplemente seguía al resto.
Al llegar a la plaza levantó las cejas con una respiración profunda. El baile y el jolgorio habían dejado paso a una escena que poco tenía que ver con los borrachos por el suelo que podrían haberse esperado. Se llevó una mano a la nariz, el olor a carne chamuscada era capaz de abrirle a uno el apetito, por suerte los ojos le hacían comprender la realidad.
Era un campo de batalla cruel. Estaba seguro de que si explicaban el grado de violencia que habían tenido simples aldeanos entre ellos nadie le creería. Entonces cayó en la cuenta de que había una mujer gritando y pidiendo auxilio. Cinco hombres la pretendían forzar.
Valientes cobardes, cinco contra una...
Y acarició su ballesta dispuesto a dispararle a uno, al que se masajeaba para estimular su entrepierna.
Inconsciente. Hacer eso delante de una bruja a la que le faltan dos huevos para completar la despensa. Casi pareciera que se los está preparando
Pero distinguió los ojos de Yosef y bajó su arma. Un arma con la que podía matar sin asustar, al menos al primero. Ya no veía necesario actuar en aquel asunto si el chico judío podía saber cuál era la casa de Ticio. Su plan inicial era rescatar a la muchacha, quien agradecida les devolvería el favor guiándoles. Ahora encararse con aquellos cinco, siendo tres, conllevaba un riesgo que no valía la pena correr.
.
Suspiro, y me quedo mirando al grupo de campesinos... luego... sonrío de forma siniestra.
- Mozosss, tapadme un momento, que ahora vuelvo, - susurro en voz baja, muy baja y siseante.
Dicho y hecho, me pongo detrás del grupo de tal forma que no se me vean ese quinteto al estar entretenidos con la moza que tenían. Luego gesticulo mientras susurro con un brillo cruel en los ojos, luego si alguno me está mirando, le guiño un ojo y empiezo a desvanecerme entre las sombras de la noche...
Un susurro en voz baja les llega desde algún lugar cercano traído por el aire, - ... ahora vengo, jijijiji... - al tiempo que unos imperceptibles pasos se alejan.
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Motivo: Manto del Maligno, en voz baja.
Tirada: 1d100
Dificultad: 95-
Resultado: 29 (Exito)
¡Oigan no! Déjen a la mujer. ¿Qué pensarían las madres de ustedes, las hermanas, si vieran esto? Sus abuelas que tanto los quisieron, ¿si los vieran así?
Déjenla, aléjense de aquí. Ya suficiente sangre y dolor hubo. Quítense la pena de esto. Que no digan sus mujeres en el futuro que no son dignos de ser queridos.
Esperaba Dolça que se alejaran al menos un par de ellos, a quienes de ellos aún tambaleaban entre la línea moral vs. la violencia lujuriosa. Aquellos salvables todavía.
Pero en cuanto viera a uno de ellos ir amenazante hacia ella, a ese, le tiraría la piedra en la cabeza cual David a Goliath. Los demás aprenderían.
Motivo: Elocuencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 28 (Exito)
Motivo: Honda
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 17 (Exito)
En cuanto oigo la voz de Dolca pidiendo que la dejen en paz me paro y cargo la honda.
Oteo el lugar por si además de esos cinco hubiese alguna amenaza no prevista.
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d100
Dificultad: 60-
Resultado: 68 (Fracaso)
Hombres violando a una mujer sobre la sangre derramada durante la lucha: una escena deleznable, pero tremendamente terrenal, casi una invitación a Elías para volver a poner los pies en tierra firme tras el asfixiante oleaje de fenómenos antinaturales de la noche. Por fin, Elías se quita la mano de la entrepierna y agarra con fuerza su maza, dispuesto a ahuyentar o matar a los sátiros.
El hombrecillo rijoso que se masajeaba la entrepierna se gira al oír los gritos de Dolça.
-- ¿Qué cojones...? Anda, pero si es la loca que no quería quemar al gordinflón endemonia de Xuxo. Tranquila, mujer, tranquila, que también tenemos pa ti. Deja de hablar de mi madre, judía bocazas, y ven aquí, que te vamos a dar para que te entretengas.*
Es en ese momento cuando se percata de la ballesta levantada de Oier, y del mazo que se balancea a cada paso que da Elías.
-- Uyuyuy, cuidadito, que la dama viene acompañada...
Se gira hacia sus compinches.
-- Muchachos, atentos, que estos forasteros a lo mejor no saben dónde se han metido y habrá que desasnarlos.
Tanto el que luchaba con las faldas y calzones de la pobre mujer como uno de los que la sujetaban se yerguen, echando mano de su hacha uno, y cuchillo el otro.
Motivo: Iniciativa Campesinos
Tirada: 1d10
Resultado: 3(+12)=15
*Dada la situación, he aplicado un malus a la tirada de Elocuencia de -50% (Muy Difícil), por lo que la tirada ha sido fallida.
Mientras Dolça reprende a gritos al hombre y este se mofa de ella, Yedra se ha colocado detrás del grupo que forman Elías, Oier y la mercader judía. Apenas un par de pasos. Fuera del campo de los demás, pero no escondida (no hay donde esconderse). Por eso no podéis creer lo que estáis viendo. Mejor dicho, lo que no veis cuando tratáis de ubicar a la vieja bruja. ¡No está! ¡Yedra ha desaparecido!
No hay mucho tiempo para pensar en lo que habéis visto (en lo que no habéis visto; en lo que deberías ver y no veis): los ademanes del enardecido grupo de mozos os obligan a permanecer alerta. Dos de ellos siguen sujetando a la mujer por la fuerza, pero los otros tres avanzan retadoramente hacia vuestro encuentro, con las armas preparadas para defenderse de vuestros posibles ataques.
Motivo: Iniciativa Dolça
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+14)=23
Motivo: Iniciativa Elías
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+15)=20
Motivo: Iniciativa Oier
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+15)=20
Motivo: Iniciativa Yedra
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+20)=21
Motivo: Iniciativa Yosef
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+15)=17
No sé si vais a atacar, pero por si acaso he tirado las iniciativas, por si esto deriva en un..
Combate. 1er asalto
Iniciativas y declaraciones:
Campesinos (3 de ellos), 13: Movimiento (hasta llegar a vuestra altura) y defensa.
Yosef, 17: ??
Oier y Elías, 20: ??
Yedra, 21: ??
Dolça, 23: ??
Dolça, Oier y Elías están a unas 5-7 varas del grupo de campesinos, es decir, con una sola acción ("medio asalto") os podéis poner en distancia de cuerpo a cuerpo. Yosef está algo más lejos, a unas 12 varas, y necesitaría todo el asalto para llegar.
Dolça tiene en la mano la honda cargada, lo mismo que Yosef. Oier también tiene la ballesta cargada. Elías va con la maza (el dabus) en la mano.
Contadme cuál es vuestra intención en este asalto, y dejad las tiradas hechas. Por favor, si no os importa, haced las tiradas ocultas. Lo pido porque los demás personajes ven vuestras intenciones, pero no deberían ver el resultado.
En cualquier caso, el límite es el lunes a las 22 horas.
Tirada oculta
Motivo: Minutos de invisibilidad
Tirada: 2d10
Resultado: 11
Pues, efectivamente, he contado que solo te ha dado tiempo a hacer el conjuro, no a atacar. Por otra parte, no he borrado tu mensaje por si quieres copiarlo casi tal cual está: la situación o ha cambiado mucho de un asalto para otro.
¡La bruja ha desaparecido! Por todos los profetas de Jehová, que esto son artes que nada tienen de santas, sino que dejan ver que el maligno tiene más poder en este mundo del que pensabas hasta hace un momento.
Quítate 3 puntos de RR y súmatelo en IRR.
¡La vieja urraca ha desaparecido! ¡Así, sin más! Que te folle uno de estos monegrinos sarnosos si eso no significa que hay fuerzas en este mundo que se escapan del control del Dios Verdadero, puesto que no ha sido Él el que ha ayudado a Yedra a desvanecerse...
Quítate 3 puntos de RR y súmatelos a IRR.
Ya había hecho el tiro de la honda. Eso hace.
Cita:
Ya había hecho el tiro de la honda. Eso hace.
Perfecto. Atacar con la honda ocupa solo una acción de combate. ¿Qué haces en la otra acción? ¿Recargar la honda?
Combate. 1er asalto (Actualizado)
Iniciativas y declaraciones:
Campesinos (3 de ellos), 13: Movimiento (hasta llegar a vuestra altura) y defensa.
Yosef, 17: ??
Oier y Elías, 20: ??
Yedra, 21: ??
Dolça, 23: Ataque a Distancia y ??
Dolça, Oier y Elías están a unas 5-7 varas del grupo de campesinos, es decir, con una sola acción ("medio asalto") os podéis poner en distancia de cuerpo a cuerpo. Yosef está algo más lejos, a unas 12 varas, y necesitaría todo el asalto para llegar.
Dolça tiene en la mano la honda cargada, lo mismo que Yosef. Oier también tiene la ballesta cargada. Elías va con la maza (el dabus) en la mano.
Contadme cuál es vuestra intención en este asalto, y dejad las tiradas hechas. Por favor, si no os importa, haced las tiradas ocultas. Lo pido porque los demás personajes ven vuestras intenciones, pero no deberían ver el resultado.
En cualquier caso, el límite es el lunes a las 22 horas.
Dejó volar la piedra la catalana, y, en cuanto vio que se dirigía directo a impactar contra el amenazante campesino, la volvió a recargar con otro proyectil, listo para ser lanzado, mientras gritaba a los que aún sostenían la muchacha: ¡Dejenla por Dios y salven sus almas!
Al comprobar que el combate es inevitable, Elías pone en práctica toda la habilidad acumulada a lo largo de los muchos años de luchas que lleva a sus espaldas. Enseguida advierte que los campesinos se abalanzan hacia ellos, pero que se muestran precavidos. Elías apostaría a que no van a atacar de momento, que quieren primero tomar posición, así que decide esperar a que estén a tiro y soltarles un buen par de mazazos.
Motivo: 1er ataque ¿?=)(/&^*2º ataque
Tirada: 2d100
Resultado: 171
Motivo: 1er ataque
Tirada: 1d100
Resultado: 9
Motivo: 2º ataque
Tirada: 1d100
Resultado: 82
Motivo: 2º daño
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+1)=7, 4(+1)=5 (Suma: 12)
Motivo: localización del 1er golpe (no tiro daño porque ha sido crítico)
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: localización del 2º golpe
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Ataque y ataque. En principio los dos golpes al mismo campesino (el que esté más a tiro), pero si este cayera tras el primer golpe, dejaría el segundo mazazo para el siguiente que estuviera a su alcance.
La primera tirada, perdón, la he hecho mal, sumando las dos tiradas. Repito de uno en uno. No comento el resultado tal y como pedías.
Yosef no espera más tiempo. Lanza la honda contra el que esté más cerca de él (tal como yo lo veo, ellos avanzan hacia el grupo y yo estoy casi de espaldas a ellos, ¿no?)
Y vuelve a cargar la honda.
Tirada oculta
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 43 (Exito)
Después de hacer la tirada me he fijado en que está en rango corto, y creo que tengo un 20% más, aunque como he marcado como oculta ni sé qué he sacado, jeejejeje
.
Enarbolo el bastón de nudoso roble reforzado y estoy a punto de levantar un pie para liarme a bastonazos cuando la cosa empieza a animarse. Empiezan a llover pedruscos en una dirección, por el rabillo del ojo no me queda claro si lanzado por Dolça o por Yosef, al tiempo que Elías pasa a mi lado cargando a porrazos.
Me encojo de hombros aunque no me vean (o eso espero, que no me vean) y ante la posibilidad de llevarme una ostia de fuego cruzado me limito a murmurar para mis adentros...
.
Tirada oculta
Motivo: Mal del tullido, en voz baja, al que esta atacando Elías.
Tirada: 1d100
Dificultad: 120-
Resultado: 10 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Si saqué 60 o menos, escojo brazo, sino al azar: Paralisis (1 B.Der, 2 B.Izq, 3 P.Der, 4 P.Izq).
Tirada: 1d4
Resultado: 4
Tirada oculta
Motivo: Duración paralisis (x2 si hay crítico)
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Pues ocultas van las acciones de una pobre anciana indefensa. O no tan indefensa.
Oier estaba dispuesto a pasar de largo, su objetivo era el cráneo de la santa y para ello parecía razonable comenzar por visitar a Ticio. Pero entonces Dolça increpó a los muchachos, y al tiempo la anciana se ponía a sus espaldas para cubrirse
Espero que no pretenda palparme el trasero como a aquel mozo o peor entoavía, cortarme las bolas.
Por si acaso fuese lo primero aplicó tensión y fuerza en sus glúteos, si le tocaba el culo al menos que lo encontrase esculpido en mármol.
Por suerte o por desgracia Yedra no estaba interesada en los atributos del navarro. En vez de eso murmuró extrañas palabras y ¡Desapareció! Oier se frotaba los ojos incrédulo. ¿Et si non es una meiga?¿Et si es un espiritu!?¡O las dos cosas!
Incapaz de decifrar aquello volvió su mirada a los compañeros, quienes seguían a lo suyo, como si no hubiesen visto nada de aquello.
Et si la anciana bruja non existe et solo yo la veo?
Empezaba a sospechar que quizás estaba muy enfermo y veía alucinaciones. Hasta ese momento había estado seguro de que todos veían a Yedra, pero ¿Y si no era así?
Se sentía muy contrariado, y para colmo el resto, aquellos judíos, buscaban problemas enfrentándose a aquellos chicos. Una piedra voló, Oier la oyó.
Después dirán que soy yo el agresivo.
Se sentía el más pacifista de todos, pero no podía simplemente marcharse y dejarlos a lo suyo. En aquel pueblo todo el mundo se estaba volviendo loco y no era tan estúpido como para no reconocer que ir solo resultaba más peligroso que ir en grupo.
Pos ale
Suspiró como resignado justo antes de activar su ballesta para que el proyectil surcase el aire. Después cambiaría su arma por el hacha, pues el cuerpo a cuerpo parecía inminente.
Tirada oculta
Motivo: Disparo con Ballesta
Tirada: 1d100
Resultado: 48(+30)=78
Tirada oculta
Motivo: Localización del daño
Tirada: 1d10
Resultado: 9
Tirada oculta
Motivo: Daño
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Tirada oculta
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+15)=17
(No se si la ballesta tiene modificadores en el daño, yo no se los he aplicado)
Tres de los cinco labradores se acercan amenazadores hacia vosotros, mientras los otros dos continúan agarrando a la mujer. Uno de ellos ha sacado un cuchillo de carnicero, brillante y afilado. Otro ha recuperado del suelo un hacha de hoja ensangrentada. Avanzan cautelosos pero con medias sonrisas en el rostro. No debíais haberos entrometido en lo que no os incumbe, forasteros. El tercero, el que ha hablado desafiante a Dolça, encabeza el grupo. Su mano derecha, que antes sostenía su miembro viril, ahora sostiene un largo cuchillo con el que apunta al cuello de la mercader.
Pero Dolça actúa primero. Levanta el brazo derecho con donaire, el cuero gira un par de veces sobre su cabeza y la piedra sale disparada. La distancia es corta, y la mercader más experimentada de lo que podría parecer. La pedrada impacta directamente en el costado del fanfarrón, produciendo un doloroso crujido. El hombre se dobla y se agarra las costillas con la mano libre, resoplando y lloriqueando.
De pronto sucede algo que ya empieza a ser habitual. El campesino que llega por vuestra derecha, el que blande un cuchillo carnicero encarándose a Elías, pierde toda la fuerza de su brazo y deja caer el arma. Se ha detenido, y mira el cuchillo a sus pies, con cara de bobo. Br-brujería... murmura.
Un silbido se sobrepone a los balbuceos de un campesino y los resoplidos del otro: es la saeta de Oier, que cruza el aire para hundirse en la pierna del tercer hombre.
En ese momento se desata la tormenta de golpes de Elías. Al hombre que está mirando embobado el cuchillo a sus pies le cae un garrotazo terrorífico en pleno pecho, que se hunde para adentro como cuando se aplasta un buñuelo. Sin llegar a decir ¡ay!, el campesino se desploma a los pies del judío, el cual, en un rápido movimiento, alarga su brazo para arrear un segundo garrotazo, esta vez a apenas un par de centímetros del lugar donde había impactado la saeta de Oier: en la pierna derecha de otro de los atrevidos muchachos cuya fiesta habéis estropeado.
Y ese mismo hombre, que ha recibido ya un virote y un garrotazo, se ve repelido hacia atrás por una nueva pedrada que le impacta en el antebrazo izquierdo, procedente esta vez de la honda de Yosef. El dolor de los tres impactos es demasiado, y el hombre pone los ojos en blanco y cae sin sentido.
De los tres que avanzaban, queda en pie únicamente el que ha recibido la pedrada de Dolça. Ha dejado de avanzar. Levanta lentamente las manos y comienza a balbucear mientras camina hacia atrás:
-- No, perdón, retiro lo dicho. No os ofendáis, señora, se hará como vos decís...
No hacía falta ni siquiera decirlo. Los otros dos hombres ya han soltado a la mujer, y se alejan a toda prisa de la plaza.
Motivo: Daño de la honda de Dolça
Tirada: 1d3
Resultado: 3(+2)=5
Motivo: Bonificación al daño de la honda de Dolça
Tirada: 1d4
Resultado: 2
Motivo: Localización del daño de la honda de Dolça
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: Campesino de Elías esquiva
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 91 (Fracaso)
Motivo: Secuela campesino Dolça
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: Secuela campesino Elías
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: Daño honda Yosef
Tirada: 1d3
Resultado: 1(+2)=3
Motivo: Bonificador al daño honda Yosef
Tirada: 1d6
Resultado: 2
Motivo: Localización del daño honda Yosef
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Motivo: Resistencia x 4 del campesino que ha recibido tres heridas en un asalto, el pobre
Tirada: 1d100
Dificultad: 48-
Resultado: 58 (Fracaso)
Motivo: Iniciativa campesino
Tirada: 1d10
Resultado: 9(+12)=21
Motivo: Iniciativa Elías
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+15)=23
Motivo: Iniciativa Dolça
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+14)=19
Motivo: Iniciativa Yedra
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+20)=26
Motivo: Iniciativa Yosef
Tirada: 1d10
Resultado: 7(+15)=22
Dolça: 7 PD - 1 = 6PD en el pecho. Secuela: costillas rotas.
Yedra: paraliza brazo derecho del que va a por Elías.
Oier: 5PD en la pierna derecha - 1 = 4/2 = 2PD. (Oier no tiene bonificador al daño con ballesta, porque este se calcula a partir de la Percepción... que no es precisamente su fuerte.)
Elías:
- Ataque 1: 13 PD en el pecho - 1 = 12PD en el pecho. Inconsciente. Costillas rotas.
- Ataque 2 (a campesino de la saeta): 11PD - 1 = 10PD en la pierna derecha /2 = 5 PV en la pierna derecha. Herido, pero no cae.
Yosef (al mismo de la saeta): 5 PD brazo izquierdo - 1 = 4PD/2 = 2PV brazo izquierdo. Se desmaya.
Campesino 1 (centro): -6PV, costillas rotas.
Campesino 2 (derecha, Elías): -12PV, Inconsciente.
Campesino 3 (izquierda, múltiples ataques): -9PV, Inconsciente.
Iniciativas:
Oier: 17
Dolça: 19
Campesinos, 21: Huida.
Yosef: 21
Elías: 23
Yedra: 26
Bueno, pues os han durado bien poco. Podéis perseguirlos o dejarlos marchar, a vuestro albedrío. De hecho, por poder, podéis incluso pegarle con arma de cuerpo a cuerpo al tipo que ya no se atreve a insultar. Está a distancia de cuerpo a cuerpo para Dolça, Elías, Oier y Yedra (pero a Yedra no se la ve por ningún lado). Lo que no podéis es disparar (ni ballesta, ni honda). Yosef sí, porque está más lejos, a unas 5 varas todavía. La mujer ha quedado tirada en el suelo.
Contadme qué hacéis hasta el jueves a las 15.30.
Todo sucedió muy rápido. Aquel a quien Elías había hundido el pecho dudaba de que volviese a ponerse en pie jamás, moriría más pronto que tarde en una larga agonía en la lucha por conseguir aire para respirar. No se preocupaba por ese, no valía la pena.
Las disculpas y la intención de marcharse más calmados por parte de los muchachos le parecieron sinceras. Oier asintió con calma, aunque todavía con el hacha en la mano por si acaso.
El peligro no desaparece hasta que el enemigo se va bien lejos
Viendo a la muchacha liberada avanzó para acercarse a ella. Por el camino pasó junto al joven que había perdido el conocimiento, y posiblemente quedaría cojo de por vida si no moría.
-¿Me devuelves la flecha, por favor?- preguntó justo antes de arrancarle de la carne el proyectil. Llenar el carcaj costaba unos dineros, y recuperar los proyectiles era el mejor modo de ahorrar en ese aspecto. El joven inconsciente no iba a quejarse, aunque, al dejar de estar taponada, la herida podía empezar a sangrar profusamente. Acto seguido quiso ponerse junto a la muchacha.
-¿Estáis bien, bella dama?- le preguntó con porte varonil y voz seductora mientras le tendía la mano.