Partida Rol por web

Buenas noches, Clemente —saludo—. En efecto, y el contenido es bastante llamativo, como puede comprobar. Justamente iba a buscarle para hacerle una pregunta. ¿Cómo ha llegado esto a la casa del Señor Caldwell? ¿Por correo, mensajero o cómo?

- Debo ser honesto pues la confianza para con Clyde lo merece - explico - Esta mañana cuando salia para ir de compras y pagar algunas cuentas patee esa caja que se encontraba frente a la puerta principal, lamento haberlo hecho pero no la vi ya que sali rapido - comento.

- Al ver lo que hice pues entre con la caja y la deje en el mismo lugar donde la encontraron ustedes, no tenia dato alguno y lo mas sensato era no dejarla fuera - asintio - Lo siento -

¿Le diste una patada a la caja?-digo, irritado al pensar que una pieza arqueológica había sufrido tal daño. Aquello explicaba la muesca que había en la figura, posiblemente, era una suerte que no le hubiera pasado nada más-entonces alguien la dejó aquí, simplemente... Haces bien en decir la verdad y en haberme llevado la caja, Clemente.

Bajo la cabeza y la sacudo un poco al oír el percance que tuvo, pero contesto amablemente: —Bueno, si no la vio, es un percance que nos podía haber ocurrido a cualquiera. Si no llegó por correo y estaba justo en tu puerta, parece que hay alguien con intereses privados en hacerte llegar esa estatuilla. Tanta falta de señas me hace pensar en que podríamos preguntar en el Elíseo, o que, de hecho, mis anteriores suposiciones no sean tan descabelladas. Si no, ¿por qué iban a ocultar la procedencia del regalo?

Me giro para mirarlo de nuevo. La muesca que encontré ha perdido algo de interés después de conocer el percance de Clemente al encontrarla, pero sigue siendo enigmática.

—En fin, Clyde, dime tú. Desde el museo puedo hacer llamadas, y algún paseo por el Elíseo nunca viene mal.

Vayamos al museo y luego al Eliseo, te acompañaré-sonrío a mi chiquilla-Clemente, si alguien involucrado en este tema, intentase ponerse en contacto conmigo, avísame de inmediato.

—Vamos, pues —declaro y cogiendo mi chaqueta de donde la he dejado, aprovechando para sacar de ella las llaves de mi coche—. Vamos en mi coche, supongo.

Camino para salir de la casa, haciéndole un gesto de despedida al empleado de Clyde.

—Hasta luego, Clemente —me despido, con mi característica amabilidad distante.

Sí, vayamos en el BMW que te regalé-sonrío a mi chiquilla y luego me giro hacia mi empleado-Volveré más tarde, deja la figura y la caja tal y como están-Me despido de Clemente también y sigo a Penélope.

Ambos Cainitas salieron de la casa y Clemente solo asintio ante su error de no ver por donde iba; Poniendo el auto en marcha y tras abrir el porton electrico las dos criaturas de la noche comenzaron su camino en aquel automovil en direccion hacia el museo para intentar averiguar la procedencia de aquel objeto que habian dejado atras sobre la mesa del comedor.

Una musica pausada sonaba debil mientras las luces de la carretera que era el acceso mas rapido al centro de la ciudad iluminaban la pintura del coche reflejandose como si fuera en un espejo. La noche estaba calma y casi podia decirse que serian unos buenos dias puesto que el informe meteorologico no esperaba cambios.

Conduzco hacia el museo, yendo directamente a mi plaza de aparcamiento reservada donde dejar el coche.

Mientras estas con la vista en la calle a unos pocos kilometros de la entrada al centro de la ciudad juras ver una figura que cruza la carretera corriendo y mirando hacia atras sin ver que el auto qeu conduces se dirige hacia ella.

Mientras Penelope manejaba algo le hizo reaccionar de forma violenta dando un volantazo haciendo que el auto saliera de la ruta en direccion hacio unos arbustos dejandoles mirando hacia la ruta donde otro auto habia parado al ver el accidente; que habia pasado?, la musica seguia sonando en aquel vehiculo. La noche parecia estar algo alocada o simplemente un juego de luces asusto a quien conducuia.

Mi rostro es de auténtica tensión. Mis ojos están abiertos de forma casi espástica, y mis manos agarradas al volante con fuerza.

—¿Le he dado? —acierto a preguntar, aún sorprendida—. Había alguien corriendo por la carretera... Joder... —salgo del coche y miro hacia la carretera y el parachoques de mi vehículo, buscando con algo de miedo un cuerpo atropellado, o una mancha de sangre, lo que sea que pudiera confirmarme lo que me temo.

Clyde no llego a responder cuando Penelope salio del auto en busca de ese algo qeu no podia encontrar mas si estaban bien marcadas sobre el asfalto dos franjas negras producto de la frenada y el volantazo siguiente pero no, no habia cuerpo alguno o daño del auto aunque podias jurar que le habias matado.

Oigan estan bien? - Dijo un hombre con un telefono mobil en mano, al parecer habia llamado a una ambulancia - Señora se encuentra bien? no se mueva la ambulancia esta en camino... - Dijo separandose de su vehiculo que habia aparcado en un lateral de la carretera para no entorpecer el trancito.

—Sí, estamos perfectamente, no ha sido nada... creo —contesto—. Por favor, no hace falta que venga ninguna ambulancia, de verdad. Tanto mi amigo como yo estamos perfectamente. Simplemente me pareció ver a alguien en mitad de la carretera y por eso maniobré tan estrepitosamente. Si me pudiera usted hacer el favor de decirle a los servicios de emergencia que es una falsa alarma, se lo agradecería enormemente.

Salgo del coche, aún sorprendido por los hechos-No será necesaria ninguna ambulancia, creo que sólo ha sido el susto-digo, con tono amable-Penélope, supongo que el coche sigue funcionando, ¿no?-si teníamos algún problema, era bastante conveniente que lo hiciera.

- No - Dijo de forma rotunda - Pueden estar heridos con algun golpe o algo.... la ambulancia llegara en breve - Comento el sujeto que volvia a su auto, parecia nervioso o simplemente fue el susto del casi choque entre ambos vehiculos. Pero como podia haber sucedido aquello, la mente de Penelope trabajaba y Clyde parecia estar buscando una solucion a este pequeño detalle, iba a ser digno de un Ravnos decir el por que no tenian signos vitales cuando les revisaran.