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Salvatore

Salvatore era un personaje particular dentro del Convento. La Hna. Bernarda solía llamarlo París irónicamente. Un hombre fuerte como un toro, pero con funciones mentales muy afectadas. Una extraña mezcla entre hombre y animal. Era difícil entender algo de lo que decía, y a veces solía babearse.

Por lo que Rachel sabe Salvatore apareció hacía muchísimos años en la puerta del convento emitiendo unos extraños lamentos, que podrían llamarse llanto, y pidiendo perdón. Nadie conoce bien la historia, pero algunos dicen que había violado a una jóven y estaba allí arrepentido, y autoflagelada su espalda, en carne viva. La Madre Superiora se apiadó de él y ordenó que lo atendiesen. Luego de unos días de recuperarse debía irse, pero rogó poder quedarse. Por razones obvias no hay hombres dentro del Convento.

El grotesco personaje decidió entonces perder su virilidad, y con un cuchillo de cocina se cortó el pene. Al parecer logró ser aceptado. Se mostró muy habilidoso con las artes manuales por lo que comenzó a ocuparse del mantenimiento del Convento. Vivía en una pequeña cabaña dentro de los muros del edificio.

Apesar de su aspecto y su supuesta historia, siempre se mostraba muy amable y servicial con todo el mundo.

La Hna Bernarda tomó a Rachel por los hombros, y la sentó en uno de los bancos, haciendole un gesto a Miguel para que la contuviese allí.

Al cabo de unos pocos minutos, apareció detrás de ellos una figura extraña. Una bestia deformada, jorobada, y babeante que se dirigía a la cruz.

Miguel obedeció a las señas de la hermana y se acercó a Rachel, dispuesto a consolarla lo mejor que pudiese, que además era parte de su profesión cuando vivía.

Estaba tan concentrado en la tarea que le habían encomendado, que tardó un poco en darse cuenta de la extraña aparición de esa grotesca criatura babeante que se dirigía hacia la cruz

Allí, allí... - alertó a los demás mientras señalaba con su brazo extendido - ¿quien eres, qué eres?

-Es salvatore- Digo aun temblando y en un hilillo de voz- Él es bueno, no le hagas nada-

Salvatore no habia sido bueno en un comienzo, y la mayoria de las hermanas, aunque no lo dijeran pasaron miedo durante los primeros años pero finalmente se demostró como Dios tiene razón y en toda criatura habita él mismo, aunque sea en el fondo.

Cuando yo ingrese salvatore ya llevaba tiempo , su historia es desgarradora y yo aun me la cuestiono como real.

Por un instante miro a la chiquilla que esta en la cruz. Si a pesar de la apariencia y su turbio pasado salvatore habia poddo demostrar ser bueno. ¿Quien era yo para no darle la oportunidad a esa niña de demostrar lo mismo?.Lo mismo estaba haciendo lo que de verdad el quería y era condenar a todas las criaturas por la desconfianza a que fueran como él.

Me aparte de los brazos de miguel y levantandome me acerque hacia salvatore.

-Yo te ayudare-

Y sujete las piernas de las chica para que fuera mas facil descolgarla.

Salvatore miró confundido a Rachel. No entendía cómo era posible que ella estviera allí. Pero luego de unos instantes sonrió y señaló el fresco de Jesucristo que deminaba el techo de la iglesia.

- I Patri!

Acercó la robusta escalera de dos hojas que usaba para las tareas de mantanimiento en la Iglesia, y la abrió frente a la cruz. Abrió sus cajas de herramientas, pero no sabía por dónde empezar. Tomó un tenaza para tratar de sacar los clavos. Al hacerlo removió las heridas de Noelia, y ella no pudo evitar gritar del dolor. Salvatore se paralizó y clavó su mirada en Rachel. Sus ojos se inundaron de lágrimas... tal vez culpa por su pasado.

La Hna. Bernarda se acercó a la escalera apenas vió el titubeo del hombre-bestia.

- Salvatore, continúa. Sabemos que sufre y que no quieres lastimarla, pero si no la bajamos pronto puede morir desangrada. Vamos, el Señor quiere que esta niña viva. Saca esos clavos urgentemente!

Asintió con la cebeza y con temblor se puso manos a la obra. Pronto la situación se volvió casi insoportable para Salvatore. Mientras los clavos cedían Noelia no podía dejar de gritar desesperada por el dolor. La tormenta empeoró, y la pobre bestia empezó a llorar y a gritar sin parar junto con Noelia, pero sin dejar de jalar. Hacerla sufrir era demasiado fuerte para él.

- Patri tenne pieta, Patri perdottaaa!!!

Miguel asistía a la escena incapaz de decidir que acción tomar. Parecía que las hermanas y este extraño individuo se bastaban para descolgar a la infeliz de la cruz, de manera que ayudó a Rachel a sujetar a la extraña para que cuando la desclavasen no cayera al suelo - por si le faltaba algo, que no se parta la crisma - , a la vez que le preguntaba:

¿Salvatore?, ¿es un amigo tuyo?

Noelia sentía como el grandote deforme desgarraba su carne. Sentía la tirantéz de los tendones de la muñeca y el crujido de las pequeñas astilla óseas que se desprendían del clavo. Los truenos y los relámpagos parecían acrecentar la escena del momento.

Tenía los ojos llorosos dirigidos hacia la ventana, un grito ahora surgió de sus fauces pero no por el dolor, sino por un horrible resfusilo a la lontantanza. Esta cerca...tan cerca...
La piel cerúlea de Noelia exumaba la transpiración que corria profusamente entre sus pechos y su zona genital, mezclada con la sangre que creaba un aspecto desgarrador.

Por favor...!!!! Por favor!!!!! dice la colorada en la semiinconciencia, pidiendo clemencia, ayuda...para que la liberen de esa prisión.

Soportando el cuerpo de la chica, y ayudada por salvatore ,que pese a su apariencia estaba siendo mucho mas delicado de lo que lo hbaia sido yo con ella. Sufria, se notaba, ya no era esa pieza extraña e imperturbable. Pese a la situacion que antes habia confundido con un emisario para corrompernos de ÉL , ahora lloraba, sudaba y sangraba.

Cuando senti a miguel a mi lado le mire triste sintiendo su dolor

-No es un amigo, es un hermano mas del convento- capte en él lo extraño que eso sonaba, en un convento de solo de mujeres un ser tan poco agraciado, pero todos tenemos nuestra historia y nadie merece que nos juzguen.Suspire ante ese pensamiento- Tranquila, ya casi lo hemos conseguido!- Anime a la chica y despues a salvatore- Vamos puedes hacerlo, quita ese clavo-

Mire a miguel un instante, aunque la descolgaramos sus heridas eran horribles ¿Seria capaz miguel de salvarla? ¿Seriamos capaces de saber que hacia aqui? ¿Seria capaz de explicarle a mis hermanas quien realmente soy ahora?.Y entre todo esto el recuerdo de la unica persona que ame.

Finalmente el tormento terminó. La jóven estaba libre de los clavos, aunque casi desvanecida del dolor. Salvatore la cargó en sus brazos hasta la enfermería. Si bien el camino era largo, lo hizo como si no pesadra nada. Tal vez la adrenalna del momento, o sus sentimientos encontrados. Apenas la apoyó en el camilla salió corriendo hacia el patio. A los pocos instantes llegó la enfermera.

La Hna. María era oficialmente enfermera, pero suelo de tantos años prácticamente se había convertido en el médico del lugar. Entró a la sala y al ver la cantidad de sangre corrió agitada a limpiar las heridas y tratar de para la hemorragia. Luego de una minutos frunció el seño enfadada.

- Es raro. Sus heridas están abiertas, pero no sangra. Pareciera que se están cicatrizando... o ya se han cicatrizado. Las coceré igualmente, pero no entiendo muy bien que le ha ocurrido...

Cuando la Hna. María termnió hizo un gesto a la Hna. Bernarda para salir de allí y hablar en privado.

Luego de un poco mas dolor, las heridas de Noelia fueron cerradas, y ella, de a poco, recobró un poco de fuerzas.

Salvatore por fin lo habia conseguido y segun la apoyaba en el suelo le sonrei y acaricie su brazo en gesto de agradecimiento, lo cierto era que podia creer la leyenda de su entrada aquí o no hacerlo pero en este instante habia demostrado mas calidad humana que muchos otros..incluido yo.

Escuche a las hermanas hablar sobre las heridas de la chica y sobre todo vi su rapida cicatrización , no queria volver a pensar que quizas esta chica tuviera algo que ver con él como ya había dicho antes, asi que decidi darle la oportunidad que me dije a mi misma antes que le daría

Mire a miguel

-¿Tu como lo ves?-

Miguel estaba absorto en la contemplación de la rápida recuperación de las heridas de la desdichada que se encontraba clavada en la cruz cuando reparó en la pregunta que le había hecho su compañera.

Extraño, sin duda - acertó a susurrarle a modo de respuesta. Tras un momento, sintió que le debía una explicación más completa - Verás, soy especialista "en la cabeza", pero trabajando en un psiquiátrico tienes que atender a bastante pacientes en lo que serían unos primeros auxílios. Jamás he visto cicatrizar a nadie de esta manera, pero después de lo que llevamos pasado, creo que eso no es lo más extraño que hemos visto, ¿verdad?.

Dirigiendose a la desconocida, que decía llamarse Noelia, Miguel la interpeló: Dime, ¿como te encuentras?¿recuerdas como llegaste hasta ahí?

El color de Noelia se había asmejado al blanco impoluto de una mortaja, pero ahora solo se marcaban algunas venitas debajo de su piel, lo que le confería un aire de recuperación.
Trata de incorporarse un poco, estudiande más detalladamente a esas personas que habían aparecido enfrente suyo...

No sé que me está sucediendo...dice la muchacha agarrandose su abultada cabellera castaña. Antes estaba en un lugar, y de pronto, aparecí estacada en una cruz en medio de una estúpida tormenta...luego mira sus marcas que cicatrizaban de manera acelerada. Creo...que estoy muerta...

Mirando significativamente a Rachel, el doctor O'Hara asiente levemente a la desconocida. Seguidamente, mira a su alrededor para asegurarse de que no hay nadie lo bastante cerca como para que haya podido escucharla y le responde en un susurro:

Si, creo que te entendemos porque estamos en la misma situación

Cuando la chica empezo a curarse y a recuperar la serenidad una extraña sensacion de desazon me invadio y al terminar de oirla hablar capte la mirada en busca de comprension de miguel .Pero yo solo me sentia como una aberracion o algo asi que no mereciamos ni estar como estabamos en la iglesia , baje la mirada.

-No importa lo que creamos ni en la situacion que estamos..esto no esta bien..nosotros ya estamos muertos, ya sea por decision propia o porque alguien lo quiso para nosotros...si pudiera saber que quieren de mi...-

Mire hacia la figura de la virgen que moraba en la capilla y crei que iba a llorar pero hasta eso me lo cuestione...

-Creo que deberiamos salir de aqui, nuestra sola presencia es una ofensa para el lugar y no quiero causar mas daños en lo que esta claro que aqui ya no somos bienvenidos.Vamonos-

Me levante y mire a mis hermanas , si querian decirme algo era su momento

Ante las palabras de la muchacha, Noelia fija su vista en algún punto de la pared Algo me dice que pronto sabremos lo que quieren de nosotros...todo está escrito...dice con un dejo de melancolía en su voz, al momento que una lágrima rodaba en su mejilla.

Salgamos de aquí dice la voluptuosa mujer mientras se hiergue en toda su estatura. Quiere que me cuenten cómo es que llegaron a esta situación, tal vez nos sirva para atar algunos cabos...

Al salir de la enfermería el lugar se encuentra bastate solitario, como siempre. Solo se escucha el cuchicheo de un par de hermanas en la sala contigua. La tormenta había bajado su violencia, pero aún llovía. Al pasar por la puerta de la Iglesia, extrañamente ven unas huellas de barro que salen, y, al aprecer, se alejan por el camino por el que el que Miguel y Rachel habían llegado, es decir, el único camino de acceso.