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Del Amor Verdugo

Primer Día: Viaje y llegada a la Villa de Yepes

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20/05/2010, 20:53
Director

Castilla, finales de Julio del año de nuestro señor de 1550:

Estando en la Villa de Madrid, Fray Eugenio en su condición de teólogo especialista en demonología y por conocer mejor que nadie en el obispado de Madrid todo lo relacionado con el maligno, recibe el encargo del propio obispo de investigar unas desapariciones en el pueblo de Yepes. Al sur de la villa.

En estas desapariciones puedes estar involucrado el maligno, así que deberá esclarecer el caso y tomar las medidas oportunas.

Pero no viaja sólo, va con sus dos sirvientes.

Aitor Zabala, un antiguo marinero vasco fuerte como un toro que sostiene el estandarte con la cruz de Cristo y abre la comitiva , para que todo el mundo sepa que se encuentran en misión Sacra bajo la advocación de Cristo Rey.

También les acompaña, cerrando la comitiva un penitente reconvertido en persona honrada, natural de Segovia. Henry tintoreto que sostiene su espada en su mano derecha siempre vigilante por lo que pueda acechar en el camino.

El grupo camina con paso decidido, hace ya dos días que partieron de Madrid y deben darse prisa, pues deben llegar a la villa antes de que anochezca.

Al ser Julio, los campos están totalmente secos y el calor es casi insoportable. Hasta que no llegue la caída de la tarde y refresque seguiréis sudando a mares.

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20/05/2010, 21:44
Fray Eugenio de Rivadesella

Este calor del dem... -blasfemé. ¿Acaso no hay algún paraje (fuente, pedrera o mísera taberna de bellacos) donde podamos mitigar el dolor de la garganta? -pregunté al jóven Zabalza.

¡Vamos Aitor, deprisa! ¡Apúrate!, Reza mientras hablamos, pues la ayuda que Nuestro Señor pueda brindarnos puede ser infinita ¡Afánate por avanzar!

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21/05/2010, 15:57
Aitor Zabala.

Refunfuño mientras hago un esfuerzo sobrehumano que a los 5 metros me deja rendido.
En el mar se carecen de estos problemas...

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24/05/2010, 11:44
Director

Por fin, en la lejanía divisáis un pequeño villorrio al borde de un riachuelo. A medida que os acercáis lo divisáis con claridad. Es Yepes!!!

Estáis deseando llegar para quitaros el polvo y dar un buen trago de agua fresca.

Por lo que podéis ver no debe de haber más de cincuenta o cien personas en la villa, que es más bien una aldea.

Una veintena de edificios , una pequeña iglesia y un edificio con un cartel de madera que hace las veces de taberna y posada.

Por fin camináis todo el trecho hasta que os paráis en la puerta de ese edificio taberna.

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24/05/2010, 13:28
Aitor Zabala.

Bueno, supongo que no se dignaran a cobrarnos el buen vino que requiramos estando en mision sagrada, ¿Me equivoco?

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24/05/2010, 15:28
Henry Tintoreto

Al entrar en el pueblo y presentarnos delante de la puerta de la taberna, me adelanto y digo:

-Fraile. Permitidme entrar primero y pediros una buena habitación para vos.-miro a ambos lados y continuo-No se sabe que clase de gente ronda por estas tierras.-

Levanto la mirada a la espera de una respuesta.

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24/05/2010, 15:32
Aitor Zabala.

Como? Que tenemos que pedir una habitacion,de que clase de priorato partes que no a hecho preparativos para tu llegada querido Fray... Pensandolo bien igual deveriamos ir a buscar primero al eclesiastico del lugar para que nos informe sobre la mison de la que me hablaste, aunque si te molesta mi presencia siempre puedo bagabundear por estos lares siempre con la sana intencion de recopilar informacion. Digo con una picara sonrisa.Antes que pagar una habitacion mejor ir a ver a cualquiera que sea elmonje de la zona,seguro que se niega a mandarnos a un hotel y nos cede una cama y techo gratuitos.

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24/05/2010, 16:04
Fray Eugenio de Rivadesella

Una taberna....

Saqué el crucifijo. Enrollé su cadena casi plateada sobre mis manos. -Este no es lugar para el perdón, sino un antro de disputa. El Grandísimo razona con los desviados de su senda de otras... maneras... no a base de tragos y juegos de azar -sentencié.

Tras oír las palabras del ladronzuelo, pensé unos instantes...

-El chico tiene razón, Tintoreto -dije asintiendo a las palabras del joven Zabalza. Vosotros podéis entrar y encontrar saciados vuestras necesidades ahi dentro. Yo debo encomendarme al asilo de los siervos de la Santa Sede: tan sólo un capellán, o un sacerdote blasfemo, o un becario de Nuestro Señor...

Saqué un pañuelo y lo pasé por mi frente. Luego lo doblé y volvía a meterlo bajo mi ropa.

Eso si..., Mmm... ¡Os agradecería un trago de agua bien fresca!.

Mientras decía esto intentaba preguntar sobre el comendador religioso de Yepes a las gentes del lugar, a aquellos que se encontraban por la calle.

Notas de juego

Quizá haya incongruencias históricas religiosas... (XD)

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24/05/2010, 16:13
Henry Tintoreto

-Claro fraile. Ahora mismo le traigo un baso de agua fresca.-

Entro en la taberna y me acerco a la barra.

-Buenas tardes. Me pones un baso de agua fresca.-Mientras me lo pone le pregunto-Por cierto, ¿Podría usted decirme sobre los rumores del lugar? Cualquier información será bien recibida.-

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24/05/2010, 18:28
Director

La taberna está prácticamente vacía a excepción de un borracho en una de las mesas y el tabernero, un viejo repelente con la cara llena de agujeros.

El viejo te mira extrañado, pensando quizás, que hace un forastero en una aldea tan perdida.

Te sirve el vaso de agua fresca sin mediar palabra, es bastante maleducado.

Pregúnteselo al cura.

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24/05/2010, 19:03
Henry Tintoreto

Salgo de la taberna con el baso de agua fresca y se lo entrego al fraile.

-Aquí tiene fraile. Un baso de agua fresca.-

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24/05/2010, 20:23
Director

Uno de los campesinos que encontráis en la calle que carga con un fardo de leña os señala la pequeña iglesia.

Allí vive el cura.

Os dice lacónico.

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24/05/2010, 20:56
Aitor Zabala.

Bueno mientras usted atiende sus asuntos vagabundeare por el pueblo, estare en la taberna dentro deun par de horas y durante un par de horassi requiere de mi.

Notas de juego

Describeme la taberna cuando puedas dire.

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24/05/2010, 21:55
Fray Eugenio de Rivadesella

Aitor, acércate -dije en un tono de advertencia. Estás a mi servicio. Lo que significa que estas al servicio de Dios. Rechaza toda ofensa infiel, como siempre te digo, pero sobre todo... no te metas en lios, no conviene llamar la atención. ¡Hemos venido a lo que hemos venido!.

 

Gracias Henry... me pregunto que aspecto tienen esos parroquianos -le dijo mientras deseaba saber qué tipo de gente albergaba Yepes...-. Vienes conmigo a ver al pastor de esta villa? Dejemos al joven pícaro por aquí...

Mientras palmeaba en la espalda a su jóven discípulo, me dirigía en la dirección que aquel villano me había indicado, con la intención de tomar un primer contacto con las huestes de Nuestros Señor.

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24/05/2010, 22:23
Henry Tintoreto

Veo como el joven discipulo del fraile decide separarse de nosotros, entonces afirmo con la cabeza al seguidor de Dios, mientras digo:

-Claro que le acompaño mi buen fraile. Vayamos a la casa del Señor-

Sigo a Fray Eugenio, cubriendo sus espaldas, intentando detectar cualquier peligro.

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24/05/2010, 22:30
Fray Eugenio de Rivadesella

Bien Henry, no conozco muy bien lo que el Obispado nos ha encomendado, ejem..., ni a quien acudimos ahora mismo (no le conozco en persona) -estaba algo pensativo. Serás mis ojos, mi mano ejecutora, mi, como lo llaman los militares de la orde de Dios, lugarteniente. Es por ello que deberás ayudarme con la investigación... pues siempre me rodeo de otros eruditos.

Ah!, -dije parándome en seco y girando todo mi cuerpo. Si no sabes qué decir, baja la cabeza... ya hablaré por ti. ¿De acuerdo? No conviene otorgar malas palabras o incongruencias. Desde el Estrado (religioso) me han comentado que es un caso de... ejem... seriedad prioritaria...

Parecía haber entendido todo a la perfección. No era un mal chico. Era jóven, muy jóven. Quizá demasiado para atisbar los entresijos que este caso encerraba. El capellán de Yepes o sus monaguillos podrían aclararnos las ideas, enseñarnos como fue el modo de acción de este caso...

¡Apúrate! -dije con firmeza.

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25/05/2010, 10:08
Director

La iglesia es un pequeño edificio de estilo mozárabe, de ladrillo visto. Sin duda no ha envejecido muy bien, además para nada podría decirse que esté bien cuidado.

Entráis por la gran puerta de madera que está abierta aunque no hay ningún fiel dentro. Sólo halláis al cura que está de espaldas al altar mirando fijamente a vuestras personas.

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25/05/2010, 10:12
Padre Javier

Buenas tardes

Alza la mano para saludaros.

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25/05/2010, 10:12
Director

La taberna es un edificio de madera y ladrillo de dos plantas. Está prácticamente vacía a excepción de un borracho en una de las mesas y el tabernero, un viejo repelente con la cara llena de agujeros.

El borracho ni se mueve cuando entras, mientras que el tabernero te saluda con la cabeza al verte entrar.

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25/05/2010, 14:35
Fray Eugenio de Rivadesella

Hola Padre -saludé mientras le estrechaba la mano tímidamente. Soy Fray Eugenio de Rivadesella. He sido enviado por el obispado por el... caso, junto con mi séquito personal, a buen ver. Bien, me gustaría ponerme manos a la obra. La gracia de Dios es esplondorosa para los prudentes, y los atisbado, ¿no cree usted?

Miré el templo. Su aspecto no era muy afable. Pese a que estaba cuidado, su estructura dejaba mucho que desear. ¿Qué se podía esperar de una villa casi desolada y con tan poca población? No obstante... allí... había sucedido algo.

-Y digame, Padre... -proseguí. ¿Qué puede contarme de los desparecidos...? Supongo que eran de esta villa. ¿Cuáles eran sus nombres?

Mientras preguntaba me santigüé con el rosario que llevaba enrrollado en la mano, al tiempo que guiñaba un ojo a Tintoreto para que estuviera atento.