Partida Rol por web

La torre SIGMAus™ de la compañía homónima, se encontraba situada en pleno Downtown de Glass City, aproximadamente a un click, tal vez a uno y medio del Eros.

Aunque se le considera a esa zona como el Downtown, no es el centro histórico de la ciudad. Éste se encontraba al otro lado, sin embargo unos cuantos años atrás un magnate se rebeló contra la historia de la propia ciudad y levantó su propia ciudad empresarial en aquel lugar. Más tarde le siguieron las demás compañías siendo las grandes reinas: la archiconocida productora de contenidos y de ropa, The Walt Disney Company; la gran empresa de robótica Intel Corporation; la japonesa líder en automoción, Toyota Motor Corporation; y por supuesto SIGMAus™, el objetivo de los cuatro recién llegados.

La torre que tenían delante se encontraba parcialmente oculta por una gran plaza que funcionaba como visera y que se alzaba por encima del nivel del suelo, casi como una especie de torre de Babel que separa a unos pocos privilegiados del resto. Esta gran plaza elevada unos 6 metros parecía levitar a excepción de unos pocos tubos inclinados por cuyo interior circulan los elevadores panorámicos.

Sobre dicho Edén, se alza la estilizada torre cuya estructura se advierte por el exterior: una gran malla de grafeno que permite aligerar la estructura en su interior, y entre los grandes huecos que se abrían en la malla al más puro estilo de una colmena: vidrio tecnológico de mucha mayor calidad del que habían visto en el Eros, que proyectaba un sinfín de colores y formas que parecía actuar sobre todos los observadores como si fuera la luz para las polillas.

Había llegado el momento de la prueba de fuego, comprobar si lo que habían hecho hasta aquel momento funcionaba, o si habían fracasado miserablemente.

El ascensor se accionó en cuanto detectó que los cuatro uniformados se acercaban, probablemente al sentir la proximidad de la tarjeta. En cuanto accionaron el único botón que había en una pantalla acristalada, con un zumbido la máquina empezó a alzarse en dirección a la tierra prometida.

Entonces los cuatro empezaron a rascarse, el mono industrial poseía un color sucio cuyo único distintivo consistía en una única palabra en su solapa: GESTEC. Por dentro picaba como mil demonios.

-¡Ey! -. Les sorprendió a los cuatro una voz familiar que se antojó chillona al otro lado del auricular- Estáis en la torre, así que habéis conseguido acceso… No jodáis esto.

Un suspiro y estaban arriba. Una gran plaza se abría frente a ellos, haciendo sentirse a los recién llegados como beduinos que llegaban en solitario a un oasis, pues numerosas especies vegetales se repartían a lo largo de la plaza rompiendo la monotonía del hormigón pulido que suponía el resto de la superficie.

Sin embargo no estaban solos, tres vigilantes de seguridad se encontraban separados dando una vuelta alrededor de la plaza. Eran casi las 12 de la madrugada y probablemente no acostumbraban a recibir visitantes a aquellas horas.

No hubo tiempo para mucho más, uno de los tres, el que se encontraba más cerca del ascensor por el que habían subido, les hizo una seña. ¿Qué pollas significaría eso?

Las cosas iban rodadas y para culminar la operación Arkadi se había sacado de la manga unos monos de mierda pero cojonudos para la misión.

-Joder Cheng no nos des estos sustos que estamos en modo espionaje máximo. Espero que cumplas con tu parte y tengas el vehículo de huida listo para cuando terminemos.

Justo terminó de hablar cuando alcanzaron la gran plaza, momento en el cual uno de los guardias de seguridad les hizo un gesto.

-No tengo ni idea de que va ese guardia, ni a que se dedica la empresa que nos suministró los monos, vamos a seguirle la corriente, que hable el primero, si alguno no sabe que decir que no hable. Ya le explicaré que es mudo o retrasado. -susurró a sus compañeros. Juntos llegaron a la altura del vigilante que les había realizado la señal.

El Data decidió que lo mejor era permanecer en silencio. Nood había demostrado que sabía manejar las situaciones sociales mejor que ninguno, así que lo mejor era dejarle hacer.

Afortunadamente tenían ropa para los cuatro, incluida una lo suficientemente grande para que le viniese bien a Arkadi. Y la tarjeta había funcionado. Ya estaba todo hecho.

-Bueno. Esto está hecho ya. Estamos dentro.-

Pero claro, luego uno de los tipos de seguridad le hizo señas. Podía ser cualquier cosa, así que el backup decidió en un momento de lucidez no decir nada y mirar a Nood. Después de todo el de las palabras amables era él, hasta sabía interactuar bien con la gente y conseguía que hicieran lo que quisieran. Arkadi también lo conseguía, pero solía ser después de romper algunos huesos o pegar algunos tiros.

En cuanto se pusieron a su altura, confirmaron que el vigilante que les había hecho señas se caracterizaba por un mentón cuadrado y un corte de pelo que evidenciaba cierto pasado militar, apenas tenía cuello y era el que aparentemente estaba más fornido de los tres que patrullaban aquel área.

Mientras se fijaban en todo eso, él les asintió a modo de saludo. Portaba una pistola que colgaba de su cinturón y un chaleco antibalas marrón con el logo de ADT¹ en su parte posterior como uniforme 

-¿Quiénes sois?- Preguntó oteando a cada uno de los que componían aquel heterogéneo grupo- ¿Cómo habéis subido?

-¿Gestec? -Aventuró tras fijarse en la identificación que llevaban los cuatro en la solapa.

Cables no era tonta. Sí bastante incapaz de percibir los sentimientos de los demás, como tributo de los distintos implantes de su cuerpo y como consecuencia de su propia forma de ser, más atenta a circuitos que a la infinidad de detalles corporales que mostraban comodidad, incomodidad, placer o sospecha.

Pero, afortunadamente, no era tonta. Y conocía dichas dificultades. Así que acompañó al grupo, bien calladita, esperando que Kane arreglara el asunto.

Era el momento de volver a hacer magia y tratar de llegar hasta la zona de los servidores sin crear ningún incidente por el camino, ya tendrían tiempo cuando se disparasen las alarmas.

Decidió que lo mejor era contestar a la primera pregunta e ignorar la segunda pregunta y centrarse en saturar el cerebro del vigilante. Por lo general no solían ser los más intelectuales del lugar.

-Por supuesto, Gestec servicios técnicos, especialistas en reparación de elementos fónicos e infraestructuras de insonorización. Nos han llamado de la empresa para que acudamos de forma urgente y automática para solucionar el problema surgido. Si eres tan amable de escoltarnos hasta la zona de acceso a los servidores sería perfecto. -Al terminar volvió a poner su cara sonriente de vendedor de biblias y le hizo un gesto al vigilante para que avanzara en primer lugar convencido de que su discurso había sido perfecto.

-Oye una preguntar, ¿seguís con la mierda de horario y turnos dobles en ADT? - Ahora tocaba seguir entreteniéndolo para crear una sensación de confianza y evitar que en su cabeza comenzara algún tipo de duda.

-Joder... Esto es la hostia, otra mierda que nos traen y no avisan. -Protestó el vigilante de la contrata ADT. 

-A ver, seguidme- Hizo otra señal a sus compañeros que se habían detenido en postura alerta y retomaron lo que quiera que hacen dos idiotas patrullando por la noche en medio de una plaza de una corporación. -Algún idiota me ha dicho que menuda suerte en estar en ADT que si es famosa y tal pascual. Lo sabréis vosotros que estáis en esto de los servicios. Si una empresa es famosa, es que tira los precios y paga una mierda a sus trabajadores. El resto o lo imagináis-. Afortunadamente era de quejarse sólo una vez, ello permitió que por el camino pudieran detener su mirada en los distintos tubos de luz que se recortaban en la oscuridad del suelo de la plaza iluminando indirectamente las diferentes agrupaciones vegetales que habían advertido al salir del ascensor. 

Enseguida llegaron a la puerta de entrada desde donde se divisaba el interior del gran recibidor totalmente diáfano y con una altura generosa, tal vez de unos 10 metros. En aquel gran recibidor apenas había un par de mostradores, uno ocupado por una joven atractiva que portaba una máscara neural que le permitía sincronizar sus pensamientos con la CPU que usaba para trabajar. Al otro lado y mucho más obsoleto un mostrador sencillo con un puesto de seguridad que en aquel momento se encontraba vacío.

El armatoste hizo una señal a la secretaria, a la que respondió accionando algo que abrió una de las innumerables puertas que recorrían la fachada.

-Ya sé que mi lugar está en el exterior- comenzó a explicarse-. Pero han venido estos. Al parecer les estáis esperando por un problema de ruido. Son de... -volvió a fijarse en la indicación que venía en la solapa-. ¿Gestec?

-Esta noche no había ninguna cita prevista-. Anunció con una voz monocorde y anodina que contrastaba con la belleza que irradiaba su rostro. Al ver la impaciencia del vigilante terminó por conceder una oportunidad a los recién llegados:

-Déjame que lo compruebo. -Entonces accionó su máscara neural para a continuación darle una orden:

-Agenda del día de hoy. Mmmm. -Murmuró no muy convencida como si comprobase algo. A continuación insistió con otra búsqueda. -Gestec.- No tardó en devolver entonces la mirada al grupo.

-Lo siento no hay ninguna referencia relativa a ustedes. Lo lamento pero deberán marcharse y concertar una cita. Gracias.

Nood se encamina hacia la mesa en cuanto la Secretaria niega, con razón, que tengan alguna cita abierta para acceder a la sala de servidores. Confiando en que alguno del grupo tenga un as bajo la manga decide tratar de ganar tiempo.

-Perdona un momento, ¿como que no hay ninguna cita?. Eso es imposible. Podrías comprobar nuevamente es que me parece muy extraño que nos hayan enviado hasta aquí sin que haya alguna cita. Serías tan amable de revisar nuevamente, quizás lo hayan escrito mal. La empresa es Gestec, a lo mejor lo pusieron con J o cambiaron la C por una K...a saber, no es la primera vez que nos pasa, pero te agradecería que lo revisases de nuevo probando así.

Sin perder el tiempo, Jerome aprovechó la oportunidad que Nood le daba para intentar colar el nombre en la base de datos. Una tarea aparentemente sencilla, pero que intentada en tiempo récord podía ser costosa.

Por desgracia, su terminal no tenía suficiente cobertura. ¡No podía acceder todo lo rápido que hacía falta! ¡Ni tan siquiera dándole a recargar!

Así que Virus miró a Nood, y negó con la cabeza. Siempre podrían borrar los vídeos de vigilancia...

- Lo siento, lo he comprobado-. Anunció finalmente la recepcionista. Si no tienen una cita deberán marcharse, protocolo de SIGMAus ™

-Ya han oído a la señorita-. Corroboró así el vigilante de ADT invitándoles a marcharse. No contento con ello apoyó su arma en la culata de la pistola que llevaba en la cadera, casi como si desconfiase de que los que estaban allí fuesen a cumplir su petición.

-Está bien, está bien, a nosotros nos da igual pero el servicio se va a facturar igualmente así que vosotros veréis. Se giró hacia Arkadi, le miró a los ojos y dijo: -Brilla como sólo tú sabes.