Partida Rol por web

Desde el otro lado

4. La Ciudadela

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11/03/2011, 09:01
Carlos

Con precaución me acerco lentamente hacia el lugar donde estaban el preso de la E y el desaparecido bruto. Examino el suelo, pisando con la punta del pie y mirando bien, como buscando algo.

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11/03/2011, 09:03
Sombra de Carlos

-No fue la violencia...- la voz susurra débil, fatigada, quebradiza en su cabeza -fue el dolor... el dolor infligido. Estamos muertos... no podemos volver a morir. Si queremos ver a Claudia, tendremos que hacer lo mismo que ellos... y podremos escapar... o tendremos que luchar contra los guardias.

Notas de juego

-Cualquier intento para causarte daño 4 dados de sombra.

-Si usas la antorcha contra algún guardia para escapar, cuenta con 3 dados de sombra.

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11/03/2011, 11:14
Sombra de Eduardo

Una voz en su mente empezó a reír cuando la angustia creció en su interior.

-Disfruta de la siesta, hijo. Voy a tener que sacarte yo de aquí, dado que tú no puedes...

De pronto, sus manos ya no eran sus manos. No podía controlarlas. Ni siquiera podía ver a través de sus ojos. Poco a poco, su conciencia quedó relegada al fondo de su mente, como en un coma. Su Sombra tomaba el control.

- Tiradas (2)

Notas de juego

No has superado la tirada de Catarsis, así que la Sombra toma el control por el resto de la escena. No puedes actuar ni postear.

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11/03/2011, 11:18
Eduardo

-Eh, tú -dijo Ernesto a Carlos, con una sonrisa lobuna. Empuñó la espada con las dos manos y se acercó a él-. ¿Quieres probar a ver dónde lleva la madriguera?

Levantó la espada y la descargó sobre él, desgajando parte de su Corpus.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Fallada la tirada de absorción, 2 daños a tu Corpus Temporal.

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11/03/2011, 11:26
Sombra de Eduardo

-Soy yo. He tomado el control. Haz que luche. ¡Destruyámonos el uno al otro! Así iremos a un Tormento, saldremos de aquí y podremos aplastarlos a placer.

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11/03/2011, 11:44
Director

El suelo permanecía tan duro e inalterable como antes. Fuera lo que fuesen aquellos agujeros llenos de viento y gritos, ya no estaban.

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11/03/2011, 12:05
Carlos

Aún estaba tanteando el suelo cuando oí al tipo de la puerta llamándome pero me giré hacia él demasiado tarde, justo para ver horrorizado como la espada me atacaba.

Duele.

¡AAAAGGHGHHHHHH!

Retrocedo llevando la mano libre a la herida y poniendo la antorcha en medio, como si fuera un escudo.

Pero ¿POR QUÉ? Estás loco tío. LOCO.

No te acerques a mi. Déjame.

¡ ALÉJATE !

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11/03/2011, 12:11
Eduardo

-¡Vamos, pedazo de mierda! ¿Eres tan blando que no te puedes defender? -farfulló Eduardo-. Una antorcha, ¡uuuh, qué miedo! ¿Qué vas a hacer? ¿Iluminarme hasta que me muera? ¡Siempre has sido escoria!

Volvió a descargar la espada sobre él, ésta vez clavándosela en el hombro y entrando en su Corpus hasta el esternon. El plasma salió a chorro, blanco, plateado.

-Seguro que tu padre te odiaba. Seguro que eras una nenaza que se quedaba sentado en el patio en lugar de jugar al fútbol con el resto, ¿a que sí? ¿Jugabas a la goma con las chicas? ¿Y a las palmas? ¿Por qué no te mueves, puto imbécil?

- Tiradas (3)

Notas de juego

4 Daños más a tu Corpus, con lo que te quedas en 4. Puedes gastar un punto de Pathos para sanar 1 punto de Corpus, pero no podrías hacer nada este turno.

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11/03/2011, 13:15
Sombra de Carlos

-¡¡NOO!! Nos lastima!!!- grita la voz desconsolada -¡No lograremos nada huyendo! ¡No lograremos nada gritando! la antorcha!!! Usemos la antorcha, haremos que se arrepienta de habernos atacado... nos quiere violar, es como el común! quiere abusar de nosotros!!!-

-Quemaremos su rostro, le haremos pagar, no vamos a dejar que vuelva a suceder, NO VAMOS A DEJAR QUE VUELVA A SUCEDER!- La voz grita con tono asustado, temeroso, desesperado

-El va a pagar, va a pagar por atraverse a hacernos daño!-

Notas de juego

- 5 dados de sombra para usar la antorcha contra Eduardo, para que nos deje de lastimar. Eso subirá tu reserva ampliamente.

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11/03/2011, 13:14
Clara

Clara escuchó lo que su tío le conaba, entre seria y apenada. Todo eso sonaba horrible, y ese mundo en el que había terminado era de locos, una pesadilla sin final.

- ...¿que he llegado en muy mal momento? ¿es que hay buenos momentos para morir, tío Gonzalo? - preguntó, sin mucho ánimo.

Entonces los operarios reclamaron más fantasmas con los que hacer paredes, y algo despertó dentro de ella.

- ¡Loreto! - se volvió hacia Gonzalo - ¡Mi amiga también iba en el coche cuando...! No sé lo que le ha pasado pero, si está aquí también, no puedo dejar que... que le hagan ESO. Tengo que ir a buscarla, tío... - dijo con ojos suplicantes. No la había vist allí, en la celda donde les habían metido, pero quizá había más celdas, y tenía que encontrarla. No le gustaba nada la idea de que convirtiesen en ladrillos a NADIE, pero a su amiga... no, no podía dejar que eso pasase.

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11/03/2011, 14:06
Carlos

Dolor.

Un nuevo golpe.

Más dolor.

Pero . . .

¿Sabes qué? Este dolor no es nada. No es real. No duele. Estoy muerto ¿no? ¿Cómo se mata a un muerto? No importa lo que sienta, solo es una ilusión porque no puede matarme. Y este dolor corresponde al dolor físico. Estoy muerto, no tengo cuerpo físico. Sea lo que sea que sujetan las cadenas no es un cuerpo físico. No importa.

Si me dejo llevar por el odio solo conseguiré más odio y si sufrí fue precisamente por negarme a aceptar ese juego.

No.

NO.

Además, ¿le escuchas? No, mi padre nunca me odió. Él no sabe nada de mi, es un tiro a ciegas. Me está provocando sin motivo previo, no me conoce. ¿Por qué? No importa, solo puedo mantenerme fiel a mi mismo, no me dejaré llevar por su provocación.

Y ¿qué pasará cuando aseste otro golpe?

. . .

pronto lo sabré.

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11/03/2011, 14:13
Sombra de Miguel

Está sucediendo otra vez.

Seremos los siguientes.

Matará a todo el mundo.

¿Lo permitiremos?

Si intervenimos vendrá por nosotros.

También vendrá si no intervenimos.

Debimos huir antes, cuando te lo dije. Aún podemos hacer algo, pero debemos decidirnos.

Hagámoslo. Sí.

Ahora.

Lancémonos sobre él.

Juntos podemos.

Notas de juego

¿Quieres ayuda? ¿Quieres dados?

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11/03/2011, 14:19
Carlos

Dejándome caer empiezo a reír. Sin estridencia, sin locura aparente. Sólo una risa queda, como de alguien que sabe. Que sabe que no debe preocuparse por nada de esto.

La antorcha resbala de mi mano.

Y me río.

Tú no puedes hacerme daño.

Señalo a mi cabeza.

Sólo este puede.

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11/03/2011, 14:27
Sombra de Carlos

La voz empezó a susurrar, desde Carlos a la sombra de Eduardo, con palabras lentas, medidas.

-: Necesitas ser menos impulsivo... no le sigas hiriendo...- dice la voz - Quiero que repitas lo que te voy a decir, literalmente. Quiero que lo hagas, si, que lo repitas palabra por palabra- y parece aclararse la garganta, de alguna forma.

-: "Pobre de Claudia. No vales ni para defenderla... ¿sabes que haré en cuanto salga de acá? me la follaré... me meteré con ella en la ducha cuando ella no vea, la veré desnudarse, veré sus senos y su coñito, y ayudaré a que todos los que tengan ganas se la follen, y lo celebraré con una paja mientras me acordaré de lo inútil que fuiste y de como no fuiste suficiente hombre como para defenderte...-

-Y me correré sobre ella, oh si, y le gustará, porque haré que te olvide con otros que son más fuertes y listos que tu, gilipollas. La follaré y haré que todos la follen, la voy a convertir en la puta de la universidad"-

La voz cambia su tono nuevamente. -Y prepárate para la fiesta...- le dice ahora, refiriéndose a la sombra de Eduardo.

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11/03/2011, 16:05
Eduardo

Eduardo se quedó quieto un momento, pensativo, y una nueva luz se encendió en sus ojos. Una luz de maldad y de odio.

-Así que vas a dejar que acabe contigo... que te haga trizas... Muy bien...

Bajó la espada, sonriendo, y siseó:

-Pobre de Claudia. No vales ni para defenderla... ¿sabes que haré en cuanto salga de aquí? Me la follaré... me meteré con ella en la ducha cuando ella no vea, la veré desnudarse, veré sus tetas y su coñito, y ayudaré a que todos los que tengan ganas se la follen, y lo celebraré con una paja mientras me acordaré de lo inútil que fuiste y de como no fuiste suficiente hombre como para defenderte...

Eduardo hizo un gesto con la otra mano, como si se masturbara.

-Y me correré sobre ella, oh si, y le gustará, porque haré que te olvide con otros que son más fuertes y listos que tu, gilipollas. La follaré y haré que todos la follen, la voy a convertir en la puta de la universidad.

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11/03/2011, 16:10
Director

Notas de juego

Como Eduardo está activando plenamente la Pasión de espantar a los moscones de Claudia y te provoca celos, puedes hacer una tirada de 5 dados (por el valor de dicha Pasión) a dificultad 6. Cada éxito que consigas, será un punto temporal de Pathos para ti.

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11/03/2011, 16:12
Sombra de Eduardo

Así que ahí es donde le duele, ¿eh? Veremos si de verdad tiene valor para defender a su chica... que apuesto a que es una zorra y una ingrata, como todas.

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12/03/2011, 14:36
Gonzalo

-¿No está en la celda? -preguntó Gonzalo-. Si no está en la celda, es que no la han cogido. Yo llevo trabajando aquí desde ayer, sin apenas descansar. Ni siquiera me había enterado de que estabas muerta. Vaya... tus padres tienen que estar destrozados...

El fantasma bajó la cabeza apenado, y negó.

-No, no he visto a ninguna chica de tu edad por aquí. Hasta ahora sólo hemos... sólo hemos trabajado con los niños. -Antes de que Clara se espantase, Gonzalo se apresuró a intentar explicarse-. Los niños son muy débiles. Se convierten en Espectros muy rápidamente, en enemigos... Puede parecer triste, pero lo que hacemos aqui nos ayuda a nosotros y a ellos, Clara...

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12/03/2011, 14:47
Clara

Cuando Gonzalo mencionó a sus padres, una losa cayó sobre Clara. Primero se había preocupado solamente de negar lo que le había ocurrido, y después había empleado todas sus energías en luchar, en escapar y en resistirse a algo que ya era demasiado tarde para cambiar. Se sabía la teoría, se la sabía muy bien.

Negación. Y luego ira.

Las dos primeras fases del duelo, por las que suelen pasar las personas diagnosticadas con una enfermedad terminal. Según sus manuales, ahora tocaba la negociación. Pero no se sentía con ganas de negociar, ni de suplicar en busca de una salvación que sabía que no existía. En lugar de eso, se sentía con ganas de sentarse en un rincón y llorar, de dejar de preocuparse. Total, ya estaba muerta, ¿no? Quizá debería dejar que la convirtiesen en una pared, así serviría de algo...

"Me he saltado una fase" pensó, "y ahora estoy en la de depresión".

Sacudió la cabeza. No, no podía pensar así. Debía mantenerse ocupada, encontrar cosas por hacer. Sabía lo que se les aconsejaba a los pacientes terminales. Si ella estaba pasando por esas fases, quizá los consejos se podían adaptar para ella,a pesar de que las circunstancias fuesen... peculiares. Así que, ¿qué debía hacer? No lamentarse, eso seguro. Buscar cosas que hacer, mantenerse ocupada para no caer en la apatía y la autocompasión. Y solucionar sus asuntos pendientes. No sabía cuales eran, no se los había planteado mucho recientemente. Pero ahora mismo se le ocurría uno.

Hizo lo posible por ignorar las palabras de su tío sobre los niños. Le parecía algo monstruoso, pero no sabía nada de éste mundo, de esas cosas de las que hablaba, "espectros" o "enemigos" o cosas como esas. Luego le preguntaría con calma, pero ahora la había invadido una sensación de urgencia.

- Tío, si no han cogido a mi amiga, tengo que ir a buscarla. Si la encuentro yo primero, nadie la podrá vender para traerla aquí a la forja y que la convirtáis en... cosas inertes, ¿no es así? Pues tengo que darme prisa... ¿cómo puedo salir de aquí?

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12/03/2011, 15:09
Gonzalo

-Yo te acompañaré hasta las puertas -dijo Gonzalo, sin ni siquiera pedir permiso. La cogió de la mano y tiró de ella para salir de la Forja. Aunque tenía las tripas fuera por culpa de la espada de la legionaria, ya no sentía dolor, y tampoco perdía plasma. Además, el Corpus hacía ademán de soldarse y curarse a sí mismo. No era en absoluto como la carne y el hueso de los cuerpos vivos, sino algo casi místico.

Gonzalo pidió paso a los legionarios y caminó junto a ella hacia las puertas de la Ciudadela. En torno a la Forja y a la celda se habían arremolinado un buen número de soldados. Aquello lo había provocado ella. Sus compañeros daban golpes a la puerta, en vano; las poderosas cadenas la mantenían bien fijada y no se abriría tan fácilmente.

Mientras se aproximaban a las puertas, su tío le explicó rápidamente cómo debía curarse y defenderse.

-Si ves a otros fantasmas, huye. Si son soldados, explícales que eres de mi propiedad. Diles que trabajo en la Forja y que te he enviado a hacer un recado. Si no son soldados, no te entretengas: vete. Puede que sean renegados que intenten esclavizarte para ellos, o incluso Espectros... No dejes que te toquen los mortales ni te atraviesen: tu Corpus se resentirá. Quizá tengas que atravesar alguna puerta, pero piensa bien primero cómo podrías entrar sin hacerte daño. Para curarte vas a tener que hacer un pequeño esfuerzo. Todos tenemos dentro algo de energía: úsala para soldar tu Corpus y recuperarte. -Rebuscó en sus bolsillos y sacó un cuarto de moneda-. Ten, si tienes problemas tal vez necesites usarlo. Lo más importante de todo es que no puedes ni debes interferir con los vivos. No pueden oirte ni verte, y así debe ser. No lo intentes por ningún medio, ¿de acuerdo? Está prohibido.

Su tío se acercó a uno de los soldados que custodiaban las puertas negras y habló con él. Señaló a Clara y el soldado asintió. Gonzalo volvió sobre sus pasos.

-Si tu amiga estaba en el accidente, se la habrán llevado al hospital. Allí suele haber muchos Segadores buscando una presa nueva, así que, por lo que más quieras: explícales que eres mía y que si te Siegan o esclavizan les denunciaré ante el Anacreonte. Ten mucho cuidado, ¿de acuerdo? Ve al hospital todo lo rápido que puedas... y vuelve cuanto antes a la Ciudadela.