Negando con la cabeza gacha
no sé Anna, no sé. Espero que hoy descubramos algo que pueda incentivar nuestra búsqueda
Anna, recuerda lo de la biblio, tendremos que hacer un trapi para que puedas entrar tú en vez de yo
-Hoy po...po...podremos hacer poco. Su...su...supongo que en domingo e...e...estará todo cerrado.
Hoy es domingo, mañana toca ver cómo lo solucionamos
Me acerco a la puerta.
- Mi...mi...mientras te vistes voy a ver si localizo a la Sra. Harrison
Etrius bajo a recepción.
Cuando abres la puerta te encuentras con la conocida cara de pasa de la Sra. Davourier. Te mira con reconocimiento, mientras proyecta su vista más allá de tu hombro y hacia la pobre Fátima. Parece que pasaba por allí casualmente y que se giró al abrir tú la puerta, pero te ha dado un susto de muerte, que te hace proferir un grito ahogado.
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: descubrir
Resultado: 97
Miro a la escena tratando de recuperarme del susto, ya que estaba a puntito de llamar a la puerta, y veo a Anna y Fátima.
-Cielos... ¿qué... qué ha pasado? Mi cara refleja angustia al ver a Fátima.
Hago pasar a la Sra. Davourier y cierro la puerta de nuevo.
- Bu...bu...buenos días, Fátima ti...ti...tiene otro problema con su pi...pi...pierna. Iba a buscar a la Sra. Harrison ¿Sa...sa...sabe por casualidad cu...cu...cúal es su habitación?
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: descubrir (1/2)
Resultado: 79
Tirada oculta
Tirada: 1d100
Motivo: descubrir (2/2)
Resultado: 11
Estás comentando los graves sucesos con Anna, y entornas la vista para dar algo de intimidad a Fátima, cuando te parece ver que la puerta de la habitación 17 está entornada y que alguien observa desde el otro lado.
Apúntate un descubrir.
Pero donde estoy???? Quienes son estas???
Con este pensamiento en la cabeza, me agacho y observo mejor la habitación. En definitiva, este sitio no me gusta. Parece que las otras mujeres no me han visto, asi que me agacho tras la puerta e intento enterarme de su conversación
Ok, X marcada ^^
Apenas has comenzado a observar la escena, cuando ves llegar desde las escaleras que ascienden desde algún piso inferior a un un cuarentón desaliñado, con barba de tres días y mirada vidriosa. Lleva un traje barato arrugado, de color negro, que no parece demasiado limpio.
No es ni muy alto ni muy corpulento, pero tiene la forma enjuta de los boxeadores de peso ligero.
Va arreglado al estilo de principios de siglo. Un negro abrigo "Chesterfield" cubre sus hombros, abriéndose a los lados para mostrar un apagado traje de cachemir, del que asoma una blanca camisa de vestir de popelín. Una ambigua corbata de seda oscura ciñe su cuello, en contraste con un blanco pañuelo que pugna por respirar fuera del bolsillo del pectoral de la chaqueta. Un par de calcetines negros enfundan sus pies en unos zapatos de vestir "Oxford".
Acabáis de comenzar vuestra repentina conversación, cuando veis ascender a Pietro desde el piso inferior, en dirección a vosotras.
Perdona Etrius pero he cerrado la puerta tras entrar la Sra. Davourier ¿cómo vemos subir a Pietro?¿Es que hemos salido ya de la habitación?
Al ver las putrefacciones en las sábanas de la cama, me aparto con asco y me dispongo a levantarme de la cama.
Por favor Anna, si puedes traerme otro juego de cama te estaría muy agradecida
Jo, lo siento pero no sé que narices hacer a parte de estar tirada en la cama. Encima siendo domingo
Salgo de la habitación para buscar a Rosemary y pregustarle por la habitación de la Sra. Harrison y por sábanas limpias
Etrius: no es por buscarnos más problemas todavía pero te recuerdo que Pietro destrozó la puerta de Ilona.
Pietro sube las escaleras hasta las habitaciones de las chicas. Allí, en el pasillo, ante la puerta de Fátima ve a Anna y a Ludmilla, conversando. Se acerca rápidamente.
-Buenos días... ¿cómo sigue... todo? ¿alguna otra... novedad?
Gracias Anna, amorcito, me encanta tu manera de no buscarnos problemas, sip, "modo problems-off", ya...
;)
-Buenos días Pietro
La cara de Ludmilla se relaja un poco al ver al coronel, pero al instante:
-Creo que... oh, demonios. ¿Qué podemos hacer contra esto?
A punto de entrar en un ataque de pánico, trato de serenarme, y respiro agitadamente mirando hacia el suelo.
Escucho pasos pero me tranquilizo al ver quién es.
- Bu...bu...buenos días Sr. Sacco. Casi me a...a...alegra poder decir que...que...que no hay novedades.
¿Ha vi...vi...visto a Rosemary en...en...en recepción?
Pero... De que diablos hablan estos???
Mis ojos observan la escena, que me ha dejado estupefacta. Parece que esta gente se conoce... Pero yo no me acuerdo ni de mi nombre. Con el corazón latiendome a cien por hora, me levanto y observo desde una posición más cómoda
Debería buscar algún tipo de arma para defenderme. No se quienes son estos tipos, pero cabe la posibilidad de que quieran hacerme algún daño...
Joder... Piensa Entonces me aparto de la puerta y recojo el encendedor de gasolina, introduciendolo en el bolso
Por si acaso
Me vuelvo a acercar a la puerta, esta vez sin mirar, y vuelvo a echar una ojeada al telegrama
Ilona Vanzetti... Seré yo??? Puede que esos me puedan explicar que esta pasando. Pero antes tengo que ver si son de fiar...
Sigo espiando por la rendija de la puerta