Partida Rol por web

Bueno... una cena con Daniells... a ver que sale de todo eso...

A ver, pequeña, necesito un par de cosas. Primero, necesito que le digas a Daniells que me diga el sitio, la hora y todo eso para organizar la cena, sino, puede venir a cenar a Camp Davids sin ningún problema, allí estaremos seguro. Este fin de semana, bueno, ya me las arreglaré para ir a ver a Liam. Dijo el presidente algo pensativo.

Después, miró nuevamente a la chica y le sonrío.

Quiero que me des el teléfono de una florería, tengo que comprar unas flores, pero no te des prisa, tampoco es tan urgente.

La chica asiente y lo anota todo para no dejarse nada, se ve que quiere hacerlo todo perfecto, aunque por las notas que obtubo sabes que si no estuviera tan nerviosa lo haria aun mejor - ¿Floristeria? ¿Para Liam? - De golpe se vuelve a poner super roja de nuevo - Lo siento señor... no es de mi incumbencia... - Dice sorprendiendote pues Beth te habria preguntado hasta el nombre de pila de la persona para quien fueran las flores...

Entras en el despacho y ves algunos papeles que revisar y el plan de Daniells, al pococ Mila te pasa el telefono de una floristeria en el centro.

Ahora que lo pienso... ¿qué demonios hace el Presidente hablando con una floristeria? Será posible... ¿qué demonios digo entonces?

Dean miró la hora y se dió cuenta que Beth estaría en su casa en este momento.

¿Pero cual serían sus flores preferídas? Rosas... tendrían que ser rosas rojas... aunque no estaba muy seguro...

¿Hola? ¿Floristería? Sí... ¿cuantos tipos de flores tenéis? ¿Ochenta? Supongo que rosas rojas también tendréis ¿no? ¿Sí? Perfecto. Quiero un gran ramo de flores para una chica, pero quiero que en ese ramo pongáis una flor de cada una de los tipos que tengáis por allí menos rosas rojas. Sí. Además, un ramo de una docena de rosas rojas aparte. Sí. Vale, las flores enviadlas a esta dirección. Dijo Dean dando la dirección de Beth. Si. Sin tarjeta. Las rosas enviadlas a esta dirección... sí... es la Casa Blanca... si. Sí. Con tarjeta. Bien, muchas gracias.

Dios... no sabía que iba a ser tan complicado.

Realmente no hace falta ocmentar la reaccion de la florista ante tu peticion y aun mas ante la direccion del segundo ramo. Tran unos minutos en los que te quedas bastante parado por tener que hacer ese tipo de cosas llaman a tu puerta y Mila entra - Eh.. señor, yo me retiro ya, tiene las invitaciones de la fiesta la señorita Beth que le espera en hora y media en su domicilio - Te sonrie esperando a si le pides algo y si no se despide.

¿Qué le habrá dicho Clinton a la Lewinsky para que se la chupe? ¿Ven aquí, agachate y chupamela, perra? ¿Por qué demonios estoy pensando esto? Dios... al final será que tendrán razón y necesito un polvazo.

No necesito nada más, señorita. Puedes retirarte. Dijo mientras miraba la tarjeta de las rosas una y otra vez.

Bueno... a ver que pongo por aquí...

Mila te mira como siempre sonrojada y mordiendose el labio - Pase buena noche señor presidente... - TE dice en un tono leve mientra cierra la puerta - Aun permanecere unos minutos ordenando si necesita o desea algo... - ¿Es tu mente o eso a sonado como una proposicion? ¿lo de Clinton empezaria asi? Deseo que se arrodille y me baje los pantalones...

Vuelves a mover la cabeza intentando apartar tales pensamientos y volviendo a mirar la nota.

En la nota no puso nada todavía. Sólo la miraba extraño, sin saber que escribir. Al final, decidió arrojar la nota a la papelera e ir a ponerse guapo para la fiesta. Ya le diría algo bonito y cursi cuando la viera.

Salió de su despacho, dejando las rosas allí, y saludando con la mano a la chica, que aún ordenaba los papeles en el escritorio.

Quiero mantenerme correcto y no hacen más que ponerme tiarronas junto a mí. Supongo que será una tactica para distraerme de mi hermana... siempre con lo mismo.

Caminó hasta el ala oeste de la casa blanca y se metió en su habitación, donde guardaba los mejores trajes. Se dió una ducha, se afeitó, se perfumó y eligió el mejor esmoquín de todos los que tenía, para sosprender a Beth.

No es una cita. No lo es. Es una... reunión de amigos. Repetía en su mente.

Mila te  sonrie y se despide de ti. Te duchas y preparas ocn uno de tus mejores trajes y con todo completamente preparado sales a buscar a Beth, ella vive en un preciosa casa a las afueras con Jardin, al llegar ves la luz se su salon encendida. Bajas con un de us chicos alerta como siempre cuando abre la puerta la ves impresionante ante ti.

Lleva un entallado y escotado vestido de alta costura con adornos dorados, su melena pelirroja callendole por los hombros y un sutil maquillaje que resalta mas sus carnosos labios y sus ojos azules.

Dios, está bellísima. Pensó el presidente con el ramo de flores tras su espalda y una sonrisa en los labios.

Beth, espero que sean tus favoritas. Dijo el presidente extendiéndole el ramo de rosas rojas con una tarjeta, que al final de todo, se digno a escribir.

"Para una de las piedras angulares del País, y de mi vida."

Estás increible, Beth. Realmente impresionante. Continuó mientras le cogió una mano y la hizo dar una vuelta. Le quitas el aliento a cualquiera, ¿eh?

Ella sonrie y se pone quizas un pococ colorada ante tanto alago y el ramo - Gracias Dean - Dice mirando a los lado algo avergonzada aun - con el ramo que me mandaste era mas que suficiente para conquistarme - Te dice con una sonrisa aceptando las rosas y leyendo la nota.

No puede evitar volver a sonrojarse y sonreir mordiendose el labio - Pasa... voy a dejarlas en agua antes de irnos - Entrais dentro, era la priemra vez que estabas dentro dde su casa y realmente no de sorprende lo bonita que es, acojedora, perfectamente ordenada y con muchos cuadros y libros. Ella coje el ramo y lo apoya en la mesa para irse un segundo y volver ocn un florero con agua. Ves que sobre la mesita del salon esta en otro ramo.

Deja todo listo y te mira para iros.

Tu primero, Beth. Puro protocolo. Dijo Dean sonriente mientras se movía a un lado para que pases.

La limusina negra con dos cuatro por cuatro, uno delante y otro detrás, está con la puerta abierta y con dos hombres del servicio secreto a cada lado.

Dean dejo que ella entrara primero, por protocolo. Así cuando se abre la puerta, el saldrá primero, ayudándola a salir cogiéndole la mano.

Nos vamos, chicos. Dijo al aire y todo el comboy se puso en marcha.

Beth sube al vehiculo y como siempre que vas acompañado os dejan la parte trasera para vosotros. Ella te mira aun un poco confusa y comenzando a bajar sus colores, era la primera vez que la veias sonrojada.

- No tenias que haberme traido ni mandado flores... - dice sin mirarte algo nerviosa con ello - Solo lo habia dicho para picarte... - Comenta volviendo a subirle los colores de golpe. - Estas muy guapo Dean.

Das gracias a que este mirando por los cristales tintados pues es imposible que no se te vaya la vista de vez en cuando a la abertura de su vestido en la pierna y a su increible escote.

Bah, era para que veas que si me preocupo por ti y además, siempre me ha gustado regalar flores, ¿por qué no iba a hacerlo contigo que llevamos más de cuatro años juntos? Dijo Dean con una sonrisa mientras intentaba mantener la mirada fija hacia el frente.

Y ahora que estamos solos... ¿podrías decirme de que va la fiesta esta? Creo que estoy un poco perdido ultimamente. 

Ella te mira de reojo y sonrie d emedio lado murmurando - Porque en cuantro años nunca me has regalado flores... - Su tono es d eintriga de porque ahora si y aantes no aunque no dice nada al respecto - Es la fiesta anual de Donaciones para orfanatos del Pais, este año la adelantaron no se por que, y tranquilo tu ya has dado una muy buena donacion, asi que solo tenemos que sonreir y poner buena cara ante todos los politicos, militares y empresarios que habra alli. - Te sonrie y suspira volviendo a mirar por la ventana, ya le ha bajado completamente los colores y parece que vuelve a ser ella.

Será por qué nunca me has pedido flores. Pensó el Presidente pero sólo sonrió cuando ella murmuró lo que había murmurado. Pero ahora tendría que sonreir, dar la mano, intercambiar cumplidos cuando preferiría estar metido en la cama leyendo un libro si más preocupación que pensar que hacer mañana.

Bueno, vale. O sea que tendré que portarme bien y no hacer nada malo durante la fiesta por que sino se enfadará la gente y pensará que soy un mal presidente. Además de pensar que estamos liados, ¿no es así, Beth?

Se gira y acaricia tu mejilla on el dorso de su mano sonriendote y miirandote a los ojos - Tranquilo, solo se tu mismo yo me encargare de distraer al ministro de economia, de recordarte los nombres de las mujeres que acompañan a los altos cargos, y de hacer que no quieras partirle la ccara a ryan cuando lo veas tocar a tu hermana... - Sonrie y aparta despacio su mano de ti - Todo estara bien, y cuando diga algo de nosotros simplemente sonreiremos sin confirmar ni negar nada. ¿Te parece bien? - Realmente no podrias vivir sin beth, era imposible que Mila hiciera todo lo que hacia Beth por ti.

Me parece una idea estupenda, Beth. Dijo el presidente con una sonrisa mientras apoyaba su mano sobre la de ella cuando le acariciaba la mejilla. Y por Ryan no te preocupes, cariño, ya he hablado con ambos y no veo mal su relación. Simplemente no quiero que ninguno de ellos salga lastimado si algo sale mal. Conozco a mi hermana y también lo conozco al otro mujeriego... si ha cambiado como dice él, espero que sigan juntos hasta el fin de los días.

Es impresionante.

Menos mal que está a mi lado. La verdad es que se anticipa a mis movimientos antes de que yo lo piense... dios... es increible.

Ella sonrie y  notas como se sonroja un poco por la forma en al que la miras y posas tu mano en la suya. Finalmente llegais a la  mansion donde se celebra la fiesta, un casa alquilada solo para este tipo de cosas, Toda la casa y criados esta a disposicion de los invitados, al estar tu presencia la seguridad se ha triplicado.

La mayoria d ela fiesta se realiza por el salon de actos que tiene las puertas abiertas al Jardin donde una preciosa piscina ilumina el lugar, lo mas comun es que los fumadores esten fuera por cortesia.

El cuerpo de seguridad abrió la puerta para que baje del coche y así lo hago. Después, el presidente extendió la mano para coger la mano de Beth y lentamente la saco del coche con su ayuda, para que todos la miren.

Cuando se coloca a mi lado, le ofrezco mi brazo para que lo coja y así, entramos a la fiesta.

El Presidente miró de reojo a su acompañante y sonrió. No podía haber elegido a una chica más preciosa a su lado.

Entrais en la fiesta y comenzais a saludar a la gente mientras tomais algunos canapes y bebeis algo de champang, Beth como siempre bebe muy despacio pues desde jovencita le subia muy rapido el alcohol. El la fiesta puedes ver a los alcaldes de las zonas cercanas, a la mayoria de tus ministros con sus esposas y al fondo ves a Ryan y a tu hermana hablanco con el jefe de estado bastante contentos. Tue hermana como siempre esta preciosa.

En tonces Beth te hace un gesto y miras a donde te indica, ves a tu hermano cojiendo dos copas y ofreciendole una a una preciosa rubia de espalda al aire, cuando se gira ves que es la estiradaa de Danniels - ¿Que nos hemos perdido? - Pregunta Beth esta vez dando un largo trago a la copa.