Partida Rol por web

- Marcharme.. si creo que lo hare - te miro con cierta tristeza en sus ojos, pero pronto cambio al escuchar la palabra cometido - Quieta - fue una sola palabra y tus musculos dejaron de responderte.

- Tu quieres demasiado y yo puedo dartelo solo que no sera de la forma que tenia pensado - Dijo mientras caminaba hasta colocarse frente a ti y acariciar tu rostro, sentiste el tacto frio de ultratumba en su ser.

-Llego el momento en el cual entregare mi legado a tu persona.. Pandora... desde esta noche tu y yo seremos uno - Al decir esto y en un movimiento rapido sentiste dos pinchazos en tu cuello y alli pudiste reacionar hasta sentir el extasis y tu vida abandonar tu cuerpo.

Las palabras de Milliner me desconciertan y el que se acerque así a mi más.

Cuando noto los pinchazos en mi cuello intento moverme y zafarme de él ¿qué está haciendo? es lo único en que puedo pensar hasta que pierdo el conocimiento.

Solo fue la oscuridad durante un tiempo que parecio una eternidaad, tus ojos comenzaron a moverse poco a poco pero aun los mismo no se abrian; luego fueron tus dedos los que empezaron a moverse al igual que tus manos. Poco a poco sentiste que todo tu cuerpo reacionaba y alguien colocaba algo sobre tus labios; un liquido espezo comenzo a bajar por tu garganta aplacando una sed que se hizo presente.

- Estas bien Pandora? - Dijo una voz que luego de unos segundos tomaria color y forma, era enzo quien te sostenia en brazos - Bienvenida - Estabas en una habitacion con la luz tenue.

- ¿Qué ha pasado?  -dije aún desorientada. - Tengo sed.

Mi cuerpo empezaba a moverse, ¿Qué hacía allí?¿Como había llegado? Las preguntas se me agolpaban, pero no sabía si tenía las fuerzas para hacerlas

Enzo se coloco junto a ti y se sento en el borde de la cama, te miro y tomo una botella de color azul y virtio el contenido de la misma en una copa del mismo color - Bebe, esto calmara la sed - Dijo sosteniendo tu cabeza, tu cuerpo estaba flojo pero parecia cobrar vida poco a poco.

- Estamos en mi casa, tu lugar de residencia desde hace cuarenta y ocho horas - Comento esperando qeu bebieras, el liquido toco tus labios y cuando pasaste la lengua notaste un sabor dulce, amargo, acido y neutro todo en un segundo hasta que se fusionaron dejando un tono agradable en tu garganta.

- ¿Cuarenta y ocho horas? - pregunto al oirlo - ¿Me he dado algún golpe?¿Porqué he estado tanto tiempo inconsciente?-  mientras lo pregunto me llevo una mano a la cabeza a ver si me he dado algún golpe. Enzo, ¿qué ocurre? Por alguna razón siento que no soy la misma.

Enzo se mantuvo en silencio pronto notaste que la pesades de tu cuerpo se fue opacando hasta que tus musculos volvieron a cobrar vida, tus preguntas parecian surcar el aire sin obtener respuesta alguna por parte de quien estaba alli contigo, pero no tardaste en escuchar una melodia cuasi un susurro que te daba una amarga bienvenida, un requiem de singulares caracteristicas.
Lo escuchas? Pregunto Milliner Es el requiem del nuevo despertar susurrado en un cantico por quienes una vez estuvieron con vida Comento poniendose de pie  Querias ver mas alla y entender quienes eran ellos y aqui lo tienes.... ellos estan hablando en este momento Viste por el refilon de tu ojo izquierdo a alguien mas parado alli con ustedes pero cuando giraste solo enzo se encontraba alli.

- Te he dado una nueva vida.... dormiste el sueño del renacer -

Oí el requiem y miré a mi alrededor. Estabamos solos. ¿Cómo podía ser?¿Qué estaba pasando? - Aún no lo entiendo. Oigo voces, pero estamos solos. ¿Qué clase de brujería es esta?

Mientras hablabamos la sed crecía en mi interior - ¿Podeis darme algo de beber? Me muero de sed.

Enzo volvio a tomar la copa oscura y la acerco a tus labio, el contenido una vez cruzo tu garganta aplaco la sed de inmediato; un sabor dulce con dejos metalicos se dejo saborear. - Nadie esta solo en esta vida y no e suna brujeria... es algo mucho mas complejo, eh abierto tus ojos a un nuevo mundo - Explico mientras retiraba la copa y limpiaba tus labios.

- Relajate, pronto tus musculos tendran la fuerza para que te levantes, tambien respondere todas tus preguntas pero con tiempo.... - Dijo tomando algo de una comoda y colocandola a los pies de la cama, era un vestido de color blanco - Espero te agrade -

La sed ha cesado, pero mi cabeza aún daba vueltas, demasiadas incognitas y Enzo hablando con adivinanzas...

Poco a poco me fui incorporando, sentía como poco a poco la vitalidad volvía a mi cuerpo. Miré el vestido blanco con agrado, era muy bonito.  - Muchas gracias señor Milliner - dije mientras avanzaba hacia el vestido. Lo cogí entre mis manos e hice ademán de posarlo sobre lo que llevaba puesto y acercarme a un espejo para ver un atisbo de cómo me quedaría. Luego miré a Enzo esperando a que saliera del cuarto para cambiarme de ropa.

Quedaste sola y en silencio, ningun murmullo o requiem te acosaba en aquel instante; mediste el vestido y te quedaba como pintado; quizas Enzo tenia buen ojo para ese tipo de cosas. La habitacion tenia muebles nuevos y antiguos haciendo que los mismos estuvieran en comunion.

Una puerta separaba el baño de la habitacion y un ventanal que ahora tenia abierta las cortinas te dejaba ver un parque no muy grande con una pileta en medio, las luces del patio alumbraban bien y dejaban ver al fondo una estatua de una Mujer con los brazos como rezando.

Miro lentamente a mi alrededor con la intención de captar cada uno de los detalles que me rodean. La habitación, el parque, el vestido... Tras un tiempo de observación me pongo el vestido que Enzo me había preparado. Salgo de la habitación en busca de mi anfitrión, seguro que hay una buena razón para este bonito vestido.

Al abrir la puerta de la habitacion comenzaste a escuchar una musica... clasica, armoniosa proveniente del piano de cola que recordabas se encontraba en el estar de aquella casa, Bajaste la sescaleras y alli en el descanzo de la misma observaste un viejo cuadro de una Mujer.

Sus ojos parecian escudrinarte y tenian el mismo efecto de la mona lisa, a donde te movieras ella te observaba, terminaste por bajar y la musica se hacia cada vez mas tranquila.

Me dejé llevar por el sonido del piano y lentamente me moví hacia él observando todo lo que había a mí alrededor. Suponía que era el mismisimo Enzo el creador de tan bella y armoniosa música, aunque, igual había más gente en la casa. No era de buena educación fisgonear por casas ajenas, así que no lo haría, pero parecía una casa demasiado grande para una sola persona.

Algo estaba pasando, lo sabía en mi interior, algo mucho más grande de lo que yo podía llegar a imaginarme, de eso estaba segura.

Segusite la musica hasta que diste con Enzo quien a ojos cerrados dejaba que sus manos comiencen a crear aquella music aque llegaba a tus oidos... dulce, delicado pero cargada con tristeza y recuerdos; era como si pudieras leer lo que Milliner estaba recordando.

El piano de cola perfectamente afinado seguia la melodia mientras otro cuadro sobre la chimena te llamo la atencion; una mujer no muy acentuada en belleza pero si con unos ojos verdes de ensueño miraba con una sonrisa al hombre del piano. Lo que mas resaltaba de ello era que tenia el mismo vestido o similar que tu traias puesto.

Me dejé embaucar por la melodía, de las más hermosas que había escuchado nunca. En silencio seguí en mi mente las notas que Milliner tocaba una tras otra en un ligero compás. De repente un cuadro llamó mi atención y caminé hacia él sin hacer ruido para no perturbar esa música. -¿Quién será? - dije en un susurro casi imperceptible

Enzo levanto la vista y tras dos notas mas termino la melodia - Que te trajo hasta aqui? - pregunto apasible - Ya lo descubriste? - Inquirio en un comentario que te desencajo, se levanto del banco que ocupaba y camino unos pasos hasta colocarse a dos metros de ti.

- Me alegra verte bien -

- Solo seguía esa bella melodía - contesté con la vista aún clavada en el cuadro que tanto había despertado mi curiosidad. -Creo que aún me quedan cosas que descubrir de porqué estoy aquí, pero estoy segura de que las descubriré tarde o temprano.

- Por que estas aqui? - pregunto Enzo - Pense que eso seria lo primero que descubririas, bueno no lo primero pero si lo comprenderias - Dijo Enzo mientras caminaba por la habitacion.

- Tu querias ser grande... pues ahora lo eres si sabes escuchar a tu alrededor las musas inspiradoras de los que ya no estan - Tras estas palabras miro el cuadro y una donrisa parecio dibujarse en aquel rostro marmoreo.