Partida Rol por web

Malditos piratas trandoshanos. Los maldecirás durante el resto de tu vida. Bueno, para ser preciso, los maldecirás durante el resto de sus vidas, ya que esperas encontrarlos y separarles los brazos del torso. Sin embargo, eso tendrá que esperar. Tu cabeza aún está dolorida tras haber sido reducido por sus malditos dardos tranquilizantes. Esperabas el fin, pero despertaste y estás atrapado en una rara instalación militar. Te parece haber oído hablar de ello. El Imperio lo llaman, y sólo esperas escapar de allí cuanto antes. Echas un vistazo y no ves muchas opciones. Tu celda es sólida, y no crees que puedas destrozar la puerta por muy fuerte que seas. Escuchas a los soldados pasar de un lado a otro. No debe haber muchos, y tal vez puedas
con ellos, si puedes salir de allí... Emites un rugido enfurecido una vez más. Sin embargo, esta vez no recibes respuesta alguna de esas sabandijas que vigilan tu celda. Se trata de unos extraños sujetos vestidos con armaduras blancas. Debe tratarse de parte de esos imperiales.

Te encuentras encadenado a la pared de tu celda. Parece que esas ratas saben bien de la fuerza de tu raza, pero con suerte podrás romper los grilletes y provocar que los soldados entren a por ti.

Empiezo a forzar las cadenas, tiro de ellas con los brazos y me acompaño de un juego de espalda para crear palanca. Las cadenas se sueltan haciendo su ruido metálico característico.

No estoy seguro de si esos imperiales habrán oído el jaleo, no tengo muy claro que capacidad auditiva tienen así que doy algunas patadas a las cadenas que han quedado en el suelo y muevo serpenteante el segmento que conservo agarrado de una mano a la otra esperando la entrada de algún "héroe".

Los grilletes saltan en mil pedazos, yemites un rugido de satisfacción. Desde luego, estabas deseoso de comenzar asentirte libre. No tienes mucho tiempo para pensar, pues un soldado de asalto entra en la celda. No te queda más que usar la fuerza bruta.

Levantas con ira al soldado de asalto.En ese brusco y rápido movimiento compruebas, no sin sorpresa, que los delicados huesos de los imperiales no soportan una leve demostración de fuerza wookiee. No dudas ni un instante, y te haces con el bláster del soldado, ya que no lo precisará más.

Ahora las cosas cambian, ya que estás perfectamente armado y saldrás de un modo u otro de la instalación. Corres sin una dirección clara, pero superas varios controles sin problemas. Parece que lo lograrás. En un momento dado sin embargo, encuentras frente a ti a tres soldados imperial al fondo de uno de los pasillos, tú les ves primero así que puedes disparar a uno de ellos antes de que respondan.

"Maldición! y ahora aparecen más soldados, ya estaba cerca..."

Apunto al soldado más cercano* para asegurar darle.

- Graaaa! - rujo animado por haberle dañado.

El disparo de Frey es certero e impacta al soldado imperial más cercano en pleno pecho, al impactar abre un agujero en la placa de la blanca armadura, dejando una macha negra y mandando al soldado de espaldas al suelo, gravemente herido si no muerto.

Los otros dos soldados, reaccionan y disparan al Wookiee, uno de ellos falla el disparo mientras que el otro tiene más puntería e impacta al Wookiee...

Uno de los imperiales consigue acertar en mí pero no precisamente en el cuerpo sino en al evilla que cuelga justo en medio de mi torso.

"feriantes...."

El haz de luz da al pobre Wookie en una pierna de refilón, huele a pelo chamuscado y poco más. Frey lanza un rugido de rabia al sentir la quemazón y vuelve a disparar el bláster...

El Wookie dispara dando a uno de los imperiales en un hombro, pese a estar herido, el soldado sigue en pie y disparando, aunque con menos atino que antes pues su disparo impacta en la pared de metal de la derecha del wookiee. El tercero de los soldados hace un disparo prácticamente perfecto e impacta al Wookiee en pleno pecho.

- gararrrrrrrrrrrrr! El disparo del imperial me dio en el pecho y me pelaje no consiguió detenerlo, bueno nunca lo hacia.

El disparo del imperial impacta al Wookiee en pleno pecho, no obstante el Wookiee resiste el dolor y dispara a su vez al Imperial 3 que dejándolo gravemente herido, al borde de la muerte y queda tendido boca abajo. El último de los soldados heridos se da media vuelta y sale corriendo. El Wookiee le escucha hablar con esa voz metálica característica de los seres humanos que llevan casco pero no logra entender nada.

Prosigues tu camino por el pasillo, sin rumbo fijo y tienes la mala suerte de meterte en un pasillo estrecho en el que al fondo del mismo hay cuatro soldados imperiales, lanzas otro rugido intetando ahuyentarles y haces un par de disparos, uno de los soldados cae al suelo fulminado, pero entonces te das cuenta de que el arma no dispara, está sin munición. Justo en el momento en el que todo parecía perdido, aparece un humano sin armadura de pelo corto , baja estatura, pantalones azul marino con una raya negra y aires chulescos que empieza a disparar a los soldados, tumbando a dos de ellos. El que queda en pie dispara y apunto está de daros, el humano que te acaba de salvar te hace un gesto y dice algo así como - Han Solo - , como no tienes otra opción, decides seguirle por el pasillo hasta llegar a lo que parece un hangar.

Te señala una nave en pésimas condiciones, parece más bien una mole de chatarra que una nave espacial pero no tienes opción y el hombre parece estar orgulloso de su nave inexplicablemente.  Sobre una de las plataformas que circunvalan el hangar hay media docena de soldados que empiezan a dispararos, el humano echa a correr en dirección a la nave mientras es disparado y tú haces lo propio. Los haces de luz golpean a tu alrededor...

Veo pasar un par de haces muy cerca pero consigo esquivarlos "feriantes, he dicho". Corro, salto, me detengo, me agacho, me giro hasta llegar a la nave.

- grrrah! - rujo desde la escotilla levantando el bláster.

Pese a su enorme tamaño, Frey consigue esquivar los disparos imperiales corriendo en eses hasta estar casi en la nave, al acercarse más, ve que a los mandos de la misma ... ¡HAY UN WOOKIEE! ¡ UN SER DE SU MISMA RAZA, UN HERMANO! el Wookiee de la nave lanza un rugido que no llega a escucharse y abre la pasarela de embarco/desembarco para que pueda subir el humano seguido de ti.

Corres los últimos metros y de un salto te lanzas a la pasarela, la nave comienza a ascender, los rayos imperiales impactan muy cerca de tu propio cuerpo, entonces la mano del humano agarra tu zarpa con fuerza y no sin esfuerzo, te ayuda a subir por la pasarela hasta el interior de la nave.

Antes de que la nave escape por la compuerta del hangar, la pasarela se cierra y acudes a cabina para reunirte con el humano y el wookiee. Según una antigua tradición de tu pueblo, ahora tienes una Deuda de Vida con aquel humano que te ha salvado la vida: Donde él vaya, irás tú...

FIN

(creo que es un buen momento para esta imagen)