Partida Rol por web

Diokles paseó junto con sus compañeros, hermano y novia hacía donde les guiaba Lord Evan. Para él no paso desapercibido como les miraban y susurraban... y era increíble como el impasible Diokles estaba tensó... parecía sonrojarse por momentos mientras sus ojos estaban clavados en el horizonte; parecía agobiado.

Una vez llegaron a donde debían ir se aflojo la corbata y respiro con normalidad mientras escuchaba a los demás. Le daba igual que se pelearan, confiaba en que se contendrían pero se vio obligado a hacer una observación - no eres el más débil - dijo tajante pero con una fina sonrisa en sus labios.

Cynthia no varió demasiado la expresión durante todo el trayecto. Más que otra cosa, estaba más fascinada observando la distribución de la ciudad de los aires que otra cosa. En ocasiones paseaba sus ojos violetas entre el gentío, dibujando una leve sonrisa que reflejaba cierto orgullo. A las pruebas se remitía: NO había llegado a parar a un grupo cualquiera. El Lunaestrella no era un equipo para tomarse a la ligera.

Llegar a la zona de entrenamiento ni siquiera pareció alterar los nervios de la "novata". Acompañó al grupo hasta el tatami, examinando las reacciones de cada uno e incluso deteniéndose apenas un momento a estudiar la armadura de Adrastos, discreta. Una vez los altos cargos del equipo habían lanzado sus propuestas, Cyn se separó unos pasos del conjunto, mostrando la nuevo la pequeña esfera que portaba, con el fin de llevar a cabo su demostración...

Una ligera presión, y del núcleo de la esfera comenzó a emerger una luz blanca. El objeto comenzó lo que parecía una maniobra de metamorfosis, abandonando paso a paso su forma original. Las placas exteriores que conformaban la cáscara se distanciaban del centro, mientras las que permanecían en contacto con la palma de la muchacha daban la impresión de adherirse a ésta a conciencia, formando el mango de una espada y parte de un guante, seguido de una empuñadura. De ésta nació la afiladísima punta del arma, que se extendió a una velocidad endiablada en dirección al suelo, hasta casi rozar el tatami, definiéndose al fin el armazón de una estilizada espada plateada.

Cynthia se mantuvo concentrada durante todo el proceso, que apenas duró unos segundos. Hizo un par de giros rápidos de muñeca con el arma, distraída, haciendo tiempo para que la esfera concluyese por completo la transformación, pues ya sólo se perfilaban los últimos retoques que Clover iba diseñando mentalmente...

- Se transforma a mi voluntad - No importaba el ángulo o la manera con la que esgrimiera el arma: esta se adaptaba constantemente a su mano, no perdiendo el contacto físico con Clover a menos que ella lo permitiera. Tampoco hacía falta mencionar que el artefacto gozaba de cierta inteligencia artificial, y que junto a su dueña funcionaba como un mismo ser. A la vista estaba - Tiene registrado mi ADN y mis huellas. Al reconocerme, sólo tengo que crear una imagen mental exacta del objeto que desee. Ella se encarga del resto - se echó un mechón tras la oreja. No le agradaba ser el centro de atención - Es un proceso un tanto complejo, pero la velocidad de alteración es bastante aceptable. Puedo crear un escudo, armas blancas, de fuego... Lo que desee, hasta cierto límite de densidad. Aún estamos trabajando en ello - Debía de ser una tarea ardua. Su mente estaba obligada a trabajar rápido a la hora de crear la imagen, recordar (o incluso improvisar) un esqueleto interno, ya fuera mecánico o cibernético, y ponerlo en práctica. No podía permitirse errores en su estructura, y eso le había provocado numerosas jaquecas.

Finalmente centró su atención en Ethan. Sonrió cordial a su posible contrincante, dejando descansar suavemente la punta de la espada sobre el tatami:

- No soy especialmente destacada en mis habilidades físicas. Sé manejar y crear una gran variedad de armamento, además de tener una buena defensa. Si queréis que realizemos un combate no voy a poner objeción... Pero eso sí, si teneis alguna duda estaré encantada de resolverla.

Alaaaa, que chulada! no puedo contener una exclamacion de sorpresa al ver lo que ha usado nuestra nueva compañera, aunque despues miro un pelo preocupada a los dos futuros contendientes

Seguro que no preferis que vaya a ver si encuentro unas armas de entrenamiento?

Miró sorprendido el espectáculo tecnologico desplegado ante él pero no comentó nada, su cara lo reflejaba todo... Aunque en su mirada albergaba algo de duda - ¿Solo eso? - no es que infravalorara el potencial de aquel aparato... era que le sorprendía el hecho de que no tuviera nada más... su hermano, por ejemplo tenía un traje que le sustentaba y protegía además de sus poderes Hazes...

Sopeso durante un rato sus propios pensamientos y se lanzó a la piscina al final - Impresionante... Pero, si me permites la pregunta... ¿Solo eso? Es decir... ¿No tienes ningún poder Haze?

Cyn se tomó su tiempo antes de responder a aquella última pregunta. No obstante, no tardó demasiado en seguir con la explicación, ladeando antes una sonrisa hacia Esaias, dirigiéndose de nuevo al grupo.

- "Una buena defensa" - repitió, dispuesta a aclararlo - Creo un campo de fuerza que protege mi cuerpo, similar a una armadura. Esto me viene bien a la hora de modificar mi arma; si careciera de este "escudo", por muy poco tiempo que ésta se tomara para transformarse, estaría indefensa frente al enemigo - elevó la espada del suelo, dando un nuevo giro con al muñeca situando la espada paralela al suelo, evitando señalar a nadie, sosteniéndola con fuerza mientras ésta iba variando de nuevo su forma...

La punta de la espada se fue retrayendo, la empuñadura fue aislándose por partes, revelando una vez más una nanotecnología capaz de reproducirse por sí misma. El color plata iba tornando a un verde oliva, y en poco tiempo, donde antes nacía la afilada punta de una espada, ahora empezaba a intuirse un cañón contundente, seguido del cargador interno de una pistola de respetable tamaño, después del mango, la corredera... y finalmente el gatillo.

De nuevo, la esfera daba muestra de sus posibilidades. Clover bajó el arma situándola a un lado de su cuerpo. Relucía como si acabara de abandonar la fábrica, además de que le había añadido un discreto diseño floral. Al fin y al cabo, eran sus diseños.

- El material es más ligero de lo que parece a simple vista. La dureza no es algo de lo que preocuparse... - un tinte de orgullo se le iba escapando conforme hablaba de aquella maravilla. No en vano había pasado años y años de dura práctica para poder dominarla con soltura.

Ethan iba hundiendo poco a poco los hombros según la nueva compañera hacía sus demostraciones de poder, dibujando una disimulada mueca de decepción. Estaba claro que aquella muñeca de porcelana era especialista en armas. Otra especialista en armas. Y, para mas inri, otra Haze indestructible. ¿Es que en el Lunaestrella solo se iba a encontrar con "ese tipo de hazes"? Al final tendría que acostumbrarse a ello y aguantar el tirón como le fuera posible. Lo que tenía bien claro es que nunca se posicionaría en primera línea de combate. ¡Qué coñazo!

Sin embargo, estaba especialmente interesado en aquella curiosa esfera. No es que fuera un experto en armas haze ni en mecánica o cibernética, pero algo entendía del asunto y, lo que Cyn llevaba entre manos era algo especialmente curioso. Cuando tuvieran un rato, le preguntaría por el funcionamiento del aparato. De momento, tenían un combate que llevar a cabo.

Ethan se quita la sudadera con un gesto rápido y la lanza a un lado del tatami sin mirar a dónde iba a parar. En el aire se forma un brillante arco voltáico que conecta las puntas de los dedos de Ethan con el metal de la cremallera, creando un extraño efecto visual mientras la prenda se alejaba y caía al suelo. Al tocar el blando piso el efecto se disipa en cientos de pequeñas estrellas doradas. Al muchacho le encantaban los artificios que podía crear con su poder y lo demostraba la sonrisa de satisfacción que le dirigía a Cynthia.

Bajo la cómoda tela que le hacía parecer un chaval de lo mas normal se ocultaba un cuerpo fibroso y perfectamente definido por incontables horas de entrenamientos físicos a lo largo de toda su vida. Cada músculo, cada tendón, cada hueso... Destacaban de forma natural en su fisionomía. Realiza unos estiramientos de cuello y hombros, salta un par de veces sobre el tatami para entrar en calor y termina por adoptar una postura de combate. Retrasa la pierna izquierda, doblándo la derecha e inclinando el cuerpo hacia adelante, con los brazos adelantados hasta casi tocar el suelo. Parecía mas dispuesto a empezar una carrera que un combate propiamente dicho.

- ¡Cuando quieras Cyn, yo ya estoy listo! - Advierte acompañando el aviso con el guiño de unos de sus azules y chispeantes ojos.

Tomé posición en uno de los laterales del tatami, asintiendo a la propuesta de Ethan. De hecho tenía intención o idea de, precisamente, eso: que o él o yo combatiéramos con la nueva. Retiré una de mis katanas de la espalda y la apoyé, envainada, sobre el suelo, ambas manos descansando sobre la empuñadura. Así, en una posición relajada y cómoda, observé la increíble demostración de Cynthia. Esa esfera... Esa esfera era una pequeña gran maravilla...

A primera vista se me antojaba de funcionamiento similar a la armadura Decalogs pero a un nivel mucho más preciso, avanzado y multiforme. Probablemente funcionaría a través de nanobots o algún otro elemento nanotecnológico en contacto con las constantes vitales y, tal y como dijo la muchacha, el ADN de su portadora. Dudaba que nadie más pudiera usarla sin las correctas y complejas manipulaciones, aunque tenía una pega... Si te quitaban la esfera antes de comenzar a combatir...

Pero para eso tenía el siguiente poder del que nos dio noticia. No era mala combinación, pero de cara a una integración en el grupo... Había que pensar rápido y ver cómo se desenvolvía en el campo de batalla. Algo que, sinceramente, tenía muchas ganas de comprobar. Ya iba siendo hora de que empezara el combate. Así, alcé la mano derecha, apuntando con ella hacia el techo.

-¿Preparados los dos? -miré a Ethan y a Cynthia, para comprobar esto mismo, dejando unos segundos para que la muchacha ultimara sus preparativos*. Y, entonces...-. ¡Comenzad! -exclamé, descendiendo la mano para dar inicio al combate.

Cynthia parecía dispuesta a prepararse para el combate, haciendo que la pistola volviera a comprimirse hasta la esfera... Pero se detuvo y pestañeó un par de veces. Algo no le cuadraba.

La idea de organizar un combate previo a la siguiente misión, más siendo ella una "maestra" en armamento, no terminaba de volver loca a la reservada Clover. Es más, la ocurrencia le pareció incluso absurda, pues dadas sus facultades a Cynthia iba a serle complicado enfrentarse a Ethan sin correr el riesgo de dañarlo. Todo esto teniendo que estar en perfectas condiciones para las próximas horas... Absolutamente innecesario.

Antes de que Adrastos diera el pistoletazo de salida, la joven alzó una mano con un movimiento suave, pidiendo un segundo. Con la otra mano ya iba sujetando la poderosa esfera...

- Antes que nada, Adrastos... ¿Estáis realmente seguros? - alzó las cejas, dirigiéndose sobretodo al líder que era Hermokrates - ¿Pretendéis de veras que ejecutemos un combate a sólo unas pocas horas de nuestra misión? No estáis familiarizados aún con mi técnica, ni yo con la vuestra. Podríamos lesionarnos - miró a Ethan, llevándose una mano al pecho, interrogante. No quería parecer arrogante, pues sus nuevos compañeros le daban una buena impresión, pero tampoco dar la impresión de querer escabullirse sintiéndose ella en perfectas condiciones - Creo que lo más conveniente para nosotros sería reservar nuestras fuerzas para más tarde. Es sólo una observación...

La miró con serenidad y sopesando las palabras de la novata... - siempre puede ser el combate contra mi si tienes ese miedo a posibles lesiones - dijo con cierta seguridad... todos notaron que no era el tono de siempre, había cierto resquemor en sus palabras; y en la mente de Diokles se rememoraba el último combate que tuvo...

- Ooooooh... ¡venga! - Se queja Ethan gruñendo por lo bajo y palmeando el aire, abatido. - No es para tanto, tíos. Solo un pequeño combate amistoso, nada serio. - Tuerce el gesto en un mohín de disgusto, abandonando completamente la postura de combate que había adoptado escasos segundos antes. Estira primero los tobillos y luego las muñecas, llevándose las manos a las caderas y colocando los brazos en jarras.

Pasea la mirada primero por Adrastos y luego por Diokles, para terminar posando sus ojos azules como el hielo sobre la chica nueva, con cierta expectación. - ¿De verdad prefieres enfrentarte a la prueba sin haber calentado antes? Piensa que no habrás tenido tiempo para practicar un solo movimiento con nosotros. Porque vale, puede que sepas que podemos hacer, pero nunca nos has visto en acción. Y aunque hubieras visto vídeos, no tiene nada que ver con estar a pie de cancha con nosotros. Si no combatimos ahora, será como ir a la batalla con... - Se detiene un momento en busca de un símil para que tanto Adrastos como ella pudieran entenderlo. Necesitaba el apoyo del líder en ese asunto, al fin y al cabo - ... Con una pistola que no has usado nunca. Sabes que si aprietas el gatillo, dispara, pero no sabes qué potencia tiene, o si su cañón está desviado. ¿Me equivoco, Adrastos? Tu eres el que entiende de armas y estrategia... ¿Te parece conveniente que vayamos al cuarto examen, un examen de grupo, sin haber practicado nada de nada?

-No, sin duda -respondí a Ethan, totalmente de acuerdo con él, asintiendo con la cabeza-. Es cierto, Cynthia, que tus habilidades son más que notables e incluso sorprendentes... Pero hasta que no compruebe cómo las utilizas y te desenvuelves en el campo de batalla... Todo eso será inútil. De base empezamos con una cierta desventaja de cara a la última prueba, desventaja que tenemos que reducir lo máximo posible en la menor cantidad de tiempo posible. Para hacerlo sólo hay una manera: combatir. No has de preocuparte, Ethan es lo bastante rápido como para evitar balas o estocadas si hiciera falta... Sólo quiero ver cómo te mueves, cómo piensas, cómo actúas... Y si alguien sale herido Dana podrá dejarnos en perfecto estado para la prueba... Dana, por cierto, es la enfermera de nuestro Silfarion. Si no está en el Avelibre seguramente alguien podrá traerla mediante una teleportación... O, de cualquier forma, seguro que en este enorme lugar también habrá médicos Haze. En suma: un combate uno contra uno es la mejor opción. Además confío en que no os mataréis el uno al otro... -esbocé una leve sonrisam de brazos cruzados, al terminar la explicación.

Un día, justamente pensando en que querrías charlar con Sun, te la encuentras en la cafetería del hotel. Sin embargo, no estña sola, comparte mesa con Cholina Trishna, la pequeña y tímida chica de su grupo que tenía empatía animal.
Parecen charlar alegres, ambas con una sonrisa bien plantada en sus caras.
Entonces Sun te divisa entre la gente y te saluda con cierta efusividad.

Ethan se acerca hasta la mesa rodando sobre sus patines, aunque no sobre Mercurio, sino sobre los patines normales y corrientes que solía usar cuando quería desconectar de ser un Haze. Y tras la victoria de la cuarta prueba necesitaba un poco de normalidad o perdería la perspectiva sobre  las cosas que debía proteger.

Saluda a las dos chicas con una amplia sonrisa mientras se sienta y llama al camarero para que le traiga un zumo.

- ¡Muy buenas tardes, chicas! ¡Espero no interrumpir nada importante! - Comenta cuando toma siento - Iba a salir a dar una vuelta y os he visto sentadas. ¿Qué tal va todo?

Apostada en el posabrazos de la silla donde estaba la chica sentada, se encontraba el águila de la que nunca se separaba, al ser una empática animal. El pájaro, reposaba con un noble porte y en silenco, cuan perro guardián en un tiempo de descanso.
Hola Ethan. - Te saluda con aire tímido la pequeña Cholina, acogiéndote con una sonrisa. En cierto modo, la chica despide un aire que te recuerda bastante a Mary.

Al contrario que Sun, que también te saluda...

¡Hola Eth! - Te saluda con entusiasmo jovial. - Chico, ¿Alguna vez vas sin patines? Es que ahora que lo pienso nunca te he visto sin ellos. Tiene que resultarte raro andar normal. Jejeje. - Bromea la chica.
Ah, por cierto, te vimos en el estadio. Aunque bueno, ¿Y quién no? - Ríe. - Fue alucinante. Hubiera sido mejor que, al menos ese día, pelearais los últimos. Dejasteis a los otros equipos un tanto por los suelos de tan alto que pusisteis el listón, malas personas. - Vuelve a bromear.

Ethan se mira los pies, distraído, y por primera vez piensa que era posible que si, que siempre fuera con patines.

- Pues... Nunca me había fijado, ¿sabes? Creo que estoy tan acostumbrado a andar por ahí con Mercurio, que ya me siento extraño cuando me pongo calzado. - Se encoje de hombros y sonríe. Le gustaban las maneras desenfadadas de Sun, parecía una chica muy dinámica.

- ¡Lo que me ha dicho! ¡Mala persona! - Se lleva las manos al pecho, fingiendo estar ofendido y luego estalla en carcajadas. Aquel tipo de comentarios era por los que se sentía orgulloso de formar parte del LunaEstrella y haber pasado la prueba - Si te soy sincero... No he llegado a ver los exámenes de los otros grupos. Cuando acabamos con nuestra prueba, estábamos tan cansados que después de nos vieran los del equipo médico nos fuimos a descansar. - Hace una pequeña pausa y frunce ligeramente el ceño - ¿Sabes si han pasado muchos mas equipos?

Salís del hotel sin Cynthia. Aunque, tal y como dijo, quizás se una con vosotras más tarde, si lo que tenga que hacer con Maegan no dura mucho.

Fuera, por la calle, el ambiente parece normal. Algunas personas se ven usando poderes, aunque la mayoría actúa como cualquier persona normal, pareciendo como si camináiseis por una gran ciudad cualquiera de la Tierra.
Aunque con un ambiente algo más futurista.
Algunos, no muchos, ves cómo se te quedan mirando con espectación, sorpresa o hasta extrañeza. Parece que el haber estado invisible todo el combate en la prueba no te ha hecho exenta de fama. Ahora mismo el combate del Lunaestrella ha sido de los más espectaculares de todos. Tanto las repeticiones de los combates retransmitidas por las noticias como las imágenes de los miembros de los equipos estaban empezando a hacer al equipo Luanestrella una gran promesa viviente. Acentuada por la reputación de vuestros maestros.
Eugee y Mary se sonrojan cuando sois el contro de atención de algunas miradas, no acostumbrándose a ello a pesar de que no sean ellas las destacadas. En cambio, a Darla parece gustarle. Se le dibuja una sonrisa cuando os miran o señalan, como si ella misma fuera la famosa.

En una parte del camino, Darla te pregunta.
Oye Hime. ¿No has visto a Lyon?

Ambas chicas niegan con la cabeza.
Ni idea. No dijeron los que pasaron o los que no. O quizás no me fijé si lo hicieron. - Se lleva una mano al mentón. - De todas formas, el resto de equipos ya pelearon o contra maquinitas más chiquitajas o contra algún que otro Haze. Hubieron unos que pelearon contra un sólo haze telequinético que casi les barre a los cinco. - Ríe.
Le da un sorbo al zumo de naranja que se estaba tomando, no como Trishna, el cual era de melocotón y tenía un palo junto al mismo, lleno de miagajas de lo que quizás habían sido unas tostadas o algún bocadillo.
¿Iréis a ver alguna que otra prueba? ¿O... Ya te vas a desentender del ausnto, como la mala persona que eres? - Te entrecierra los ojos en una mirada de sospecha.