Partida Rol por web

¡Mierda!...pero...¿a dónde va?

La chica que en un principio había sido tan solo un hecho aislado acababa de confirmar que había gato encerrado en alguna parte. Córen no tenía ni la más mínima idea de quién era esa chica y por qué estaba "tan interesada" en él. Pero salir corriendo de repente al ver que él se le acercaba no era una actitud demasiado normal. Así que aunque no tenía ni idea de a quien iba a perseguir ni por qué comenzó a correr detrás de la chica. Tendría que alejarse mucho para poder despistar a Córen, pero ya había demostrado que era muy rápida...

-¡Ahora vuelvo Akira...!- le grita a su maestro cuando sale a la carrera para alcanzar a la chica.

Maldita sea ¿qué le pasa a esta chica? Espero que Akira no se haga ideas extrañas sobre esta carrerita...espero que no piense que estoy huyendo o algo por el estilo, pero tampoco tengo tiempo de explicárselo...tengo que alcanzarla...Aunque no tengo ni idea de por qué...Pero salir corriendo de esa manera tan sospechosa no es algo que me motive a dejarla en paz...

De nuevo, Akira intenta detenerte con la palabra, pero no resulta suficiente. Incluso llegas a oírle correr tras de ti cuando cruzas la esquina que la chica sorteó para salir de tu campo de visión.

Unos pocos giros en algunos pasillos más, hacen que al final la chica, la cual notas que se mueve y corre de una forma bastante ágil y suelta, pasando entre personas casi sin tocarlas, llega hasta el final del pasillo, en el cual está la puerta que da a la calle.
La chica cruza rauda la puerta, cerrándose tras ella, de forma que vuelve a salir de tu campo de visión (Y además de tu radar sónico)

Córen continua su persecución. La chica había "desaparecido" de su rango de visión y de su radar sónico, pero él había visto por dónde había desaparecido, así que sólo tenía que seguir el camino. No estaba dispuesto a que se le escapara sin más...En esos momentos echa de menos algo que nunca ha tenido: superagilidad. Seguro que Adrastos o Ethan eran capaces de alcanzarla en menos de dos segundos...

Si hubiera conseguido que su broche funcionara...bueno, eso da igual...la alcanzaré como sea...

Al abrir la puerta, sales al exterior.
Una puerta de emergencia, que daba directamente al vasto aparcamiento, fuera del estadio. Ya era casi de noche, y las luces de las farolas -donde algunas polillas ya empezaban a rondar- empezaban a brillar, bañando a la gran multitud de coches junto con la tenue luz anaranjada del atardecer.

Pero, al salir, lo que llegas a encontrar llega a resultarte extrañamente sorprendente como poco.
O, mejor dicho, lo que no llegas a encontrar.
Apenas habían pasado unos cinco segundos desde que la chica abrió la puerta delante de ti, pero ahora ni tu vista ni tu radar sónico la captaban. Sí que recibiste la presencia de alguna que otra persona por lso alrededores, pero no respondían a la complexión física de la muchacha.
Había desaparecido.

Entonces, tras de ti, ves llegar a Akira muy poco después de que salieras a la calle tras abrir la puerta y ver que la chica no se cnontraba por los alrededores.
Llega junto a ti sin paecer cansado, pero sí preocupado. Posando la mano sobre tu hombro.
¿Qué demonios hacías, Córen? - Te pregunta, ligeramente exaltado. - Si haces esta clase de cosas con la supervisión de cualquier otra persona te meterás en un buen lío del que no creo que pueda sacarte.

Mierda ha desaparecido...se me ha escapado...

Justo en ese momento llega Akira ligeramente cabreado, y no le faltaba razón, y poniéndole una mano en el hombre le dice algo que ya se esperaba Córen.

- Perdona Akira. Lo siento de verdad. Ya se que en otra ocasión esto sólo me habría generado más problemas, pero es que he visto a la chica de la que te hablé durante el combate en las gradas. A la que pillé mirándome fijamente entre la multitud y que justo después desapareción de mi rango de visión. Quería saber si era un hecho sin ninguna importancia o algo extraño, así que me he acercado a ella, pero en cuanto la he intentado saludar y me ha visto ha salido corriendo como alma que lleva el diablo y por eso he empezado a perseguirla. Lo siento, pero no volveré ha hacerlo. Lo que pasa es que me ha parecido tan sospechoso que saliera corriendo escapando de mi que...-

Akira, aunque no podía ``ver´´ lo que tenía delante, aparta su cerrada mirada de ti y alza la cabeza hacia el parking.
Serio, te es imposible adivinar lo que podría estar pensando o sospechando en ese momento. Lo cierto es que no cogiste bien su expresión. Parecía enfadado, o desilusionado. Da un suspiro, aliviado, volviendo a mirarte con sus ojos cerrados.
Córen. Quiero que entiendas bien esto. - te dice, repitiendo la órden dad por las altas esferas de la Orden que te dieron en sus momento, pero con unas palabras menos formales, mucho más amigables y cómodas. - Nadie. Nadie más que yo podrá tolerarte esta clase de cosas. Cuando estés con cualquier otro, estarás a sus órdenes. No puedes echar a correr porque has visto a alguien sospechoso. Si te dicen que te pares, tú te paras. Si te dicen que te sientes, tu te sientas. Incluso... - Parece hasta costarle decírtelo. - Si te dicen que te eches al suelo, tú te echas al suelo sin pensarlo ni una sola vez.
Ya sabes que no sólo tu vida está en juego. - Te dice, refiriéndose a kaoru. - Cada vez que te cueste obedecer una orden, piensa que lo haces por ella.
¿Entiendes lo que te digo?

-Perdona Akira...ya lo se.- dice agachando la cabeza símbolo de disculpa.- Creeme soy plenamente consciente de mi situación y si no hubieras sido tú el que está aquino habría salido corriendo ni nada, te lo juro. Aún así te prometo que no volveré a hacerlo, ni siquiera contigo.- sus palabras son sinceras y solemnes. Córen sabe a lo que está expuesto y también conoce la situación en la que le ha puesto la órden. Simplemente esta vez la curiosidad pudo más, pero sólo porque estaba con Akira...

Akira parece esbozar una ligera sonrisa de alivio al escucharte.
Bien... - Se limita a decir, posando su cálida mano sobre tu hombro. - Ahora, si no quieres ver más combates, volvamos.