Partida Rol por web

 -Teniente, a mi me parece una muy buena idea la de Jim.

De acuerdo. Bennet irá a la granja. Tenga cuidado. Reynolds y yo buscaremos desde donde cubrirle, aunque en cuanto hagamos el primer disparo agitaremos mucho el avispero. Daniel observó al granja. Pongamonos en marcha.

La granja se situaba a unos cuantos metros de la arboleda en que se encontraban y había una pequeña patrulla de tres hombres que se interponía entre ellos y la granja.

Reynolds y el teniente buscaron un sitió donde poder situarse con amplías vistas mientras Bennet se preparaba y pensaba como hacer para esquivar a los tres soldados. El teniente y Reynolds descubrieron un árbol más alto que el resto y desde el cual podrían cubrir al soldado siempre y cuando no se acercara mucho al bosque, momento en que le perderían de vista. 

Albert, ten cuidado tío, y no te preocupes, yo te cubro desde aquí. Dijo el sureño despidiendose de su amigo y preparandose para subir al árbol. Teniente, si me echa una mano...

Reynolds trepó hasta lo alto del árbol y tras el esfuerzo invertido en la acción se encontraba cansado y tuvo que parar unos segundos a reponer el aliento.

Daniel ayudó a Reynolds a subir al arbol. Echó un vistazo alrededor y se dispusó a trepar también al arbol con la idea de quedarse un poco más bajo que Reynolds.

Cuando el teniente había alcanzado una rama que se encontraba a mitad del árbol, sus dedos se resbalaron y se precipitó hacía abajo cayendo afortunadamente con las piernas y luego rodando de espaldas un par de vueltas. Todo ello sin mayores consecuencias que el susto y unos cuantos rasguños, y claro está, la sensación de haber hecho el ridiculo ante sus hombres.

Reprimiendo una sonrisa como mejor pudo, Reynolds asomó la cabeza entre las ramas para mirar al teniente tendido en el suelo.

¿Está usted bien? Preguntó dudando si preocuparse o echarse a reir.

 Albert estaba tan concentrado en ver como podría llegar a la granja sin ser visto por los soldados alemanes que apenas se percató de la caída de su teniente. Cuando el pobre se incorporaba ya nuevamente, se giró hacia él y le pregunto:

-Señor ¿que hago? no veo como puedo pasar sin ser visto, la niebla ya se ha levantado...

Definitivamente, hoy no es mi día. dejó escapar el teniente en el suelo. Cuando se recuperó del golpe se repuso lo mejor que pudo cogiendo su casco y su thompson. Después se acercó al árbol donde estaba Reynolds.

Intentemos crear una distracción para los alemanes, algo que los haga moverse de su sitio. De esta forma podrás acercarte a la granja. Daniel buscó algo para hacer ruido o para conseguir mover algo que captara la atención de los alemanes

El sureño miró a la tropa nazi torciendo los labios pensativamente y luego miró a su superior.

—Hombre, no creo que sean tan tontos de moverse los tres a la vez con un ruido. Podemos intentar acabar con ellos... Que el jefe tenga la última palabra—.

¿Tienes alguna idea para acabar con los tres? Daniel miró hacia el árbol donde estaba subido el sureño

Jim torció los labios a un lado de forma pensativa y miró a los tres soldados al mismo tiempo que hablaba...

—Bueno, si se hubieran alineado los tres en la misma trayectoria que mi visión les podría alcanzar con mi hermosa preciosidad —contestó con una sonrisa orgulloso de sí mismo—. O eso creo. Pero si acabamos con ellos de uno en uno, voy a tardar mucho porque este rifle, aunque es preciso no es semiautomatico y tarda demasiado en recargar. Nos descubrirían y alertarían de nuestra posición. —aclaró algo desilusionado pero de nuevo se le ocurrió una nueva idea: —Quizás si nos cordinamos entre los tres para disparar al mismo tiempo a un soldado cada uno... Claro que haría un poco de ruido. —concluyó finalmente para mirar de nuevo a su oficial—. Usted decide, jefe —

No, estamos muy cerca del pueblo, en el momento en el que disparemos se darán cuenta de nuestra posición y vendrán a por nosotros. Si acabamos con ellos tendrá que ser de manera sigilosa. Ya tendrás tiempo de usar tu rifle. Daniel siguió pensando algo para mover a los guardias de su posición. ¿Alguna idea Albert?