Partida Rol por web

Die Glocke

El Putsch (Capítulo III)

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16/08/2017, 01:52
Hulda Zimmermann

Escuchó lo que le dijo con creciente agrado, tras superar la prudencia inicial. Estaba claro que le pedía ayuda para conocer a alguna buena chica y la bendición de la comunidad para formar una familia. Ella estaba allí para cosas como aquellas. Aunque lo cierto era que no le gustaba que claudicara con aquellas frases del estilo "la mezcla es inevitable", por que para ella era algo que se podía evitar con vigilancia, esfuerzo y una política activa por parte de los poderes fácticos.

Apoyó una mano en su hombro, apenas un segundo. Lo veía agitado y quería tranquilizarle. Podía ayudarle, aunque ella también precisaba de ayuda... para otros fines.

-No se preocupe, sargento mayor. Hay varias chicas solteras, muy buenas trabajadoras y que desean sentar la cabeza, en la liga femenina. las conozco y, en verdad, no me costaría nada invitarle a una pequeña reunión informal... un picnic. Solemos hacer ese tipo de cosas cuando el trabajo nos da un respiro. Allí podría presentarle a algunas de éstas chicas y... bueno, usted mismo verá si surge la chispa con alguna.

Sonrió, afectuosa.

-Mi marido llevaba tiempo queriendo hablar con usted sobre todos éstos cambios. Se está organizando una partida de caza, para éste fin de semana. Quizá podría acudir, tener esa charla y... nosotras organizaríamos el almuerzo para su regreso con las piezas. Es una buena oportunidad para que le presente a alguna de esas chicas. ¿No le parece?

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16/08/2017, 01:59
Erwin Rommel

Escuchó lo que le dijo. Sus temores se iban confirmando, uno a uno. Algunas cosas eran sorpresas, sin embargo, otras sin embargo no eran si no la plasmación de sus cábalas y temores durante todos aquellos años de "destierro". Se mesó la barbilla cuando comenzó a decir nombres, y prestó especial atención a su plan. Por una vez, sin que sirviera de precedente, le gustaba lo que le estaba diciendo.

-La actual campana no está a pleno rendimiento, o eso creo. O sea, no sirve para "enviar cosas". Pero ahora tenemos acceso a las minas de mercurio, y no costaría "repararla del todo". Podríamos plantearnos ese objetivo como segundo paso frente al primero, el de la confusión. Podemos crear otra estación, como usted bien ha dicho, o bien hacernos con el control de la campana aquí, deteniendo a esos conspiradores. Sin embargo, creo que necesitamos que los colonos "vean las orejas al lobo", ya que ahora mismo parecería que estamos atacando a gente inocente.

Parpadeó, algo incómodo.

-Podemos dejarles hacer un poco más, o provocar incidentes... de falsa bandera. No sería difícil indisponer a los nativos con éste núcleo duro. También algunos ataques contra supuestos "traidores", gente corriente que ha hecho nuestra causa la suya. O bien, podríamos dejarnos de rodeos y hacer que fueran pereciendo en "desgraciados accidentes". Aunque ciertamente eso no mandaría el mensaje político que deseamos... pienso que deberíamos presentarnos como los salvadores en una difícil coyuntura, y no rebajarnos a ser conspiradores de medio pelo como ellos.

Carraspeó.

-Por lo pronto, su idea me gusta. Crear una estación de investigación avanzada lejos de sus zarpas, dirigida por usted, donde llevar a cabo esos proyectos. Mientras, el señor Krieg podría trabajar aquí e ir reparando la campana, preparándola para lo que usted desarrollaría en esa estación de investigación. Los agentes químicos son prometedores, pero no sabemos como es la famosa base antártica. Habría, primero, que recabar más datos. Y en segundo lugar, creo que deberíamos anticiparnos... mandarles a ellos algo. Algo muy destructivo.

Le miró con cierto tono de confidencia.

-Se de buena tinta que hay uranio en éste planeta. En el tiempo histórico "actual" de esas transmisiones a la Tierra, el arsenal nuclear se ha desarrollado mucho. Tengo algunos informes, aunque me temo que nada de planos técnicos. Hablan de plutonio, armas enriquecidas con tritio y dispositivos nucleares de uranio. Si conseguimos localizar esa base en la Tierra y reparar la campana simulando al mismo tiempo que la situación aquí es "la habitual", podríamos terminar con el sueño de Kammler antes de que comenzara.

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16/08/2017, 08:52
Hans Topf
Sólo para el director

El Sargento Mayor sabía una frase:

- Tras un gran hombre, hay una gran mujer.

Se había dado cuenta, que también había ocasiones en las que era una gran mujer, trabajando en la sombra, la que movía los hilos, hacía que el hombre, pareciera grande. Igual...este era uno de esos casos.

- Mi señora, creo que es una magnífica idea. Se cuadró con el típico taconazo prusiano y añadió: - Quedo a sus órdenes.

La señora Zimmermann le estaba poniendo en bandeja la posibilidad que él deseaba, pero había algo bajo aquello. Sentía que había hecho un pacto con el diablo, y no había posibilidad de echarse atrás. No quería echarse atrás, así que habría que empujar hasta las últimas consecuencias. Solo cabía vencer, porque morir no era una opción aceptable, ya que eso sería una derrota. Tal vez habría que aplazar batallas, dejar ver que el enemigo había vencido, o retirarse del campo ... para luchar otro día ... pero rendirse jamás.

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17/08/2017, 19:30
Hagall Wirth

La pareja acompañó al ingeniero y le ayudaron como pudieron a montar el tinglado. Estaban francamente intrigados por aquello tan importante que tenían que ver con sus propios ojos ¿De que se trataría? Fegelein revisó que las puertas estuvieran bien cerradas antes de encender el proyector, no querían visitas indiscretas. Se sentaron juntos y compartieron el auricular.
Al principio no hubo nada sorprendente, sencillamente la constatación de lo que sospechaban desde hacía tiempo, lo interesante vino con la llamada de radio. Al oir esas primeras palabras “zorro amarillo” Hagall se tensó, la voz de Kammler la enfermaba, junto con su padre era la persona que más odiaba en el mundo. Era como si aun pudiera sentir su aliento en la nuca. Estrechó la mano de Rudolf en busca de fuerza para aguantar el tipo, sin embargo pronto el temor se compensó con orgullo –Ella es peligrosa… tanto o más que el mariscal- no todos los días la ponen a una al nivel de uno de los más grandes generales de la historia de la humanidad.
 “Me teme…” sonrió visiblemente satisfecha  -… Hemos iniciado contactos indirectos- eso ya no le gustó tanto y saber que los comunistas andaban ulismeando menos aún. Que el nombre de Fegelein estuviera en la lista negra le causó un escalofrío, le miró apesadumbrada y él negó con la cabeza como disculpándola. -… que parezca una ejecución…- eso al menos les libraba del riesgo de muertes casuales/accidentales. Triste consuelo. Entonces Kammler se despidió -¡Heil Bormann!- y a la sacerdotisa se le escapó la risa.
Los dos hombres observaron perplejos lo divertida que parecía, el asunto era serio, nada nuevo pero eso no rebajaba la importancia de lo que acababan de ver como para hacer palmas.
-Bormann…- dijo enjugándose un ojo –Si esperamos un poco puede que veamos como él mismo acaba desbaratando los planes ¡El vollbringer* Führer! ¡JA!- inspiró hondo –Quien iba a decir que semejante perrito faldero, mediocre, cobarde, baboso e inculto acabaría ganando la carrera por la sucesión. Lo que demuestra que no es el talento si no la paciencia la que suele dar la victoria. Himmler le llamaba “würmerkönig”*… Lástima que tengamos que resolver esto cuanto antes porque me gustaría ver a esos dos sacándose los ojos. Carroñeros, eso es lo que son y como tales están actuando, esperando…- progresivamente el tono de su voz se había ido oscureciendo.
Cruzó las piernas, se rascó la frente y le devolvió el auricular a Krieg. Se hizo el silencio solo interrumpido por un “Hmmm” emitido por Hagall de vez en cuando. Repasaba mentalmente las conversaciones “energía nuclear…” algo había oído de eso y no le gustaba un puto pelo –Esta… el doctor Bernstein realmente trabajando en ese dispositivo?- dijo muy seria –por lo poco que se es un arma de doble filo- exhaló pesadamente y el capitán le rascó un hombro afectuosamente para confortarla. Ella inclinó la cabeza un poco triste –imagino que el mariscal estará al tanto de todo ¿Ha dado alguna instrucción?- cruzó los brazos pensativa –Creo que va a ser necesaria una cumbre diplomática, quieren jugar al divide y vencerás, distraernos… no podemos permitirlo. Hay que hablar con Margot y con la reina o esto nos explotará en la cara- entonces parpadeó, se le había ocurrido algo –emm… ingeniero dígame. Ese dispositivo en el que está trabajando el profesor… es para usarlo aquí o… para mandarlo a la Antartida?- de repente el sueño de cortar la cabeza a Kammler con sus propias manos se desvanecía desilusionándola. Al fin y al cabo era una guerrera que clamaba venganza, prefería un combate cara a cara que pulsar un botón (eso le parecía innoble). Si le dieran a elegir poptaría por capitanear un comando que se infiltrara en la base antártica, la tecnología está muy bien, pero era de la opinión de que si quieres hacer algo lo mejor posible debes hacerlo con tus propias manos, no delegues en nada ni en nadie.

Notas de juego

*”Vollbringer” mote que le daban a Bormann en Berghof que significa algo así como el “hácelo todo”, “conseguidor”, “arreglador”, en sentido despectivo al estilo de “chico de los recados”.
*würmerkönig: rey de los gusanos.

NOTA---> El DJ me ha hecho un corta-pega de lo que se ve en el video y la conversación por radio ;)

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18/08/2017, 09:21
Damien Krieg

Estaba aun en ello Bernstein, pero una destrucción parecido, puede ser recargando la campana, estaba pensando, en alguna forma de recargar la campana de la antartida a distancia, pero aun estoy pensando como, lo de la bomba nuclear, ya depende.. -dice serio Krieg.

Si se habla con la Reina, y ve que son mas poderosos los del grupo de Kammler, no dudará en aliarse con ellos, es el aviso que me dio Margot cuando hablo conmigo a solas, en cuanto hablar con ella, estoy seguro, que ella misma hablara con nosotros, mas pronto que tarde, es una corazonada... - dice aun Krieg serio.

El asunto esta muy serio, debemos de reaccionar , o hacer algo para que tengamos en control.. - dice pensativo.

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21/08/2017, 01:42
Director

Adeline había estado al quite. Seguía como de costumbre los movimientos de los conjurados, y durante la ceremonia de graduación de las tropas nativas los Zimmerman habían estado presentes. Un contacto no esperado entre Topf y Hulda la había hecho espiarles desde una distancia prudencial. Justo después del acto, ambos tuvieron una conversación algo extraña.

- Señora Zimmermann, no es que me pueda ayudar. Es que sólo usted podrá. Se sonrojó sin perder la afabilidad de su rostro. - Como bien sabe, mi afán es defender, y hasta cierto punto, creo que mi trabajo lo he hecho con la mayor diligencia posible, ya que da igual de donde salga la sangre que se vierta, por defender Sigfrido. E incluso mejor que sea sangre menor, ya que la nuestra tiene mayor valor y es infinitamente más escasa. Se puso la palma de la mano en el pecho, sobre el corazón, pero el contacto con las medallas le hizo recobrar el hilo. - La única manera, es aumentar nuestro número, y no me refiero "adoptando" mascotas del campo, sino, con la pureza de nuestra sangre, como Dios ordenó, multiplicaos y extenderos. Estaba divagando otra vez: - Ya no medallas, sino una mujer es lo que necesito. Una mujer que me respete y se respete a si misma. Una mujer de nuestra pura raza. Una mujer que piense como nosotros. Además, a partir de este punto, corremos el riesgo del mestizaje. Y no veo tan mal, para apoyarnos, más sangre, por mucha sangre de segunda que fueran, pero tiene que seguir existiendo un núcleo, una línea sanguínea que se mantenga pura, para seguir dirigiendo la colonia, y los subsiguientes puestos. Suspiró. - Esos mestizos pueden ocupar puestos de apoyo, o incluso mandos intermedios militares, como yo. Se dio cuenta que había sido agraviado de manera exacerbada y lo intentó disimular, pero sin ... gritarlo a los cuatro vientos. - En lugar de ponerlos, oficialmente, por encima de los puros de sangre, si estos disponen de experiencia en combate (Dio un golpe sobre el pecho cerrando el puño, sobre el corazón), méritos (repitió el gesto)o conocimientos y habilidades suficientes (y lo marcó una tercera vez, presionando con fuerza. Había cumplido el rito de los 3 Strokes. Había demostrado quién era y como pensaba. Ya no hacía falta enseñar el tatuaje en la parte interior del brazo, con su grupo sanguíneo).

La sangre podrá mezclarse, y lo hará, pero, un núcleo puro ha de existir, para mantener el liderazgo, el orden y el impulso alemán, y solo sangre pura, con sangre pura, dará sangre pura, y ha de hacerse, antes de que gente con ideas progresistas hagan porque nos diluyamos como el azúcar en el café.

-No se preocupe, sargento mayor. Hay varias chicas solteras, muy buenas trabajadoras y que desean sentar la cabeza, en la liga femenina. las conozco y, en verdad, no me costaría nada invitarle a una pequeña reunión informal... un picnic. Solemos hacer ese tipo de cosas cuando el trabajo nos da un respiro. Allí podría presentarle a algunas de éstas chicas y... bueno, usted mismo verá si surge la chispa con alguna.

Sonrió, afectuosa.

-Mi marido llevaba tiempo queriendo hablar con usted sobre todos éstos cambios. Se está organizando una partida de caza, para éste fin de semana. Quizá podría acudir, tener esa charla y... nosotras organizaríamos el almuerzo para su regreso con las piezas. Es una buena oportunidad para que le presente a alguna de esas chicas. ¿No le parece?

- Mi señora, creo que es una magnífica idea. Se cuadró con el típico taconazo prusiano y añadió: - Quedo a sus órdenes.

El soldado regresó a sus quehaceres y ella dudó por un momento. ¿Debía hablar con él, prevenirle, o ver hasta donde llegaba todo aquello? Quizá el sargento no fuera trigo limpio, no del todo. O quizá fuera la pieza que necesitaba para introducirse en aquella "fiesta". Sería una buena oportunidad para que algunas personas sufrieran un "pequeño accidente de caza". Pero primero tenía que saber si eso era lo que Rommel deseaba.

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21/08/2017, 01:48
Gerde Naumann

El sargento regresaba donde estaban sus hombres, cuando se topó sin querer con otra persona. Casi la atropelló, pero no por su culpa, si no por la de ella. La chica estaba corriendo, con los ojos muy abiertos. Estaba como ida, vestida con una ropa poco apropiada para salir a la calle, el tipo de ropa que una mujer se pone para dormir.

-¡Están aquí! -dijo, abrazándose a si misma, con cierto temblor nervioso- ¡Vienen a por nosotras!

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21/08/2017, 02:12
Adeline Grasser

Adeliine estaba tan atenta que por un momento no podìa escuchar en su cabeza otra cosa que no fuera aquel discurso de la sangre pura en su cabeza, por suerte habìa caìdo en el momento justo y con la gente indicada, al menos para aquel menester. Bajò la cabeza mientras el Topf se alejaba, estaba claro que los Zimmerman ya venìan pensando en èl y quizàs en muchos otros, no sòlo en èl. A la rubia le hervìa la sangre pero si algo habìa aprendido era a ocultar ese tipo de sensaciones, tanto asì que no se veìa un sòlo gesto de contrariedad o enojo en su cara. Se encaminò lentamente para seguir a Topf, pensando en lo siguiente que podrìa decir y entonces se le ocurriò que lo mejor era ir a ese picnic pero no querìa tener que pedirlo, sino ser invitada o algo màs o menos asì. Miraba a un lado y al otro buscando pero no buscando a Topf porque a ese no le habìa perdido de vista, sino mirando si alguien se interesaba en su andar tranquilo y candencioso; no fue asì, cuando finalmente llegò donde Topf, llamò su atenciòn rozando su brazo.

Necesitaba hablar con èl y realmente nunca habìan tenido una charla cara a cara donde pudieran saber màs el uno del otro, aquello le parecìa el momento ideal para hacerlo. Sin embargo, no querìa tampoco forzar demasiado que a veces uno tira de la cuerda tanto que èsta termina rompièndose por lo cual tras rozar el brazo se apartò un poco, apenas lo suficiente para encontrarse con una escena algo rara o bueno, tal vez no tanto. ¿Pero quièn era esa chica¿ Se quedò parada allì esperando a ver què hacìa Topf pero ya que estaba allì no podìa perder esa oportunidad de oro entre los dos o bueno, entre los tres.

-Tranquila, aquì està a salvo, señorita. El sargento se lo puede decir mejor que yo.

Entonces sì lo mirò a los ojos esperando su accionar, lo lògico serìa que tranquilizara la muchacha pero con los militares no se sabìa jamàs.

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21/08/2017, 09:56
Helmut Bernstein
Sólo para el director

Bernstein escuchaba con mucha atenciçon todo lo que iba diciendo el mariscal. En algunos puntos abría los ojos de forma desmesurada. Otros los entornaba en tono conspirador. Hacer de espía no era su fuerte, pero era emocionante.

¿Armas nucleares? Bueno, era lógico. Se había investigado mucho sobre eso en las fases finales de la guerra. Y seguro que muchos de los científicos que conocía sobre aquellos temas se habían pasado con sus secretos al lado del vencedor. Si algo tienen en común todos los gobiernos es ser prácticos. 

Bueno, señor, el tema de indisponer a los nativos con los... rebeldes (¿Quien era el rebelde, en realidad?) no debería ser muy complicado. La actitud de la sra Zimmermann es enfermiza. Una ceremonia de fraternidad entre ambos pueblos sería suficiente para que esa panda de descerebrados muestren toda su bilis venenosa. Jamás compartirían un vaso o un plato con los venusianos.

Sobre su plan, señor, me parece factible. Antes de hacer una transmisión han de introducir las coordenadas de la base antártica. Se puede colocar un compuesto químico en el teclado que, al entrar en contacto con la grasa de la piel, se tiñe. Bajando la concentración, se haría visible un rato después de la comunicación. Al saber las teclas manchadas, y las cotejamos con unas coordenadas posibles antárticas, podríamos tener su ubicación.*

Como segunda opción Krieg podría instalar una cámara más cerca del teclado, para que pudiera ver lo que marcan, o introducir pequeños cambios en los muelles del teclado para que cada tecla tuviera un sonido algo distinto, y con un micrófono, poder escuchar lo que marcan y así saber qué números han marcado.

Hace una pausa para tomar aire y suspirar con pesadez.

Eso nos deja con lo otro... El equipo paralelo. Es una buena excusa la búsqueda de mercurio. O de otros recursos minerales. La investigación. Bien, un reducido equipo de científicos vendría conmigo. Y mi ayudante también. No llevarla levantaría sospechas. En un vimana sería un buena opción. Por su movilidad y su capacidad, aunque sea reducida. Allí se podría instalar un reducido laboratorio. Tendríamos que llevar también equipo de campaña. Y algunos locales. Uno o dos, como guías.

La idea de tener su propio equipo le agradaba mucho a su ego narcisista.

Y necesitaría esos datos que me ha comentado sobre la energía nuclear. Sólo estuve en las primeras fases teóricas. Hacer un ingenio nuclear es... Fascinante. Esos guías nos podrían guiar hasta las zonas de los componentes nucleares. Plutonio, uranio... Sería muy adecuado que econtráramos plutonio. Plutón, el de las grandes riquezas subterráneas... Y señor del Hades. En este caso es doblemente adecuado.

Destruir una base llena de gente era un acto odioso, pero era un acto de defensa propia. 

Notas de juego

* La idea sería algo ASÍ  Ya dirás si es o no factible.

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22/08/2017, 08:54
Hans Topf

El sino del Sargento Mayor era la defensa, y que mejor que proteger a quienes precisan de ser escudados de los peligros que les amenazaban. No sabía de qué se podría tratar el riesgo, pero estaba claro que si venía la muchacha de un lugar, de allí vendría el pesar.

Se interpuso entre la trayectoria de la muchacha y ella misma. La sujetó, para que sus prisas, no resbalase y cayera, y mirando de donde esta venía, desenfundó su pistola. El subfusil le colgaba de la cadera, pero no se aprestó a usarlo. - Quédese tras de mi señorita. Por supuesto quería saber a que se enfrentaba y preguntó: - ¿Qué pasa?¿Quién viene por usted?

Sujetando el antebrazo de la muchacha con su mano izquierda, y ocultándola tras su espalda, alzó el arma para apuntar en el sentido de la ruta de la que esta venía. Entonces le rozaron el brazo y miró de soslayo. La otra mujer, tranquila, parecía exigirle lo mismo que la nerviosa, pero con otros modos y técnicas. Asintió con la cabeza y comentó: - Están seguras junto a mi. Su gesto de mover el arma y a la chica hizo que el MP se agitara junto a su cadera. Pensó, y desechó en el mismo instante cambiar de arma, pero ... no era adecuado. - A ver a qué me enfrento. Había pasado toda la noche, junto a una patrulla, vigilando y rondando, por la seguridad, en muchos sentidos. Ahora que ya estaba todo tranquilo y sus hombres francos de servicio, se liaba. El silbato de metal le colgaba de los labios. No sabía cuando se lo había puesto allí, pero...esperaba no tener que usarlo ... al igual que la pistola ... pero un tiro o dos ... podrían ser divertidos.

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23/08/2017, 15:37
Hagall Wirth

Hagall dejó la vista fija en un punto indefinido de una forma muy característica suya cuando se concentraba. Nidhogg trepó por la parte de atrás del respaldo y se sentó entre los dos mirando a cada uno de los presentes como si fuera un miembro más del equipo, había estado gruñendo mientras sonó la voz de Kammler y ahora mostraba gran decisión. Una estampa curiosa porque no dejaba de ser una criaturita adorable.
-Me gusta esa idea- la de sobrecargar la campana de la Tierra de forma remota –la prefiero a continuar con el dispositivo nuclear. Lo poco que he oído de esa tecnología me da mala espina- si Bernstein estuviera allí seguro que le soltaba una de sus soflamas pintándola como una chamana cuyas supercherías impiden el progreso y todo eso que sabía que iba diciendo de ella –Además… no le voy a engañar, que Bernstein esté trabajando en semejante cosa, con ese poder de destrucción… no hace si no afianzar mis miedos ¿Ha leído el “Calígula” de Camus?* A veces su racionalismo científico extremo me hiela el tuétano y temo que olvida la dimensión humana de las cosas. Confío en que usted sepa mantenerle los pies en la tierra- Exhaló –En cuanto a la reina… odia demasiado a Rommel como para que nos escuche y de eso se están aprovechando... Aunque sea demasiado obvio no nos queda otra que seguir abordando la cuestión de Rajpur mediante el príncipe. He intentado estas semanas ganarme su simpatía hablándole de temas baladíes, mostrando interés por el planeta, para que no crea que somos unos interesados manipuladores. Tal vez… debería dejarme de correspondencia e ir directamente- pensó en alto, Nidhogg dio un saltito entusiasmada por la idea. Hagall parpadeó –Margot dijo que quería vengarse de Kammler verdad?- miró a Damien –debemos usar ese interés mutuo para intentar un acercamiento entre las partes y unir fuerzas- no podía creerse lo que estaba diciendo, menudo encaje de bolillos intentaba tejer cuando todas las partes se odiaban entre sí.
Cruzó los brazos –Rudolf…- le llamaba por su nombre de pila en público!!!!* -¿Podrías preguntar al mariscal si tengo permiso para ir a hablar con Ajaka o si tiene alguna disposición especial? Me gustaría mantener la charada de que seguimos cada cual a nuestras cosas para no agitar más el avispero. Que tu hables con él llamará menos la atención que si lo hago yo. Lo que me recuerda…- volvió a dirigirse al ingeniero -¿Sabe si se ha enterado de alguna otra cosa nuestro otro mosquetero*?-

Notas de juego

*https://es.wikipedia.org/wiki/Cal%C3%ADgula_(obra_de_teatro)
*Es costumbre entre los alemanes llamarse por el apellido, hacerlo por el nombre de pila denota gran confianza
*Se refiere a Adeline

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23/08/2017, 17:14
Damien Krieg

Adeline creo que se esta encargando de averiguar quien esta de nuestra parte o quien no esta de nuestra parte, aun tiene que informarme acerca de eso. Ha tenido muy buenas ideas.Ha sido idea suya de que empecemos a movernos, anticipándonos a Kammler, en cuanto a Bernstein, esta trabajando en una idea de la fisión  o algo así, para desviar miradas y que se centren en sus estudios, mientras yo estudio y hago algo para el tema de sobrecargar la campana de la tierra, o crear algún campo electromagnético, que imposibilite transportarse aqui... - dice explicándose.

Estaba claro que Hagall ya no miraba con tan buenos ojos a Bernstein, pero hacia lo que podia y su ayuda era muy importante, aunque su forma de exponerlo o decirlo, era la mas de irritable, con tanta palabrería , esa manera tan criptográfica de explicar las cosas, por eso siempre lo veía , como una buena pareja para Hagall, pero estaba claro, que ya tenia a Rudolph.

Quiso no decir nada respecto a la idea de Bernstein de envenenar a los altos cargos de Sigfrido, que no estaban con ellos, por si acaso, eso sonaba muchísimo a traición.

Una de las ideas de Bernstein, era mandar mensajes falsos a la tierra, pero el problema de eso, que seria muy sospechoso, sobretodo si tienen un sistema de control de las conversaciones o de cuando se llamara, no lo veo factible eso, lo de hacer ruido con sus estudios sobre la fisión, alejara las miradas de mi y podré ponerme , en lo del tema de pensar en algo o hacer, que o una de dos, sobrecargar la campana de la tierra, o evitar que cualquier otra campana vaya a este planeta, pero veo mas sencillo lo de sobrecargarla, se deberia de mandar una emisión electromagnética, tan potente, que sobrecargue la de la tierra, tengo solo teorías, nada práctico y no puedo , anticipar que daños podía derivar en la Tierra - dice explicándose nuevamente.

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23/08/2017, 18:51
Gerde Naumann

Miraron a un lado y a otro y no parecía que nadie se acercara. Ella estaba algo ida, como desquiciada. Parecía que tenía miedo hasta de su propia sombra. Sea por lo que fuere, no parecía estar mucho en sus cabales.

-¡Los anu, vienen los anu! -repetía, nerviosa.

No parecía que existiera un modo de calmarla más allá de los fármacos. Necesitaba ayuda profesional, y allí no iba a poder encontarla.

- Tiradas (1)
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23/08/2017, 19:34
Director

Rommel dio su aprobación. "Iremos puliendo los detalles", dijo con decisión. Fue poco después, cuando Bernstein regresó al laboratorio, que se cruzó con Fegelein. Le dijo que en casa de Hagall "le estaban buscando para hablar cosas importantes". Podía pasarse antes de volver al laboratorio. Como agasajo, llevó un poco de strudel y si hubiera sido religioso, se hubiera persignado antes de entrar.

Picó a la puerta y abrió Krieg. Estaban reunidos, parecía que le había puesto las grabaciones en un proyector portátil. Por su mirada, se notaba que habían hablado de cosas serias e importantes.

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23/08/2017, 19:46
Adeline Grasser

Ella sabía que estaba segura, al menos de momento pero Topf parecía no saberlo así que se encogió de hombros por un segundo hasta que vio el arma y luego a la mujer seguir jurando que los anu la seguían.

-Será mejor que busquemos un médico que le de algo para tranquilizarla. Dudo mucho que nosotros podamos y como ve, no la sigue nadie.

Por un momento Adeline se preguntó si aquello no sería algún tipo de trampa pero al ver a la muchacha tan desquiciada, pensó que era imposible fingir algo así.

Suplicante miró al sargento porque comprendía que la recién llegada podía llegar a poner nervioso a más de uno y porque si le habían hecho algo, debían asegurarse de lo que habían hecho con la mujer.

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24/08/2017, 11:58
Helmut Bernstein

Se miraba la punta de los pies antes de que abrieran la puerta. No sabía como reaccionar después de lo ocurrido en la última comida en común. No sabía qué hacía allí, pero tampoco tenía razón alguna para no ir. Al contrario. En lo profundo de su ser esperaba que Hagall entendiera lo irracional de su postura, pero aunque conocía muy poco de la naturaleza femenina, no creía que esa disculpa fuera posible.

Se sintió muy aliviado cuando fue Krieg quien abrió la puerta. Dudó entre darle o no el struddel. Al final simplemente le tendió la mano.

Encantando de verle aquí, Damien. Pasó y en cuanto se cerró la puerta se hizo una idea de lo que ocurría.

Oh. Me he perdido el pase, aunque ya vi el preestreno. Una película digna para llenar una sobremesa, sin duda.

A pesar de lo grave de todo aquello parecía animado. Los proyectos que tenía por delante le hacían osado. Buscó con la mirada a la srta. Hagall y le tendió la bandeja con struddel. 

Una colección muy interesante de máscaras. Elemento de la transfiguración. Símbolo de la crisálida.  Iba diciendo, mientras admiraba algunas de las piezas. Elemento de tránsito entre lo que se es y lo que se quiere ser. Muy interesante... Sin duda. Seguro que conoce la historia de Shiva y de cierto monstruo de cuerpo delgado. Ese monstruo tenía hambre y Shiva le dijo que se comiera a si mismo... Y así fue como quedó reducido a su aspecto de máscara. 

Realmente precioso todo... Existe cierto elemento común... Muy lógico, por otra parte... ¿Todo esto le dejaron traer los gerarcas? seguro que debió de ser muy persuasiva. Son piezas increíbles, pero eran muy quisquillosos con todo lo que no fuera esencial. Bueno, a decir verdad ES muy persuasiva, de eso no cabe duda. ¿Cómo va su misión religiosa, señorita Wirth?

Mientras iba hablando busco un lapiz y un papel cualquiera para garabatear unas rápidas palabras que le enseñó a Krieg.

¿Es seguro? No hay micros aquí?

No sabía si los propios agentes del enemigo podían hacer uso de micrófonos, como había hecho Krieg. Tení amiedo de infravalorar a su enemigo, como habían hecho ellos.

 

 

 

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25/08/2017, 12:20
Hans Topf

- ¿La muchacha había sido violada o algo así ... o es sólo miedo? El Sargento Mayor no era especialista en esas cosas, pero, a pesar de las tretas de la guerra, no esperaba que una mujer "pura sangre" se dejara enredar en una triquiñuela para caer en trampas de "sangre sucia".

Pistola en mano, buscando en derredor les comentó a las mujeres: - Quédense un momentito. Y avanzó con paso firme, cargado de odio, por ... o mejor dicho, contra, aquellos odiosos que podrían haber afrentado a una mujer indefensa. Avanzó a ver quines podrían seguirla.

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25/08/2017, 19:58
Hagall Wirth

Fegelein dio muestra de su diligencia poniéndose en seguida en marcha. Hagall le acompañó a la puerta y se despidieron con un beso en el hall, a ella todavía le causaba ¿Vergüenza? ¿Apuro? –Nos vemos luego- prometió él antes de irse –Ten mucho cuidado- susurró ella cariñosa. La sacerdotisa suspiró dedicando un momento a pensar en la nueva situación mientras veía como se alejaba y le despedía con la mano. La kimlar emitió un tierno lamento desde el quicio para luego apoyar la cabeza en su madre –Ya… ya lo se rundlich*, pero el deber es el deber- echó un vistazo rápido al exterior y cerró la puerta.
De vuelta al salón, fue al montón de discos y puso uno en el pikú*, una sencilla técnica para confundir a posibles oídos indiscretos.

Estaba romántica y la selección musical fue a juego -Pobre Adeline, salir de la corte Nuaki para meterse en el círculo de Hulda, no se que es peor. Debo decir ingeniero- comentó acercándose a él –que han hecho un gran trabajo y tomado decisiones muy inteligentes. La idea del control remoto de la otra campana es soberbia, me hago cargo de que es una tarea difícil, imagino que por ajustar la precisión y minimizar los efectos secundarios, pero estoy segura de que lo logrará- Palmeó uno de los hombros de Damien a modo de apoyo y felicitación, le sonrió –y lo de desviar la atención hacia Bernstein…- soltó una carcajada sonora y divertida –magnifico, simplemente magnífico. Conseguirá volverlos locos- seguía riendo. Interiormente sentía una satisfacción malévola por el hecho de que el doctor seguro que andaría pavoneándose convencido de que su investigación nuclear era algo crucial, casi (casi pero no) le daba sentimiento de pensarlo. Utilizarle como zanahoria para los compinches de Kammler y a la vez tenerle distraído para que no entorpeciera sus planes… era una estrategia que rozaba la perfección aurea. Un torpedo directo al inflado ego de Bernstein, aunque él no lo supiera.
-Voy a poner agua para el café- la hornilla ya estaría lista –Nidhogg ven que te prepare tu perol- el animalito la siguió hasta la cocina.
Fue entonces cuando llamaron a la puerta pero el ruido del agua llenando la cacerola hizo que no lo oyera, por eso fue Krieg quien abrió. Al colgar la manguera y girarse se encontró con Bernstein en el salón, lanzó una mirada dura al ingeniero que luego clavó en el doctor ¡Par de inconscientes! Se había tomado la molestia de disimular la entrada de Damien para no destapar la mascarada y ahora iba y le abría la puerta principal a otro miembro de la camarilla.
Éste extendió una bandeja y ella arqueó una ceja “¿En serio?” pensó.  El coronel trajo aquel delicioso Mosela y ahora este traía pastel de manzana ¿Era alguna especie de nueva costumbre? “Si vas a jorobar a Hagall llévale una ofrenda de comida rica para aplacarla”. Tomó la fuente y la kimlar trotó hasta sus pies con ojos brillantes, le encantaba el struddle pero luego miró al recién llegado y le gruñó en pose acechante (flexionando las patas traseras y echando atrás las orejas). Parecía dispuesta a saltarle encima y darle un bocado.
El doctor empezó con su habitual verborrea, divagando sobre su colección, no le gustaba que ese hombre estuviera en su casa y menos escudriñando entre sus cosas, por eso no entró al trapo de la conversación. –Existe un elemento común…- la enervaba ese retintín de superioridad condescendiente que adoptaba para con ella, le iba a costar morderse la lengua. Pero, como pasaba siempre con él, la cosa empeoró considerablemente –debió ser muy persuasiva (…) a decir verdad ES muy persuasiva…- ¿Acababa de insinuar lo que acababa de insinuar? ¿La había llamado zorrón?* No daba crédito a sus oídos, no tenía remedio, después del almuerzo en su casa era como para que se acercara a ella con humildad y contricción. Perpleja por su falta de consideración no lo había abofeteado (como le hubiera gustado, haciéndole clavarse de rodillas) solo por el interés de la misión que tenían entre manos -¿Cómo va su misión religiosa, señorita Wirth?- Desplegó una sonrisa afilada y enigmática cual esfinge y lanzó un dardo sutil –¿Puedo saber que trae al mismísimo Azriel* al salón de mi casa?- Le sostuvo la mirada. La cafetera empezó entonces a burbujear y la sacerdotisa fue a retirarla del fuego. La cocina no estaba separada del salón así que la casa se llenó del perfume del café. –Haga el favor de ayudar a Krieg a desmontar- Dijo mientras preparaba la bandeja de desayuno. Sirvió la mitad del struddle a Nidhogg (que se abalanzó sobre el plato con fruición) y la otra mitad la puso junto con otras cosas (pan de higo, frutos secos y bizcocho de limón) que desplegó en el baúl que hacía las veces de mesa cubierto por un mantón de Manila. Tomó asiento y se sirvió una taza a la espera de lo que Bernstein tuviera que decir. Miró el reloj de su muñeca, definitivamente ya no pillaría a Daman en la ceremonia de graduación.

Notas de juego

*Gordita, regordeta, rechoncha. Adjetivo coloquial alemán
*Hispanización de “Pick-up” nombre con el que se conocían en España los tocadiscos portátiles
 * Hagall sabe que en la colonia mucha gente opina de ella que es una trepa que está donde está por abrirse de piernas, así que es lógico que piense que acaba de llamarla putón
*Azriel, nombre judío del ángel de la muerte  https://en.wikipedia.org/wiki/Azrael
*Hagall va así vestida

*Por cierto! Ésta es Nidhogg (ha crecido y ahora tiene el tamaño de un gato adulto)
https://duvallonfecit.deviantart.com/art/Baby-Kimlar-689716413
 

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26/08/2017, 09:04
Damien Krieg

Krieg se lleva la mano a la cabeza, mirando a ambos , tanteando con la mirada, en cuanto se ponen los dos, semi a discutir como recién divorciados, Krieg mueve ambas manos a la vez, arriba y abajo, a modo de decir "calmaros".

Bernstein, ayúdame con esto, para dejarlo tal y como estaban en la caja, no pregunte de donde lo he sacado, y si, es de mi propiedad. - dice explicándose a Bernstein en voz baja.

Intenta echar un vistazo para ver si pueden haber puesto micrófonos o algo por el estilo, en casa de Hagall, no sea que sus reuniones clandestinas, fueran una emisión diferida, para los altos cargos y así asegurarse, de culparlos de traición.

Debemos de hablar de algunas cosas en concreto... - dice en voz baja a Bernstein, cerca de Hagall, para que también le escuchara.

Con un gesto de la cara, pide amablemente si puede dar Hagall a Krieg , una taza y tomarse un café, buena falta le haría.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

 

Picó a la puerta y abrió Krieg. Estaban reunidos, parecía que le había puesto las grabaciones en un proyector portátil. Por su mirada, se notaba que habían hablado de cosas serias e importantes.* - Soy inocente, el Master hizo que abriera yo la puerta, si alguien pregunta de fuera, Krieg ha creado un teletransportador portatil XD

 

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27/08/2017, 11:01
Helmut Bernstein

Desde luego, todo estaba perfecto. La música, además de preciosa, ocultaría lo que pudieran decir si alguien los podía escuchar. El olor a café era delicioso y luego estaba... Oh, por los dioses, estaba "aquello". La gordita de la srta. Wirth. Hizo amago de tocarla pero el gesto se quedó a medio camino ante el intento de aquella bestia de comerle la mano .

Si Bernstein fuera un ser social, habría notado el claro rechazo en el lenguaje corporal de la sacerdotisa, pero como no lo era, se quedó tan ancho. Asomó una sonrisa divertida en el rostro del doctor cuando citó a Azriel. No le pasó por alto su sugerencia al semitismo al citar a ese demonio, pero a esas alturas de la película sólo era la guinda del pastel. 

¿Que quién trae a Azriel? Me temo que siempre acude justamente donde no lo llaman. Su papel de psicopompo para el tránsito es muy importante. No lo debería despreciar, señora mia. La muerte es la única certeza de este mundo.

Iba diciendo, mientras Hagall se volvía para retirar el café del fuego. Estuvo a punto de enzarzarse en un discurso sobre daimones y Hermes pero se le ocurrió algo mejor.

Si lo que quiere decir es quien me ha traído aquí, creía que usted lo sabía. Un ayudante de Ashtoreth*, sin duda. Comentó siguiendo con el jueguecito de los demonios. Sus palabras exactas al verme fueron "le estan buscando para hablar cosas importantes". 

A pesar que se li hizo algo raro ayudar a Krieg a poner la mesa, lo hizo. Más que nada por deferencia a él.**

Asiente a lo que Kireg le dice sobre el juego de café.

Es muy elegante. ¿Un recuerdo familiar? Iré con cuidado. Añade, con una sonrisa. Nunca ha acabado de entender el apego de la gente por las cosas materiales. Hagall y sus cositas, Krieg y el juego de café... Bueno, Bernstein tenía sus libros y sus trastos, pero eso no lo veía.

Hablar de unas cosas en concreto... Bernstein asiente y se dispone a escuchar lo que tengan que decir. Han de poner en común todo lo que saben para hacer un buen plan. De ellos depende la colonia.

Notas de juego

* Ashtoreth, o Astaroth, el demonio de los acusadores e inquisidores. Si hasta con el kimlar a tus pies te asemejas a su representación! ;-P  y de paso, sin quererlo, rebajo al amante Fegelein al grado de comparsa de la suma sacerdotisa, jojojo(mola esto de las notas)

** como macho de los 50 hay cosas que me deben costar un poco :-D