Partida Rol por web

Entrais en el pasillo principal de la casa que está en penumbra. Brian encuentra sin gran dificultad el interruptor de la luz, lo cual os permite orientaros mejor, mientras Alfonso va comprobando cada puerta.

En la planta baja de la casa, veis que hay, partiendo del pasillo, una pequeña cocina, una despensa, un cuarto de baño y un pequeño despacho Al final el pasillo desemboca en un salón bastante amplio. Unas escaleras parten hacia el piso de arriba.

Brian avanza con cautela hacia la cocina para buscar unos guantes de fregar o, en su defecto, algún trapo o bayeta con el que evitar dejar huellas o borrar las que se puedan quedar impresas. Mientras, afina el oido por si hubiese alguien escondido en la casa.

Alfonso cubre sus manos con las mangas de la sudadera y camina con cautela hasta el despacho de Ramis. Una vez allí comienza a buscar cualquier cosa que pueda serle de utilidad.

Mientras Brian consigue unos guantes en la cocina, Alfonso se mete en el despacho. No hay mucha cosa a simple vista; unos cuantos archivadores, un album de fotos, un lapicero con varios bolígrafos y lápices, un taco de folios,...

Aparte del ruido que vosotros provocais, no escuchais ningún ruido que llame la atención.

Brian recorre la planta baja sin llegar a revolverla en exceso, intentando deducir cuánto hace que no hay nadie en casa. Para ello, se fija en detalles como la fecha del último periódico que encuentra por el salón, el estado de la basura o los platos por fregar que pueda haber en la cocina... También aprovecha para escuchar los mensajes del contestador automático.

Puede que ni llegara a escuchar el mio. - piensa mientras descuelga el auricular.

En la cocina pudiste ver un almanaque de estos con hojas arrancables, con la fecha de anteayer. Periódicos, encuentras un par de ellos bastante atrasados.

En su habitación, ves que el armario está bastante revuelto.

En cuanto al contestador, hay tres mensajes, incluído el tuyo.

"-Hola, soy tu madre. ¿Como estás hijo...?"

"-¿Qué pasa Ramis?, ¿No se trabaja hoy?...llama cuando puedas, hay un asunto del que tenemos que hablar y en cualquier caso, será mejor que tengas un buen motivo para faltar al trabajo".

-Hizo las maletas con mucha prisa...-dice con sorna.

Alfonso abre el archivador y comienza a buscar entre los papeles.

Hay varios archivadores en plan A-Z. ¿Qué buscas exactamente, Alfonso?.

Escuchando como el chicano revolver los papeles de Ramis, Brian se queda unos instantes junto al teléfono, repasando mentalmente los mensajes del contestador con la mirada perdida en algún punto de la pared.

Pido el comodín de la llamada... - piensa recordando un famosos concurso televiso y pulsando la tecla de rellamada con su enguantado dedo índice. Su cara no muestra que por dentro se esté permitiendo bromear.

Primero busca en la M para ver si Ramis está de alguna forma relacionado con Meadow (vaya nombrecito), el tipo al que asesinaron en el bus.

¿Jason?-oyes la voz cansada de una anciana-.

Mientras tanto Alfonso echa mano del segundo archivador, que pone F-N y comienza a buscar.

El archivador está lleno de carpetillas que no están tan ordenadas como en principio parecía. Casi todas son dossieres de fotos y recortes de prensa. No ves nada sobre Meadow.

Si, es la misma.

Al ver que el archivador no está ordenado, Alfonso decide echar un vistazo a todas las carpetas. Busca algo que relacione a Ramis con Meadow o con el crimen organizado.

Pobre mujer... -piensa cuando se dispone a colgar. Pero justo cuando está bajando el auricular, cambia de idea.

-¿Oiga? ¿Con quién hablo? Soy el agente Parker, de la policía. Un vecino denunció un allanamiento en esta casa y hemos venido a echar un vistazo, pero no encontramos al propietario. Estaba revisando sus últimas llamadas. ¿Usted le conoce? ¿Es pariente suyo? ¿Dónde podemos localizar al Señor... - finge que tiene que consultar el nombre en su block de notas- Ramis?

Aunque apenas hace uso de esa cualidad, Brian tiene algo en la voz que le da credibilidad cuando miente.

-Soy...soy su madre. No, no sé donde está. Me llamó esta tarde. Lo noté algo nervioso pero no me quiso decir porqué.¡Oh, Dios mío!...espero que no le haya ocurrido nada malo.

-¿Le dijo algo que nos pueda ser de utilidad? Si se marchaba de viaje, si creía que alguien merodeaba su casa... - casi se siente culpable engañando a la anciana, pero hay que aprovechar que la treta ha surtido efecto.