Partida Rol por web

El exterior del recinto ya era impresionante, y el interior esta a la altura. Aun asi, tantas maquinas... Parece como si no quisiesen que nadie se fuese de al lengua sobre lo que pasa aqui dentro, aunque eso por si mismo no significa nada. EN cualquier caso, no entiendo a esta gente ¿Porque teniendo tanto dinero no se limitan a pegarse la vida padre y a cumplir con sus obligaciones para con el imperio? ¿Que sentido tiene seguir acumulando mas y mas? ¿Ser el mas rico del cementerio? Pse.
Tomo el asiento que se me ofrece. "Ofrecer" es una forma de hablar claro, no me ha dado en ningun momento la sensacion de tener otra opcion. Tampoco me quejo, es mejor que esperar de pie.
Observo atentamente al hombre que tengo delante. Este no tiene pinta de tener mucha mas paciencia que el anterior, no ha derrochado una sola palabra.

Tras escuchar a mi compañero, solo mi mascara de mutismo me impide arquear una ceja mientras le miro con gesto interrogativo. Habia entendido que se suponia que ya estabamos contratados y que veniamos a que nos diesen permiso para vigilar el almacen.
De todos modos, no digo nada, no quiero meter la pata. Estoy segura de que sabe lo que se hace.

- Entiendo... lo que les interesa es el dinero. - El propio Wolfe se tomó su tiempo en seguir hablando. Se sirvió una de las bebidas que sostenía el querubín, que reconocisteis como un tipo de vino y dio un sorbo antes de continuar.

- No es mi intención juzgarles mal, pero cualquiera pensaría que unos agentes de la Inquisición disponen de recursos suficientes para evitar las incomodidades mundanas de buscar trabajos corrientes -

Mientras vosotros intentabais asimilar sus palabras Magnus Wolfe sonreía ante vuestra incredulidad. Os estaba dando a entender que sabía perfectamente de vuestra tapadera y vuestra verdadera identidad, y quien sabe cuanta más información tenía sobre vosotros.

- No se sientan mal, para la gente en mi posición la información es un recurso vital. Incluso en estas alturas hay amenazas tan peligrosas como en la peor de las subcolmenas. Tal vez peores, de hecho, ya que suelen ocultarse entre sonrisas falsas y palabras de cortesía engañosas. -

A esta frase le siguió un silencio que duró varios segundos durante los cuales Magnus Wolfe contemplaba indolente la copa de vino, al tiempo que os permitía recuperaros en cierta medida del aturdimiento de aquél giro inesperado. A continuación Magnus dejó la copa sobre la mesa y continuó.

- Volvamos a empezar, ahora sin tapujos. ¿Qué es lo que quieren, y como puedo ayudarles? -

Menudo cabron ¿COmo cojones lo sabe? Hemos tomado precauciones. Alguien la ha cagado, pero bien ademas, y aunque no es mi culo el responsable de esto, la tapadera se nos ha ido a la mierda. Esto explica porque el cabeza de la familia Wolf se ha dignado a recibir en persona a unos simples mercenarios, ya se me hacia raro a mi. Seguro que ya tenian una descripcion fisica de nosotros, por lo que la precaucion de venir solo a los que nos habian visto ha resultado vana. En cualquier caso, no entiendo quien puede haberse ido de la lengua ¿El suertudo quizas? Aun asi, fue el quien dio aviso a la inquisicion. Todo esto me supera.

Este tio no se anda con chorradas, va al grano. Y no creo que vaya a colar una negacion de nuestra autentica identidad, este tio nos esta recibiendo en persona por algo.
Yo tampoco soy idiota, si se cree que le voy a decir lo que hemos venido a hacer aqui, va listo. El mismo ha dicho que la informacion es poder, si quiere informacion que nos de algo a cambio. 

Hago un gesto para atraer al querubin y cojo una bebida, de las fuertes, de repente la necesito
Miro a mi compañero, esperando su replica.

Lo primero que notas es que la sonrisa de satisfacción que ha puesto es señal evidente de que no está mintiendo, y que parece disfrutar al haceros saber que no podéis engañarlo.

Es difícil decir las intenciones que tiene hacia vosotros. No detectas malicia en sus palabras, ni tampoco parece estar enfadado por el intento de mostraros ante él con una identidad falsa. La conclusión a la que llegas es que no le importa, y que tal vez no os está tomando demasiado en serio como miembros de la Inquisición (esto último tiene sentido, ya que sois simples acólitos, y no alguien con verdadero poder dentro de la Inquisición o cualquier otro organismo del Imperio).

El rostro de Urtzi se quedó petrificado durante un instante en una expresión de sorpresa. Sus ojos se abrieron más de lo acostumbrado en una respuesta instintiva ante las palabras del señor Wolfe. Pero su semblante perplejo enseguida se relajó transformándose en una suave sonrisa aceptando el desarrollo de los acontecimientos. Sin duda el hombre que tenían enfrente era la persona inteligente e influyente que prometía ser. Pero, a pesar de ello, el adepto se tomó unos segundos para evaluar las palabras del cuidadoso noble. 

Magnus Wolfe se mantenía frente a los dos acólitos con una expresión discretamente triunfante y, una vez descubierta su tapadera, poco ganaban tratando de mantener el engaño. Por lo que tan solo les quedaba esperar que el noble colaborase con ellos. -Desde luego su reputación es merecida, señor.- Habló por fin el adepto con una pequeña alabanza al ya ligeramente inflado ego del noble. -Le ruego que nos disculpe por intentar embaucarlo. Pero espero que comprenda que nuestro trabajo así lo requiere.- Se excusa antes de nada. La educación era una de las premisas de Urtzi en cualquier situación de diálogo y con mucha más razón si el interlocutor pertenece a la nobleza. Además, así esperaba limar cualquier aspereza que haya podido causar el intento de engaño. -Bien. Hemos sido enviados aquí para investigar la presencia de armas ilegales en la subcolmena.- Le comunica directamente. Si bien revela el objetivo principal, Urtzi decide guardarse los detalles de lo que ya han averiguado. -Nuestra intención al presentarnos ante usted era la de obtener un permiso con el que poder actuar e investigar con mayor libertad dentro de la ciudad. Sin duda puedo asumir que usted también estará al corriente de la situación, de modo que también nos sería de gran ayuda cualquier dato que nos pueda facilitar al respecto.- Tras las peticiones del adepto, los acólitos de nuevo se quedan a la espera de la respuesta del señor Wolfe. Todo dependía de lo implicado que el noble estuviese en el asunto pues, si el mismísimo Magnus Wolfe era el artífice, tanto Gianna como Urtzi acababan de meterse en la boca del lobo; pero, en caso contrario, podían estar a punto de procurarse un poderoso aliado.

- Comenzamos a entendernos - asintió con la cabeza mientras adoptaba una postura más erguida en su asiento

- Por supuesto que estoy dispuesto a colaborar con la Inquisición, siempre y cuando sus peticiones no sean totalmente perjudiciales para mis negocios, deben tenerlo en cuenta. Ahorrense y ahorrenme discutir demandas imposibles. -

A una señal suya, entro en la sala un servidor con aspecto de siervo llevando en las manos un libro con tapa de cuero, tinta y pluma. Este se situó a su lado, mojó la pluma en el tintero y se mantuvo a la espera con el libro abierto.

- Veamos, ¿un permiso para actuar con más libertad dentro de la colmena, dicen? Eso es un termino muy amplio, tal vez quieran especificar algo más el tipo de autoridad que pretendan emplear, o los lugares o personas con quien pretendan emplearla.

Por otro lado dice asumir que estoy al corriente de lo que ocurre en la subcolmena, si le he entendido bien. Se que nos enfrentamos un "grupo rebelde", por llamarlo de algún modo, que atenta contra la seguridad de la colmena; y por ello hemos puesto los medios necesarios para enfrentar esa amenaza. Sin embargo me temo que no tengo conocimiento de que se hayan empleado armas ilegales -

Al tiempo que hablaba el servidor escriba tomaba notas lentamente a su lado

Miro mi bebida mientras la agito de forma distraida, todo este intercambio de vana cortesia me aburre. 
Sin embargo, un comentario me llama la atencion:
 

Sin embargo me temo que no tengo conocimiento de que se hayan empleado armas ilegales

Armas ilegales no, armas hereticas. Puede parecer una puntualizacion innecesario, pero no somos el adeptus arbitres, estamos aqui por un asunto de herejia, no de legalidad. -deposito mi bebida sobre la bandeja, y le miro con seriedad- Sin duda, se hace cargo de lo grave de la situacion y lo importante que es para la inquisicion el resolverla.- Si sabe que unos agentes de la inquisicion han llegado a la colmena, por descontado que sabe mas sobre las bandas de lo que da a entender, a mi este no me da gato por liebre. Tampoco quiero que se piense que puede marearnos de aqui para alla, trabajamos para la inquisicion, eso tiene que valer algo incluso para un noble petulante.

Urtzi frunció el ceño ante las rudas palabras de Gianna. Sin duda tenía motivos de sobra y la autoridad suficiente como para expresar el problema de aquella manera. Pero al adepto no pudo evitar sentirse algo molesto por la falta de delicadeza en su discurso.

-Si. Sin duda la situación es lo suficientemente grave como para enviarnos aquí para investigarlo.- Intervino para tratar de suavizar el tono de la conversación. -No pretendo insinuar nada, señor, pero si usted desconoce que tal acto de herejía se está perpretrando en su ciudad, puede que alguien con la suficiente influencia como ocultárselo.- Comenta con educación. No pasaba por alto la posibilidad de que el propio Magnus Wolfe estuviese envuelto en el problema pero eso sería algo contradictorio y, sobretodo, contraproducente para el noble. Según los informes, Magnus Wolfe hacía todo lo posible por mantener el orden y evitar por todos los medios una actuación del Astra Militarum*. De modo que no sería extraño pensar en otro tipo de motivación. -Si me permite la observación, cabe la posibilidad que alguien esté interesado en desestabilizar la ciudad colmena para cuestionar su liderazgo. ¿Tiene alguna idea de quién podría llegar tan lejos?- Seguramente estaban pasando infinidad de nombres por la mente del noble, pero puede que no tardase en seleccionar una reducida lista de gente.

-En cuanto al permiso, con uno que nos habilitase para actuar como fuerza policial auxiliar. Nuestro objetivo es movernos con la mayor discreción posible y actuar dentro de un marco legal puede resultar lo más sencillo en más de una ocasión.- Explicó con la esperanza de haber expresado bien pues contar con la tapadera que suponía una acreditación en orden resultaría muy útil. -Además, ya que usted conoce nuestra presencia en Desarbolada y dadas la sospechas que le he comentado, creo que es mi deber solicitarle una acreditación para acceder a la cúspide.- El adepto adquirió un tono más serio y una expresión más firme al pronunciar estas palabras. Debía escoger muy bien sus palabras, pero también transmitir el sentido del deber implícito en ellas. -Si las sospechas de que algún rival suyo es el instigador de todo esto son ciertas, nos veremos en la obligación de actuar para apresar al culpable o bien contar con su colaboración una vez más. Por eso espero que comprenda que, cuantas menos barreras tengamos que franquear, mejor.- Tras decir eso, Urtzi se quedó en silencio con una férrea determinación reflejada en su rostro esperando la respuesta del noble. La última petición que había realizado era un tanto... osada, podría decirse. Pero esperaba haber presentado suficientes argumentos como para hacerla aceptable.

Prefiero dejarle esto a Urtzi, incluso yo me doy cuenta de que se le da mejor que a mi. Pero no creo que vayamos a tener muchas mas audiencias con este hombre, y hay un asunto que creo que es importante.- Tambien nos seria util saber quienes conocen nuestra verdadera identidad a parte de usted. Nuestro trabajo es mas efectivo si se apoya en la discreccion, esta no es imprescindible, pero si util.- En realidad, tengo la sensacion de que es imprescindible, pero prefiero aparentar mas capacidades de las que creo realmente que tenemos. Admitir que esta nos es imprescindible, es admitir que estamos vendidos contra el si realmente tiene algo que ver. Aunque no me da la sensacion de que sea el caso. - No se ofenda, pero si usted ha descubierto quienes somos, entiendo que no es imposible que haya en la colmena alguien mas con medios para averiguar lo mismo.- De repente caigo en la estrategia de Urtzi y decido copiarle y lamerle un poco el culo, supongo que esta gente responde mejor asi- Naturalmente, dudo que haya mucha gente en la colmena con su influencia e informacion, no en vano es el primero con el que nos hemos entrevistado.

[...] cabe la posibilidad que alguien esté interesado en desestabilizar la ciudad colmena para cuestionar su liderazgo. ¿Tiene alguna idea de quién podría llegar tan lejos? [...]

Ante estas palabras Magnus Wolfe tomó un aspecto pensativo y dudoso unos segundos antes de responder.

- Nadie quiere sospechar de sus vecinos y sus iguales. Tal vez exista alguien así en esta colmena, pero no tengo motivo para desconfiar de los actos de ninguno de sus miembros reconocidos. -

[...] En cuanto al permiso, con uno que nos habilitase para actuar como fuerza policial auxiliar. [...]

- Puedo concederles un "rango" similar al de un agente de alto nivel del Adeptus Arbites - dijo asintiendo a la petición del adepto - No tendrán que abandonar su coartada como mercenarios, pero aún así, mejor que eviten ser interrogados al respecto. -

[...] creo que es mi deber solicitarle una acreditación para acceder a la cúspide. [...]

Ante esta petición, el noble arqueó las cejas

- No puedo negarselo, pero no es recomendable que aparezcan con regularidad por aquí arriba si pretenden mantener su coartada. Les proporcionaré un pase, aunque si pretenden pasar desapercibidos no acudan en un grupo numeroso, y tan solo en caso de necesidad. -

 También nos seria util saber quienes conocen nuestra verdadera identidad a parte de usted.

Ante esta frese, el noble no pudo menos que recuperar su actitud divertida de antes, como riendose de un chiste que solo él entendía.

- Esa pregunta es más difícil de responder. Mis informantes son fieles a mi familia, pero seguro que otros tienen sus propias fuentes de información.

En cualquier caso nadie sabrá de su presencia o identidad a mi costa, de eso les doy mi palabra. -

Urtzi asintió en señal de agradecimiento ante la valiosa colaboración del señor Wolfe. No sólo conseguirían lo más parecido a un salvoconducto que podían conseguir para moverse con mayor libertad por la colmena, si no que incluso les concedería un pase para acceder a la cúspide. -Muchísimas gracias por su ayuda, señor Wolfe. Sin duda esto nos facilitará mucho nuestro trabajo. Y descuide, como ya le dije el acceso a la cúspide tan solo sería en caso de extrema necesidad. Una vez más le repito que la discreción es una herramienta de la que esperamos no tener que desprendernos.- Con estas palabras el adepto esperó calmar las preocupaciones que el noble pudiera tener al proporcionarles tal grado de acceso.

Entonces, Magnus Wolfe respondió a las dudas de Gianna. "Muy aguda, señorita Anzerani." Pensó Urtzi si poder contener una leve sonrisa al escuchar la demanda de la soldado. Sin duda era un detalle muy importante no tanto por la preocupación en sí, si no por lo que el propio Magnus les reveló ya fuese intencionadamente o no. "Fieles a su familia... no a su persona..." Junto a este pensamiento surgió el recuerdo del encuentro con el señor Ignace. En su memoria reprodujo de manera muy exacta el momento en el que tuvieron el breve cruce de palabras y no pudo evitar sentir cierta sospecha por su comportamiento. Sobre todo después de haberle mencionado al señor Magnus Wolfe la posibilidad de una conspiración. Pero no tenía más pruebas que sus propias deducciones y no sería nada prudente presentar tales acusaciones sin un respaldo. Sobre todo tras haber recibido su ayuda de buen grado. De modo que el adepto se las ingenió para sacar al otro señor Wolfe en la conversación. -Le agradecemos su cautela, señor Wolfe. Y, de nuevo muchas gracias por su colaboración. Espero que no le reporte demasiadas molestias en entregarnos una licencias de tal rango... Nos encontramos con el señor Ignace y parecía bastante molesto por el hecho de venir aquí para ser contratados. De modo que lo siento si esto llega a importunarle.- No sabría si tendría el efecto deseado, pues resultaba complicado sacar el tema. Pero esperaba que la mención del tartamudo Wolfe fuese suficiente para sacar a relucir cualquier roce o comportamiento extraño.

- Esa pregunta es más difícil de responder. Mis informantes son fieles a mi familia, pero seguro que otros tienen sus propias fuentes de información.

En cualquier caso nadie sabrá de su presencia o identidad a mi costa, de eso les doy mi palabra. -

Asiento con la cabeza, y dado que entiendo que la entrevista ha terminado, me apresuro a apurar mi bebida. Nunca habia bebido una mierda tan buena, estos nobles se cuidan. Lo que bebia en la guardia solia limitarse a alcohol barato en los permisos, o alcohol artesanal en el frente hecho a toda prisa y con regusto a etanol. Lastima que no pueda llevarme una botella de las que gasta este.

Esta claro que toda su familia, o como minimo todos los miembros importantes, saben que la inquisicion ha llegado a la colmena. Interesante la mala reaccion del tartaja teniendo esto en cuenta, ya que pese a que su reaccion puede ser comprensible si creia que eramos unos mercenarios (pese a ser admitidos en la cupula, algo sospecho nada facil aun siendo de forma temporal). ¿Pero con agentes inquisitoriales? Su comportamiento toma otro matiz, no parecia sentirse comodo con la inquisicion ni tampoco tenerle mucho respeto. Claro que, a lo mejor simplemente el no lo sabia.

De su palabra de no dar informacion sobre nosotros, directamente paso. Es una promesa vana, a estas alturas ya se lo ha dicho a quien se lo tenga que decir, seguro. No me muevo en estos ambientes, pero tampoco he nacido ayer.

A la mención de Ignace y su comportamiento, Magnus Wolfe hace una mueca de desagrado y aparta la mirada.

_{- Mi hijo... retrasado ignorante. -} masculló entre dientes - Si esas son todas sus peticiones no tengo nada más que añadir. Podrán recoger mañana sus licencias, pregunten a la persona que les expedió el documento para acceder aquí. Ahora, márchense. - 

No volvió a dirigiros la mirada, y tampoco envió un servidor con vosotros. Simplemente agitó el brazo en dirección a la puerta

A pesar de haber intentado ser cuidadoso con la mención de Ignace Wolfe, Urtzi tuvo la sensación de que tocar el tema resultaba algo escabroso por muy superficial que fuese su mención. De modo que consideró oportuno no terciar más palabra con el noble por lo que coincidió con él en dar por concluida la reunión. Así que se levantó e hizo una ligera reverencia. -De acuerdo y, una vez más, muchas gracias por su atención y colaboración. Le haremos saber de cualquier hallazgo que afecte a la colmena, señor.- Se apresuró en decir. Después de todo, se podría decir que se lo debían por la ayuda prestada y porque, al fin y al cabo, el señor Wolfe podría resultar ser un importante aliado para futuras operaciones en otras misiones o en caso de que esta misión se complique más de lo esperado.

Sin más dilación, esperó a que Gianna hiciese lo propio al despedirse y se dispuso a abandonar el despacho. Tenían mucho de qué hablar y todavía más que investigar si querían llegar al fondo de este asunto. Quizás con la información que haya podido obtener el otro grupo, puedan seguir una línea más definida de investigación.

No hay mucho mas que hablar. En principio no ha salido tan mal el tema, aunque no puedo evitar tener la sensacion de que o nos esta usando para su propio beneficio, o nos deja actuar porque no actuamos en su perjuicio.
Miro a mi alrededor, tomando nota del lujo y ostentacion que me rodea. Mientras lo hago, sin que pueda evitarlo me asaltan imagenes de los cuerpos despedazados de mis camaradas. Tendidos en el lodo como si fuesen la semilla de una cosecha brutal, hinchados y podridos bajo una lluvia acida que no distingue de credos o de causas justas.

Sirvo al emperador, creo en la causa del hombre ¿Como si no habria soportado todo lo que he visto, todo lo que he vivido? Pero ¿Cree esta gente tambien? ¿La gente como Magnus Wolf o su hijo sirven al imperio? ¿O solo a sus propios intereses? Afortunadamente, mi trabajo es matar a quien me digan que mate, no hacerme preguntas.

No gasto saliva en despedidas, de todos modos parece haber perdido todo interes en nosotros. Me limito a hacer un gesto de despedida con la cabeza, y sigo a Urtzi.