Partida Rol por web

Disturbios en la Colmena

Tercera parte: Reunión

Cargando editor
28/03/2015, 14:12
Jayson "Suertudo" McOwen

El capitán miró al asesino con una expresión de sorpresa que se convirtió en amarga indignación.

- Que les quede bien claro, yo no "tengo el deber de" hacer nada más por ustedes. A pesar de que estoy librando una puñetera guerra aquí abajo, gracias a mi supieron lo que estaba ocurriendo, gracias a mi presencia tienen una coartada, y gracias a mi no comenzaron su investigación sin ninguna información, pero todo ello lo hice por mi propia elección.

Y sin embargo, parecen pensar que soy una especie de recadero y que ustedes "DON NADIES" pueden darme ordenes a su antojo. - Llegados a ese punto, descolgó de una pared una espada-pistola, un arma muy popular entre los altos cargos de la armada imperial, comerciantes independientes y naves espaciales civiles, y la apuntó hacia vosotros.

- Solo son peones sin importancia de la Inquisición. Aunque apareciesen muertos nadie se preocuparía por unos "mercenarios amotinados". - para reforzar sus palabras, hizo un gesto con la cabeza hacia el segundo al mando, que se había mantenido apartado hasta el momento. Sostenía una especie de comunicador con una mano preparado para activarlo y una pistola en la otra, también apuntando hacia vosotros.

- Si me han entendido recojan sus porquerías, lárguense ahora mismo, y no se atrevan a volver a contactar conmigo. Y a menos que quieran salir de aquí con una inyección de plomo, no digan una maldita palabra. -

- Tiradas (1)

Notas de juego

Orionus, La tirada tendría que haber sido con la mitad de tu puntuación de fuerza por no tener la habilidad adquirida.

En cualquier caso, son un buen montón de niveles de fracaso.

Cargando editor
28/03/2015, 15:27
Gianna Anzerani

Veo horrorizada como el asesino se pone gallo con el comandante mercenario cuyas fuerzas nos rodean por decenas. Me estoy acordando de cuando estaba con Urtzi aqui mismo, en el campamento mercenario, observando a traves del teleobjetivo a las bandas y vi que el resto del equipo traia a la hermana herida. Recuerdo como el viejo cargo de rencor al medico que luego se suponia que tenia que curar a la hermana, cogiendole del pecho y amenazandole. O al tecnosacerdote hablando de robar material medico que se supone que es para la tropa, algo que provocaria que automaticamente nos linchasen a todos.
Y ahora esto.

Estos tios no tienen ni idea de tratar con la gente, y menos si es gente con poder. El suertudo no es ningun alto señor de terra, pero nosotros somos operativos de usar y tirar, totalmente desechables. Creo que a algunos aqui les vendria bien pasar por la guardia para darse cuenta de lo barata que puede llegar a ser la vida humana. El suertudo tiene razon, si desaparecemos, lo mas que va a pasar es que manden a otro equipo a completar nuestro trabajo. Seguramente ni eso, ya que el suertudo no tiene mas que decir que habia un tecnosacerdote hereje dando armas a las bandas y que este ya esta muerto. Ni siquiera tendria que mentir para que le diesen carpetazo al asunto y nuestra desaparicion fuese poco menos que un apunte a pie de pagina.

Las calles en las que he crecido son duras. Ni de coña como los subniveles de una colmena, pero si lo suficiente como para aprender (por las malas si es necesario) con quien puedes ponerte tonto y con quien no. Y aqui tenemos las de perder. Ademas, no sabemos si podemos necesitar algo mas adelante de este tio.

Me acerco unos pasos (no muchos, los justos para desmarcarme) y alzo las manos alejandolas de mis armas en gesto conciliador. De todos modos, si las cosas se ponen feas soy lo bastante rapida para desenfundar y endiñarle un disparo en la cara al operador de radio en menos de un segundo. Me llevo bastante tiempo aprender el truco, aunque con dos personas apuntandome no estoy segura de que realmente vaya a darme tiempo a hacer gran cosa.- ¿Que tal si nos calmamos un poco? Parece mentira que lo diga yo, pero pareces un poco de gatillo facil. No te tenemos por nuestro recadero, y desde luego este no habla por el resto.- Lanzo mentalmente una plegaria rapida al emperador suplicando que nadie diga nada- A mi de hecho, me pareces un bribon bastante simpatico y del genero listo. - Realmente no miento, a mi es la impresion que me ha dado.- Esto ultimo no se si puedo decirlo de algunos de mis acompañantes- Miro sin ningun disimulo al asesino, habia oido maravillas de ellos y tenia las expectativas muy altas, ahora me siento algo decepcionada.- pero no hemos venido aqui a reirnos de ti ni a darte ordenes. Como eres del genero listo y nosotros tampoco somos idiotas, no tiene sentido acabar en malos terminos. -Sonrio, con picardia- Hemos cortado el suministro de armas manipuladas a aquellos con quienes luchas facilitandote tu trabajo, tu tambien nos has ayudado tambien en el nuestro. Si seguimos llevandonos bien, podemos seguir ayundandonos mutuamente. ¿Como habias dicho? ¿El deber cumplido y los bolsillos llenos? De eso se trata exactamente.

Cargando editor
28/03/2015, 17:59
Jayson "Suertudo" McOwen

- ¿Que tal si nos calmamos un poco? -

Jayson no esperó a que dijera más, bajó el arma y con un pulso asombrosamente tranquilo para la situación, disparó justo a un par de centimetros del pie de Gianna

- Última advertencia -

- Tiradas (2)
Cargando editor
28/03/2015, 18:26
Gianna Anzerani

Notas de juego

Antes de saber como proceder... ¿El suertudo se esta quedando con las pruebas? 

Cargando editor
28/03/2015, 20:12
Urtzi Chrom

Urtzi se quedó petrificado al ver el brusco cambio en la atmósfera de la improvisada oficina del Capitán. Con los ojos a punto de salirse de sus órbitas, el adepto observaba con incredulidad y temor incipiente una situación que podía terminar en una auténtica sangría. Su mirada pasó del asesino al Capitán para luego posarse en el veterano arbites, repitiendo el circuito unas cuantas veces. Tras la evidente muestra de hostilidad, lo que más temía Urtzi era una lucha de egos entre el señor Homron y el Capitán McOwen, así como otro infructuoso intento de imponerse por parte del señor Boulder.

Un sudor frío comenzaba a cubrir la frente del adepto, quien había levantado sus manos hasta la altura de sus hombros en señal de rendición casi como un acto reflejo. Tan solo se relajó un poco al ver cómo Gianna intervenía con tono conciliador tratando de catalogar el gesto del asesino como un caso aislado y sin relación como el grupo, así como de remarcar la simbiosis existente entre ambos grupos. "Muy astuta." Pensó con creciente ánimo pensando que así cesarían las hostilidades. 

Pero no fue así. Un disparo al suelo fue la respuesta del mercenario al cual Urtzi respondió a su vez con un respingo. Habían pasado ya hace tiempo el punto de no retorno en aquella discusión. El adepto dio un paso al frente con cautela y las manos aun en alto. -Si... si me permite, solo voy a recoger las pruebas.- Dijo haciendo un notable esfuerzo por eliminar el temblor de su voz. Si el adepto resultó gravemente herido aun estando a cubierto tras una pared de rococemento, ¿qué posibilidades tendría en un tiroteo a quemarropa en una superficie tan reducida? Incluso sin su entrenado intelecto podría haber hecho los cálculos en un abrir y cerrar de ojos. Así que, siempre con gestos que denotasen una ausencia total de violencia, recogió las muestras que habían traído consigo. -Señor Homron, será mejor retirarnos ya. Tenemos un deber que cumplir.- Le dijo al veterano acólito tratando de contener cualquier comentario que estuviese germinando sus cuerdas vocales para luego disponerse a abandonar el lugar. Nada bueno saldría de un altercado entre el grupo de acólitos y el capitán de los mercenarios que luchaba por contener a las bandas de la subcolmena. 

Notas de juego

Estamos hablando de un fallo de seis niveles. Creo que ni aunque Gianna se quitase la camiseta para recurrir a sus más evidentes encantos se podría salvar la situación XDD

Cargando editor
28/03/2015, 21:12
Gianna Anzerani

Tiene gracia. Cuando veo el disparo a mis pies mi primera reaccion no es responder al disparo o tratar de ponerme a cubierto. Es hacer el saludo reglamentario, como si esta discusion la estuviese teniendo con un comisario y no con un comerciante cuyo sentido comun he sobreestimado. Esta claro que soy un chucho bien adiestrado.
En cualquier caso, mas que rabia, siento decepcion. Por lo general, los comisarios suelen tener mas seso que este hombre y yo le tenia por alguien inteligente. Incluso empezaba a caerme simpatico, pese a no saber si es el quien ha vendido nuestra verdadera identidad a los Wolfe.

Dejo de hablar y mas alla de retroceder unos pasos para ponerme a la altura del grupo no hago nada, aunque todo rastro de simpatia desaparece de mi ser. Veo como Urtzi se acerca a recoger nuestras pruebas y me asoma media sonrisa.
Otros puede que vean a un gusano balbuceante, pero el caso es que no se esta escondiendo detras de nosotros. Se esta acercando a recoger las pruebas pese al miedo que tiene. Es alguien capaz de vencer su propio miedo. Cada vez me cae mejor, aunque me pregunto si no me esperara una nueva decepcion.

Me concentro en la situacion que nos ocupa. Un rapido repaso mental me permite comprobar que ambos hombres, aunque tengan la ventaja de estar ya apuntandonos, son un blanco facil. Me cruzo de brazos, para dar la impresion de que sere quien mas tarde en estar en situacion de disparar. Prefiero que no sea a mi a quien tengan como primer blanco si empiezan los tiros.
Aun asi estoy nerviosa. Demasiadas cosas pueden salir mal en esta situacion. Alguien puede decir algo que no debe, o hacer un movimiento brusco y entonces estaremos muertos. El suertudo y el gilipollas que le acompaña por supuesto moriran al momento. Pero seguimos estando rodeados por decenas de hombres que apoyandose en su superioridad numerica, no tardarian en aplastarnos.
Mientras una gota de sudor me recorre la frente, mi mirada va del suertudo al payaso de la radio alternativamente, tratando de detectar cualquier movimiento que adelante una agresion.

Notas de juego

De hecho, creo que si Gianna mostrase sus "encantos" la situacion podria acabar aun peor xD.

Cargando editor
28/03/2015, 21:50
Hieronymus Homron

El arbites estaba en la puerta de la tienda desde antes de que el asesino empezara a soltar bravuconadas y no se había dado la vuelta durante la conversación que siguió. Sólo giró la cabeza cuando escuchó el disparo, esperando ver a Orionus tirado muerto en el suelo, pero se equivocaba, quizás aquel era el día de suerte del irrespetuoso chaval.

Apenas mostró sorpresa por lo ocurrido y el enojo que sentía lo guardó para sí, ya arreglaría las cuentas con Orionus cuando salieran de allí. Se limitó a decir con voz seca y tono de órden, dirigiéndose a su equipo - como he dicho - hizo una breve pausa - aún tenemos que terminar nuestra tarea - hizo un gesto con la cabeza a Heinrich señalando la salida - vámonos - miró a los demás y añadió, en un tono que no esperaba preguntas o quejas - fuera todos, ahora.

Dicho y tras ver que Urtzi cargaba con la caja de las pruebas, salió por la puerta sin mirar atrás. Dudaba que el capitán, por irresponsable o irrespetuoso que fuera, se humillara disparándoles por la espalda y más aún cuando disponía de amplísimos medios para acabar con ellos de múltiples otras formas.

Cargando editor
30/03/2015, 04:17
Orionus Boulder

Orionus retrocedió hacia la salida dando le la espalda a sus compañeros y más pendiente de poder esquivar los disparos por si el capitán Jayson McOwen y el segundo al mando decidían disparar les.

Notas de juego

Salgo de tienda del capitán Jayson McOwen.

Cargando editor
30/03/2015, 11:12
Heinrich

Heinrich asintio a su veterano amigo. Cuando el asesino empezo a hacer bravuconadas, Heinrich tuvo que resistir la tentacion de partirle la cara.Pero no sabia que esperar de los asesinos. Solo antes habia tratado con un asesino, Reshi, que el Emperador le tenga en su gracia.

Reshi, dentro de su barbarie, era voluntarioso, Orionus solo habia demostrado impaciencia, alli donde habia que mostrar precaucion y, lo peor, se habia enfrentado contra un aliado, volviendole en nuestra contra. El "Suertudo" era un hombre con recursos, probablemente no se enfrentaria a nosotros abiertamente, Si este grupo de acolitos desaparecia, levantaria sospechas y la inquisicion se involucraria mas, averiguando por que habian desaparecido y no le interesaba que las pistas llevaran hasta el.

Pero en una colmena con guerras de bandas, mercenarios indocumentados y herejes sueltos, los accidentes podian pasar. Y desde luego, tener al "Suertudo" como adversario podia hacer que los accidentes les ocurrieran.

Ahora el grupo se encontraba solo en el planeta, sin enlace con su patron ni trasporte para salir de alli.

-Vamonos Hieronymus. 

Cargando editor
30/03/2015, 17:40
Taikel

Palidecí visiblemente cuando el asesino le lanzó esa brabuconada al capitán. Habia que estar loco para envalentonarse y decirle esas cosas a la única persona del planeta que puede cubrirnos las espaldas y sacarnos de esta bola de fango. Y aunque Gianna trató de calmar los ánimos, el capitán le disparó a los pies (sin darle, por suerte, creía). Empecé a retroceder junto al arbites y el resto cuando el Adepto se adelantó a coger las pruebas. Era mas valiente de lo que pensaba. mucho mas que yo, que ya me habria largado de allí. Esperaba poder desatar pronto mis poderes telepaticos, para hacerle olvidar toda esta situación al "Suertudo". Pero dudaba que lo consiguiera pronto.

Al final acabamos yendonos de allí.

Y el siguiente paso era ir a por los Wolfe.

Cargando editor
31/03/2015, 01:36
Director

Con rapidez y precaución, al final todos abandonásteis el vehículo que empleaba el capitán como sus aposentos privados. Tras vosotros la puerta se cerró con un firme chasquido metálico, mientras a vuestro alrededor los mercenarios que se veían seguían con el mismo aire cansado que antes de entrar.

Ahí fuera no había cambiado nada, pero para vosotros muchas cosas eran ahora distintas.

Notas de juego

Todos fuera, y continuad.

Cargando editor
31/03/2015, 11:41
Hieronymus Homron

La puerta se había cerrado con un chasquido a sus espaldas, pero quizás aún eran observados por las ventanas o mediante dispositivos de escucha. Por ello el arbites siguió caminando, a la cabeza del grupo durante un par de calles más, a medida que avanzaban fue refrenando el paso y dejó que Heinrich tomara la cabecera de la columna y se situó al lado del maestro Chrom que aún cargaba con la caja de munición llena con las muestras. Charló en voz baja un momento con él y siguió caminando despacio, retrasándose, dejando que el grueso del grupo pasara a su lado, el grupo, por una vez no estaba en posición de combate, y casi todos ellos caminaban con la cabeza gacha y los hombros hundidos, alicaidos por el revés recibido. Habían acudido a McOwen en busca de apoyo y lo que habían recibido había sido una amenaza de muerte.

Cargando editor
31/03/2015, 12:08
Hieronymus Homron

El arbites se situó a la altura del sabio y le dijo en voz baja

- Señor Urtzi, me alegro de que hayáis demostrado el buen juicio de no desvelar todas nuestras cartas - el tono era serio, como era habitual en el arbites, pero carecía de la franca hostilidad y amenaza que Hieronymus le había dirigido ultimamente - y también habeís hecho bien en recuperar "nuestras cosas" tras el rechazo del capitán McOwen - hizo una breve pausa antes de continuar.

- Espero que entendáis que ahora estamos completamente solos y que tendremos que apañárnoslas como podamos - confío en que sabréis actuar como un profesional - dijo sosteniéndole la mirada - y que actuaréis correctamente en cualquier circunstancia - en una clara alusión a los papeles que aún llevaba. Si el sabio no se había estremcido de pánico entonces, lo hizo cuando el viejo continuó - en especial en "las peores" circunstancias.

Dicho esto el arbites refrenó el paso, retrasándose en la formación.

Cargando editor
31/03/2015, 12:17
Hieronymus Homron

El arbites caminaba casi al final de la formación, cuando, sin previo aviso, golpeó al asesino en las corvas con un rápido movimiento de la porra, que hizo que Orionus cayera al suelo de rodillas. Con un movimiento fluido, puso la porra en el cuello del asesino sujetándola con las dos manos y apretó el cuello de éste contra la pared de la calle. Ya fuera por la sorpresa del ataque o por la experiencia del viejo en este tipo de gesto para arrestros, por unos segundos el asesino no pudo más que echar ambas manos a la porra, para apartarla de su tráquea y seguir boqueando.

El arbites no quería causar daño al muchacho, al menos no un daño irreparable, pero no estaba dispuesto a ceder. No aún.

Se agachó un poco poniéndose casi cara a cara con el asesino y aunque no gritó al hablar, con su tono casi parecía que lo estuviera haciendo.

- ¿Sabes maldito irresponsable lo que acabas de hacer? ¿Te das cuenta de la repercusión de tus acciones?

- ¿Te das cuenta de que has acabado con el único aliado que teníamos en este condendao planeta? ¡El único!

- ¡No se puede tratar así al capitán de una nave estelar! ¡Y mucho menos si es nuestra nave! ¡LA NUESTRA! - el tono se había ido elevando hasta que acabó gritándole a la cara.

El viejo volvió a bajar la voz - Te juro que es la última vez que permitiré que te comportes así. Me parece bien si no te gustan mis órdenes. Pero jamás, repito jamás, tratarás así a alguien que la Inquisición ha colocado ahí para nosotros. Y también te juro que serás tú quien costeará nuestra salida de este planeta. Y eso si es que encontramos un transporte en una zona de guerra.

Dicho esto el viejo soltó la presión y dejó que el asesino recuperara el aliento. Sin mirar atrás volvió a ocupar la cabecera de la columna, dejando que Heinrich volviera a su anterior posición. En voz alta volvió a dirigirse a todos.

- Señor Chrom, no hará falta que carguéis más con esa caja, no tenemos qué hacer con ella. Así que repartid su contenido, sería bueno que los supervivientes tengan algo que llevar al Tridente si nos ocurriera algo.

- Maese Arcturus, nos dirigiremos al enclave astropático, si es que podeís enviar un mensaje cifrado a la colmena Sibellius con un escueto resumen de nuestro "progresos".

Cargando editor
31/03/2015, 12:35
Hieronymus Homron

Cuando el arbites pasó junto al guardia imperial, le susurró, sin apenas detenerse - vigila a éste, no me fió de él, es peligroso - el viejo no lo dijo, pero no querría recibir un disparo en la espalda y si bien aquel no era el primer rapapolvo que echaba a un arbites novato en su vida, Orionus había demostrado repetidamente ser bastante impredecible y temerario.

Una vez más, el arbites puso su vida en manos del Emperador y de Heinrich. Caminando, como siempre, en la cabecera de la columna, sin volver la vista atrás

Cargando editor
31/03/2015, 12:45
Urtzi Chrom

Al igual que el resto del grupo, Urtzi caminaba abatido moralmente tras el fuerte traspiés estratégico que habían sufrido en los aposentos del capitán mercenario. Sin haberlo pretendido su situación se había vuelto mucho más frágil de lo que ninguno podría imaginar. No era el fin del mundo, ni mucho menos, pero carecían de la seguridad de un apoyo con posibles en un lugar en el que eran verdaderos extraños. El adepto trató de consolarse pensando en el señor Wolfe como un nuevo y mejor posicionado aliado. Pero a causa de los últimos descubrimientos, algo le decía que la delicada relación que hayan podido forjar con el noble enseguida se tambalearía una vez puestas las cartas sobre la mesa. 

Los pensamientos del adepto se vieron interrumpidos al notar cómo el señor Homron, quien siempre iba a la cabeza, aminoraba su paso. El cuerpo de Urtzi iba ganando en tensión cuando notaba que el arbites se le iba aproximando en su lento caminar. Pronto el veterano acólito habló y, para sorpresa y alivio de Urtzi, lo hizo sin la hostilidad que le había profesado últimamente. -Gracias, señor Homron.- Respondió todavía con cautela a las palabras del arbites. Lo que le dijo a continuación ya comenzaba a recobrar el tono pesimista y catastrófico, que no por ello menos creíble, del señor Homron. Urtzi tragó saliva ante el futurible panorama que le planteaba. Pero no tardó en responder. -No le prometo que no me tiemble el pulso cuando ocurra, señor Homron.- Le dijo con cierto desenfado, tratando de quitar peso a la conversación. -Pero tenga por seguro que sé cual es mi deber al servicio de la Inquisición.- Su tono se tornó más serio acorde con la declaración que estaba realizando en ese preciso instante. El arbites continuó su deceleración y el adepto le dedicó una leve inclinación de cabeza a modo de saludo. El adepto temblaba de miedo en su interior ante las funestas posibilidades que se le planteaban para su futuro cercano. Pero su inculcado sentido del deber hacía lo posible por empujar su endeble cuerpo hacia adelante mientras intentaba mantener la compostura.

Cargando editor
31/03/2015, 13:10
Heinrich

Heinrich se ajusto su opaco visor, justo a la espalda de Hieronymus, formando, junto al veterano arbites, lo que en el ejercito se suele llamar un toque de atencion. Si en algun momento el reprendido asesino hubiera podido apartar la mirada de la severa cara de Hieronymus, lo que hubiera visto hubiera sido la no mas alegre cara de Heinrich.

-Solo espero que los herejes no puedan interceptar nuestro envio, aunque no parece que tengan tanto poder. Sin embargo, este paseo hasta el enclave astropatico nos retrasara de nuestra visita a los Wolfe.

El Guardia Imperial lleva bien sujeta su escopeta, no sabe de donde puede venir la siguiente amenaza y ,tras el enfrentamiento del asesino con el "Suertudo", teme represalias.

Cargando editor
31/03/2015, 18:42
Gianna Anzerani

Cuando salimos veo como el viejo le suelta una ostia y una reprimenda a Orionus, aunque me parece un trato bastante suave. Debe pensar que aun podemos necesitarlo, pero me cuesta creerlo. Este tio debe tener mierda en el cerebro para comportarse asi, nos pone a todos en peligro- Tienes suerte, has salido bien librado de esta. De donde yo vengo, esto se habria considerado sabotear las ordenes y te habrian endiñado un balazo en la nuca. Y no creo que nadie te hubiese llorado demasiado- No olvido que por culpa suya me han disparado. No olvido que por culpa suya aun podrian dispararme. A saber con que problemas nos encontraremos mas adelante por su culpa.

Cargando editor
31/03/2015, 20:16
Taikel

No solia tener prejuicios contra nadie dada mi condición de sancionado, pero lo que habia hecho el Asesino sobrepasaba todos los limites. Aprobaba la violenta reprimenda que le habia lanzado Hieronymus.

- De donde yo vengo, por algo así te habrian concedido el honor de sacrificarte por el Sagrado Emperador. El resultado habria sido parecido a lo que decia Gianna pero, al menos habria servido de algo. - Dije mirando con desprecio a Boulder. Creo que le costará mucho redimirse a los ojos de todos nosotros.

Cargando editor
31/03/2015, 22:51
Urtzi Chrom

Si la breve conversación ya lo había dejado un tanto descompuesto, lo que ocurrió después con el pobre Orionus acentuó esa sensación. La expresión de terror que mostró Urtzi en aquel momento en el que arbites sometió al asesino era digna de ser inmortalizada por el pictograbador de Taikel. En la mente del adepto no podía evitar verse a sí mismo reflejado en el acólito que recibía la reprimenda pues, sin haberlo pretendido, había tocado alguna fibra sensible del agente y bien podría haber sido él el que estuviese de rodillas en el suelo si llega a cruzar una invisible línea que no era capaz de intuir. Sus ojos, abiertos hasta un doloroso límite, pasaban del señor Homron al señor Boulder una y otra vez mientras duraba el castigo.

Por suerte y alivio para el adepto, todo terminó pronto. En ese momento, y cuando el arbites se lo mencionó, se dio cuenta de la fuerza con la que sujetaba la caja de munición en la que se guardaban las pruebas. -Sí... claro.- Respondió a medida que aliviaba la presión de sus manos. Repartió sin un criterio específico el contenido de la caja mientras escuchaba las reprimendas verbales del resto de acólitos. Si bien Urtzi era consciente de la complicadísima situación en la que se encontraban ahora mismo, no podía evitar sentir cierta lástima por el linchamiento que estaba sufriendo el señor Boulder. En ese momento debían centrarse en cómo seguir adelante y no estancarse en el error de un compañero. De modo que Urtzi hizo lo que mejor sabía hacer: pensar. -Señor Homron, espere.- Se acercó con la caja de municiones ya vacía. -Todavía no está todo perdido. Aún podemos contar con el apoyo del señor Wolfe.- Dijo mientras caminaba a su lado. -Déjeme que le explique.- Añadió casi al instante adelantándose a la escéptica y desconfiada mirada del arbites. -Estoy seguro de que la noticia de que su hijo está involucrado no será de su gusto. Pero quizás si lo hacemos de la forma adecuada podamos obtener su apoyo.- Tragó saliva mientras las ideas iban y venían componiendo el frágil plan que se le ocurría al adepto. -Está claro que para alguien como el señor Magnus Wolfe la apariencia y la reputación son algo muy importante. El hecho de que el Astra Militarum no haya intervenido todavía y viendo los esfuerzos del noble por hacer que el conflicto no pase de la subcolmena lo demuestra.- Relató tratando de sentar los antecedentes de la proposición que iba hacer. -Quizás si le aseguramos que nuestra actuación será discreta para con el nombre de los Wolfe y que de nuestro éxito depende que las bandas sigan siendo suministradas, obtengamos el apoyo de Gobernador.- Todo lo que el adepto estaba planteando dependía de la honestidad del propio Magnus Wolfe, pero Urtzi no tenía motivos para desconfiar de él. Más bien todo lo contrario si realmente decidían actuar de modo que el beneficio entre el noble y los acólitos fuese mútuo. -Déjeme que sea yo quien le plantee la situación. Ya he tenido oportunidad de tratar con él y creo que la conversación acabó en buenos términos.- No desconfiaba de las habilidades del arbites. Pero quizás para esta tarea no fuese lo más adecuada la disciplina marcial del señor Homron así como la dureza de su carácter. Se trataba de una conversación con alguien que tenía la responsabilidad de toda una colmena sobre sus hombros y no de un subalterno o un delincuente esperando a ser interrogado.

 

Notas de juego

El reparto de las pruebas me es indiferente. Que cada uno escoja lo que más rabia le de :P