Partida Rol por web

— Ya les he dicho que no está permitida la entrada a los hangares a personal civil. No hay nada de que preocuparse. Vuelvan por favor en un par de horas y seguro que todo estará solucionado. —

Un trandoshano estaba plantado en la entrada principal del hangar, sin dejar pasar a nadie. Al veros suspiró y alzó la voz.

— Disculpen, pero el acceso al hangar está temporalmente restringido. Por favor vuelvan a la ciudad y regresen en unas horas. Disculpen las molestias. —

Zak estuvo callado durante todo el viaje. Observaba a sus compañeros de penurias por si había algo raro o sospechoso en ellos, pero no vio nada más allá de lo evidente.
Cuando llegaron a la empresa de transporte chasqueó la boca.

— No iba a ser todo tan fácil. Lastima. ¿Cómo de complicada es la seguridad aquí? Por si podemos colarnos.
No obstante podría hacer un par de llamadas por si encuentro a alguien que tenga una nave y poder salir de aquí. Pero llevará tiempo y seguro que será caro. —

Miró de nuevo a la gente allí protestando.

— Lo que me escama es que haya gente queriendo marcharse. Aparte de nosotros me refiero. En teoría lo que va a suceder no es de dominio público. De momento. —

—Nunca había visto este nivel de vigilancia —indicó a sus compañeros—. Dentro del hangar hay un par de naves orbitales que la empresa usa poco o nada, pero nunca he accedido a ellas aunque imagino que podremos reventar los códigos y luego... Bueno, luego ya veríamos...

Cuando les tocó el turno ante el guardia, Andur intentó un truco desesperado.

—Jefe, tengo que entregar el vehículo en el hangar de la empresa si no mi jefe me corta las pelotas, ¿entiende? —Andur fingió estar desesperado—. Me he demorado más de la cuenta —explicó señalando a sus compañeros con gesto cómplice, como si fueran dos parejas que vinieran de celebrar algo— y si no dejo el deslizador ahora van a empezar a descontarme créditos de la nómina y seguro que me echan del curro y entonces, aquí mi prometida —miró a Jade con una amorosa sonrisa— ya no va a querer casarse conmigo...

El trandoshano miró a Andur incómodo ante sus palabras. Luego miró a Jade y volvió la mirada al piloto.

— No tengo tiempo para llevarlo yo... maldita sea. — Hecho una mirada a la gente que había llegado antes que el grupo y suspiró.

— Vale vale... entra, la dejas y sales. Tu solo. ¿Entendido? — No parecía dispuesto a dejar pasar a los cuatro...

Zak por su parte trataba de hacer memoria, seguro que había alguien en ese jodido planeta que tuviera una nave orbital... pero no era capaz de pensar en nadie más que en Cargo^[1]. Él seguro que sabía como conseguir una maldita nave. O sabía de alguien que tuviera una. 

— No nos será fácil pasar — dijo torciendo el morro —. Podríamos probar con alguna historia — comentó.

Lyra iba a decir algo cuando Andur tomó la iniciativa, en realidad, la historia del piloto era mejor que la suya, aunque podría haber colado también, una mecánica que llega para revisar el estado de los transportes, para evitar posibles accidentes, aquella era una tarea rutinaria... pero por suerte la trola del piloto surtió bastante efecto.

Al volver a mirar, Lyra le guiñó un ojo a Andur, podían seguir adelante, sin ser detenidos.

Había sido un buen intento, pero el guardia había estado avispado. Con lo que al final lo único que habían conseguido era quedarse sin transporte, ya que si ahora Andur no devolvía el deslizador iba a ser muy sospechoso. Al menos sabían donde podían llegar a conseguir una.

-Vale. Tengo un contacto que seguro que tiene una, o al menos sabe de quién puede tener una. Es un mafioso, con lo que habrá que andarse con ojo. Pero creo que podremos convencerle.
Y a las malas sabemos donde hay una. Siempre podemos volver aquí si la cosa se pone jodida y entrar a saco. Como último recurso no está mal.-

Jade resopló al ver que se habían frustrado sus planes para conseguir una nave con la que ponerse en órbita. Miró a Zak y sopesó su propuesta. No le hacía mucha gracia tener que usar esa carta pero no parecía que tuvieran otra opción.

—  Tenemos que intentarlo. En cuanto vuelva Andur nos ponemos en marcha. ¿Dónde está tu contacto? —  preguntó.

Andur dejó el vehículo donde correspondía pero, en lugar de salir inmediatamente, deambuló por la zona reservada a la empresa, buscando si había algún compañero de guardia. Quería encontrar la manera de localizar los códigos de seguridad de los transportes orbitales, pero lo cierto es que no se le ocurría cómo hacerlo.

—Estoy dentro, de momento solo —comunicó a los que esperaban en el exterior vía datapad—. Sé que hay dos naves aquí, pero necesitaría la ayuda de un experto en temas de seguridad para poder romper los códigos y entrar en alguna de ellas. Estoy tratando de buscar también si existe algún otro acceso cercano al hangar, porque no creo que un lugar tan grande tenga una sola puerta. ¿Podéis ayudarme desde fuera o queréis que salga ya?

Andur había logrado llegar y no tuvo problemas en entrar en la zona reservada por la propia compañía para almacenar los deslizadores. Había varios modelos, desde lujosos hasta económicos. Con gran capacidad hasta biplazas. Dejó allí el que llevaba y dio un vistazo alrededor. Se fijó en una puerta lateral que se abría de repente, dando paso a un hombre negro de mediana edad. Cuando te vió saludo.

— Eh, ¿Qué haces aquí? El hangar está cerrado temporalmente. —

Andur le explicó que el trandoshano le había dejado para dejar el deslizador y el hombre asintió sin demasiada preocupación, olía a tabaco. Parecía que había salido al exterior a fumar.

— Vale vale... No te entretengas y sal de aquí cuanto antes anda. —

En el exterior, el trandoshano movió la mano indicando que os apartarais.

— Por favor, apartaros. Si os tenéis que ir iros. Si queréis que le deje algún recado a vuestro amigo se lo puedo dar, pero no podéis estar aquí que me revolucionáis al personal —

Una pareja caminaba y fue detenida por el guarda sin moverse de la entrada; soltándole lo mismo que a vosotros...

-Tendríamos que ir al centro. A una zona poco recomendable, pero tampoco es nada del otro mundo. Este planeta nisiquiera tiene un imperio criminal decente. Aún así espero que vayáis armados por si acaso.-

Andur estaba tardando demasiado, y Zak esperaba que no se hubiese metido en problemas pues no podían esperarle demasiado.

-Necesitamos un vehículo esos sí. Si no tardaremos demasiado en ir, y eso es malo.-

No le hizo demasiado caso al thrandosano, al que le miró con mala cara cuando les dijo que se apartaran.

-¿Qué pasa? ¿A qué viene todos esos nervios? Estamos esperando a nuestro amigo. Ni que fueramos a robar un deslizador.-

— Tal vez deberíamos apartarnos un momento de aquí... — les comentó bajando el tono de voz. 

Jade se colocó al lado de Zak para ayudarle. El plan de ella habría sido irse de ahí y buscar en otro sitio pero al ver que su compañero había tomado la iniciativa, no pudo sino echarle una mano. 

— Mi nombre es Jade Lynfor. Dime, ¿pasa algo para que no podamos entrar? — preguntó. — No me gusta perder el tiempo, necesitamos un vehículo para poder llegar al centro a un asunto muy importante. Por favor, es importante.

Su tono era tranquilo pero determinado.

El trandoshano suspiró. Iba armado, pero parecía tener el suficiente control para no sacar el arma a la primera de cambio.

- Escucha amigo. A mi solo me han dicho que no deje pasar a nadie. Así que eso es lo que hago. Si os quedáis aquí se me forma un grupo de demasiada gente y no os puedo controlar. No quiero tener que sacar el arma y ponerme apegar tiros - 

Miró entonces a Jade.

- ¿Entonces porqué vuestro amigo a entrado a devolver el deslizador? - Negaba con la cabeza. - Como sea... Tenéis un local a unos doscientos metros hacia el centro que alquilan transportes personales. Si decís que váis de parte de Agg Rar os harán un descuento, ahora largaos. -

El comentario de Jade hizo que Zak pusiera los ojos en blanco. Y obviamente si él se había dado cuenta de lo absurdo de la situación el segurata también.

-Tranquilo. Ya nos vamos.-

El guardaespaldas se alejó de allí, y se marchaba en la dirección que les había indicado.

-Esto es cojonudo. Estamos sin nave orbital y sin deslizador. Espero que al menos tengamos dinero para pillar uno.-

Cuando vio el mensaje de Andur y lo leyó le contestó.

"Nosotros no podemos entrar sin montar jaleo. Así que sal lo más rápido que puedas, tenemos que ir a por un vehículo."

-Parece ser que la opción que queda es ver si el bueno de Cargo nos consigue una nave. Esperemos que esté de buenas.

Andur leyó el mensaje de Zak con frustración. La idea de ir hasta el hangar y robar una nave había sido suya y ahora parecía haber topado con un callejón sin salida.

Rebuscó en su mochila la pistola, la sacó, colocó el selector en aturdir y la guardó bajo su abrigo. Con el arma oculta fue en busca de Vug Cibe.

Su plan era bastante simple y desesperado: pillar a Vug con la guardia baja, dado que le conocía de verle trabajar allí, noquearlo con un disparo de blaster, arrebatarle la tarjeta de seguridad de la puerta de servicio y colar a sus camaradas.

Un plan estúpido se mire como se mire. Si la puerta se abre con código o con retina, me voy a ver peor que antes. 

— Comenzamos bien — dijo Lyra cuando se apartaron un poco del trandoshano.

Zak se encargaba de comunicarse con Andur mientras caminaban.

— ¿Tenemos comunicadores todos? — preguntó — Luego convendremos una frecuencia que compartiremos hasta que acabemos con esto.

Con su arma en modo aturdir y escondida bajo el abrigo, Andur decidió seguir a aquel hombre para hacerse con su tarjeta. Salió del hangar en el que estaba entrando en un pasillo hasta que llegó a una puerta. Las paredes estaban decoradas con carteles hechos a mano denostando al imperio y abogando por una libertad que solo podía ser conseguida de la mano de una república, y varias puertas daban seguramente a diferentes secciones del lugar.

Vug Cibe se metió en una sin carteles identificativos, Andur le siguió. Abrió la puerta con cuidado, esperando quizá poder pillar desprevenido a aquel hombre... pero cual fue su sorpresa al abrir que se encontró con una habitación con cuatro personas al rededor de una mesa con un holoproyector en medio todavía apagado.

Los cuatro miraron a Andur primero y luego entre ellos. Fue el propio Vug Cibe quien habló.

— ¿Qué haces aquí? — Andur pudo ver como un par de los hombres llevaban sus manos a los cintos, pero Cibe levantó su mano indicando que no era necesario. — La salida es por el otro lado... vamos. Si ya has dejado el deslizador sal del hangar. —

— No podemos esperar a Andur eternamente, el tiempo corre en nuestra contra — dijo Lyra —, vamos a ver a Cargo, yo misma gastaré mis créditos para alquilar un speeder si hace falta.

Sacó el comunicador y lo llevó a la boca.

— Andur, vamos a alquilar un deslizador para acercarnos al centro Zak conoce un sitio donde continuar la fiesta — dijo —. Si sales ya, te esperamos, sino, avísanos cuando lo hagas, para darte la dirección.

Colgó y levantó los hombros.

— No nos entretengamos más.

Andur cerró la puerta y se encaminó hacia la salida. No había nada que pudiera hacer él solo contra cuatro terroristas de la Rebelión. Cuando estuvo fuera se dirigió hacia los tres compañeros, con el rostro avinagrado.

—Me ha sido imposible hacer nada. Iba a acabar con el guardia pero el tipo es escoria rebelde y está reunido con otros tres conspiradores —explicó una vez que estuvieron lejos del guardia y de la gente que esperaba junto a él—. Resulta paradójico que hayamos estado tanto tiempo buscando a gentuza como esta y los encontremos justo cuando debemos largarnos de aquí a toda prisa. No es justo. Simplemente, no es justo.

— No hay tiempo que perder. — instó a sus compañeros. — Aunque tengamos que alquilar un aerodeslizador, necesitamos una nave para salir a la órbita y embarcar. 

Jade habló a sus compañeros cuando ya no había nadie cerca.