Partida Rol por web

La mención de rebeldes dejó un poco intranquilo a Zak. Entre el tipo de la entrada que no dejaba pasar y eso el soldado se preguntaba si no sabrían alguna cosa y estarían preparando algo. De ser así tenían la obligación de impedirselo, por el bien del Imperio.

-No me gusta nada eso. Pero si el tiempo apremía poco más podemos hacer. Espero que Cargo no tenga muchos reparos en vernos. Y que esté de humor para hacer negocios.-

Dio las indicaciones para llegar hasta el mafioso. Tratando de recordar por el camino si le debía algún favor al tipo aquel. No fueran a empezar con mal pie.

Conseguir un nuevo deslizador no fue complicado, pero si que les llevó algo de tiempo del que desgraciadamente cada vez tenían menos. Para cuando estaban de camino a ver a Cargo quedaban algo menos de 5 horas antes de que la Estrella de la Muerte destruyera aquel planeta...

Cuando estaban a punto de llegar, un mensaje entró por el datapad de Lyra, era su nuevo... "compañero".

— Lyra, no se que cojones está pasando pero te acuerdas de esa nave de VIPs que dejaron hace unos días para que reparáramos sin prisas. Pues me acaban de llamar que la necesitan para cuanto antes. Y sabes que... nos duplican la pasta si se lo hacemos hoy. Te espero allí... —

El local que Cargo usaba de base estaba a un par de bloques de las puertas que separaban el círculo exterior del intermedio. Zak era el único del grupo que sabía no solo que estaba en la trastienda del "Droide Escacharrado", sino que además conocía la contraseña... Tampoco es que le hiciera falta, no era la primera vez que iba por allí.

El Droide Escacharrado era un garito por encima de la media del círculo exterior. Música suave y en directo, decoración sin proclamas políticas y una luz ténue y agradable. Al fondo a la izquierda, había un devaroniano sentado en una mesa con una sola silla. Justo al lado de una puerta. Zak sabía que al otro lado era donde Cargo hacía sus negocios...

Nada más entrar al local... el comunicador de Jade comenzó a sonar. Tenía una llamada. Era Robert, su marido.

— ¿Entras tú? — le preguntó Lyra a Zak — ¿Necesitarás un cable ahí adentro?

Entonces le echó un vistazo a su datapad.

— Puede que tengamos otra opción más — dijo —. Voy al taller, tengo un transporte VIP al que echarle un vistazo quizá podamos usarlo, si da tiempo a repararlo.

Escribió entonces en el datapad para responder al mensaje.

— ¿De cuanto tiempo disponemos?

— Seguimos en contacto por los comunicadores — dijo —. si conseguís un transporte, avisadme.

Andur se pegó a Zak cuando entraron en el garito. Aunque el local tenía buen aspecto, si estaban allí para conseguir un transporte de manera poco legal significaba que era una tapadera para alguna mafia local.

Cuando Lyra habló de marcharse a reparar una nave, Andur dudó un instante. No era mecánico, pero se sentía más útil cerca de un cacharro volador que frente a la mesa de negociaciones de un jefe del hampa.

—¿Quieres que te acompañe? —le preguntó.

-No creo que necesite ningún cable, pero mejor que estemos todos al local. Algo me dice que nos vamos a tener que mover deprisa y la situación se puede descontrolar. De momento sentáos y pedir una copa.-

Zak tenía una ligera idea de cómo podía negociar con Cargo, aunque no le gustaba nada hacerlo. Pero si querían salir no veía otra forma.
Cuando Lyra y Andur dijeron de marcharse el soldado se encogió de hombros.

-Como queráis. Pero no creo que sea buena idea separarnos. Queda poco tiempo, es posible que no nos podamos volver a reunir. Si ellos se van mejor que vengas conmigo entonces Jade, prefiero no perderte de vista-

Dicho eso se acercó al devaroniano de que estaba de guardia en la puerta.

-Vengo a ver a Cargo. ¿Está? Es importante.-

— Puede que tenga razón — dijo Lyra encogiéndose de hombros —, si lo de Cargo no sale bien, podríamos intentar en mi taller.

Pidió una bebida sin alcohol.

— Te esperamos aquí — le recordó a Zak.

Jade se había quedado ensimismada mirando su comunicador, observando como no dejaba de sonar. Al otro lado Robert parecía no cesar en su intento de conectar con ella. A su lado, Lyra y Andur se habían pedido algo mientras Zak se adentraba en la parte trasera del bar.

El davorinano no puso problemas para que cruzara aquel umbral, ya lo conocía. Al otro lado de la puerta la cosa no podía ser más diferente. Había otro bar... con la barra en la misma pared que el otro. No había música, aunque llegaban como un lejano susurro notas de la otra parte. Varias mesas de peor diseño y calidad se amontonaban en una esquina junto a varias sillas. En la barra un par de humanos y tres quarren callaron al ver entrar a Zak. Enseguida siguieron hablando entre ellos, en voz baja.

Al fondo, en una esquina. Un enorme aqualish se sentaba en unos sofas viejos junto a un twi´lek. Cargo miró a Zak y levantó su mano para que se acercara...

— Mira quien tenemos aquí... me vienes como anillo al dedo muchacho... como anillo al dedo. — Cargo y su acompañante se miraron. El twi´lek asintió.

— Vamos ven, siéntate y pide algo. Paga la casa. — Cargo dio una patada a una silla que desplazó unos centímetros, era su forma de invitarte a sentarte junto a él.

Jade acompañó a sus compañeros dentro de aquel lugar. Tal vez de una vez por todas funcionara el plan.

No era el momento más oportuno para aquella llamada. Pero Jade no pudo evitarlo y cogió el intercomunicador para responder. Se alejó unos metros del grupo para no molestarles.

— Perdona, estaba en medio de un asunto de trabajo.. —  se excusó por la tardanza con su marido.

La voz de Robert sonó al otro lado, parecía preocupado.

— ¿Qué ocurre? ¿Está William bien?, me han dicho que has tenido que irte de una reunión porque le había pasado algo. ¿Dónde estáis? —

Zak asintió al aqualish y se sentó enfrente suyo. Aunque trató de mantener a la vista a los demás matones que estaban alli de guardaespaldas, habían demasiados. Pero no le quedaba otra.

-Claro, muchas gracias. Pero algo flojo por favor. Me hace falta estar centrado para lo que tengo entre manos.-

El hecho de que le estuviese buscando no era buena señal la verdad. No tenía tiempo para ningún trabajo. Tenían que salir de aquel planeta sin falta.

Cargo levantó la mano y una camarera dejó tres vasos de un líquido semitransparente. Lo mismo para cada uno. Se recostó y te miró.

— Supongo que habrás venido por algo, así que te dejaré hablar a ti primero. No te cortes... El gran Cargo está aquí para ayudarte en lo que necesites. —

Aquella sonrisa... siempre igual. La tenía muy bien ensayada, no es que afectara a Zak; pero a los novatos les daba una sensación de falsa seguridad que los hundía en sus redes. Zak no debía nada a Cargo, y eso era bueno... muy bueno.

—  Sí, está todo bien. Luego te llamo, tengo un asunto urgente entre manos. —  dijo y chasqueó la lengua. De todos los maridos que podía haber elegido tuvo que optar por uno que de verdad se preocupara por el hijo. 

Miró al grupo, estaban muy metidos en una conversación con el tal Cargo. Jade se acercó a Lyra.

— Tengo un asunto que atender antes de marchar. Nos encontrar en un rato donde vayamos a hacer el despegue para llegar a nuestro destino... —  comentó en voz baja.

—¿De qué crees que va todo esto? —preguntó de sopetón a Lyra cuando se quedaron los dos solos en la barra—. ¿Nos habrán descubierto? Aunque no parece probable porque en el hangar me paseé delante de un puñado de rebeldes y nadie pareció reconocerme.

Andur comenzaba a sentirse incómodo con todo aquel deambular de un lado a otro. Pensaba en sus chicas y en su compañero. Ojalá pudiera estar tomando esta copa con ellos ahora mismo.

Zak cogió el vaso y empezó a calentarlo en la mano sin beberlo. Miró a Cargo, luego al twi'lek y finalmente a Cargo también.

-¿Podemos hablar a solas Cargo? Independientemente de lo que tengas pensado para mí tengo información que seguro que te interesa. Pero es sólo para tí. Te aseguro que me lo agradecerás.-

Se había acercado para hablar con el mafioso de manera que su voz baja le llegase a él. Y luego se volvió a sentar recto, a la espera de que el aqualish dijese alguna cosa. El soldado estaba muy serio, y esperaba que los trabajos que ya había realizdo para él le sirviesen al menos para granjearle aquello.

— En cuanto tengamos el punto de despegue podrás comunicárselo a quien te acompañe — dijo la mecánica a Jade —. Nos hablaron de escoltar a nuestro contacto, pero entiendo que el contacto pueda ir acompañado.

Miró entonces a Andur con esa mirada de confianza en el que tenía de conocerlo ya de cierto tiempo.

— No lo creo, seguro que recibiste el mismo mensaje que yo, dicen que el planeta está amenazado así que quizá debas alertar a todo aquel con el que tengas relación y no forme parte de la rebelión — le comentó al piloto —. Yo haré lo mismo, si el transporte es lo suficientemente grande quizá podamos traerlo con nosotros, sino tendrán que buscarse la vida, recuerda, la misión es prioritaria.

Cargo lanzó una mirada al twi´lek que entendió inmediatamente, dejando solos a los dos.

— Venga, dispara. No tengo todo el día y no me gustan los misterios... —

En cuanto el twi'lek se marchó Zak le dio un tiento a su vaso bebida, tenía que ir con cuidado con lo que decía pero lamentablemente ser sutil no era lo suyo.

-Eres un tipo con contactos en Aldera. Y supongo que de los buenos o no llevarías tanto tiempo en este negocio. Por lo que asumo que habrás oido rumores o habladurías en el último-Miró su reloj-par de horas. Si no lo has hecho no estoy ante la persona indicada, pero lo dudo.-

Se acabó lo que quedaba del trago.

-¿Eres capaz de conseguir una nave orbital digamos...antes de dos horas?-

Las palabras de Lyra hicieron que Jade se parara un momento. Para ella iba a ser muy complicado que su hijo fuera sólo al punto de extracción y no estaba convencida de poder afrontar esa conversación con su marido.

— No nos han descubierto, lo sabríamos de ser así. — contestó a Andur. — No podemos retrasarnos más tiempo, si Zak no consigue nada en unos minutos iremos al círculo interior y usaremos mis contactos para conseguir una nave. Tenemos que irnos, que irnos ya. —  apremió.

Cargo se rió.

— Algo he oído... pero no te consideraba un niño asustadizo. Puede que el imperio venga a conquistar Aldea, pero yo sobreviviré. Siempre lo hago. Lo bueno de mi negocio es que puede operar igual de bien bajo cualquier gobernador. —

El aqualish recuperó su gesto serio.

— Pero bueno, si quieres marcharte eres libre de hacerlo claro. Tengo una nave, pero necesitaré que hagas un último trabajo para mi. — Sonrió, sabía que tenía algo que quería. — Hay un par de negocios clandestinos de juego que se están retrasando en sus pagos. Necesito dejarles claro que eso no es aceptable. Quiero que vayas a los dos locales, partas algunas piernas y me traigas mi dinero. Tendré tu nave lista en digamos... un par de horas. —

Miró su reloj, luego te miró a ti. Sonrió de nuevo.

— ¿Hay trato? —