Partida Rol por web

Así que esta era la forma en la que se iba a realizar la captura de la información. Si el equipo ruso no podía realizar la operación por ellos mismos, me la darían a mí. O quizá todo ha sido una serie de catastróficas casualidades que han salido, de manera sorprendente, bien.

Harlan decide cambiar los pendrives aprovechando la confusión y el enfrentamiento, así como los nervios alterados de todo el mundo. Desde este momento, su pendrive vacío ha sido sustituido por el de la mujer rusa.

Kowalsky se quedó pasmado ante la visión de la astronauta oriental. Había interiorizado que el desastre era total y todos estarían muertos, esto le pilló por sorpresa y tardó bastante tiempo en reaccionar.

Le hizo señas para llamar su atención, e intentó usar el canal por el que hablaba.

—Somos el equipo internacional de rescate, acércate, déjanos los datos y síguenos hasta la cápsula, — Mientras digo esto voy acercándome a ella y observando si lleva algún tipo de arma o herramienta que pueda ser peligrosa. También si presentaba algún indicio de contaminación biológica.

Por otra parte, intento abrir un canal solo con mi equipo, si eso es posible.

—Capitana Amara Ren, hemos encontrado una superviviente, repito hemos encontrado una superviviente, tiene los datos que buscamos. Pide rescate. Espero ordenes par a salir de aquí.

No explicó más por que sabía que todos habían oído a la china. Y parecía bastante claro que si conseguían esos datos lo único que quedaba era salir de allí lo antes posible.

—Capitana Amara Ren, repito, esperamos órdenes para evacuación inmediata.

Al menos con las bombonas de oxigeno que habían encontrado deberían llegar sin problema y Tryss tenía esos parches, para reparar el traje antes de moverse más y exponerse a la contaminación.

Amara trastabilla sorprendida. Nunca había usado un arma en cero-g ni con los guantes del traje puestos, tampoco esperaba ese retroceso, es un arma diseñada para el interior de la estación.

La pistola da un par de vueltas en el aire, flotando con indiferencia, ajena al drama humano que se desarrolla a su alrededor. 

Harlan aprovecha para impulsarse, agarrar con fuerza la muñeca de la rusa y hacerse con el pendrive.

Czarina se revuelve con la vista clavada en el arma, extiende la mano libre... 

...pero Amara se desplaza con gracilidad y la recupera.

Sin fuerzas ni ánimos la rusa se deja caer al suelo. Ha perdido todo.

-Sé lo que hago, Harlan. Esa mujer no lleva protección. Si no está contaminada, pronto lo estará -habla deprisa por el canal privado-. No tenemos tiempo para chantajes...

El mensaje que resuena en el canal general interrumpe a Amara.

Todos escuchan sobrecogidos: hay algo irreal en la voz de Yun Li. De forma tácita, tras abordar la estación y contemplar su estado, habían dado por muertos a todos los científicos.

La voz de Kowalsky por el circuito privado les devuelve a la realidad.

-Kowalsky. Extreme las precauciones, la mujer podría estar contaminada. Nosotros hemos arrebatado un pendrive a los piratas rusos pero hay que comprobar si vale algo. Nuestra prioridad sigue siendo recuperar toda la información disponible -una breve pausa-. No el rescate de personas.

-Tryss, ¿habéis podido llegar a la sala de control? ¿Hay alguna posibilidad de estabilizar la estación?

Solo se ve que lleva una Maletita con los discos y la caja negra. ella tiene el traje puesto y no se le ve que  ningún tipo de arma oculta.

Ella esta sola, se siente sola te deja hacer y suelta por fin el Pen

Leni quedó paralizada ante la situación de violencia. Su propia capitana había disparado a bocajarro en un punto vital sin vacilar. El arma no era tan letal como una pistola convencional pero seguía siendo peligrosa, tuvo la impresión de que había disparado sin ningún miramiento, indiferente a si la mataba en el acto.

En la rapidez de la acción, la psicóloga no tuvo tiempo de reaccionar, salvo por la emisión de una exclamación de horror. Afortunadamente todo había quedado en un susto, y la situación se había resuelto sin derramamiento de sangre. Fue una suerte que Harlan pudiera inmovilizar a la mujer a tiempo. Se acercó al lugar de la acción para ayudar a contener a la rusa, en caso de que esta ofreciera más resistencia.

- Bien hecho, Harlan, te lo agradezco de verdad - sonrió aliviada, apretando brevemente su mano. - Lamento no haber podido ser de ayuda.

Una comunicación les interrumpió repentinamente, generando un debate acerca de si deberían retirarse.

- Debemos comprobar que tenemos las investigaciones a salvo. Pero aún habiéndolo comprobado... capitana, creo que es un deber igual de importante evitar que la estación impacte contra la Tierra - alertó con determinación. -  No solo para evitar la ruina del proyecto espacial comunitario. Por lo visto aquí se ha experimentado de forma temeraria con agentes patógenos, algunos de ellos desconocidos - miró la enredadera a través de la ligera niebla de algodón. - Los restos de la estación podrían traer alguna calamidad de esa índole al planeta.

Leni suspira, podía haber  terminado  todo fatal, y es que todo sucedió tan rápido,  en este lugar con tan poca gravedad aún los movimientos son más extraños.

Luego piensa en la estación y todo lo que en esta hay, en ese momento hay otro leve empujón, otra inclinación casi no queda ni 20 minutos. A Leni hay algo que le ha llamado la atención las ramas del techo, se han movido ahora están invadiendo el techo del pasillo acolchado, y parecen más rojas, más duras, más gruesas, más misteriosas a la vez...

Tryss intentaba reparar su traje y recuperar la herramienta, pero aquello no acababa de salir,  cuanto más lo intentaba más le parecía que iba por acabar de dañar el traje de forma irreversible, un par de juramentos y maldiciones a los putos dioses.

Al final consiguió hacerlo¹, pero aquello no iba a aguantar mucha traca, lo justo para volver. Entonces apareció aquella imbecil con aquel acento y esa forma de hablar tan ridicula pronunciando mal las ls. 

¿Que puta mierda estaba diciendo esa subnormal? Rescatarla... en cierto modo si, pero era demasiado bueno que lo tuviera todo.

Miró a kowalsky con desconfianza ¿El primer golpe de suerte en el viaje? Demasiado bueno para ser cierto. Le devolvió su puta herramienta.

- No hemos llegado al centro de mando - Dijo por la radio. - No estamos en condiciones de llegar ninguno. - Apostilló

Muteo la radio para que no la oyeran. La hora de la verdad. Hizo un gesto a Kowalsky para empezar a bajar la presión atmosférica. ¿Aquello funcionaría?

- Kowalsky preparate, sobre todo ten cuidado con ella y con lo que dice oir. Volvemos a nuestra nave, a la mierda la estación.

-No creo que nada sobreviva a la reentrada en la atmósfera, pero vamos a asegurarnos, Allende.

Amara observa con detenimiento las raíces o lo que sea que inunda el techo; busca inspiración para acabar con ellas, palpitan , crecen hacia el pasillo ¿por qué?, ¿qué hay allí?

Están en una sala de mantenimiento, algo debería ser útil: bombonas de oxígeno, ¿fuego quizás?. Quieta en medio de la sala, medita. Abre el canal:

-Harlan, ¿alguna idea para destruir esa cosa? ¿Pudo venir el espacio profundo, germinó al entrar en contacto con el oxígeno de la estación? ¿Es posible? Usted es el experto.

Mientras observa y lanza la pregunta a Harlan, sigue buscando a su alrededor. La idea de un portátil desconectado de la red para comprobar los datos del pendrive sigue corriendo por su mente, pero finalmente:

-No hay tiempo. Tenemos que irnos. Harlan, deme el pendrive. Arrasemos esto y vayámonos.

***

Mientras sigue mirando a su alrededor, en algún momento (quizás cuando comiencen a irse), reparará en Czarina.

-Leni, Andrew -instintivamente, a veces, tiene esos flashes, utiliza sus nombres de pila. Ellos saben que no es habitual en Amara: No puede venir, aunque hubiera un traje los armarios del pasillo. Puede estar contaminada.

-Tryss, Kowalsky, ¿han recuperado los datos? Informen.

-No creo que podamos llegar al laboratorio y volver. No con lo que hay en la estación. Regresemos. Aseguren la amenaza biológica, si pueden. Estamos pensando en algo desde aquí. 

Harlan tenía la cabeza en otra cosa, algo que le había atormentado desde el comienzo de la misión. Su capacidad de abstracción de la realidad era algo muy peligroso, en ocasiones. Le estaban preguntando por la planta, el conjunto de ramas con aspecto de venas y contenido más o menos parecido al líquido de una placenta, en apariencia al menos. Un punto vulnerable. Había crecido en la estación, donde había oxígeno, pero también en el espacio sirviendo de puente entre las estaciones, donde el oxígeno era inexistente. Todo ser vivo es vulnerable a una cosa.

—El fuego, capitana —dijo sin pensar—. Todo ser viviente, y este complejo sistema de conductos vivos lo es, resulta siempre vulnerable al fuego. Podríamos producirle un daño masivo por fuego en algún compartimento que no sea útil. Otra cosa no se me ocurre sin poder analizarlo.

No podían ir al laboratorio, no podían estabilizar la nave, probablemente no sería seguro si salir de allí sin más a causa de las esporas. Aquello parecía ser de manera definitiva el final. Solos, en el espacio, flotando a la deriva en una nave fantasma llena de cadáveres y un organismo extraño hasta su colisión con la Tierra. Pero había otro problema: no había tiempo para salvar a la mujer rusa por mucho que fuera lo ético y moralmente correcto.

—Si no va a salvar a la mujer, capitana, lo más decente sería que acabase con ella —dice Harlan con una voz fría que parece impropia de un hombre de comportamiento tan pusilánime como él—. Si no lo hace usted, lo haré yo —amenaza extendiendo la mano y solicitando el arma que llevaba su superior en la misión—. Y espero que si no salimos de aquí, alguien haga lo mismo por mí.

—Necesitamos estar seguros de que no estás contaminada. Necesitamos los datos— se dirigía a la china en el tono más claro y autoritario que podía. —Tu única opción de salir de aquí con vida es seguir todas nuestras instrucciones. ¿de acuerdo? Todas. Primero, déjalos datos ahí mismo y retírate.

—Tryss puedes recogerlos cuando se retire, yo la vigilaré. No te preocupes por el casco, vamos a salir de aquí los dos, olvídate de tu minuto de gloria, nadie va a sacrificarse, nos vamos todos. El casco aguantará, seguro que aguantará.

—Segundo, —volvió a dirigirse a la china— si cooperas, vendrás con nosotros, te mantendrás a una distancia de seguridad, — esto lo reforzó encendiendo amenazante el soplete unos segundos apuntando directamente hacia ella. —¿Está claro? Y tercero, cuando nos reunamos con el resto, antes de subir a la cápsula, te someterás a una revisión por parte de nuestro biólogo. Piénsatelo bien o te quedas en esta jodida estación hasta que reviente. Ahora, deja los putos datos en el suelo y aléjate.

Había dejado el canal general abierto para que todo el mundo estuviera al tanto de sus intentos y prevenidos.

Amara había dado la orden de retirada, pero eso condenaría la estación, el proyecto ULISES y la reputación de los allí presentes. Además no parecía tomarse en consideración el peligro de que algún agente patógeno sobreviviera a la entrada de la atmósfera. Las órdenes era abandonar la nave.

- En el laboratorio debe haber alguna herramienta que permita incinerar parte del especimen. Pero eso no asegurará nada - arguyó Leni. - La enredadera es de grandes dimensiones. Pero el mayor peligro es que alguna espora sobreviva la entrada a la atmósfera. Sí, es poco probable, pero ¿alguien sabe lo que es esto? Esta especie de planta por lo pronto es capaz de vivir en el espacio. Sabéis lo resistente que tiene que ser un organismo para eso. Y estamos hablando de un organismo de grandes dimensiones. Cualquier espora o bacteria microscópica podría sobrevivir en algún pedazo de nave que no se desintegrara.

La psicóloga se dirigió a Harlan. Era la única autoridad a la que pudieran consultar sobre esta materia.

- ¿No es una posibilidad, Andrew? Dinos si es imposible que algún patógeno logre resistir - preguntó con voz retadora. - Y si es una posibilidad es nuestro DEBER detener el impacto de la nave. Si no queríamos arriesgarnos a morir, deberíamos habernos quedado en casa y no ocupar la plaza de alguien dispuesto a cumplir con la tarea hasta las últimas consecuencias.

—Si no va a salvar a la mujer, capitana, lo más decente sería que acabase con ella —dice Harlan con una voz fría que parece impropia de un hombre de comportamiento tan pusilánime como él—. Si no lo hace usted, lo haré yo —amenaza extendiendo la mano y solicitando el arma que llevaba su superior en la misión—. Y espero que si no salimos de aquí, alguien haga lo mismo por mí.

El nivel de violencia de las acciones escalaba rápido. Visto lo visto, Leni no dudaba que la capitana fuera capaz de acabar con la rusa como con un animal rabioso, pero no veía nada de humanitario en la acción. Aunque quisieran salvarla, no podrían llevarla a la cápsula, pues no tenía su traje de astronauta. Pero...

- Mein Gott, doctor Harlan - exclamó escandalizada. - ¿Qué pretende hacer con esa pistola? La eutanasia debería ser una opción voluntaria, y ese trasto no es el más indicado para dar una muerte sin dolor. ¡Ni se os ocurra pensar en ejecuciones sumarias! - dijo dirigiéndose a ambos, la novelista ya no sabía hasta dónde podía llegar cada uno de ellos. - Además, si estabilizamos la estación no será necesario acabar con la vida de nadie. Llegados a este punto, a Tryss y Kowalski les costará el mismo esfuerzo llegar a la sala de control que a la cápsula. Nosotros quizá podamos detener el avance de la enredadera si nos hacemos con el incinerador.

La china intenta asimilar las palabras extranjeras y asiente con la cabeza, deja el material feliz de tener una esperanza de salir de allí y se aleja tal como le indico el Occidental.

Pone las manos a la vista.

Y espera.

Hay muchas preguntas, y dudas sobre la situación del momento la estación. Y demás. Las raíces están avanzando y la capitana en su observaciones y miradas a la Rusa.

Hay un detalle que se le escapa.