Partida Rol por web

¡¡No tener miedo vais a ser como yo más fuertes e  inmunes a los virus y al frío!!

Os dice la Rusa antes de completar la trasformación en un Perfecto Castellano.

Tryss había recogido la caja negra y los discos.

Cuando Kowalsky se fue hacia el puesto de mando.

- La reentrada destruirá esto, no tiene la aereodinámica suficiente. - Trató de explicarle inutilmente, en ese momento la sacudida.

Tryss vio acercarse una de las paredes y solo pudo proteger la información, se hizo un ovillo para evitar que se llevaran un golpe y recibió un costalazo que hizo que el dolor  le recorriese de arriba a abajo durante unos segundos en que quedó inmovil.

- Vayamo nos de aquí a nuestra capsula.

Por suerte en 0g aquello no le iba a dificultar moverse.

Más explosiones al fondo de la estación y más vibraciones un poco más suaves, parece que se esta sobre calentando los remaches que unen la estación.

Su desintegración e impacto contra la atmósfera se esta adelantando quizás menos de 12 minutos, todo va ahora más rápido, todo se acaba,  para empezar un nuevo día, pero no para todos, ¿o sí? ...

La rusa y la capitana mantenían algún tipo de conversación de la que permanecían ajenos Harlan y Leni. De repente, una fuerte sacudida casi les hizo perder el equilibrio, pero la tensión de la situación les mantenía alerta y aguantaron todos el embite. Cada vez estaban más cerca de la atmósfera. Si Kowalsky no hacía algo pronto, la estación caería.

Leni se giró alarmada, pues la rusa podría haber aprovechado el lapsus para hacer algo... y lo hizo, se desfiguró en una metamorfosis infernal. Su aspecto podía definirse como monstruoso, sin atisbo de exageración. Su cuerpo se abría y garras y dientes asomaban desde sus entrañas, expuestas tras voltearse el cuerpo de lo que antes era una mujer y ahora era una sombra que avanzaba de espaldas, a cuatro patas.

La psicóloga conocía mucho acerca de la psique humana y de sus miedos, propios y ajenos, pero nada le había preparado para un encuentro con una abominación depredadora tan repugnante. Se horrorizó al instante, pero luchó para reunir al menos el valor necesario para actuar. Sus vidas estaban en juego.

La criatura habló con voz inhumana pero perfectamente clara. Se dispuso a atacar a la capitana, posiblemente porque era la que representaba mayor amenaza. Leni tenía cerca la escotilla, pero puso en marcha el cortajuntas.

- Capitana, doctor, tenemos que aturdir, herir o desplazar a este monstruo para poder huir por la escotilla sin que le de tiempo a seguirnos - dijo, y lanzó una cuchillada naif.

La novelista no sabía luchar y menos en ese entorno, pero quizá entre los tres dañarían al ente y podrían crear una oportunidad de escapar. - No hay duda de que nos puede perseguir en el vacío, tenemos que huir y dejarlo encerrado aquí.

La intención era disparar... antes de que hablara... bueno da igual.

La cosa se contorsiona y transforma en una cosa horrenda, una masa de músculos retorcidos, un vago remedo de su forma anterior, un insulto, una burla, y les amenaza con una voz perfectamente humana, mientras Amara toma puntería y abre fuego. Quizás los pequeños atisbos habían preparado su mente para lo que iba a suceder, una idea había germinado en su mente, las piezas encajaban, el rompecabezas estaba completo.

Leni no deja de controlar a Harlan. Cree que huirá. En menor medida desconfía de la capitana, que también mintió desde que estuvo en el Hierro y parecía muy interesada en huir con los documentos y despreocupada por corregir el rumbo de la nave.

Prevée que Harlan intentará emprender la huida de forma unilateral. En cuanto el doctor dé un paso hacia la escotilla, Leni se dirigirá también a la escotilla lo más rápido posible.

El canal del grupo se abre, chirría, la voz de Amara es fría, sólo un breve matiz de intranquilidad.

-Tryss, Kowalsky, la china no es humana. ¡No puede abordar la cápsula!

Se oye una vibración, como una detonación seca.

Las voces de Allenda, Harlan y Amara se superponen: insultos, un grito.

Otra detonación.

En medio de la refriega, Helene también comunica al canal general.

- ¡El patógeno infecta a humanos! ¡Muy peligrosos y resistentes! ¡Puede vivir en el vacío! - advirtió entrecortadamente según se movía. - ¡Repito muy resistentes! ¡Kowalsky, aleje esta estación de la órbita terrestre por Dios!

Sonido de disparos. Un golpe. Un grito extraño.

- ¿Tryss?

Harlan comprendió que el caos se había adueñado de la estación orbital y una monstruosidad surgida del mismísimo infierno se enseñorearía de ella. Su cabeza amenazó con perderse completamente en un torbellino de locura que le apartaría para siempre de la realidad. Sin embargo su cabeza se negó a bloquearse.

—Por eso el líquido de las venas parecía placentario... ¡estaba alumbrando vida! —murmuró para sí Harlan—. No podemos bajar a la Tierra con esto —alzó la voz, algo enajenado—. ¡No podemos volver a la Tierra! ¡No podemos volver a la Tierra! ¡No podemos dejar que el mundo entero se infecte!

No todos los días se convierte uno en el embajador del armagedón, en el heraldo de la muerte mas cruel. Tiene que haber una manera de escapar, o de lograr que se escapen sus compañeros y él pueda ayudar a contener a la cosa en la estación.

La radio se convirtió en un puto caos, estaban histéricos por encima de cualquier cosa. Y si tenían razon, pues muchas gracias por ponerla en guardia. Todos los favores que le habían hecho en esta misión venían del mismo lado.

- Joder, están histéricos... Kowalsky, nos debemos ir ya. - Le dijo mientras se dirigía a una consola de la sala 3, donde manipulo el terminal durante unos segundos.

Altero la proporción de la atmósfera respirable, para que tuviera mucho más oxigeno y abrió las válvulas de toda la estación, las zonas selladas se llenarían de oxigeno, las zonas que tuvieran fugas perderían gas, pero como no tendrían presión no generarían mas que corrientes de aire.
De ese modo en la entrada con la atmosfera la estación ardería por dentro y por fuera.

- Abandonad la estación, abriendo las válvulas de oxigeno de todos los compartimentos, el aire será sumamente inflamable. En la reentrada será una barbacoa por dentro y por fuera. - Dijo en abierto. por la radio.

Ahora tocaba ir al vacío.

De momento no había hecho caso al comentario de la china de mierda, ya lidiaría con ello luego. Mientras y no ganaba tiempo para que se le desentumeciera el cuerpo y Kowalsky volvía en lugar de dejarla sola con un posible hostil.

Estaba tan enfadada que le empezaba a dar igual todo. Parecía que al resto les daba igual vivir o morir, acabar la misión o no.

Cuando Kowalsky llegó a la sala de control la visión de aquellos cuerpos hizo que vomitara dentro el casco y que entrara en pánico. Era horrible, y tenía que acabar con ello, aunque fuera lo último que hiciera.

Podía oír los gritos de sus compañeros, podía oír a Tryss, que pretendía quemar a aquella cosa como si fuera una puñetera bruja en la edad media, aquella cosa que había sobrevivido en el vacío y que habría llegado dios sabe de dónde, incinerada como una rata, confiando que los cascotes que llegaran la tierra no estuvieran infectados por esporas supervivientes, era absurdo.

La poca cordura que le quedaba, un hilo de luz en su mente, le decía que tenía que volatilizar aquello en el espacio, y eso es lo que pensaba hacer.

Todo se tambaleó bruscamente, podía oír las explosiones, el terror se apoderaba de él, como pudo resitúo las embestidas de la nave y se mantuvo sin golpear su debilitado casco, una suerte.

Así que, sin más daños físicos, pero en un estado mental obsesivo se dispuso a manipular los controles de la nave, para hacerla estallar allí mismo, sin que se acercara más a la atmósfera terrestre. La huida de sus compañeros dependería solamente de ellos.

Sammuel, enloquecido, ya no era consciente de ellos. Aunque su canal abierto transmitía todo lo que pensaba en voz alta inmerso en su ataque de pánico.

De repente, vio algo, un golpe de suerte, el falló que había cometido manipulando el panel de control había provocado una reacción en cadena y le había dado acceso al control del reactor principal de energía, si tenía suerte podía provocar mucho más daño del que tenía previsto.

Lo tenía, estaba seguro de que lo tenía, apenas podía creerlo pero podría destruir la estación por completo y darle tiempo a sus comañeros para salir.

—El reactor principal va a volar la estación, salid de aquí... ¡¡¡ ya!!!

El lo intentaría, aunque no tenía ninguna esperanza, pero al menos podrái intentar interceptar a la china no humana, así que salió com pudo por donde había venido en busca de sus compañeros.

El grupo B escucha con ruidos de fondo el aviso, Trys manipulo con éxito el sistema de válvulas, para que todo ardiera y quedara en nada como si nunca esta pesadilla hubiese existido.

La china desde el casco de su traje no parecía entender nada, ya tenían los discos por que no se ponían en marcha.  Dejo a la Europea y al  hombre que hicieran sus cosas, mientras ella se dirigía indiferentemente hacía la capsula de la compañía de  ULISES. Esperaba que no tardasen ya que esto se iba a destruir desintegrar en unos minutos.

Kowalsky no lo llevaba mejor que los demás vomito y la presión iba en aumento.

La nave parecía estar viva pero Sammuel se mantenía firme estaba habituado al 0G, Tenía una meta destruir la estación incluso antes que esta se desintegrase como un meteorito al entrar en la atmósfera, había que asegurarse.

Sammuel parecía que no lo iba a lograr pero no fue así llega hasta el lugar central de la estación y comienza a manipular para hacer reventar todos por medio de los reactores, se tiene que dar prisa, algo flota como un globo de gas es un cuerpo de una chica joven esta disecada momificada,  parece Rusa en el uniforme pone Czarina. Mientras manipulas los mandos sobre vuela su cuerpo tu cabeza.

Parece que esta todo vas corriendo donde tu compañera.     

Leni Allende ha podido sobre ponerse, apenas ha sido afectada por esa visión tan espeluznante digno de estudio y de publicar como mínimo un par de libros, intenta actuar, reaccionar para apartar o dañar ese ser, ya tienen lo que desean  hay que salir de aquí.

Pero esa cosa tiene solo un propósito natural propagarse…Mientras  Amara Dispara (Acepto tu propuesta con tu éxito) El impacto le da de lleno justo cuando se daba impulso esa cosa hacía Leni  la gravedad es mínima la Bala da sobre un macarrón de gas la presión lo lanza bien lejos de ellos, la zona se sobre carga de ese gas y forma una especie de niebla con poca visión,     Ahora vamos con Leni [Basado en la tirada del 5+1, Veamos que le pasa] no estas acostumbrada a la violencia los últimos sucesos te han venido un poco grande, has dañado con la corta juntas  a una caja de cables y aparatos eléctricos un chispazo sea trasladado a tu baterías de mantenimiento del traje y te ha causado una falta de oxigeno o intoxicación leve de  1d6 de daño,  Pero has tenido suerte las baterías auxiliares se han activado y tu traje vuelve a tener luz, comunicación y su bomba de oxigeno en funcionamiento (Pero has recibido ese daño de 1d6). Por suerte ves como ese ser es expulsado lejos de vosotras.

Leni se recupera del susto y se pone en guardia ¿Cuál será la reacción de esa cosa? Y de los compañeros  los sucesos van cada vez más rápido y el peligro puede venir de cualquier lado.

Con todo estos acontecimientos,  Amara intenta avisar al grupo B.  Leni ve que Amara tal vez no llegue a informar de todo y abre el canal para completar la información de la capitana.

Harlan absorbió el caos e intento no llegar a bloquearse.  Piensa Harlan piensa, raíces  o troncos enormes, mucosas, humanos que nos son humanos. ¿Qué relación había en todo esto?  Tal vez y es una teoría sin pruebas, tal vez apareció la metamorfosis de esas raíces por un accidente fortuito en el laboratorio, luego estas evolucionaron, este ser no ha esta enfermo Harlan se da cuenta por primera vez no es un cuerpo enfermo, es un cuerpo nuevo algo hay dentro en el interior del laboratorio que ha hecho que esas raíces copien seres del original y creen sus nuevos hijos. Estas nuevas copias son los hijos de estas plantas que han evolucionado de raices a seres pensantes, pero es solo una idea que le ha venido a Harlan por la cabeza sin pruebas queda todo en teoría.

El grupo B escucha los avisos que dan desde el otro lado de la estación….  

El mensaje de Kowalsky llegó alto y claro.

-Al túnel -ordena Amara-, mientras esa cosa está aturdida. ¡Corred!

Pendiente de las evoluciones de la criatura, intenta hacer demasiadas cosas al mismo tiempo: disparar y empujar a sus compañeros hacia atrás, pero tropieza y pierde el equilibrio, queda flotando en el aire unos preciosos instantes...

-Kowalsky, no esperes. Vuela la estación. ¡Tryss, la china no puede entrar en la cápsula! Intentaremos un vuelo espacial hasta ella. El camino interior cortado.

Andrew Harlan sigue siendo un científico a pesar del caos que domina en la estación orbital experimental. Aquello marcaba el nacimiento de un nuevo tipo de ser vivo. Concretamente uno inteligente que trataba de salvar su vida mientras ellos estaban dispuestos a sacrificar las suyas propias para destruirle. ¿No resultaba todo ello un tanto paradójico? Y él era el único que se había dado cuenta de ello, claro está, el único con los suficientes conocimientos para comprender la verdadera magnitud del descubrimiento, ya fuera provocado o accidental. Pero nadie le escucharía y menos ahora. ¿Tendría que dejar que ese prodigio de la biología se perdiera para siempre?

—Capitana —la llamó Harlan mientras ella iba hacia el túnel—. Capitana... ¿ha visto qué capacidad de supervivencia tan extraordinario tienen esas incubadoras biológicas? Podrían ser la solución a millares de enfermedades de la Tierra.

Parecía evidente que Harlan había perdido el rumbo o, cuando menos, sus pensamientos vagaban por lugares diferentes a los de sus compañeras, con las que compartía el módulo.

—Kowalsky —dijo serenamente—. No debe volar la estación. No lo haga, se lo ruego —después se dirigió a todos—. Tengo en un pendrive la información la vinimos a buscar y voy a intentar transmitirla a toda la Tierra. Hacerla pública. Todos tendrán este conocimiento y así nadie peleará por él ni podrá usarlo en beneficio propio.

Su anterior sosiego sólo era la calma que precedía a la tempestad.

—¡Se ha producido el milagro de la vida!

El casco de Leni se llenó momentaneamente de un humo tóxico. La novelista tosió con fuerza, desembocando esta tos en poderosas arcadas. Aunque en seguida pudo volver a respirar con normalidad, la bilis ardía a lo largo de todo su esófago y se sentía mareada, seguramente intoxicada de cierta gravedad. Por suerte, la capitana había conseguido acertar a aquella criatura con la pistola, aturdiéndola y alejándola de donde se encontraban... momentaneamente.

Eso les daba la oportunidad de escapar, pero Harlan parecía haber perdido la cabeza en el peor momento. Para más desgracia, pretendía transmitir los datos de la investigación a la Tierra. Probablemente no podría hacerlo, ni siquiera ellos podían contactar con la Tierra desde que habían llegado. Pero no podía jugarse el futuro de la humanidad a esa única carta. Leni pensó que tenía que evitarlo, aunque se sentía impotente. En aquel medio, cada vez que intentaba un movimiento que requiriera de cierta habilidad, le acababa saliendo el tiro por la culata. Sintió rabia al pensar que el médico iba a conseguir que murieran sin motivo.

- ¡Harlan, Blöde Sau! - Leni no pudo sino decantarse por la "terapia de choque" - ¡¿Acaso quieres que la tierra se llene de monstruos?! - recriminó, lanzando su mano y tratando de arrebatarle el pen-drive, usando toda la ira que tenía dentro.