Partida Rol por web

Había disparado contra Martin, le había volado los putos sesos al viejo... así que había que intentar devolverle el favor. Parapetado desde la diligencia y bastante inconsciente al respecto de la urgencia que había en despachar a los que le rodeaban, se dejó llevar por la rabia y disparó contra el que consideraba había sido el ejecutor del conductor... probablemente el tipo del rifle a juzgar por la distancia en que le habían dado alcance.  

- A ver si esto te borra la sonrisa... - murmuró antes de apretar el gatillo, y es que había que sentirse muy seguro de uno mismo para disparar desde el caballo... puro en boca y sin buscar cobertura. Esperaba por lo menos darle un buen susto.

William vuelve a disparar al mismo que ya ha disparado (asaltante 1) que es el que viene a rodearles por la izquierda. Pero un brusco  movimiento de este hace que falle.-¡Maldita sea, estos bastardos nos van a rodear!

Había que confiar en que sus compañeros tendrían algo más de suerte, o en breve iban a estar en serios apuros.

Tengo miedo. No miro a Harlan, pero sí que tengo claro que no se nos puede escapar. Maldita sea, que no le he golpeado bien. En realidad no quería hacerlo, no se qué me llevó a ello...la furia inconsciente del momento. 

Gateo detrás de Thomas cubriéndonos con la diligencia volcada -¿Estás bien, William? ¿Te han herido?

Qué malditos, han asesinado a Martin. Oh, dios mío. Mi miedo se transforma en sudor. Aprieto los dientes, compruebo mi arma que esté bien. * Espero, espero...a que aparezca uno de los asaltantes del lado opuesto a William. Y...disparo.

Turno 2:

William atraía toda la atención de los dos jinetes que se aproximaban, y también del tipo del rifle qu eestaba a lo lejos, más allá de la roca donde antes el pistolero se escondiese. Aún no se habían percatado de la presencia de Meredith y Thomas.

Los tipos que os rodeaban, de momento uno en cada costado, se acercaban al galope mientras disparaban a William (ahora ya estaban a punto de rodear la diligencia), ¡BANG!¡BANG!¡BANG!

As2: 18 vs 15. Daño 8 puntos.

¡¡BAAAANNGGG!! Mientras que al tipo del rifle se le encasquilló, otro de los tipos erró en su disparo; sin embargo, el que rodeaba la carreta por el lado más cercano a William le disparó acertándole de pleno en el hombro, incrustándole un balazo en el hombro...

Mientras tanto, Meredith se afanaba por encontrar un lugar donde poder esconderse mejor. Dado la refriega del momento y el ir y venir de balas, no se percató si había en los alrededores algún sitio donde colocarse y estar mejor parapetados.

Por su parte, Thomas, quién había colocado su Henry sobre el marco de la carreta para apoyarse y apuntar, disparó con decisión al tipo en la lejanía, mientras aquel miraba su propio rifle como incrédulo tras el encasquillamiento, ¡BOOOM! El arma de Thomas disparó, alcanzándole de pleno:

Thomas: 17 vs 12. Daño 10 puntos.

El tipo cayó hacia atrás, desplomándose del caballo. El cigarrillo que había en su boca se desprendió de esos labios, y el cuerpo sin vida golpeó en el polvoriento suelo del Llano Estacado. Había muerto.

Justo entonces, uno de los dos jinetes más atrasados retomó la cabalgada (justo en el momento tras arreglar sus revólveres), mientras que el otro se giró tirando fuerte de las riendas de su animal para cabalgar contra el francotirador ya muerto. Los más cercanos a vosotros llegaron a la diligencia (uno por cada lado). Éstos dos últimos contemplaron ahora a Meredith y a Thomas acompañando al malherido William.

-¡William! -me moví deprisa hacia el pistolero, agachada, a cubierto todavía. Escuchaba a los caballos acercarse, el trote, los disparos. Estoy aterrada.

-¡William, William! -compruebo la herida, si era de gravedad, pero no tengo tiempo, ¡ningún tiempo! . Busco alguna cobertura, intento arrastrar a William, imposible, asustada, miro hacia Thomas, el chico con su rifle podía ser nuestra salvación.

Oh, malditos bastardos…

Alzo mi pequeño revólver hacia el asaltante que ya llegaba. Tal vez la sorpresa de encontrarse con nosotros y con una chica, le hiciese titubear. Esos instantes, esos segundos de demora de producirse podían significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Thomas se había entretenido lo suficiente con el sabor de su victoria, que darse media vuelta y encontrarse a aquellos hombres de frente le habría sobresaltado haciéndole disparar de cualquier forma.

¿Dónde estaban aquellos inquietantes observadores cuando se les necesitaba? 

Maldita sea, me han dado de lleno, se me oscurece la vista y me fallan las fuerzas, apenas puedo mover el brazo izquierdo. El disparo casi me manda al suelo, pero consigo reponerme y apunto con el revolver a uno de los que tenemos al lado. Le consigo acertar de lleno, y se lleva un buen impacto, y ya estaba herido.-Me han dado bien estos cabrones, no creo que aguante mucho mas.-Aprieto los dientes, y trato de mantener la posición, enfrentando a los matones que nos quedan. Pero noto como me faltan las fuerzas, estoy a punto de desplomarme. 

Turno 3:

Meredith jaleó el nombre de William, preocupada por la gravedad de las heridas del pistolero. Tiró del cuerpo de éste, pero William no estaba caído en el suelo, ni tampoco carecía de vida como para que hubiera que arrastrarle. Comprendiendo que éste aún podía empuñar su revólver, Meredith disparó a uno de los tipos que teníais ya encima... ¡Bang! Su pequeño Derringer emitió un petardazo pero no logró acertar en su objetivo.

Po contra, mientras Thomas trataba de enfocar otra bala contra el cuerpo de los asaltantes sin éxito, William levantó el brazo y disapró contra uno de los tipos que ya tenía el revólver levantando contra Meredith. ¡¡BANGG!!¡¡BANGG!!¡¡BANGG!!

Ataque a As1: 21 vs 12. Daño: 6

Tres balazos bien disparados, aunque con la mano posada sobre el hombro malherido, hicieron que dos de ellas se internaran en el cuello del tipo, haciéndolo caer en el acto y acabando allí mismo con su vida.

Ahora había dos tipos, montados a caballo, disparando contra el joven Thomas (quien había atraído la atención sobre su persona a aquellos dos fulanos gracias a los disparos fallidos).

¡¡BANG!! ¡¡BANG!! El joven ranchero fue tiroteado por sus enemigos al galope, pero la diligencia detuvo los impactos en la madera. El chico se había librado por los pelos. A lo lejos podía verse cómo el cuarto tipo, el que se había alejado de la batalla en favor del primer caído, ahora huía precipitadamente del lugar del tiroteo. Ahora era un "tres versus dos", a tiro limpio... 

Ver a aquellos jinetes tan cerca y que le quitaran el sombrero de un balazo le había hecho entender que aquello no era una cuestión de vengar la muerte del cochero, ¡sino una cuestión de salvar el propio pellejo! La cosa se ponía seria

- ¡LARGO SI NO QUERÉIS QUE OS LLENE DE PLOMO, DESGRACIADOS! - porque si cuela cuela... y mejor que salieran de allí con vida a acabar uno mismo con los pies por delante  

A pesar de la grave herida recibida por William este demuestra que no está acabado y su habilidad con el revólver nos salva el pellejo. Uno menos de los bandidos, mientras miro perpleja el Derringer, vaya puntería de asco que tengo.

Pero quedan más bandidos, no se rinden, el tiroteo continua. Mis ojos ruedan buscando una mejor cobertura, aquí estoy…estamos…con el “culo al aire”.  Si la encuentro me muevo hacia esa posición y pruebo suerte de nuevo disparando contra uno de los jinetes que se acercan. Concentrando mi energía en disparar, dejo a Thomas que les increpe.

¡Pum!

Willian esta bastante dolorido, pero venderá caro su pellejo. Ya han caído dos de los asaltantes y un tercero parece que esta huyendo, aun así ahora tienen a dos en frente y tienen que pararlos o les van a coser a balazos. Apunto a uno de ellos y le acierto, a ver si conseguimos librarnos de alguno de ellos. Las energías son las justas para mantenerse en pie, con ayuda de la carreta, y disparar, poco más. No tiene aliento ni para dar ánimos a sus compañeros, gasta sus pocas fuerzas en tratar de cubrirse con la carreta, para ser un blanco más difícil.

En esta ocasión Meredith hizo de tripas corazón, y tal vez toda esa tensión que soportaba por dentro la expulsó con un buen disparo de Derringer. La distancia corta contra el tipo que tenía delante, subido al caballo, fue suficiente como para encajar otra bala en la frente de aquel asaltante. ¡¡ B  A  N  G  !! El tipo murió al instante y cayó hacia atrás, haciendo que su caballo se encabritase unos instantes...

15 vs 12. Daño: 6 puntos.

Acto seguido Thomas y William estuvieron atentos y precisos (pese a que este último estaba bastante herido) fueron los siguientes en participar en la escabechina que se formaba delante de la diligencia..  Thomas apuntó y disparó al siguiente de aquellos fulanos, ¡¡BANG!! Una bala atravesó el pecho del mismo y acto seguido William lo remató tan rápido que no sabíais si fue uno u otro quien le causó la muerte... 

21 vs 12. Daño: 1 puntos.
19 vs 12. Daño: 5 puntos.

El tipo, al igual que su compañero, cayó fulminado hacia atrás. Habíais sobrevivido al asalto. Lo último que os quedaba por ver era el estado de Dan Harlan. Cuando os agachásteis a mirar el interior de la carreta ésta estaba vacía. El tipo no estaba... ¡no estaba! Tan sólo había un pequeño hueco en la parte posterior de la misma, un trozo de madera quebrada y huellas de que alguien se hubiera arrastrado por ahí. Tras incorporaros y alzar la vista para ver dónde podía estar, vísteis una pequeña nube de polvo tras una árida loma del Llano Estacado... ¡Maldito Harlan!

Tiemblo. Estoy temblorosa con el derringer en la mano. He matado a un hombre. Pero he salvado la vida. Él o yo. Él o nosotros. Estamos en tierras salvajes. Vivir o morir. 
Cuando salgo de mi estupor presto atención a la herida de Will. -Hay que extraerla. -¿Pero quién y cuándo? Guardo mi arma y cojo revólver, cartuchera y cinturón con balas. Me lo pongo, me irá mejor que mi pequeña arma, que no me desprendo de ella, claro. También compruebo si lleva alguna "documentación."
-¡Harlan! -corrí...y no estaba. Oh no!!! Maldito. Debí golpearle con más fuerza. ¡Allá a lo lejos cabalgaba!
-¡No podemos dejar que se escape! -y buena parte de mi historia con él- ¡A los caballos! *

- Maldita sea... ¡te dije que lo mantuvieras vigilado! - reclama a la mujer, porque siempre era bueno tener a quien echarle la culpa

Thomas recoge su caballo y el de William para acercarselo

 - ¿Podrás montar? - dispuesto a ayudarle si es preciso, dejarle tirado en mitad de la nada tampoco parecía de muy buen samaritano

Por fin habían terminado con los asaltantes, tan solo uno escapo en su caballo. Así que de momento seguiría por un tiempo en este mundo, habían estado cerca, muy cerca de acabar con el. Pero las malas noticias no se hicieron esperar, Dan se había largado.-De nada sirve lamentarse, en el fragor del tiroteo, se nos ha escapado. Así que vamos a nuestros caballos, y a ver si podemos atraparlo. Yo la verdad es que no estoy para grandes esfuerzos, espero no retrasaros.-Con un trozo de tela cortado de la ropa de uno de los asaltantes caídos, se hizo un vendaje para el hombro, y sin perder más tiempo llamo silbando a su caballo, y no sin una fuerte punzada de dolor, consiguió montar. Aunque la vista casi se le fue, y pensó que perdería el conocimiento. Mientras la bala continuase alojada en su hombro, no iba a resultar de gran ayuda al resto. Trataría de no retrasar al grupo. Y echo un vistazo a ver si daba con las huellas o veía por algún sitio a Dan Harlan. Pero lo cierto es que de momento tenía que conformarse con poder montar.

Montó él también y oteó el horizonte en busca de algún indicio que seguir.

Meredith recogió el cinturón con la cartuchera de uno de los cuerpos, así como el revólver Peacemaker que yacía junto a él, y procedió a colocárselo*. Entonces fue la primera en alentar a sus compañeros para ir detrás de Harlan. Tras el reproche de Thomas por la vigilancia, el joven ranchero hizo lo mismo, y le dio las riendas a su compañero William, quien se montó en el animal a durísimas penas. Cualquiera en su sano juicio sabría que no eran condiciones para seguir así**, y menos para andar bajo un sol abrasador. Eso sí, tampoco era cuestión de estarse por allí y verlas venir.

El caso es que mientras Meredith se adelantaba un poco, Thomas y William buscaron huellas en el suelo. Un claro rastro fue contemplado por el joven, quien se cercioró que las huellas de botas seguían prácticamente en la misma dirección en la que ahora encabezaba en vanguardia la mujer sobre la bestia.

Esta subía, y detrás sus dos compañero, una ardua loma, la cual no es que fuera muy alta, pero sin de una continua y leve pendiente hasta hacer caer el terreno por algún precipicio en el otro extremo (aún no visible). La probabilidad de que Harlan hubiera ido por allí era alta, aparte que las huellas que leía Thomas así apuntaban.

Fue entonces cuando, en el momento que ya habíais atravesado una zona verdosa de matorral bajo, ¡BANG!, os sorprendió un disparo relativamente cercano. Ni lejos ni próximo, un término medio, y procedía al parecer tras un terraplén que quedaba delante de vosotros. ¡BANG! ¡¡Otro disparo!! ¡Muy seguido!

El pecho. Te dolía. Sobre el caballo notaste un pinchazo en él. Sentiste un calor sofocante... ¡volvía a ocurrir! ¿Eso quería decir que estaba a punto de pasar algo malo? ¿Aún más malo que salir viva de milagro de un asalto violento?

Meredith fue la primera en llegar allí. Desde lo alto de una colina de pared rocosa y rojiza podíais observar con suma claridad que Dan Harlan había bajado el terraplén que continuaba (una pequeña hondonada de tierra y peñas, pero a la vez alargada y arbórea), y después había subido hasta la siguiente colina del mismo tipo. Podía decirse que en estábais sobre una zona de la meseta del Llano en forma de "U", y en cada uno de dichos extremos estábais vosotros y Harlan, respectivamente.

¡¡BANG!! Un tercer disparo fue evidente, de la mano de Dan (que a saber de dónde había adquirido dicha arma), y lo hacía hacia arriba, hacia el cielo. El eco de las balas resonaba en la hondonada de aquella "U".

¡Imbéciles! ¡Venid a por mí! -os gritó, desafiándoos, mientras el eco de su voz llegaba con cierto retraso hasta vuestros oídos-. El tipo comenzó a girarse para marcharse por el otro lado. En cuestión de segundos desaparecería de vuestra vista...