Partida Rol por web

Una cosa es haber leído sobre los poderes de la Nigromancia y otra muy distinta presenciar una escena contra natura. A pesar del horror resucitado, Helen no pierde la compostura y pregunta por el doctor Nikolay Yakunin. Angelica se queda petrificada, sin capacidad de reacción. Al momento, el cuerpo reanimado empieza a emitir sonidos horribles, Helen parece ahora sorprendida, los ruidos aumentan, insoportables, cesan de pronto y el revivido cierra los ojos. La autora de este episodio tétrico muestra un cara similar a la del grupo.

—¡Helen! —grita Angelica, sin atreverse a acercarse, asustada también por la expresión de la directora—, ¿qué pasa? ¡Helen! —La angustia de Angelica cruza la sala.

-¡¿Pero qué mierdas es eso?!- ierdas Alex no pudo reprimirse antes semejante escena. La repulsión y lo groresco de la escena esta ve consiguió desencajar del todo al muchacho. No podía paartar la mirada de esa especie de monstruo de Frankenstein, ni siquiera escuchaba ya a Helen, solo cuando Angelica gritó el nombre de su guía se percato de que su cara ya no mostraba esa rigurisdad que tenía escasos momentos atras, parecía que ella también tenía miedo de lo ocurrido.

Cuando aquel ser volvió a la vida o a lo que fuera aquello Conrad dio un paso atrás de forma instintiva mientras podía notar la adrenalina aumentando su nivel en sangre. 

Aquella cosa emitía un sonido insoportable y a punto estuvo el brujah de intervenir cuando esté cesó.

Fuera lo que fuese lo que acababa de ocurrir no parecía que fuera lo previsto por la mujer que permanecía con el rostro desencajado.

Parece que esto no es lo que esperaba

Dijo mientras esperaba que la mujer diera una explicación a lo sucedido sin mostrar su inquietud interior.

 Estoy totalmente atónito, como si estuviese viendo algo de otro mundo.

 Murmuro mientras niego con la cabeza.

 -No, no, no, no... Eso no está bien, impedís que las energías fluyan y abandonen sus cadenas y asciendan a formas más elevadas...

 Cuando el cadáver se anima y vuelve a quedar inmóvil soy yo el que habla.

 -El compañero de la señorita ha sucumbido a la llamada. Es cierto Helen, hay una salida, nosotros, puede que sea momento de volver a Unión.

 Ofrezco a la mujer con una sonrisa.

- No puede ser... no podéis haber entrado aquí sin Nikolay...

dice la chica con la mirada perdida cuando es zarandeada por Angelica y cuando habla Neil, la mujer parece salir de su asombro y se gira hacia vosotros.

- Tenéis que contarme todo lo que ha ocurrido hasta que llegasteis. Todos los detalles.

Y mirando a Alex y Conrad que parecen igual de desconcertados que el resto añade:

- El olvido es un laberinto vertical compuesto por capas superpuestas. La sangre de los guardianes, los Lasombra es la llave de entrada a este mundo y las criaturas que moran aquí están conectadas de alguna forma con los residuos espirituales del otro lado del manto: la muerte. 

Se gira hacia Neil

- Salir de aquí sin la sangre Lasombra es demasiado pelig..

la frase de la chica se corta en seco cuando se oye el ruido de un correteo por el pasillo contiguo.

 Estaba a punto de darle a la mujer una clase de teoria de la ciclicidad del universo y sus fuerzas como motor de la ascension sensorial primero y espiritual despues, aclararle en pocas palabras que yo voy más allá de lo que puede sentir, saber o tan siquiera creer conocer, que sé que es por mi y porque es mi misión y mi destino cambiar la percepcion de los vampiros y por ende de la humanidad, llevarlos a cotas más altas de lo que en miles de años los grandes señores ya desaparecidos han sabido siquiera vislumbrar.

 Que estoy abocado a elevarme sobre mi condición, a guiar a quien quiera ser guiado y...

 Pero el ruido en el exterior me lo impide. Me giro hacia alli, abandonando la concentracion que tenia sobre Helen y centrandome de nuevo en el exterior.

—No hay ningún laberinto —dice Angelica, después de reflexionar. Aún está afectada por lo que acaba de ocurrir. Además, se da cuenta de que Helen ya no controla la situación allí—. Si lo había, ya no existe. Cualquiera puede entrar y salir de aquí. —Angelica da unos pasos hacia Helen.

—Galesville es un pueblo fantasma. El proyecto ha hecho desaparecer a todos sus habitantes —El tono de Angelica es de reproche ahora—. Por el camino solo hemos encontrado mensajes de los muertos, sonidos de gotas fantasmales y un viejo loco que podría saber más de lo que creíamos.

—Helen, ¿qué sabes de la ciudad? ¿Cuánto tiempo hace que no salís de aquí? —Angelica empezaba a calmarse cuando un ruido de alguien corriendo por el pasillo la sobresalta de nuevo.

La Tremere concentra una vez más su Sangre para potenciar todos sus sentidos.

Todo aquello sonaba extraño de cojones, y aunque Angélica y Neil parecían entender en parte lo que aquella mujer decía, a Conrad le sonaba a chino.

Todo aquello parecio pasar a un segundo plano, cuando un sonido como de alguien acercándose pareció sonar en el pasillo.  Si algún la sombra estaba al acecho la cosa podía ponerse fea.

Conrad se preparó por lo que pudiera pasar mientras trataba de entender que pasaba.

Hay alguien más aquí?

Algo correteando pasa rápidamente al lado de la puerta cerrada a vuestra derecha. Aguzando al máximo vuestro oído os percatáis que ese "algo" se desplaza a cuatro patas por la sucesión de pisadas "tap-tap, tap-tap". El galope pasa de largo y se pierde en las profundidades del túnel.

- No es posible...

no sabéis si se refiere al ruido de pisadas que acabáis de oír, la explicación de Angelica o si todavía está en shock por el resultado del experimento.

- hace... - se esfuerza por pensar y su frente se arruga- ¿Cuánto hace que no salgo de aquí?

No logra recordarlo.

De nuevo su mirada se entorna sobre Conrad y luego menea la cabeza

- No. No en esta capa.

Si no se ha desbaratado todo como decís, ésta debería ser una capa segura. La única forma de traer aquí a los entes del olvido es como lo he hecho antes. Y aún así, los únicos seres que hemos logrado subir son demasiado débiles y no aguantan mucho en este plano. Nadie mas a parte del doctor Yakunin y yo debería tener acceso aquí.

A medida que habla parece que la situación aumenta en urgencia. Algo asustada y con prisas se dirige a Neil.

- Tienes razón, tenemos que salir. ¿Pero cómo se supone que vosotros...?

Una idea repentina cruza la mente de Helen que se gira hacia Angelica apresuradamente

- Habéis dicho algo de gotas fantasmales ¿Cuántas y dónde las habéis oído?

 Asiento a las palabras de la mujer y la reconforto.

 -Yo he escuchado una gota en la gasolinera a unas millas y tres en el pueblo, justo cuando vi a los zarcillos de oscuridad agarrar a los cantores esqueleticos.

 Yo lo ví, igual que he visto al ser que has traido del plano del que haya salido ese ser retorcido, tengo un don ¿sabes? bueno, varios, pero supongo que hemos podido entrar gracias a mí, puedo ver y transitar diferentes planos existenciales, pero parece que algo más ha llegado aquí, puede que desde mas abajo en tu laberinto, es mejor que nos movamos.

 Cojo a la mujer por el brazo y miro hacia Alex y Conrad, supongo que son los más adecuados para liderar el equipo si es que eso que corre por el pasillo nos quiere mal.

 -Hay almas y fuerzas negativas en los planos, seres de Yang que solo satisfacen sus impulsos y condenados a descender en la espiral de fuerzas de los planos hasta su autodestruccion.

El nerviosismo y miedo de Helen fue contagiado al resto del grupo. A Alex le sorprendió como Angelica, que un rato atras parecía ser la mas temerosa estaba cogiendo las riendas de la situación. Mientras Helen renegaba de lo que ocurría y escuchaba las palabras de Angelica y Neil, el correteo por el pasillo hizo que Alex se pusiera en alerta.  Cuando Helen preguntó sobre las gotas Alex contestó sin apartar la mirada de la zona por donde habían accedido al lugar.

-Yo tambien las escuché en la gasolinera y en el pueblo.- confirmó el el cainita.- Además esta esa figura que ví que nos estaba observando.

Helen intenta contestar a todos. Ahora parece tan confusa como el resto. Angelica piensa que las gotas pueden ser los anuncios de las distintas capas a las que tanta importancia da Helen. Podrían estar en un plano dimensional distinto, como atisba Neil, pero en ningún caso dentro de un laberinto: estos no anuncian sus puntos de referencia. La visión del Malkavian, zarcillos de oscuridad que agarran cantores esqueléticos, reafirma a Angelica en que el proyecto está fuera de control y es el causante de las desapariciones. En cualquier caso, todo eso es menos importante ahora que los acechantes ruidos.

Angelica trata de percibir todo lo posible, y lo imposible, de aquel sanatorio.

TIRADAS DE DADOS

Conrad frunció el ceño ante lo que escuchaba, toda aquella mierda sonaba muy extraño y parecía una jodida locura.  Pero después de todo se encontraban en un sanatorio que seguramente había sido testigo de grandes atrocidades.

Las gotas, las dimensiones todo aquello le importaba poco a un Conrad que solía preferir las cosas tangibles y directas que pudiera tocar.  Todo aquello le hacía salir de su zona de confort y mientras no encontrara una alternativa mejor sería mejor seguir la intuición de sus compañeros.

Esta bien, sea lo que sea lo que aquí está pasando estamos todos de acuerdo en que es mejoroverse y salir de aquí así que vámonos.

el brujah empezó a caminar mirando a la mujer para que le indicará la salida.

Helen asiente varias veces y toma de nuevo la lámpara. Teníais razón, había que moverse y la Giovanni era consciente de ello.

Os dirigís hacia la puerta del pasillo y cuando abrís la misma, una fría niebla espesa de color blanco se desparrama sobre vuestros zapatos. Mientras que antes veíais perfectamente el polvo y la suciedad en cada esquina, ahora esa bruma sobrenatural cubre por completo el parqué.

Una vez salís del laboratorio, los sonidos que escucháis tampoco tienen correspondencia alguna con los del lugar donde supuestamente estáis: escucháis ecos en lugares donde claramente las paredes deberían amortiguar esos ruidos, aullidos metálicos indescriptibles difuminarse en la lejanía y hasta un fortísimo ruido blanco de fondo que identificáis como el silencio, un silencio como jamás lo habíais experimentado antes.

Con precaución, llegáis hasta las escaleras por las que subisteis. Allí la niebla es tan espesa que no se distingue qué hay en la planta inferior. Si decidís bajar, probablemente no podáis vislumbrar por medios naturales más allá del leve espacio que alumbra la lámpara de mano de Helen.

sientes la presencia de espíritus a tu alrededor. O mejor dicho: alrededor de Helen, parecen acompañarla. 

En cuanto se abre la puerta y salís al pasillo, te sientes abrumada por las sensaciones descritas anteriormente.

Angelica sale en último lugar. El impacto provocado por el sobrevenido escenario es brutal. La Tremere, impulsada por sus recientes sospechas y necesitada de alguna explicación, tiene una súbita epifanía: están en la Umbra baja, en el Inframundo descrito en los textos. No obstante, todo parece irrelevante ante el foco principal de su atención: la muerte envuelve a Helen, camina con ella. Angelica se detiene en medio de lo que debería ser un sucio y oscuro pasillo, incapaz de seguir al grupo. Puede verlos, están cerca, o lejos, ¿quién mide aquí las distancias? Otra sospecha. ¿Es Helen una de los Jóvenes? Necesita aferrarse a algo para reaccionar.

La presión de estar acechado por algo que desconoces en un lugar ajeno a ti estaba alterando al muchacho. Cuando llegaron a la escaleras y ver esa bruma fantasmagórica no aguanto más; Cogió a Helen que parecía seguir intentando descifra que estaba pasando.- Escucha, te vamos a sacar de aqui, pero tienes que ayudarnos y explicarnos con todo puto detalle que cojones pasa aqui.

El grupo se puso en camino hasta que una sombra y una niebla fantasmal se antepuso a su camino, Conrad no podia distinguir si aquello era real o era una ilusión de otra jodida dimensión pero lo que estaba claro es que no se veía a través de ello.

Aún así la sensación de peligro era casa vez mayor y Conrad aún tenía dudas de que no tuvieran a un ladombra pegado al culo.  Sin más dilación Conrad tomo algunas telas enrollandolas en un palo improvisado prendiendoles fuego a modo de antorcha.

Sea lo que sea todo teme al fuego

Acto seguido se dispuso a bajar haciendo aspavientos para disipar la espesa niebla