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[DM 21/06] Dragonlance - Tras la Pista de los Forajidos

Capítulo I - El Santuario de Shinare

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09/06/2021, 23:33
Lowenherz

Vale, sí. Es buena idea —respondo ante la orden de Briand—. Pero antes de marcharnos también deberíamos inspeccionar el lugar, si estaban aquí reunidos sería por algo. Con suerte no deberíamos tener más problemas con goblins, pocos más pueden quedar por aquí cerca. O eso espero...

Siguiendo las indicaciones de Briand echo un vistazo al interior del templo, en busca de algún superviviente que pudiera aportarnos algo de información. Presto especial atención al cuerpo del ballestero que derroté hace apenas unos segundos, tratando de comprobar si aún seguía con vida.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si el ballestero de E10 sigue con vida trato de estabilizarlo. Si no, mala suerte :P

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10/06/2021, 21:59
Glinthalas Wyrmslayer

Glinthalas era dolorosamente consciente de que estaba herido y fatigado. Esta vez les había venido por bien poco. En especial al clérigo, que por razones que desconocía se había adelantado al grupo y, sin apoyo de oración o dios alguno, se había enfrentado a dos goblins. El resultado había sido el que habían visto y ahora tocaba pedir a los dioses que llegara con vida al castillo para que lo curaran.

Fuera como fuera, con aquel enfrentamiento inintencionado en el templo habían concedido probablemente más de una jornada de ventaja a los carros que llevaran las riquezas saqueadas. La ventaja era que, siendo carros, no avanzarían muy deprisa y sus rodadas serían fáciles de seguir, pero aún así, si hubiera algún campamento más o menos cercano, la recuperación de las riquezas podía ser muy complicada.

La noble humana, acostumbrada a mandar, rompió el ensimismamiento del silvanesti impartiendo órdenes a diestro y siniestro. Glinthalas arqueó la ceja, pero se relajó al escuchar la suya. Al menos era una mujer pragmatica que sabía reconocer las capacidades de las personas de su entorno. El elfo asintió levemente e hizo lo que le mandaban. Ya hablaría más adelante con ella respecto de los tonos de mando a silvanestis.

El joven pícaro paseó escrutando los objetos de la sala, en manos de los enemigos caídos e incluso entre sus posesiones: estatuillas, objetos votivos, decoración, armas, armaduras, bolsas de dinero, pociones, objetos fuera de lo común, incluso adornos personales como anillos y pendientes, cualquier cosa valiosa le llamaría la atención, acostumbrado como estaba a birlar pequeños objetos y empeñarlos para sobrevivir.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Hay que joderse, ahora crítico. Bueno, nunca se sabe, podría ser una pista o algo especialmente valioso...

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10/06/2021, 23:59
Dungeon Master

Siguiendo las indicaciones de Briand, Lowen examina el cuerpo del ballestero al que destripó hace muy poco y no consigue encontrarle el pulso. Lo que sí encuentra es su mochila escondida tras el altar y en cuyo interior descubre la balanza de oro para pesar ofrendas. Aunque el oro no tiene demasiado valor en Ansalon, está claro que por este decorado objeto de culto a Shinare se puede obtener una buena cantidad de acero.

El hallazgo de Glinthalas es todavía más asombroso al encontrar enterrado en un agujero poco profundo a los pies de un árbol cercano el botín oculto de alguno ladrones. Posiblemente, para ocultarla de sus superiores y poder recuperarla en algún momento del futuro. Una bolsita que contiene varias joyas y piedras preciosas que posiblemente fueran donadas al templo por los comerciantes que acudieron ayer en busca de la bendición de la diosa en sus negocios sin saber lo que estaba por llegar.

Lluvia, que es un espíritu libre y nunca antes había estado en el santuario, entra en el edificio haciendo caso omiso de las directrices de Briand y observa fascinada su interior, casi como en trance, mientras pasea por el lugar con sus dedos acariando la piedra de las paredes.

—¿Lo sentís? Los espíritus están fascinados con este lugar, puedo notarlo por el modo en que erizan el bello de mis brazos —comenta, sin dirigirse a ninguno de vosotros en particular y sonriendo con aire inocente—. Qué sitio tan extraño y curioso... La gente se encerraba aquí a rezar en lugar de rendir culto a los dioses baja la luz de las estrellas. ¿Os podéis imaginar algo así? Es una locura, ¿no os parece?

Su errático deambular la lleva hasta el altar de mármol, donde Lowen ya ha abandonado el cuerpo sin vida del asaltante destripado.

—Hay... hay algo en él que... —la mística que-shu se arrodilla junto al cuerpo sin vida sin preocuparse del charco de sangre que comienza a mancha sus ropas al hacerlo. Extiende sobre el pálido rostro del difunto y las hace descender sin tocarlo por su pecho, su estómago abierto, su entrepierna...— Aquí. Esto.

Le desabrocha el llamativo cinturón de cuero adornado con tres piedras lunares y lo balancea ante sus ojos sujeto por uno de los extremos.

—A los espíritus les llama la atención por algo. Quizá sea mágico —se encoge de hombros y se lo abrocha alrededor de su propia cintura con aire despreocupado—. Habrá que preguntárselo a esa maga elfa, ya sabéis, la que estaba ayer en la fortaleza. Si es que sigue viva y no se ha marchado, claro, yo no la he vuelto a ver desde anoche.

Mientras tanto, Glin y Briand recorren los alrededores del templo en busca de huellas o nuevos enemigos emboscados en las proximidades. Lo segundo, afortunadamente, no lo encuentran. Los goblins que quedaran por la zona han huido ante la increíble matanza que acabáis de perpetrar. Lo primero, sí que lo encuentran cooperando juntos: huellas de rodadas de una carreta bastante cargada moviéndose en dirección sureste.

Hay muchas más huellas de pisadas por toda la zona pero bien podrían ser de los visitantes de la feria durante toda la jornada. Pero las marcas de un carro profundamente marcadas solo pueden pertenecer al de los asaltantes llevándose el botín del pueblo y a los prisioneros, puesto que no hay ni rastro del sacerdote semielfo ni de ningún otro lugareño en la zona.

Notas de juego

Tesoro del templo de Shinare: joyas y piedras preciosas donadas al templo por valor de 518 pa, balanza de oro para pesar ofrendas (250 pa), cinturón de cuero (sin identificar)

El equipo restante de los salteadores vale muy poco y tampoco tendríais dónde venderlo ahora mismo, con todos los comercios arruinados y sus propietarios muertos, huidos o convertidos en esclavos.

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11/06/2021, 15:37
Glinthalas Wyrmslayer

Bien pensado, no era nada raro que los goblins priorizaran en quedarse con un edificio como aquel. Un edificio consagado a una diosa de los negocios no es raro que, en un día como el anterior, recibiera buenas donaciones. ¿Lo sabían acaso los goblins asaltantes? ¿O sólo buscaban dónde hacerse fuertes? O tal vez era una combinación de las dos cosas.

Desde luego, el hallazgo de las gemas fue un golpe de buena fortuna, casi compensaba todos los sufrimientos que habían pasado para limpiar el santuario. Riquezas fáciles de transportar. Otro no hubiera sido capaz de encontrar semejante alijo, pero pocas cosas escapaban al agudo élfico de Glinthalas.

En cualquier caso debían regresar cuanto antes mejor. El silvanesti ya estaba poniéndose a ello cuando se dio cuenta de lo que Lluvia había encontrado: un posible cinturón mágico, uno que portaba el ballestero del interior del santuario. Aún sanginoliento se le notaba algo, no sabía muy bien qué, que lo hacía especial.

─Si es mágico, me gustaría quedármelo. Vosotros os podéis quedar con las gemas ─dijo él, absorto en la conteplación de aquella no tan simple tira de cuero teñida de rojo.

¿Era tal vez su sangre élfica la que le llevaba a sentirse tan atraído por un objeto mágico? Sería el primero que tenía entre manos, pero su más tierna infancia estuvo llena de ellos, en montones de cuentos e historias.

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11/06/2021, 17:31
Briand Le Besco

Lamentablemente, el único ser humano entre aquella parva de animales, parecía no haberla contado... En efecto parecía haber recibido un golpe demasiado brutal por parte del guerrero. No era un trato que aprobaba, pero dada su juventud y aspiración a convertirse en caballero, optó por darle el beneficio de la duda con la mejor de sus fes.

- Imagino que no lo has hecho a propósito, Lowenherz. Debes tener más cuidado. Éste no era otro animal al que ejecutar. Éste, era un hombre... - Le enmarca con seriedad al muchacho, mientras le quitaba la máscara para cerrarle los ojos al difunto bandido. - ...Es lo que nos distingue a nosotros de éstos engendros salvajes. Lo que distingue a un caballero de un asesino. - Rematando su breve discurso, más ligado por lo correcto y lo que se esperaba por parte del reino, que por propia convicción.

Por fortuna, otros buenos hallazgos prosiguieron al más trágico. No habían logrado saquear por completo las donaciones y tesoros del templo, incluso Lluvia había logrado rescatar lo que aseguraba pudiese tratarse de una reliquia u objeto de gran valor y poder.

- Me temo que esa decisión no nos corresponde a nosotros, estimado Glinthalas. Estas reliquias no nos pertenecen por derecho, deberíamos regresarlas cuanto antes al Castillo. Esa era nuestra encomienda. Además... Kylian necesita atención urgente. - Sugirió con un tono algo más autoritario. Esto era un rescate de los tesoros locales para regresarlos, no para saquearlos. Miró el rastro con cierta impotencia, no obstante, no podían seguirlo. Ahora mismo regían otras prioridades. - Es posible que no nos quede otra que continuar nuestro trayecto mañana... - Suspiró, con decepción.

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11/06/2021, 21:20
Lowenherz

Escucho la reprimenda de Briand. Y no le faltan razón a las palabras de la noble, había actuado con excesiva violencia. A pesar de que nuestras vidas estaban en peligro y que el Kylian casi se debatía entre la vida y la muerte, si quería ser un auténtico caballero de Solamnia no podía ir dejando un reguero de cadáveres a mi paso.

Lo tendré en consideración —respondo únicamente, con cierto pesar.

Para distraer mi mente de mi error, miro por los alrededores en busca de algún alijo que hubiesen escondido los saqueadores. Y con algo de fortuna encuentro una mochila detrás de un altar con una preciosa balanza completamente de oro, sin duda un objeto que usaban en el templo. Justo en aquel momento Glinthanas llegaba con el contenido de otro alijo escondido por los saqueadores.

Estoy de acuerdo, estos objetos pertenecen a la gente de Belleria —contesto tras las palabras de Briand—. Lo poco que podamos encontrar estoy seguro que les será de mucha ayuda para la reconstrucción. En cuanto al cinturón, creo que debemos hacerle caso a Lluvia y enseñárselo a la maga elfa cuando lleguemos a la fortaleza.

Notas de juego

Y si no hay nada más que hacer aquí, por mí continuamos hasta la fortaleza a descansar, subir de nivel y que la elfa identifique el cinturón :D