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[DM D&D 3.5 (2)] Tierra de Dragones

Escenario.

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04/02/2019, 12:14
Narrador

ALGUNOS DATOS SOBRE EL ESCENARIO DE CAMPAÑA:

 

 VIRREINATO DE MUR

Tras las muchas campañas que se llevaron a cabo en el norte de Deiria y Ajacia contra las invasiones de hombres lagarto del reino de Hi-Thien, surgió la figura de un gran general conocido únicamente por su nombre de pila. Mur era de origen jasón y aunque no se crió en Dunsaroc, pues nació en una pequeña aldea al norte de la Cordillera de la Plata. Fue reclutado muy joven para el ejército que partió al norte durante la segunda guerra contra el Amo Yokhill y al finalizar esta ya se había ganado un nombre como valeroso guerrero.

Para cuando comenzó la tercera guerra contra el Amo Yokill, ya había sido ascendido a general y fue el encargado de derrocar al ejercito lagartiano, dando comienzo a una época de relativa paz en la que las guerras contra el reino de Hi-Thien fueron olvidadas durante décadas.

Mur tuvo cuatro hijos, dos mujeres y dos hombres, aunque sólo transcendió el nombre de uno de ellos. Su hijo menor llamado como él, fue concebido con la tercera esposa del general Mur a la edad de 87 años y nación en el año 497 de la p.e.H. teniendo la menor de sus tres hermanos mayores 49 años. Mur fue el único de sus hermanos que siguió los pasos de su padre convirtiéndose en soldados y posteriormente ascendiendo gracias a sus propios méritos hasta general de todos los ejércitos.  

Las primeras campañas bélicas en la que estuvo al frente, fue contra el reino trasgo de Leluhur, uno de los pocos reinos trasgoides que todavía sobrevivían de la Era del Hibridaje. Los territorios que se encontraban bajo el mando del rey trasgo eran ya de por sí muy escasos, encontrándose la mayor parte de ellos en el subsuelo. Sin embargo, emprendieron diversas campañas contra los territorios de Locrecia y Fermicia, siendo expulsados sin demasiados problemas.

Por otra parte, el clan gnoll Sombravil también atacó los territorios de Fermicia en diversas ocasiones, sino repelidos por el general Mur con escasa oposición. Fue en estas campañas donde el general comenzó a ganar cierto renombre y por eso cuando en el año 522 de la p.e.H. estalló la guerra contra el Gran Reino de Anza por el control de la zona central del continente de Levante, fue enviado el general Mur al frente de la ofensiva jasona.

Guerra entre Jasania y el Gran Reino de Anza [522 p.e.H. a 531 p.e.H.]:

Lo cierto es que las primeras batallas de esta guerra se disputaron antes incluso de ser declarada. Durante las décadas anteriores al conflicto entre las dos naciones humanas más poderosas de la primera edad de la Historia, ya tuvieron lugar ciertos conflictos en el norte de Jasania y al sur del Gran Reino.

Asentamientos humanos de ambas naciones compartían el territorio que respondía entonces al nombre de las Llanuras de los Primeros Hombres, debido a la idea de que fue allí donde Jasav y sus hijos (o hermanos) moraron en el inicio de la era del hombre. Estos asentamientos resultaron provechosos para los que allí moraban, pues se trataba de un territorio muy fértil, lleno de recursos naturales tales como, ganadería, bosques, y recursos mineros.

Muchos nobles de ambos reinos apostaron gran parte de su patrimonio en inversiones en las llanuras y al ser una tierra sin gobierno ni legislación, pronto comenzaron los conflictos de intereses. No sólo hubo problemas entre anzanos y jasones, sino que también los hubo entre miembros de las mismas razas.

Lo cierto era que no solo moraban allí humanos, pues las llanuras estaban plagadas de gnolls y trasgos, por lo que los nobles de cada nación contrataban mercenarios por tal de asegurar sus inversiones contra todo tipo de seres hostiles. Para cuando el rey de Jasania y el del Gran Reino quisieron darse cuenta de la problemática, los diferentes nobles de ambas naciones ya habían armado poderosos ejércitos mercenarios que combatían entre si y que en ocasiones lo hacían conjuntamente contra enemigos comunes de las razas trasga y gnoll.

Sin embargo, llegado el año 522 un noble anzano, Hesmuel Bandoreto había reunido el poder suficiente como para someter a varios de los más importantes nobles jasones y se apropió de sus terrenos, sus minas, sus cultivos y su ganado. El rey Pelau I hijo de Carostan IV mandó un emisario al norte con tal de interpelar ante el rey del Gran Reino de Anza Hal-za III acerca de lo sucedido con el noble Bandoreto.

No sólo no recibió respuesta, sino que el Gran Reino de Anza declaró la guerra de forma inmediata a Jasania. Nunca se supo la razón real de dicha decisión, pero es de suponer que el rey Hal-za fue coaccionado por la familia Bandoreto, pues la corona debía mucho dinero que había sido prestado por dicha familia para financiar las guerras del norte contra Hi-Thien.

Lo cierto fue que la guerra fue cruenta y que durante los nueve años de contienda murió casi un millón de humanos entre las bajas de ambos bandos. El territorio de las Llanuras de los Primeros Hombres se convirtió en una zona hostil de continuo conflicto en la que la vida humana valía más bien poco. En dicha guerra también participaron tribus y clanes gnoll y trasgos, los cuales se posicionaron a veces a favor de Jasania y otra a favor del Gran Reino.

Al final la guerra se puede decir que quien obtuvo la victoria fue el reino de Jasania, pues esquilmada como estaba el Gran Reino de Anza, decidió firmar un tratado de paz con sus enemigos sureños en el año 331 de la p.e.H. A cambio de que los nobles anzanos conservaran los territorios que tenían antes de la guerra, el control del territorio se sometería al gobierno y las leyes de Jasania.

La familia Bandoreto conservó los territorios que arrebató a los nobles jasones a cambio de una generosa indemnización a sus antiguos propietarios. En cuanto a su milicia, pasó a formar parte del ejército regular jasón, el cual se encargaría de su manutención y al mando del nuevo virrey, Mur hijo de Mur, se encrgaría de la defensa no solo de los territorios de Bandoreto, sino de todo el nuevo virreinato recién creado.

En la práctica, Jasania creó un estado militarista el cual quedo bajo el virreinado de Mur, con el objetivo de mantener vigilado a su enemigo.