Partida Rol por web

Anawelle había quedado lejos del nigromante, pero eso no la detuvo. Sus manos se movían a la vez que comenzaba a ejecutar un salmo en lengua arcana. Los vientos de la magia la favorecían, eran corrientes claras y las utilizaba a través de sí misma dándoles forma a voluntad. Y su voluntad se concentró en la mano del nigromante, obligándola a abrirse y soltar aquella daga manchada con la sangre de Anika.

El impetuoso sentido de lucha en estos momentos traicionaban los sentidos y pericias que el joven guerrero podía dar en favor de la situación. Al ver como sus maniobras fallaron a causa del miedo que estaba sintiendo con estas criaturas, sus nervios estaban sacando lo mejor de el.

los zombies skaven intentan darle al kislevita, pero sus golpes son lentos, aunque solo su superioridad numerica hace que le impacten y evita que este pueda parar a intentar darles, pero el disparo de Hanna hace que el que estaba con la herida "mortal" caiga de una vez, por el lado contrario, el enano consigue hacer una fea herida en el zombie, pero este por su parte le hace un feo corte en el brazo que lo tira en el suelo, mientras el nigromante consigue evitar ser hecho preso por la ladrona y resistir el hechizo de Anawele, a la par que ataca a la ladrona con su daga.

El interés del nigromante por acabar con ella era una hoja de doble filo, por un lado se quedaba allí en lugar de huir pero por otro le había clavado aquel desagradable puñal en el costalar, donde su coselete le protegió un poquito.

- ¡Yaaaay! ¡Redioses! -chilló sorprendida y asustada de que aquel hombre de aspecto tan enclenque le hubiese metido tamaña puñalada, sin embargo sus compañeros seguían luchando sin perder la esperanza y ella debía hacer como ellos- Ahora verás...

Con grandes aspavientos y juego de piernas intentó obligar al nigromante a retroceder, así con que alguno de sus compañeros llegase hasta él, estaría perdido. O eso pensaba Anika.

El muy bastardo... le había dado una buena toña con el hacha pero no sucumbió, y al atacarme me hincó las garras profundamente en el brazo. Empecé a sangrar abundantemente y a perder estabilidad. Me estaban fallando las piernas y la vista, la vida se me iba en segundos. Al final caí al suelo y la oscuridad vino a mí como una dulce amante. Sonreí al pensar que Grimnir me echaría a patadas de su reino por haber caído ante un enclenque zombi...

Tras ver que Hanna se había cargado a uno de los que le atacaban, Dimitri ataca al zombie que tiene en ataca al enano, pero sus movimientos lentos y torpes le hacen caer al pisar el terreno viscoso de sangre coagulada que vertían los zombies, por lo que esto hace que no pueda maniobrar bien el arma y falla el tajo, cortando el aire.

Maldecía entre dientes a los dioses del Caos.

-Maldita sea.- La humana no iba a dejar que siguiera atacando impunemente. Concentró toda su fuerza de voluntad en la mano del nigromante para que este soltara la daga. Si vencía a Anika en combate, por lo menos no la mataría.

Toda mi vida pasó delante de mí en décimas de segundo. Cuando llegó la oscuridad, una voz interior me habló.

-Todavía nos es tu hora matador, todavía no. Venga el honor de tus antepasados y muere gloriosamente...

Unas energías emergieron súbitamente de lo más profundo de mi ser, insuflando fuerza en los doloridos músculos. Abrí los ojos y vi lo que había alrededor. Dimitri había intentado atacar al zombi que me hirió pero no tuvo suerte. Al caer al suelo solté mi hacha que se quedó a un palmo de mí, pero no me daría tiempo a recogerla sin que me atacara el zombi. Agarré mi hacha de mano del cinto y, con todas mis nuevas energías, descerrajé un poderoso golpe dirigido a partir el cráneo de ese malnacido en dos.

la batalla ya esta llegando a su fin, finbogasson, herido en el brazo por el golpe del zombie, y demostrando una gran resistencia como todos los enanos agarra su hacha de mano y le habre su putrefacta cabeza de un solo golpe, mientras Dimitri intenta darle al skaven zombificado que queda vivo, pero ambos no consiguen mas que bloquearse el uno al otro mientras hanna intenta darle, por el otro lado, el nigromante se empieza a retirar ante los ataques de Anika, intentado bloquear con la daga que la hechicera estaba a punto de tirar por su hechizo, pero para el nigromante eso no le valio de mucho, tropezando con una piedra y callendo de culo, destapandose en el acto "Me rindo" dice tirando la daga y viendole la cara, que se veía a alguien joven, lo que concordaba con las palabras de la halfling.

Dimitri miro el panorama, y vio que todo había acabado, pero decidió ayudar a su compañero el enano, agachandose junto a el -Camarada, ¿estas bien?- pregunto con acento extranjero.

Había visto que este pequeño pero corpulento ser, tenia la fuerza y la habilidad de mil demonios juntos. Le estaba grato por su desempeño en la batalla y tomo estima.

-Anawelle se adelantó y bloqueó una posible ruta de escape al nigromante. Así, rodeado, le puso la punta de su fulgurante espada de luz en la espalda y apretó un poco.

-Si te mueves te atravesaré como a un lechón. Nada de trucos o hechizos.- La hechicera echó un vistazo a sus compañeros. Estaban heridos, pero no parecían al borde de la muerte.
-¿Quién eres?.- A la hechicera no le pasó desapercibido la joven edad del nigromante de raza humana.

"gunther, estudiante de hechicería y nigromancia" dice en un tono batante seco el hombre, aunque se podría notar que estaba un poco asustado por la amenaza.

- Le tienes, ¿verdad? -preguntó Anika hacia Anawelle aunque no esperó respuesta debido a lo imponente que se veía la maga con aquella espada mágica y cargó contra el zombi que quedaba en pie- No me olvido de vosotros ¡Jiaaa!

Aún con la mejor de sus ilusiones y empeños, aquel ataque no llegó a impactar de manera convincente contra el zombi rátido, lo que hizo que la joven arrugase el gesto con desagrado.

- ¿A qué esperáis, fortachones? -se quejó con mueca cómica hacia el matatrols y kislevita- Así no hay quien hurgue en los bolsillos de los muertos... -añadió con voz bajita y sacando la lengua, entusiasmada ante lo que pudiera rapiñar.

Viveka apuntó desde su posición al skaven zombie que quedaba, estiró la cuerda lo más que pudo y disparó, esperando acertar.

La flecha emitió un silbido por la velocidad e impactó en aquella criatura, quien dio un chillido cuando la flecha impactó en su cuerpo.

Anawelle hizo una señal afirmativa a Anika cuando le prguntó si le tenía. -Ahí, Ghunter, estudiante de nigromancia, es a donde quería llegar.- La humana presionó más la espada en su espalda. -Si eres un aprendiz, ¿Quién es tu maestro y dónde se esconde?. Estoy segura de que mis maestros sospechaban algo de esto cuando me enviaron aquí a investigar y ya sabes lo persuasiva que puede llegar a ser la magia de los viejos maestros.- Anawelle se inclinó un poco, bajando la voz hasta casi un susurro, para que pudiera oirla bien.  -Personalmente prefiero que un cazador de brujas me desolle viva a dejar que me torturen mentalmente hasta morir de locura.-

Esperaba que la amenaza fuera lo suficientemente buena. La nigromancia era un arte prohibido en el imperio y severamente castigado. Sin embargo, no se fiaba de que los enanos, tan dados a hacer de sus asuntos tabú, fueran a dejar que se lo llevara para que un cazador de brujas lo interrogara o encerrarlo en un calabozo hasta que recibiera contestación de sus maestros. Debía saber aquí y ahora esa información.  

el hombre se mantiene firme ante las amenzas de la hechicera, "¿que te diga quien es mi maestro, ja, no seas lela, aunque lo supieras, no podrías vencerle" te dice en un tono un poco burlon, aunque sin quitar los ojos de la espada, aunque cuando te apartas de su oido, "¿un cazador de brujas en este lado tan perdido de la mano de Sigmar?, aunque avisases a uno, yo ya me habría escapado y limpiado todo antes de que llegase".

-¿Lela?- La humana quedó sorprendida. -Tú si que eres lelo. Si crees que te vamos a dar la oportunidad de escapar es porque tienes el seso reblandecido. Aunque, estudiando estas artes, no me extraña que seas tonto de remate.- Anawelle se separó un poco de él, rodeándole mientras la punta de su espada pinchaba el cuello del desgraciado. -No tengo intención de enfrentarme a tu maestro. Pero cuando sepa que un cagón blandegue como tú ha sido capturado... no creo que te de tiempo a escapar de la celda.

-Chicos, ¿cómo vais?.-

Viendo que el enano estaba bien, procedió a responder a la hechicera -Por aquí todo bien camarada- levantando la mano libre y alzando el pulgar.

Se puso en pie y camino la estancia en busca de cualquier cosa que le pudiera servir.

el enano agarra su hacha y carga sobre el skaven que todavía estaba "vivo" matandolo en el acto abriendo la cabeza del ser.

- ¡Todos bien!- gritó celebrando la victoria Anika antes de sonreírle a los presentes, animar a Viveka a venir con ella y desaparecer tras el montículo de cadáveres mientras bromeaba- Ay, ay, ay, que creí que no lo contábamos ¿ves como las moneditas de la suerte de Ranald funcionan?