Partida Rol por web

Dollhouse [+18]

01) La cita [Leo]

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12/02/2015, 10:32
Pullman (Mr. Sherman)

- Anda... ¿Y puedo preguntar donde resides? Creo que comentaste que viajabas mucho, pero tendrás algún lugar más... Una casa vamos – Me estaba haciendo un lío al hablar y decidí simplificar.

De nuevo me hizo sonreir tanto, quizá llegando a sonrojarme de nuevo. Me apacigué y le hablé con voz calmada pero segura – Estaré encantado de recibirte cuando quieras visitarme – Le aseguré

Respondí a su besos y caricias, yo fuí prudente en ese aspecto. Primero por caballerosidad, ella era una dama y en público merecía ser tratada con respeto. Otra cosa sería en privado, donde podría demostrarle que lo cortes no está reñido con lo apasionado. No me consideraba parco en este último aspecto y quizá por ello mi mirada me delataba un poco.

Por fin llegamos al hotel, esos quince minutos se me hicieron largos, pero había que demostrar que era capaz de no sucumbir a ello y comportarme como un gentleman. La ayudé a bajar del taxi ofreciendole mi brazo y luego ya dejé que me guiase ella.

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14/02/2015, 18:17
Rose Adams

-Pues tengo un pequeño apartamento en Nueva York... O al menos es pequeño comparado con mi piso en Washington- sonríe. -Entre semana estoy en Nueva York casi siempre, si no estoy viajando... Y mi casa la disfruto poco, por desgracia.

Sonríe cuando dices que estarás encantado de recibirle. Ella se ha quedado tan encantada contigo como tú con ella, como un verdadero flechazo a primera vista. Sus besos y sus manos te lo han demostrado, al menos hasta donde ha podido. No parece ser una mujer de las que gustan dar un espectáculo público... o en el taxi. El viaje aunque ameno por los arrumacos, se hace largo por la espera de dejaros llevar.

Llegáis a su hotel y paga el taxi. Compruebas que Rose no mentía con sus posibilidades económicas, pues se aloja en al Ritz. Antes de que mires mucho más la entrada, te toma de la mano y te guía a prisas hasta uno de los ascensores. Por desgracia, no subís solos, por lo que la contención se alarga hasta su piso. Sale y abre una de las habitaciones, pasando la llave magnética.

 

-Ya estamos en mi habitación...- anuncia Rose, cerrando la puerta tras vosotros y sonriéndote de forma cómplice.

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15/02/2015, 09:11
Pullman (Mr. Sherman)

Sinceramente, me esperaba algo así de que tuviese pisos por ahí. Desde que me dijo el cargo laboral que ostentaba, claro. No obstante no dejaba de resultarme algo “chocante”. La verdad era, que aunque hubiese sigo una humilde “curranta” como yo, estaría igualmente con ella. Rose me gustaba, me atraía, y... me ponía cachondo su forma de actuar tan directa y sincera.

- Uff – Dije ladeando un poco mi cabeza al ver aquel pedazo de habitación de uno de los mejores hoteles de la ciudad – Que pasada... ¿Pero sabes? - Puse cara de malote – Lo que de verdad quiero descubrir se encuentra debajo de tu ropa... - Pese a mi incisivo comentario, al estar en “su terreno”, esperé a que ella tomara la iniciativa o me diera algún indicio de como proceder. Al ser todo tan ostentoso no dejaba de cohibirme un poco todo aquello.

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16/02/2015, 10:38
Rose Adams

Sonríe con picardía cuando le declaras tus intenciones y tras cerrar la puerta se acerca a ti. Ella se siente bien en aquel lugar, se mueve como pez en el agua y no le da importancia a lo que le rodea, como pudieras darle tú ahora. -Solo hay una forma de que sepas qué hay debajo...- Pasa sus manos por tu pecho, en sentido ascendente hasta tus hombros y rodea tu cuello con sus brazos. La diferencia de altura es evidente, pero ella la salvaguarda poniéndose de puntillas para acercarse a besarte.

Su beso que comienza suave, se vuelve más invasivo conforme retoma la pasión que le bulle por dentro. Su lengua busca la tuya con vehemencia para comenzar un baile cálido, que hace que sus manos busquen un mayor contacto con tu piel, sacándote la camiseta.

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16/02/2015, 11:22
Pullman (Mr. Sherman)

No dejaba de pensar que esta mujer me encantaba, como la forma que tenía de tocarme. En un acto reflejo tensé mis pectorales cuando pasó su mano por allí, como me agarró del cuello y como se puso de puntillas. Tenía unas ganas locas de comerme a esta mujer entera.

Respondí a su beso y mi lengua salió a su encuentra, peleando cariñosamente con ella – Dios como me pones.... - Jadeé tras su beso inicial. Le ayudé a sacar mi camiseta, dejando mi torso desnudo a la vista, luego procedí yo a quitar la parte superior de su ropa para comprobar que tenia debajo.

Pero estaba encendido, mis manos fueron a su trasero y la aupé un poco para que con sus piernas pudiera rodear mi cuerpo y así la mantube en los alto mientras comenzaba yo a besarla de forma desatada. Lamí su cuello, mordí su barbilla para acabar en sus preciosos labios. Así, con ella a cuestas comencé a caminar en dirección a la cama.

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17/02/2015, 15:48
Rose Adams

Ríe con tus palabras y se deshace de tu camiseta, su chaqueta y camisa van detrás. Lleva un sujetador de encaje negro, no te es complicado imaginar que debajo de la falda lleva todo conjuntado. Su cuerpo, pese a no ser una veinteañera, no tiene nada que envidiar. Tiene unas curvas ligeramente marcadas y se nota que invierte algo de tiempo al día en cuidarse y mantenerse en forma.

Sonríe de forma nerviosa y baja la cremallera de su falda, dejándola caer. Efectivamente lleva toda su ropa interior a juego, negra, delicada y seguramente cara, el conjunto entero junto con el liguero. La aupas y ella sola rodea tu cintura con sus piernas y tu cuello con sus brazos. Acoge tus besos apasionados acariciando tu nuca, dándote alas a que continúes entre jadeos de placer e impaciencia. Cuando retomas sus labios, ella no se separa de los tuyos, mientras se deja llevar.

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18/02/2015, 10:21
Pullman (Mr. Sherman)

Me encantó esa sonrisa nerviosa, me pareció muy mona. Me preguntaba si todo lo valente que había demostrado ser hasta ahora si ya había llegado al límite. ¿Sería atrevida? ¿No? ¿Activa, pasiva? Bueno, pronto quedaría resuelto el misterio. Por el momento parecía que se dejaba hacer. Era una actitud muchas veces habitual entre las mujeres.

Me gustó todo lo que vi de su cuerpo o todo lo que me permitía ver su ropa interior. Llevándola así a cuestas, primero le desabroché el sujetador y luego la acabé depositando sobre la cama, mientras seguía comiéndome su boca a besos. Permenecí a escasos centímetros de su cuerpo. Ansiaba más contacto, ansiaba más de ella.

Una de mis manos se coló por debajo de su ya suelto sujetador de encaje para acariciar tu pecho. Alcanzar uno de sus pezones y estrujarlo suavemente. Luego me incluné un poco y succioné dicho pezón, acariciándolo con la punta de mi lengua. Luego procedí de igual forma con el otro de sus pechos.

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19/02/2015, 11:30
Rose Adams

Sus manos acarician tu espalda desnuda mientras tu atención se centra en desabrochar su sujetador. La dejas en la cama y te besa, descubriendo tus hombros con las yemas de sus dedos y la hendidura de tu espalda. Pasea sus manos por los marcados músculos de tu espalda, maravillándose del tacto de la misma. Los centímetros de distancia que mantienes con ella le suponen una tortura, pues su cuerpo se retuerce con suavidad buscando más contacto con el tuyo, piel con piel.

Acaricias sus pechos y sus piernas se afianzan alrededor de tu cintura, estrechando su abrazo a tus caderas. Te aprisiona entre las mismas para no dejarte marchar. Tu lengua endurece sus pezones y arranca jadeos de sus labios. Se rinde a ti y estira la espalda, arqueándola ligeramente, dándote acceso completo a su cuerpo. Gira su cabeza a un lado, mordiéndose el labio por la dulce tortura. Sus caderas se balancean suavemente, buscando tener más contacto con tu entrepierna. Un roce impaciente ante lo que está por venir.

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19/02/2015, 11:45
Pullman (Mr. Sherman)

Me encantaban sus reacciones. No tenía ningún motivo para alejarme de ella, pero me excitaba pensar que sus gestos eran por no soltarme, para que no me escapase – Puedes arañarme si quieres... - Le susurré sonriente.

Le saqué el sujetador ya del todo por los brazos, dejando libres y desamparados sus pechos. Pero mis manos pronto volaron a ellos para cobijarlos. Mi cabeza volvió a dencender para morder suavemente y sin dolor uno de sus pezones. Pero ahora me disponía de llegar más allá.

Bajé por su suave vientre, dandole suaves mordiscos por su piel. Más que nada para que sintiera el roce de mis dientes y mi deseo. Bajé por su hombligo, que besé. Y llegué al borde de sus braguitas que comencé a bajar, la miré un momento a los ojos y seguí descendiendo, ahora con mi lengua extendida, por su monte de venus y más abajo. Para alcanzar su botoncito de máximo placer.

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20/02/2015, 15:30
Rose Adams

-No... No quiero dejarte marca... Tu piel es tan suave...- susurra con una respiración entrecortada, negándose ante tu petición. Y aunque no clava sus uñas, si lo hace con las yemas de los dedos, agarrándote fuerte ante el placer que le proporcionan tus caricias.

Gime de nuevo con tus pequeños mordiscos en sus pezones. Sus manos suben a tu nuca y tu cuero cabelludo, acariciándolo de forma suave y dulce, instándote a más. Sus vellos se ponen de punta cuando comienzas a bajar por su abdomen y su cuerpo tiembla conforme sigues bajando. -Sigue, Walter...- gime cuando tras besar su ombligo te pausas para mirarla. Casi suplica que no pares una vez te has liberado del abrazo de sus piernas.

Sacas su ropa interior y desciendes por su monte de venus, cuidado como el resto del cuerpo. Aquella mujer tendría el tiempo justo a lo largo del día, pero se notaba que le gustaba cuidar su cuerpo. Con las caricias de tu lengua, vuelve a retorcerse, rendida al colchón. Solo alcanza a acariciar tu pelo con una mano, pues con la otra se agarra al colchón, deshaciendo la cama y sacando las sábanas buscando aferrarse a algo con fuerza. Entre temblores coloca sus piernas a la altura de tus hombros y balancea de nuevo sus caderas, aguantándose un grito de placer.

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22/02/2015, 21:24
Pullman (Mr. Sherman)

Comentó que no quería dejarme marca. Realmente no era algo importanta, sólo una forma de indicar que podía dar rienda suelta a su deseo.

Tenía la boca bastante ocupada así que cuando me nombró simplemente le devolví un sonido gutural de afirmación. No, no tenía intención de detenerme.

Posé mis manos debajo de sus nalgas, para elevarlas y así tener mayor disponibilidad a todo su sexo. Y es que en breves instantes iba a dar buena cuenta de toda la intimidad de Rose. Su cuidado bello y... por fin mis labios alcanzaron la zona de su clítotis. La punta de mi lengua lo buscó para estimularlo primero de forma suave. Despertándolo. Y luego lo rodeé con mis labios, intentando percibir la intensidad exacta. Ni demasiado suave ni demasiado bruto.

Mientras mis labios y mi lengua trabajaban de forma decidida, una de mis manos se deslizó. Hasta dejar un dedo a la entrada de su sexo. Rodeándolo y luego tanteando su entrada. Me encantaba hacerlo.

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23/02/2015, 22:21
Rose Adams

Elevas sus caderas y es tuya, se rinde por completo a ti. Deja caer el resto de su cuerpo de forma pesada sobre la cama. Su respiración se acelera cada vez más, faltándole el aliento y tomando el mismo ritmo que tu lengua al pasar por su botón del placer. Su pelvis se mueve con suavidad, buscando una mayor fricción con tu lengua. Notas sus piernas temblar y tensarse sobre tus hombros, volviéndose loca por tus caricias.

Compruebas que está más que lista para continuar con lo que seguía. Su interior es cálido, húmedo y estrecho. Tu dedo se abre paso y ella arquea aún más la espalda, en tensión, soltando un gemido sonoro por ello. Sus movimientos, antes suaves, comienzan a retomar un ritmo más frecuente. Sus gestos no hacían sino pedir más de ti e indicarte que ella era completamente tuya, deseosa de que siguieras. Así te lo indica con sus caricias sobre tu nuca y cuero cabelludo. Trata de agarrarse a tu pelo y tirar en algún momento, pero la longitud del mismo hace que se escurra entre sus dedos.

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24/02/2015, 10:25
Pullman (Mr. Sherman)

Me encantaba tenerla así, a mi disposición y sobre todo haciéndola disfrutar. Para mi el sexo no se limitaba únicamenet al coito, ofrecía un sinfin de posibilidades. Pero sobre todo me fustaba el feeling con la otra persona y por el momento con Rose era todo genial.

- Mmmm – Otro sonido gutural salió de mi garganta al comprobar lo húmeda que estaba para mi. A mi dedo lo siguió otro y se introdujeron en ella. Trazando constantes círculos presionada desde adentro hacia su parte superior. Cada vez más rápido. Al igual que mi lengua. Golpeaba su clítoris con ella, la rodeaba, la rozaba... acelerando cada vez más. No iba a detenerme, quería verla llegar al orgasmo, sentir como se corría estando pegada a mis labios, saboreando su humedad.

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24/02/2015, 17:49
Rose Adams

Conforme tus movimientos se aceleran, también lo hace la frecuencia de sus gemidos. Estos entrecortados pasan a gritos que trata de ahogar, de forma poco eficaz, mordiendo el dorso de sus mano. Poco a poco notas que la tensión en sus músculos aumenta, como guardando todos los estímulos que le proporcionas para descargarlos en breve. Su mano que tenía en tu pelo se cierra y tira, como acto reflejo ante lo que está por venir.

Su espalda se arquea del todo y grita más, sin poder tapar ya el sonido que sale de su garganta a consecuencia del orgasmo. Notas hasta sus piernas estirarse sobre tus hombros, para caer tras unos segundos como peso muerto sobre tu espalda. Todo su cuerpo parece pesarle tras haber llegado al nirvana.

Retoma el aliento y ríe. -Creo... Creo que ha sido el mejor orgasmo que he tenido nunca...- te mira sonriente y acaricia tu cara con dulzura.

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25/02/2015, 09:15
Pullman (Mr. Sherman)

Sonreí cuando tiró de mi pelo, saber que le causaba esas reacciones me resultaba excitante. Y tras su espectacular orgasmo me reí suavemente. Le dí un ultimo lameton y ascendí por la cama hasta colocarle a su lado. La miré divertido apoyándome la cabeza sobre mi brazo plegado.

También jadeaba yo un poco, pues aplicarse con intensidad requiere de su pequeño esfuerzo, pero me sentía feliz. - Uff, eso es mucho decir, pero me siento halagado, ha sido un placer... - La chica no se había dedicado a mi, pero por el momento no me importaba. En cuestión de sexo no tenía prisa, esperé a que fuese ella la que decidiese que hacer. Además sería interesante de comprobar.

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25/02/2015, 23:23
Rose Adams

Acerca su cuerpo al tuyo cuando te tumbas a su lado, para seguir sintiéndote cerca. Sonríe y compensa con dulces besos tu falta de aliento. Prueba con su lengua su sabor de tus labios y muerde el inferior de forma juguetona.

-Mucho decir... No lo creo, sé perfectamente lo que digo...- las yemas de sus dedos van a tantear tu pecho y a comenzar un camino descendente premeditado. -Aunque seguro que puedes mejorarlo- su mano alcanza tu excitación y comienza a estimularte, despacio en un principio. -O que yo puedo mejorarlo...

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26/02/2015, 10:26
Pullman (Mr. Sherman)

Mis labios añun estaban húmedos por el nectar de su intimidad, así que realmente provó su propio sabor. Respondí a sus besos y cuando me mordió ligeramente me hizo reir... - Eres mala – Bromeé

Luego su mano buscó mejores ocupaciones que hacer cuando alcanzó mi miembro – Así, suave pero con decisión – Le dije. Mi excitación apenas había bajado nada por lo que ya estaba de nuevo completamente duro. Suspiré dejándola hacer y le dije con voz baja - ¿Quieres que te haga el amor? - Mi pregunta no fue casual. En primer lugar quería oirlo de sus labios, eso sólo ya me podría cachondo. Y en segundo lugar quería saber si el término le parecía apropiado o le gustaba llamar al acto de alguna otra forma más fuerte y menos “romántica”

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27/02/2015, 13:20
Rose Adams

-Quizás sí...- ronronea como respuesta a que es mala. Saborea bien su orgasmo de tus labios, recorriendo el interior de tu boca con su lengua, de forma húmeda e invasiva. Parecía disfrutar de ello. Sus manos acarician tu pecho y bajan buscando devolverte algo de lo que le has dado.

Muerde su labio, mirándote, mientras su mano labora en mantenerte excitado. Te besa tras indicarle cómo te gusta y que ella lo está haciendo bien. Sus besos son ardientes y están cargados de deseo de más. Quiere más de ti y por la forma en que su mano se mueve sobre tu sexo, cada vez parece estar más excitada. Para y te mira con cierta sorpresa ante tu pregunta, la forma de pedirlo desde luego no era la más adecuada teniendo en cuenta que acababais de conoceros, pero en sus labios se dibuja una sonrisa. -Hazme el amor, Walter- susurra a tus labios, volviendo a retomarlos, como si hiciera mucho tiempo que no te besa.

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27/02/2015, 14:18
Pullman (Mr. Sherman)

En un principio me sorprendió su cara de sorpresa, pero en un momento traté de pensar a que podía ser debido. Intuí que estaba haciendo una lectura de la frase “hacer el amor” Y yo iba más encaminado por la forma de decirlo. Ella, una mujer con poder adquisitivo, no sabía si prefería llamarlo a si a llamarlo simplemente “follar” Hay gente para todo, que le gusta el lenguaje obsceno o que prefieren el lenguaje más culto.

De todos modos también hay muchas formas de amor, pero no era momento de divagar más, tengía el miembro excitado reclamando atención. Y Rose lo estaba haciendo muy bien para mantenerme a tope.

Me moví del sitio para colocarme entre sus piernas. Pero preferia seguir provocándola, así que en vez de introducirme en ella, agarré mi miembro y comencé a profarlo contra su clítoris y contra la parte exterior de los labios de su sexo - Mmmm

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27/02/2015, 14:56
Rose Adams

Te colocas entre sus piernas y ella en la posición que estáis de lado, pasa una de las suyas por tu cintura para darte mayor accesibilidad. Sonríe impaciente y se estremece ante tu jueguecito. Sus caderas se mueven con suavidad pidiendo más y sus labios no tardan en seguir a ese ruego. -Sigue, por favor...- suplica, acariciando son suavidad tu espalda