Partida Rol por web

Niega.

-No, comí comida india pero nunca un kebab... ¿Es eso que se come con las manos relleno de carne especiada? ¿A qué sabe?- te mira con curiosidad, mientras acaba su trozo de tarta.

 Negué con la cabeza, sonriente:

 - No, es como una ensalada con carne y salsa. En los sitios que suelo comerlo puedes comerlos con cubiertos, aunque existe también la opción de comerlo dentro de pan... Y me encantan, saben a ambrosía para mi... Te llevaré a un sitio de esos un día para que lo pruebes y ya verás...

Se ríe con tu explicación.

-¿Una ensalada con carne? Creo que lo único que he comido que se pueda parecer es una ensalada césar...- te mira con cierta diversión. -Y comer con las manos me parece raro... Pero me gustará probarlo si dices que está tan bueno. ¿Hay alguna delicatessen más que no conozca del estilo?

 Sonreí con malicia antes de darle un beso en la boca con lengua, por sorpresa. Permanecemos unos segundo antes de separarnos y decirle, sonriente:

 - Por ejemplo, esto...

Acoge gustosa tu beso y ríe cuando te separas. 

-Eso creo que lo conozco...- te besa de nuevo, dejando su plato con el pastel a un lado, sobre el carrito con la comida. Luego sus manos se enlazan tras tu cuello, profundizando así el beso. Gime de impaciencia y se sienta en tu regazo. Acaricia tu nuca y tu cuello, mientras su lengua baila con la tuya.

 Sonriendo, le devolví el beso, mientras una de mis manos acariciaba uno de sus pechos:

 - Uhhh, también está esta pechuga tan esquisita...

 A continuación baje mi boca a la susodicha y la saboreé con deleite, dejando que mi amante disfrutara con sus atenciones.

Se ríe ante tu broma y ahoga un gemido, mordiendo su labio cuando fuiste a su pecho. Te abraza, estrechándote contra ella y se deja caer en la cama en la que estáis sentados de espaldas, tirando de ti para que caigas sobre ella.

-Creo que de todo lo que has nombrado solo probaría el kebab...- bromea ella, mordiéndote el labio a ti ahora.

 Riéndome de buena gana, le respondí, entre besos:

 - ¿Y mis labios?. ¿No te parecen apetitosos?.

Seguimos magreandonos, disfrutando del uno al otro, como si no hubiera un mañana, pero tampoco sin ninguna prisa, ya que teníamos el resto de nuestras vida.

Pasáis un par de horas más juntos, recorriendo y explorando la piel del otro centímetro a centímetro. El apetito que Rose tiene por ti parece no tener fin y te incita a repetir y a pasar un buen rato ambos. Ella parece encantada con el resultado de haberos conocido y no es para menos, dándole igual las diferencias sociales o de dinero. 

Finalmente caéis rendidos en la cama y tú estás abrazándola, mientras ella dormita sobre tu pecho, complacida. De repente recuerdas que tienes que ir a tu tratamiento, como si de un piloto automático se tratara y se encendiera en tu cabeza. Sabes que alguien te espera fuera para llevarte a él y de forma inmediata, no puede esperar.

 Con una sonrisa, me dispongo a levantarme para vestirme y irme:

 - Lo lamento, pero tengo que irme, tengo asuntos que atender, pero podemos vernos mañana... ¿te parece bien?.

Rose se despide, prometiéndole que podrán quedar de nuevo mañana, aunque ella bien sabe que no. John baja y en la puerta le espera Fenna, al lado de un furgón negro.

- ¿Estás listo para tu tratamiento?- le pregunta, siguiendo el protocolo.

Fenna abre la puerta corredera del lateral y deja subir primero a Walter, mirando a ambos lados antes de subir ella. El coche conduce a buena velocidad para completar el tratamiento del fotógrafo.