Partida Rol por web

_{"No hay bien ni mal, ni siquiera incorrecto y certero, solo acto y ausencia, objetivos y motivos"}

^{- Benedict Miller, Director General de Inteligencia Imperial Terrana}

Ya era hora, pero a la vez no. Un par de horas tarde de hecho y sin embargo en el contexto de un movimiento a través de cientos de miles de millones de... No, de distancias cósmicas, órbitas y unidades astronómicas lejos de aquello conocido como "Solaris", el espacio completo de vuestro, el Imperio Terran, de los humanos, contaba ciertamente. Y a medida que avanzabas hacia las oficinas principales de la I.I.A. en Terra, en este mundo que alguna vez se llamó y seguía 'apodando' comúnmente como la Tierra, es que conocías tu objetivo. Familia, no tienes, nunca tuviste que a tí respecte y el que ahora era Morgan Rosenight se hacía paso como una de las más grandes autoridades, tras casi 20 años de incontables sufrimientos e igualables logros, rostros agachan la cabeza ante tu intimidante pero noble presencia, sabiéndose de que vas por algo de importancia más que vital; cósmica de hecho.

Ahí esperaba, ya se sabía de tu llegada y no había más que pasar. Escáneres retinales, genéticos y pulsares entre otros, tomando en cuenta que los clones pasaron de existir, a hacerse saber a ser algo complicado a algo común en solo 300 años y que por lo mismo aunque nadie dudara que eras tú, resultaba mejor considerar cualquier cosa en todo momento. Una vez ahí llegaste a la oficina del viejo de mierda este. Para un nombre tan noble como ese, era un hombre adulto, de unos 40 casi 50, con algo de sobrepeso y la piel canosa pero aún así un bastardo astuto como ningún otro, alguien que si decía que pasase algo, lo hacía y que recursos y nexos no le faltaban. Fue por él que se te logró reconstruir después del fiasco que marca tu ojo derecho hasta hoy y del mismo modo el reconocimiento debido ignorando algunas de tus cagadas por impulsivo o por pasado de la raya, compartiendo veces igualmente, como el crédito por cuando finalmente abolieron el Culto de Ishtar en Venus, ese grupo de psicópatas que esclavizaban a niñas en dicho planeta y por lo que se sabe expandían su influencia a todo el Sistema, si es que no trabajaban directamente con los Externos o Exiliados.

Al verlo, el sistema cierra la puerta tras suyo y pareciera que no hay problema. Bastaría con que te apunte con un Phaser Negro, los únicos más poderosos que los Dorados porque contienen tecnología experimental y rayos de alta peligrosidad, reservados para sujetos como los protectores del Emperador, él mismo y otro puñado, pero no pasaba nada. Su voz resonó, tenía la decencia de no estar ahora, porque veías que había algunos en su basurero, fumándose un pucho inmenso en plena oficina a medida que volteaba su silla y mostraba su rostro a medida que empezaba a hablar. Algunas cosas nunca cambiaban.

Ya sabes, desde esa vez que el mundo murió hace tres siglos.

- Ah, es bueno que tengas tus implantes específicos y en particular eso, ayuda mucho, ahorra trabajo.

Ves su rostro, no te agrada pero has sabido respetarlo con el tiempo. Parece hacer el gesto de tomar un puro pero termina agitando su mano expresivamente, como diciendo algo "trivial", tanto como lo va a ser ahora.

- Ya sabes a lo que vienes, Morgan. -Enfatizó en tu nombre, tu actual nombre, hace ya 10 años lo era o poco menos, todavía no cumplías 38.- Como te dije antes. -Ofreció algunos archivos físicos como muestras, si bien todo ya estaba guardado por uno de tus Tres, en particular la menor, la adepta de la información, pero esto era un modo de mostrarlo ajeno a todo espionaje externo... E interno, por supuesto.- Mantén seguro este... Cargo. -Sí, con eso no se refería a los transportes, suministros y almacenamientos de estos, se refería a la nave y sus tripulantes, todos.- Y cuando vuelvas en 10 años o menos seguro, tendrás mi puesto, sin más. Asegúrate que este grupito no la cague y que, de no cagarla bajo tu supervisión sin ser dirección completa, ganen. As bajo la manga, o Comodín más bien.

Sonrió entonces, como si dejara claro todo con esas puras palabras y de paso como si supiera que esto era una nada para tí. Además miraba como si quisiera ver a tus dos bien parecidas acompañantes, claramente poco sutil al respecto, visiblemente decepcionado.

- Tu mano derecha parece estar ocupado con preparaciones. -Sí, te lo dijo, él y las otras dos igual, aunque sabías que llegarían, era algo absoluto, no podía ser de otro modo.- Bueno, falta mostrarte lo último que podrás llevarte antes de salir de nuestro hermoso Sistema Solar.

Con esto y ya todo dicho, podías ver en los papeles la foto de la Umbria I, el nombre formal de la nave, un coloso absurdo que ya habías visto antes en el reconocimiento cuando partió la tripulación original hace poco rato, 300 personas dentro o lo serán cuando lleguen ustedes cuatro, y por lo que sabes enviaron a unos dos o tres agentes médicos más. Parecía un edificio completo que pasaba la vista porque no se podía mirar completamente, disponiendo de toda la tecnología de los 8 planetas, desde las fuentes de energía Mercurianos hasta la tecnología aerodinámica Uraniana, pasando por los combustibles de Neptuno y Júpiter con sus productos procesados o naturales y con el apoyo tecnológico y táctico de los planetas cercanos, Venus y Marte más los procesos químicos Saturnianos, todo esto armado aquí en la Tierra para su despegue. Mostraba rostros de la Tripulación Principal. Parecían unos palurdos, los únicos respetables eran posiblemente la oficial de Artillería, la de Seguridad y el Capitán mismo, el niñato de Comunicaciones, no el otro, que parecía un idiota por sus datos generales, parecía tener posible talento a pesar de ser un infante casi, apenas con 18. Te recuerda un poco... Sí, ya sabes a quién, a "Degel".

Seguiste sin más a Benedictus o "Benny" como le decían todos. A veces salía con frases buenas, y aún en lo que hemos mostrado de él y su falta de humanidad o incluso respeto parcial, alguna vez te dijo esas palabras mucho más joven, tú y él: No hay ni mal ni bien, ni erróneo ni correcto, solo el objetivo y la misión. Y la ausencia de acción y motivos o su presencia, sin más. Quizá de haberlo escuchado no habrías terminado como estás, pero por otro lado mal no está. Tu implante te muestra lo mismo que ha mostrado siempre. "Benedict Miller, actual Director General de Inteligencia Imperial Terrana, 49 años, factores cutáneos de irradiación parciales, estables, factor de irrigación toxínica pulmonar, estable, divorciado". Un problema o daños a la piel por motivos desconocidos, como si odiase el sol mismo por el modo sarcástico en que habló de "Solaris" antes, de vuestro sistema y su consumpción de tabaco y nicotina por décadas. Avanzaron por una serie de túneles y dispositivos a un laboratorio no pequeño pero tampoco completo en donde estaban los tres aparatos o tecnologías a proferirte.

Ahí puedes verlos, cada uno en un contenedor separado pero abierto, como para alcanzarlo pero no sin tener que hacer aproximación. El primero en la izquierda es un dispositivo que parece una especie de esfera protáctil con varios puntos de conexión, como un núcleo de energía omnidireccional multiforme.

- Aquí tienes a tu izquierda y primero el Teleportador. Este amigo es una bestia, salva en ocasiones así como... Todas, sí, pero el traspaso de materia y la energía de movimiento es inmensa, desgasta tu cuerpo directamente por uso, es un arma de doble filo si sabes tomarlo bien por el lado correcto, jaja. Míralo tú mismo.

Activa un video entonces a través de una tecno/holopantalla. Una voz de IA habla entonces al mostrar la demostración.

"Dispositivo ITD-XX-IR-0015, mostrando simulación"

Se puede ver un escenario que muestra a un usuario en un campo en particular en las planicies de Marte, en particular sus dunas infinitas conocidas por servir como campo de entrenamiento para los habitantes del planeta mismo y en donde hacen su minería y actividades. Un usuario enfrenta a una bestia o creatura inmensa, la cual salta hacia dicho usuario en modo de advertencia y para sacudir no solo el polvo alrededor sino la tierra en pos de asustar o enterrar al invasor. El usuario sin embargo se concentra y un destello instantáneo ocurre en el que no solo evade ser atrapado por el lodazal debajo producto del salto de la creatura sino que además se desplaza unos 50-100 metros atrás en una fracción de tiempo en lo que el ser residente queda confundido y parece no pretender seguir atacando al entender que su enemigo (Léase, el usuario) se ha retirado.

Otro escenario muestra a un usuario intentando entrar a una cueva tapada por una roca en un sector Venusiano, en donde entonces se concentra para intentar pasar adentro cruzando. La transportación es exitosa sin embargo el usuario parece posicionarse en el espacio de la muralla, pero en vez de eso hace un salto hacia adelante gracias al mecanismo y queda justo pasando para quedar dentro, demostrando la capacidad de no reemplazar con la materia y proteger al usuario.

Muestra igualmente las capacidades y constantes generales así como condiciones en una serie de gráficos y esquemas bastante claros aunque avanzados, como todo esto.

- Siguiendo, este buen amigo... Me cuesta explicarlo. -Benedict entonces pasa al segundo dispositivo.- No hay muchos con los cojones suficientes para usar esto, pero vaya si es adaptable por decir lo menos, el bueno del Mimetizador en persona.

Aquello era una... Masa, parecía hecha de nanobots, no, más bien de quantum-bots, partículas a un nivel subatómico conectadas por enlaces que daban a formar una entidad como una gelatina supertecnológica en constante movimiento, no mucho más grande que una pelota de deportes, hasta más grande que el Transportador pero con un color simultáneamente blanco-transparente-oscuro y multicolor a la vez, prismático.

Sin decir palabra, Benny activa la máquina y esta muestra algo igual que antes.

"Dispositivo MOA-IR-0092, mostrando simulación"

Una situación dentro de los pasillos o espacios internos de alguna base o plataforma especial en sus interiores muestra a un usuario a punta de tiros y tapándose únicamente tras una pared de esquina, claramente en desventaja. En ese momento busca mediante una pantalla holográfica algunos modelos standard y encuentra el Escudo Portátil de Energía clásico el cual entonces abre rápido mientras siguen llegándole tiros de phaser de lejos, viendo el esquema y planos del mismo para entonces concentrar en su brazo los conceptos, en donde los brillos semejantes a lo que has visto hace nada en el objeto 'frente' a tí envuelven su brazo y generan un escudo semejante. Sale, deja que le disparen y el Escudo Mimetizado refleja los tiros mientras el agente saca su propia arma y recupera terreno eventualmente.

Otra escena muestra un contra-asedio de superficie planetaria en la que un grupo de terroristas o exiliados Terranos asaltan un puesto de avanzada y defensa usando el rayo tractor de la misma nave para ir jalando las torretas antiaéreas a la fuerza o moviendo rocas gigantescas y aplastando todo a su paso. Un usuario entonces, aguerrido, decide enfocarse en el rayo tractor por un rato hasta que entonces toma su propia arma, un rifle francotirador pesado y pone sus dedos en dicho, cosa de que la amalgama del Mimetizador se acopla desde el cuerpo el usuario hacia el rifle, lo carga entonces y dispara a lo lejos arrojando una "bala tractora" que termina por jalar la misma nave y darla vuelta, poniéndola vulnerable por el lado para no darle tiempo a sus operarios de que la estabilicen o activen los escudos mientras las torretas que quedan hagan fuego y la abrazan. El usuario se ve cansado pero sus agallas y mente rápida salvaron el día, su sniper requerirá algunas reparaciones también por lo que se nota.

En sus esquemas y demás muestra el gasto de energía variable (Usualmente alto, como notan las misma simulaciones que has visto, que más que simulaciones a este punto notas que son demostraciones de eventos reales pero redactados en identidad de usuarios y ubicaciones mayormente) y limitaciones a considerar.

- Y finalmente pero nada menos importante, el Bloqueador-Anulador, uno de mis preferidos. No lo tengo puesto. -Es tan casual como para decir "puesto" a un implante interno, sin más.- Pero siempre llevo como dispositivo externo un par de cargas por si las moscas. Obsérvalo, Morgan.

El dispositivo en este caso es pequeño y es el único que no es un implante directo, tratándose de un set de partes adaptables que por lo que ves o supones se pueden adaptar a modo de brazalete, anillo o incluso placas encima del cuerpo o repartirse a través de todo el cuerpo para activarse con una única parte "ejecutora" como lo sería un anillo aún más pequeño en los dedos con una serie de interconexiones magnético-electrónicas de frecuencia precisa.

Se activa entonces lo mismo que antes bajo la orden mental de Miller.

"Dispositivo FBN-IR-0107, mostrando simulación"

Un escenario en algún planeta posiblemente dentro las órbitas de los satélites Neptunianos o Jovianos (Júpiter) muestra a una creatura inmensa, un coloso multiforme con abundantes "brazos" capaz de proyectar esporas o nieblas de partículas hacia el entorno causando un desastre aún siendo una zona poco habitada pero sí industrial como suele ser el caso para algunos de esos lugares. Un usuario entonces decide ir, pero parecen indicarle que es peligroso. Carga entonces su propio Anulador-Bloqueador el cual es un guante completo en su mano derecha y pide que lo lancen directo a la cepa del monstruo. Reluctante, sus superiores y alternos aceptan pero le indican que le traerán de vuelta en algo como 10 o 15 segundos de ver peligro, o menos si lo deciden. El usuario en un intrépido acto en donde la bestia casi lo descuartiza por poco y lo llena con partículas, es atacado por los demás, dándole un momento ínfimo al usuario para tocarle y entonces activar el dispositivo. La entidad poco a poco se empieza a calmar, la niebla desciende y esto da tiempo a someter al objetivo mientras el agente es devuelto a posición.

Otro escenario más complejo muestra un escenario en contra de varios droides renegados y un grupo de agentes enviados de neutralizarlos. Los droides atacan sin duda y semejantemente sin miedo ante quienes reconocen como "enemigos" y por ende pueden atacar dentro del protocolo tecnológico. En un momento un usuario, cuyo dispositivo está repartido entre varias partes de su cuerpo, sus dos brazos, filamentos entre sus dedos como una malla y hasta otros lados decide incidir entonces. Toca a uno de los droides en un momento clave tras usar otro dispositivo de extensión y agarre, desactivándolo al instante. El droide a su lado está por dispararle pero el usuario pone al droide "inconsciente" o anulado, impidiendo que el atacante robótico pueda dañar a su amigo. En eso se arroja aguerridamente y anula a dicho, sus compañeros vienen y desbaratana los demás. Finalmente el usuario concentra mucha energía y bloquea la señal de energía del local sin apagarlo del todo para que se pueda retransmitir por los operativos de sistemas. Algunas heridas y cansancio pero un logro impecable.

Curiosamente en esta simulación no han mostrado uso "contra" sujetos humanos o siquiera en donde haya sujetos humanos como la demostración del uso de Mimetizador contra la nave de terroristas, pero es un detalle, ya que los esquemas e indicaciones muestran que sirve contra todo ser que funcione con un sistema, es decir, todo, que no esté a un nivel fundamentalmente rígido como una roca, o demasiado disperso como el clima mismo. Su gasto de energía es medio-alto y variable según el "sistema" (Objetivo) a bloquear o anular completamente.

- Vale, hijo. Ahora... -Un gesto del Director de Inteligencia pasa un escan por encima tuyo, proyectándolo entonces mostrando tu composición, un dato más que clasificado que solo él mismo, tú, tu equipo personal y un puñado más sabe directamente, mostrando tus nanobots, tu implante ocular completo y tu potenciador mejorado.- Creo que podrías elegir uno, o hasta dos de estos tres bonitos amigos aquí, más al mismo tiempo podría simplemente no funcionar o caber. De desearlo, podrías elegir dos y llevarte el otro para reinstalarlo o reemplazarlo después, pero tomará tiempo y es... Clasificado, necesitarías que tu bonita, ejem, prodigiosa operativa oficial de sistemas, la de lentecitos, lo haga en completo secreto. Tú decides.

Pausa entonces y ahora sí que se cansa y saca un pucho inmenso, lo prende y lo fuma como si le llenara el alma, para alguien que odia el sol mismo y el calor adora el fuego de sus cigarros, ciertamente. Suelta una humareda si bien a buena distancia tuya y agrega.

- Rosenight, haz un buen trabajo, sé que lo harás.

Un mensaje en tu comunicador personal. Tu mano derecha estaba trabajando en algo en una de las oficinas del I.I.T. aquí, las otras dos indicaba que estaban preparándose y ya en camino. Benedict casi parece como sabiondo aún sin mirarte ni nada. Toca elegir.

Toca decidir cómo asistir a la humanidad y guiarla por tu propia mano.

Fastidio era la palabra correcta para definir su estado de ánimo cuándo Benny le convocó, pensaba que después de mucho, podía tener un poco de descanso, pero ahora el trabajo llamaba otra vez y de hecho, estaba cansado, si no fuera una misión urgente, se abría quedado en su hogar a seguir leyendo y en paz, aún que sus dos oficiales asistentes le acompañan, seguía sin estar a gusto, el gesto de los demás al saludarle era cómo demasiado, está bien que era un oficial, pero las cosas podrían ser menos formales, más no podía poner pegas puesto que a veces sentía esa adulación insignificante por parte de sus subalternos los cuales trataba siempre de darles un buen trato, pero la única o únicas que gozaban de su confianza eran las mujeres que a sus espaldas le acompañaban.

Las armas no hacen al soldado cómolos  la pala no hace al excavador, solo son erramientas para un beneficio mayor y creo que lo sabe.

Dijo en tono respetuoso y a la vez irreverente, estaba cómo es sus pensamientos hasta que fue interrumpido y le entregaron los archivos en físico, no era al que disponía de la intención de quedarse en una oficina apestosa incluso siendo el director general, lo que quería era seguir en el campo y no quedarse cómo el jefe supremo, por ende ignoró sus palabras un poco mientras levantaba el parche y su ojo robótico se ponía manos a la obra.

La nave es una belleza, pero la tripulación está compuesta por un manojo de idiotas...

No se gastó en ser directo con ellos, ni mucho menos con el crío que se veía cómo... ¿Un inútil? Eso parecía.

Los tres aparatos le fueron mostrados, no eran más que Busters para su cuerpo, pero estaba bién, escuchaba lo que el director decía después de la aparición de los ologramas.

Me llevaré los 3 dispositivos, señor, en cuanto a la Teniente Lancaster, ella se ocupará de implantar los en mí ya cuándo estemos en la nave, el tiempo es crucial.

Estaba algo apurado ahora, luego pediría un resumen a la pequeña Ava Lancastert para almacenar en la base de datos.

Con su permiso señor, procedo a retirarme.

Benedict asintió ante tus palabras, sabiduría pura que él entendía, que entendía que tú mismo entendías en la carne y la sangre derramada, ajena y propia sobretodo. Vuestra presencia en aquella habitación semi-secreta con los dispositivos de alta complejidad era únicamente adornada por el ligerísimo sonido tecnológico de los elementos circundantes, incluyendo un dispositivo complejo pero generalizado de purificación el cual tomaba las partículas del humo del cigarro que fumaba el Director de la I.I.A. y lo filtraba hacia afuera, cosa que era mucho menos molesto ciertamente.

- Ciertamente son... Son sujetos peculiares, uno tras otro, uno de ellos es impecable pero quiere otras cosas, el otro es un inepto con negativa virtud y dudable eficiencia pero cree ser el mejor, otra parece ensimismada en sus propios métodos y al menos dos de ellos parecen no entender que lo que hacen es de vital importancia, la otra parece cansada del asunto de antemano y el que falta, pues claro, carece de toda experiencia y parece pensar que es un juego. -No te costaba imaginar de cual hablaba en cada instancia. Y con eso, Miller demostraba una de sus virtudes, la completa falta de escrúpulos al decir las cosas como eran, porque agregó esto en una calada de puro.- Solo no seas como ellos, Morgan, o de verdad será un problema, digo yo.

Se encogió de hombros al decir eso y cuando diste tu respuesta hizo un gesto que no pudiste ver quizá porque estabas ajustando tu parche, en una disposición desenfocada o simplemente la postura de tu superior directo. Pareció leerte la mente entonces y habló de la nada mientras te disponías.

- Si no quieres sucederme, podrás poner a alguien a cargo cuando vuelvas, Morgan. Mereces el descanso, creo yo. -Y entonces agregó.- Muy bien, pero antes de irte debo entregártelos empaquetados, cosa de que le cueste menos a la jovencita hacer su trabajo cuando eligas cual o cuales ponerte. -En un momento sonrió pero no sabías por qué... O quizá sí, por lo que diría ahora.- Ah, y mándale saludos a la pequeña Avaline, ¿sí? Qué adorable que es.

Dijo entonces chasqueando sus dedos. Desde lo que parecía una proyección distante uno de los ingenieros tecnológicos de la I.I.A. desplazó los dispositivos y los envolvió en cubos parecidos al stasis que se usaba para capturar sujetos, encarcelarlos o suspenderlos indefinidamente u otras funciones pero distinto. Esto los envolvía en esta energía y pasaban a ser portables por tu persona en un contenedor general como una bolsa oscura y cubierta que llevarías contigo. Más molestias encima, genial.

- Nos vemos, Rosenight. -Por segundos pensaste que te diría Von Carsten, pero parece que lo contuvo.- Espero que así sea. Por Terra, por nuestro Imperio...

Por segundos al verle casi lo que parecía melancólico tu ojo permitió mirar. El Chequéo de Trasfondo pareció desvelar algo del viejo Benny, era extraño, decía algo como: "Retirada pront..." pero luego se corregía: "Retir... Reces... [][][]...", algo había ahí que parecía causar sospechas, pero últimamente no se veía relacionado con la misión. Habían otros elementos más pero sin la habilidad de Ava/Avaline/Avy poco podías hacer realmente.

Ya con esto, te fuiste. Recibiste más saludos pero tu previa y ahora aún más pronunciada cara de poca amistad dejó claro que no querías ser molestado. Puedes admitir que por dentro esa mierda que dijo Benedict de que "No seas como ellos aún así" te ha picado un poco. Viejo de mierda, como si tuviese derecho a decir que tienes mala personalidad él de todos, sobretodo con ese comentario que hizo sobre Lancaster, pero en fin.

Y hablando de la princesa de Roma, o algo así.

- ¡Señor! ¡Lancaster! Ah... ¡Lancaster reportándose!

Maldito viejo de mierda. Sí que era adorable, la más, infinitamente. Nadie podría mirarla de lejos sin saber al menos que era una operativo capaz de bajarse una plataforma entera en cosa de minutos con el equipamiento adecuado... O a veces el mínimo.

- Señor Rosenight, reportándome. La Oficial Thompson pronto estará lista y yo igual, nos encontramos en camino a la nave. ¿Alguna indicación, s-señor?

Je, ya se te ocurría que. Era casi predecible y podías percibir, aún ya estando a decenas de metros al viejo reírse a pesar de que se despidió de tí indefinidamente, de que eras un hipócrita y que hablabas de tiempo pero le pedirías a tu adorable subalterna una buena "tunda" antes de saltar por el hiperespacio hacia la Umbría I. Qué molesto, aún no presente, y hablando de molesto...

Él, pero ese cabrón hacía lo que le daba la gana, mayormente. Si bien sabía contrastar tu propio ánimo preferías no encontrártelo, o ya que estamos, quizá sí, pero suponías que si no quería hacerse hallar no lo haría, o lo haría en el peor modo, por supuesto. Como sea, ibas en camino, y entonces claro, hablando de la mujer implacable que no le teme al Diablo...

- Señor, reportándose Thomson. ¿Todo en orden? ¿Ha superado la charla con el Director Benedict?

Lina parecía saber casi enteramente cómo habría sido la cosa, ella era una mujer seria y capaz, ciertamente. Parecía haber suspirado brevemente como si compartiera tu sufrimiento o molestia.

- Asumiré que Ava ya se le ha comunicado como me indicó. Sobre ya-sabe, él aparecerá en el momento, sin más, confíe en mí. Procedo a buscarle con un transporte para retirarnos a la nave. Lancaster mencionó estar haciendo "un proyecto", pero llegará, doy mi palabra.

Si Lina Thompson decía tal, era tal. No hay más. Suponías que podías largarte de esta gran oficina que por mucho tiempo fue tu "hogar" nuevo por decirle de alguna forma para esperar a que tu subalterna más madura pasase a buscarte. Pensarías que ella sería la que se demoraría con sus circunstancias, pero sabes que es una mujer... Pues como ya dije, implacable.

Un último adiós a Terra, y a Solaris. Un mundo...

Uno que murió y volvió a renacer. ¿Pero podrá seguir y crecer? He ahí la pregunta.

Era admirable que ambos se entendieran, que el entendido se entendiera con el entendiente, bueno, eso no tenía mucho sentido, pero era un bonito juego de palabras que hizo sonreír a Morgan, más sabía sabía bien que la palabra peculiaridad no era correcta para describirles.

Puede llamarles cómo usted desee señor director, pero son una bola de idiotas, espero no arruinen la misión o me vería obligado a hacer cómo ese antiguo juego de rol de estilo Battle Royal... Mmm creo que era Hombre lobo de Castro Negro, si, pero no tengo intención de de matarlos a todos, solo entregárselos en bandeja de plata para que designe un castigo para los incompetentes.

Su afirmación había sido correcta, el no era uno de ellos, no era un incompetentes.

Nunca te he fallado, solo fui imprudente en varias oportunidades, ahora soy un veterano, eso es bueno ¿No?

Un hombre que siempre estaba un par de pasos adelante, si, un genio, ojalá hubiera aprendido de él con más entusiasmo, le daba algo de pena.

Mire, tomaré su lugar, pero por qué a sido un padre y un mentor para mí, más espero poner en práctica lo aprendido por usted y... No cagarla como dice.

Sabía lo pervertido que era, y el viejo no se contenía de decirle las cosas, después de empaquetar las herramientas, el dijo aquello sobre Avy, joven y sexy, y una genio entre miles de millones.

Así lo haré...

El también sonrió, sabiendo lo que significaba, pero por un segundo, casi le dice por su apellido real, uno al que habiat renunciando hace mucho tiempo.

Por el emperador (Y por usted)

Más el viejo zorro sabía más de lo que aparentaba, es normal, el diablo reina en el infierno, más una voz agradable sonó en su comunicador, algo que le puso muy a gusto.

Avy, suficiente, ya se que eres tú, tranquila, solo llega a tiempo y... Vístete apropiadamente, sobretodo si es algo que me pueda gustar y mucho

Estaba tranquilo, y pensaba en alguna ropa interior de encaje que le quede muy sexy a la subalterna, su naturaleza pervertida no es algo que desaparecería así de la nada, y ella parecía poca cosa, pero en absoluto lo era.

Luego fue el turno de Lina, ella si que no tenía al demonio, no, ni mucho menos, y mientras se iba alejando, a tomar el ascensor.

Recibido Lina, tranquila, a ido bien, pero es un bastardo astuto, algo que aprendí de él, 

Luego se le vino a la cabeza, él cabrón ese de Russell, un bastardo afortunado que siempre sabía que hacer, una sombra entre luz y amigo y aliado entre tantos enemigos, a excepción de sus subalternas, era su agente de más confianza.

No te preocupes, en cuánto esté listo, aparecerá, en cuánto a tí... Espero te pusieras algo elegante y hermoso

Así de implacable era, cómo de insaciables, parecía dura, y lo es realmente, solo que sabía cómo someter a la bestia, no era alguien que aguantará mucho la tentación.

Te veré en un momento, no te preocupes por la teniente, ella ya se reportó, no tardes

Dijo de forma tajante, pues tenía ganas de verla, a ella y a ese cuerpo que de alguna forma lo volvía loco.

Y así, comenzaría por fin la aventura, el final del prólogo, corto como fuese, una introducción al núcleo.

Tus respuestas son emitidas y respondidas.

- ¡S-sí señor! De hecho tengo algo~ Puede que le guste. Ya lo verá cuando estemos en la nave. ¡Cambio y fuera!

Tomaba confianza después de un rato, siempre era así, ciertamente el viejo verde de tu mentor tenía razón, era una cosa adorable. Tu despedida con Miller por lo demás ha dejado claro que últimamente, este es el paso de batón hacia un nuevo futuro, por la Tierra, por la I.I.R. de la cual eras ya prácticamente un estandarte y estarías por serlo.

- Comprendido, no se preocupe por eso. Por otra parte recibí transmisión de F., así que nuestra reunión será pronto. Me emociona saber que estaremos en campo de tal forma. Cambio y fuera, señor.

Entonces es que se hace manifiesto, claro, después de un rato. Su voz especialmente fluída, como la de un hombre que sabía manejar las luces y sombras, el caos en el orden, muy como ya dijiste. Casi podías ver su careto y su pelo de lamido de vaca nada más escucharle.

- Señor Rosenight, Russel reportando. Estaba revisando y procesando algunos archivos, mis mayores disculpas. Pronto entraré en contacto. Vamos a hacer historia, ciertamente. Cambio y fuera.

Ah, joder. ¿Qué estaba haciendo ahora este cabrón? Nada bueno, pero desde que lo tomaste bajo tu ala ciertamente ha servido tanto como un impulsor del caos como un eje para contenerte a tí mismo de tus... Previas tendencias, muy como le dijiste al Director. Con eso, podías ver a lo lejos y en la salida un automóvil, muy como los de las Eras Antiguas. Todavía no te cabe esa historia en la cabeza. ¿Cómo revivió la humanidad o sobrevivió? Es sospechoso, casi, pero al verla acercándose manejando con enfoque para luego manifestarse en frente tuyo. Ahí, con todas sus curvas de madre y mujer casada, con una misión superior, una por la Tierra misma. Y bajo tu mando, claro.

Salió del auto e hizo pose militar. Ya estabas saliendo de la institución y abundantes o al menos visiblemente varios subordinados te despedían. Linara por su parte sonreía, procediendo a guiarte para que te subieras en el asiento del acompañante. Al hacerlo viste a alguien atrás, con sus lentes, su pelo corto y su buen par de... Sí, definitivamente para una joven de 20 años eran grandes, cielos. Intentó salir de la puerta para hacer lo que hizo Lina pero entonces no se le abrió, se puso nerviosa y luego alzó el brazo dentro del auto pero no había mucho espacio y cerró los ojos. Cielos...

- ¡Au! S-señor... P-perdón.

Lina suspiró.

- Avy... Bastaba conmigo, él ya lo entiendes. ¿Y Russ?

- ¡Ya viene! De hecho, creo que...

Avaline tenía en su muñeca un dispositivo holográfico-funcional de computación constante el cual parecía estar siendo usado como radar general.

- ...Ya está allá.

Lina suspiró entonces y se frotó la cara.

- Andando.

- ¡Sí!

Partieron, en lo que sería el último vieja terrestre por el viejo nuevo mundo.

Y hacia lo desconocido.

_{"No es la fe que se tenga en una causa, sino lo que se pone en pro de dicha fe y de dicha causa"}

^{- Siegfried "Albor" Júpiter XI, Emperador Joviano}

Ya era hora de partir. Aquella pequeña nave, la Delta XYZ con su forma casi graciosa semi-triangular con bordes circulares que servía más como un puesto de observación y stand-by para las actividades por fuera del Cinturón de Kuiper y todo el espectro post-Plutoniano, el planeta que al final dejó de ser considerado como parte de los que formaban parte legítima del Sistema Solar por su tamaño y por ser parte de dicho grupo de cuerpos celestes, ahora vería tu despedida tras haber sido llamada por el Centro de Seguridad Nacional Joviana, ante la cual últimamente rendías cuentas por encima de todo.

Probablemente el mismísimo "Albor", Emperador de tu planeta cuyas palabras vinieron a tu mente en esta despedida, palabras sobre la fe y sobre la aplicación práctica de la misma ante la dificultad del futuro y la protección de lo que ya existe en el presente y pasado, haya sido el que inquirió tu presencia, no lo dudas, y si bien es un honor, también es de perogrullo. Los 20 y tantos con suerte habitantes de esta nave de, si bien alta tecnología e importancia, pero últimamente ínfima en comparación con aquella que ya literalmente todo el mundo sabía desde hace varios meses por su importancia y como sería el próximo paso a la Gran Expansión Terrana-Solariana, la Umbría I, te miraban con agrado, varios señores, todos expertos en sus áreas, desde aplicación tecnológica, navegación, vigía y más.

Se veían sus sonrisas en sus caras pero su pena por perder a la Consejera y Terapeuta que los mantuvo sanos y salvos en el punto que más importa, en sus mentes, no, en sus corazones probablemente. Semejantes cursilerías eran las que la filosofía Joviana promulgaba, y si bien muchos lo hacían de boca para afuera, algunos creían en ello legítimaente. Quizá eras una de esos.

- La echaremos de menos, señorita Bennet. Snnnfff... -Dijo uno de los señores, algo macizo pero amable, quién era el que se podría decir Capitán y encargado de esta nave aunque nunca actuase con semejantes pretensiones más allá de la necesidad.- Lo siento.

Sus compañeros y los que fueron tuyos hasta ahora se rieron un poco, varios de ellos y también las mujeres aparte de tí misma. Una de ellas, una adorable chica experta en mecánica e ingeniería agregó igual.

- ¡Esperamos verla en algún momento, doctora! Por favor tenga cuidado, ¿sí?

Y así, recibiste alegorías varias y felicidad en general, un buen panorama, el cual solo reforzaba tu fe y tu determinación. Últimamente, fuiste guiada hacia el sector del Hangar y Transporte en donde serías llevada hacia Terra para que ahí se te colocara dentro de la nave Umbría anticipadamente en uno de los contenedores de stasis y suspensión animada en pos de poder estar literalmente como agente durmiente hasta que la nave saliera enteramente de "Solaris", el que ahora era vuestro mundo.

Un último vistazo al espacio en aquella área dejó ver el ambiente al que te habías acostumbrado en estos últimos cuatro meses y tanto, una misión corta pero que alivió los estados mentales y personales de todos los presentes. Sientes que hiciste un buen trabajo y que esto marcará un punto para hacerlo aún mejor en la misión de la Umbría. Logras ver los variados cuerpos del cinturón de asteroides y entre ellos, claro, a Plutón. Su presencia misteriosa acompañada de Caronte, su propia "Luna" muy como lo es tu Europa a Júpiter, da la idea como si... Hubiese algo más, pero no tienes forma de saberlo, los protocolos prohíben estrictamente entrar en órbita del planeta e incluso los exploradores y contingentes vigías han debido ir con cuidado. El oficial de Cargo y Transporte entonces te da unas palabras.

- No diría nada que no se haya dicho. Se le echará de menos. Nos ha hecho vivir en paz aquí, aún si es tranquilo. No piense que la olvidaremos, pero le deseo lo mejor en la misión de misiones. Por Terra, por Solaris.

Con esto, tu transporte estaba listo, tomaría unas cuantas horas pero podrías perfectamente dormirlas.

Ya con esto, una despedida más precedería a una nueva llegada.

Terra, 1 de Septiembre, año 23XX.

Una vez más en el "planeta azul" como se le ha dicho desde las Eras Antiguas y hasta ahora, una costumbre eterna. Un mundo en el que ya los países y culturas son solo eso último y todos sus habitantes existen bajo un único estandarte, el del Imperio Terrano dentro del Imperio Solariano-Terrano. Es confuso pero te has acostumbrado, de cierta forma, como Joviana, como terapeuta y como alguien asociada con las organizaciones locales, como la Inteligencia Terrana y el Imperio mismo.

Algo de tiempo tienes para estar por aquí y hacer tus cosas, sean profesionales o personales, quizá un poco de ambas. Antes del día 3 debes estar lista para ser posicionada en las cápsulas de stasis. Quizá investigar sobre los pasajeros a los que tratarás durante una misión que por lo que se sabe durará unos sólidos 10 años si es que no menos (O más), contactar con el Imperio Joviano y el CNSJ o esperar que te contacten, y así.

Así es como comienza.

Delta XYZ

Kira no era alguien de despedidas, en su filosofía o forma de ver la vida misma, creía que todos y todas estaban conectadas y que el tiempo o la distancia tan solo eran una excusa para almacenar los recuerdos. Porque al fin y al cabo, las vivencias, la huella dejada en otras personas y en una misma eran el legado antes de terminar una vida y cambiar hacia el estado de ánima/energía y ser una con el cosmos.

- Me llevo un pedacito de cada uno de vosotros en mi corazón. Volveremos a encontrarnos- Anunció emocionada ya que no eran tan solo los bonitos mensajes de despedida y apoyo, como Empática percibía en el ambiente esa marea de sensaciones que le ponían el alma a flor de piel.

Aquellas veinte personas habían sido amigos, compañeros, pacientes y en algunos casos concretos, amantes ocasionales. Tantos momentos compartidos en su consulta, en el puente, los espacios comunes, o privados como lo era su dormitorio.

No miró atrás, consciente de su presente, tenía su atención puesta en el futuro cuando se subió a aquel transporte.

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Terra, 1 de Septiembre, año 23XX.

Le maravillaban las vistas, mirar a su llegada el azul de la tierra desde el espacio y ya con la cercanía, la cantidad de agua que poblaban sus mares.

No iba a estar muchos días, así que se alojaría en un hotel y apenas deshacería su equipaje. En su agenda del primer día había cuestiones que no pensaba pasar por alto. Iba a aprovechar para darse un espumoso baño en el jacuzzi de su cuarto, un lujo que en el espacio por meses no había tenido.

Aseada y radiante, acudiría a la academia de las ciencias psicológicas a presentar su llegada e informe. Iba a conocer a los mandamases que movían las fichas para que ella tuviera lugar en aquella misión.

Las visitas sociales irían para el segundo día, había una compañera de estudios que solía contactar cuando pasaba por Terra. También un antiguo amor de juventud con el que mantenía buena amistad, con el y su familia pues estaba casado y tenía una niña preciosa.

Marian Kepler era mitad terrana y mitad Joviana, la conoció en el instituto y se hicieron mas que amigas, compartiendo mucho juntas.

- ¿Qué estas en un hotelucho?. De eso ni hablar, estas invitada. Te quedas en mi apartamento.-

Un encuentro en el parque tomando un helado en una cafetería era perfecta ocasión para reencontrarse con Adam y su familia, su antiguo amor, su gran amigo de adolescencia.

Todo estaba bien, realmente. Este era el planeta original, como todos sabían, que hasta hace 300 y tantos años era el único habitado al menos para cuando la singularidad ocurrió de un punto a otro, en un parpadéo, muy como para ellos en esa época hace 200 o 300 años no tenían todo lo que tenían, que para los humanos de hoy, no, los Terranos, fuesen de Júpiter, de Terra o de cualquier otro punto, era primitivo como mínimo, dichos humanos del siglo XXI no habrían imaginado fuera de sus obras ficticias la transportación instantánea ni la tecnología de viaje espacial propicia. Muchos de los motivos de discusión eran por eso, porque si bien muchas lunas lograron ser adaptadas a tener un ambiente parecido o semejante al de la tierra, varios otros no, era imposible, como Júpiter central o algunos satélites demasiado rígidos en composición o con elementos puntuales, siendo adaptados en sus atmósferas para albergar la vida, de no ser directamente unas placas envueltas de estaciones espaciales poco menos.

Tu amiga de interesante apellido te dejó claro el asunto.

- ¡Espero verte mañana, eh, será un día, pero uno inolvidable antes de tu retirada de una década!

Ella disponía de una potente impulsividad y espíritu, algo respetable. Su excesiva energía y caos era quizá poco común en Júpiter y sus pobladoes pero su herencia mestiza Terrana la hacía... Única, como todos, en el fondo. Suponías, predecibemente que mañana iríais de fiesta bien loca, seguramente alguna orgía o al menos algo como un gangbang o bacanal semejante digno de las legendarias fiestas Saturnianas, sí, suponías que sí y ella no esperaría menos que su colega por fin venía, aún si de paso.

Pero pensando en el hoy, día T-2 y no en el T-1, si consideramos el T como el 3, en donde te pondrán "en hielo" dentro de la Umbría como apoyo en espera, terminas por encontrarle a él, y es por supuesto tal como esperarías. ¿Tus poderes funcionan en tí misma? Normalmente no, muy como los ojos no pueden mirarse a sí mismos, pero vaya que no te costaría deducir tus propios datos básicos.

Ahí está. O mejor dicho... Aquí.

Ah, sí, definiivamente el mismo jovencito que conociste antes, flacucho, esforzado y con el pelo desordenado, optimista y lleno de energía si bien eventualmente enfocado y prodigioso, aparte de apuesto en donde antes era adorable, no, seguramente era el caso dualmente. Sus emociones a medida que lo veías eran las de calma constante, vigilancia, y un agregado de sorpresa y alegría aunque consideración, mesura. Sonrió entonces aunque de modo medido y mantuvo una sonrisa más mantenida, boca cerrada pero con un buen gesto.

- Kira, es un gusto verte. No había sabido de tí hace bastante. ¿Qué tal estás?

Si bien él mismo trabaja en una división lateral de la Inteligencia Imperial Terrana, que era una asociada de vuestro Cuerpo de Seguridad Nacional Joviano, estaba de externo, no retirado ni nada, pero sino como un reconocedor de área, esencialmente para identificar terroristas y Terranos Exiliados u otras amenazas en el mundo pacífico de la Tierra. He ahí que se mantuviese lo clasificado de vuestras misiones y que no supiese de la tuya semejantemente.

Por otro lado, su esposa... ¿Tenía rasgos quizá de...? No, no eres de esas que anda mirando pero es... No, vaya, lo que sea. El punto es que bueno, es muy obvio, es una mujer inmensamente sexy, si bien no tienes nada que envidiarla, ni arriba, abajo o en cualquier lado, pero claramente parece sacada de quién sabe donde, alguna serie de esas ficticias tan alabadas que hacían los nipones (Y hacen, si bien antes era loco, como mínimo). Se notaba seria y si bien sonreía ligeramente sus emociones proyectaban alerta, cierta tensión y enfoque, el estado de "un paso adelante" o quizá se podría leer como "un paso atrás" para ir adelante, pero sin hacer nada, realmente era dura aunque se viera suave, en más de un modo.

La niña no daba ninguna señal obvia, normalmente era el caso con creaturas y con niños, o seres fundamentalmente neuroatípicos, ya sea por edad, paradigmas o condiciones. A lo mucho esta creatura mostraba duda y curiosidad simultáneas, interés y muchas otras cosas, como hambre, como lata, como "espero que esta señora no nos quite mucho tiempo, pero papá parece conocerla" y demás. Sabía cómo actuar por lo que notabas. A veces creías realmente leer la mente de los niños o de dichos seres atípicos pero solía ser tu imaginación y los científicos que manejaban tus dotes solían decirte que te relajaras cuando pasara eso, tal y cual.

- Ahora mismo íbamos a ver una película. -En un lapso de tiempo casi detenido sabías que él tenía los reflejos mentales para pensar en cómo proponerlo. No sabías si eras tú pasándote ideas o si realmente te veía y sentía como una mujer. Y ante ello su esposa contemplaba con una tranquilidad tensa, como un hilo tirante casi sin gesto, sujetando la mano de su esposo, de Adam, de tu Adam.- Pero hay tiempo aún, podríamos charlar, no hay apuro. ¿No es problema?

Preguntó de modo sincero entonces. Un diplomático sabía qué decir, y su esposa manifestó las emociones de parcial alivio y derrota, además de... Algo distinto, pero para verlo necesitabas usar la otra habiliad, y no habías entrado en charla directa con ella, era algo difícil, como sabías, "Mirar al abismo y que te mire de vuelta".

- No, no lo es. De hecho... -Tomó a su bebé en brazos.- ¡Mami! -La joven esposa sonrió a su hija y luego a tí y a Adam.- Jugaré un rato con ella. Permiso.

Adam intentó detenerla pero ya era tarde y la cría pasó a emociones positivas de "¡Bien, no me estoy aburriendo ahora!", dejándote charlar con su esposo. ¿Era la movida astuta de una mujer no-celosa, o mala perdedora? ¿Estabas proyectando y no exactamente como el nombre científico de tu habilidad proto-psíquica? No, no eras así. Adam sonrió y suspiró.

- Ah, siempre son así... -Te miró.- Kira, te ves excelente, completamente. ¿Estás bien? Yo no he ido al espacio hace mucho, solo misiones en puestos de avanzada locales... -Con "locales" habla de toda la Tierra, así es como el mundo se ha vuelto.- O temas internos. Hace poco supe que había asuntos con la famosa Umbría, si bien el resto es... Clasificado.

Se rió levemente al decir ese clichado pero legítimo término. El día estaba bonito y la verdad es que la Tierra, Terra estaba pacífica, la humanidad aún con sus problemas, lo estaba, y la Umbría era y sería seguramente la baza y el faro de una nueva era, aún más, del progreso de dicha humanidad hacia algo más allá de la paz, por lo que Adam decidió luchar desde joven... Y tú también.

Su mano derecha siempre cubierta, tapando la conocida marca de los Mercurianos, una condición que partió como tal y se volvió un rasgo casi definitorio. Por vivir tan cerca del Sol sus pieles manifiestan partes capaces de asimilar y propagar la energía, un rasgo adaptativo, siendo ellos un y el planeta enfocado en las comunicaciones y las señales asi como el manejo de energía en sistemas. Si bien Zell viajó mucho, os conocísteis en Europa, estudiando, y en Io también en vuestros estudios posteriores como oficiales y en campo. Sus emociones ahora contigo, a solas, denotaban ansias, interés. ¿Interés en tí de algún modo u otro? No podías saberlo directamente pero ciertamente podrías intentarlo.

Le reconfortó la conversación con su querida amiga, escuchar la voz al otro lado y esta vez sentir que estaba mas cercay no a millones de kilómetros, en otro planeta.

Hubiera protestado alegando que prefería un día tranquilo, sin tanta fiesta y desenfreno, pero el entusiasmo de Marian bien se merecía que no le estropeara los planes que tuviera para ella.

- No es necesario en serio, me basta con que nos veamos y luego, lo que surja en el momento. Ya suficiente tendrás con tus cosas y el día a día. Esta bien... hasta mañana- Alegre colgó y anotó mentalmente la dirección, así como la hora.

Tiempo mas tarde aquel mismo días llegó un nuevo encuentro que siempre despertaba bonitos sentimientos.

- Lo mismo digo Adam, se os ve muy bien, sois una bella familia- Se corrigió y plurarizó al llegar el chico acompañado de su pequeña y su esposa. A esta última observó, percibiendo que su presencia creaba ansiedad y otros sentimientos muy comunes. No la culpaba, era una reacción muy común dada las circunstancias, teniendo en cuenta que su marido y ella habían sido pareja en el pasado.

- Oh.. no quisiera interrumpir nada- Dijo con sinceridad, buscando aprobación en ambos adultos como unidad y pareja. 

Vio alejarse a la madre y la pequeña, le hubiera gustado hablar mas con ella, conectar y explicarse. Con tiempo, la mujer de Adam entendería que ella no era un peligro ni una rival, pues Kira había pasado página hacía mucho y nunca podría ofrecer al hombre lo que ella le había brindado, una familia, una estabilidad en alguien que le sirviera de pilar.

- Gracias, tu también te ves como recordaba, algo mas maduro por eso- Escuchó las excusas del chico.- Es normal que no viajaras, has estado ocupado por lo que veo- Dijo en alusión a su familia, pero sin que pareciera que lo juzgara por ello.

- ¿Todo bien en casa y en el matrimonio?. Tu mujer parecía algo tensa- Kira no podía evitar psicoanalizar y hablar sin pelos en la lengua, contando que además tenía confianza con Adam. Además la doctora Bennet le pareció que era de manual, al ponerse al día después de tanto, Adam había preferido sacar un tema profesional, obviando y dejando a un lado el personal y familiar.

Tus palabras claramente llegaban bien a él. Era un don lo tuyo el producir buena fe en otros. Imagina nada más si fueras de los malos. Adam sonreía, el joven Zell mostraba un gesto amable y esto sería un bonito recuerdo antes de embarcar a la Umbría en otro vacío mucho más lejano en el espacio que lo era la Delta XYZ (Pronunciado "Exis"), algo que dejaría una buena marca, muy como decía tu filosofía de preservar el bien a pesar de todo y ante todo. Todo este ambiente daba buena virtud, sin duda.

- Oh vamos, haces que por segundos sonase como el niñato impertinente que era entonces. -Frotó su nuca entonces. Te acuerdas, sí, del niño aquel que buscaba justicia y peleaba con los malos a punta de impulsividad, sí. Ese que cuando intentaban burlarse de tu condición de nacimiento no dudaba en reventarle la cara a algún idiota que lo hiciese sin demorar.- No te preocupes, ella es una mujer tímida e introvertida, prefiere mantener distancias.

Suspiró entonces. En un momento la mujer de Adam le hizo un gesto a distancia y sonrió. Él de vuelta la saludó, parecía que iba a llevar a su niña al cine y le esperarían allá mismo. La pequeña adorable hizo un gesto con sus dos bracitos despidiéndose de papá temporalmente. De nuevo notaste esta vez no tensión pero sí cierta... Alerta ante tí, otra vez tenías ese no se qué, y si bien no podías usar tu otro poder al menos directamente sabías que no iba a atacarte, obviamente, suponías que podrían ser celos comunes y ya o algo parecido, o quizá era tu propia mente rebuscando en algo que sabías pero pasabas por alto.

- Todo ha estado muy tranquilo aquí, mayormente, es casi agotador a su modo.

Casi irónicamente cuando él dice eso y ya la mujer de Adam se retira por las calles es que notas en su antebrazo, en su muñeca una transmisión, es un holoproyector privado que solo él puede ver directamente. Sus emociones cambian rápido, si bien este tipo es un prodigio manteniendo la compostura, al conocerle tanto sí que puedes percibir atisbos de su otro lado, con él sí. Y aún así es casi nulo, pero hay algo... Duda. En él eso es, precisamente, dudoso, redunancia aparte. Muestra una sonrisa pero entonces decide comentarte.

- Ten cuidado, por favor, Kira... Reunámosnos si gustas más tarde.

Alcanzó tu mano y te miró a los ojos. Era como si fuéseis dos adolescentes otra vez allá en los satélites de Júpiter. Tomó dicha mano y la besó suavemente. ¿Anhelo? ¿Ansiedad? A veces eran lo mismo. Sabías que si ese mero contacto se prolongaba por apenas unos segundos más de lo debido la siguiente escena sería una en el baño más cercano con los dos, de esas que hacen ruido, mucho. Pero no debes, eso iría contra el profesionalismo, contra el bienestar. Él suelta tu mano y hace un gesto, si bien ha dejado la promesa de, si quieres, reunirse esta noche.

¿Qué sucedía? Suponías que podrías averiguarlo, o tranquilizarte y seguir en tu paseo por la Tierra.

Kira supo que por mucho que el lo negase, Adam seguía teniendo mucho de aquel chico que recordara y del que el ahora discrepaba. Era como un príncipe o héroe de cuento que se encaraba a las dificultades sacando pecho, a las causas perdidas sin temer ni meditar consecuencias.

- No te castigues, no recuerdo que fueras tan mal chico.- Bromeó con ello, extendiendo su buen humor y su sonrisa para hacer participe de ella a Adam.

A pesar de que su amigo buscara excusas que justificaran ese muro que creara su esposa, Kira sin llegar a insistir por no desgastar el tema fue sincera y le tendió un capote a modo de salvavidas, por si su presencia hubiera creado un problema.

-No quiero causaros problemas Adam, ni que te pierdas esa película si no estoy segura que tu pequeña no te lo perdonará.- 

La llamada por comunicador holográfico que recibió Adam desvió el rumbo de las alertas de Kira y su olfato de deducción, a pesar de no querer hacerlo, temió por que Zell estuviera metido en problemas.

- ¿Problemas en el trabajo?- Arrancó a decir justo antes de que el la dejara con la intriga, tras su críptica frase.

El contacto alejó la sonrisa del rostro de Kira quien miró al hombre directamente, embargada por su proximidad y lo que arrastraban en su pasado.

- Solo si te es posible y no te pongo en apuros. Este es mi número, me hospedo en el XXxXxxXX Hotel.-

No sabía si el la llamaría para reunirse aquella noche, y de hacerlo dudaba si el motivo era ella misma o algún  problema que Adam arrastraba y que tuviera que ver con aquella llamada.

Se despidió dejando así que entrara en hora para no perderse el filme. Entonces calló en la cuenta del tiempo sobrante y dudó en como llenar aquel espacio.

Mediante mensajes, supo donde trabajaba Marian. Se acercaría a su oficina para darle una sorpresa, se de seguro podía comer con ella.

Adam soltó un ligero suspiro. Esas emociones eran de tensión mayor y hasta lo que llamarías stress, preocupación capaz de ser rápidamente manejada en sus sistemas, era impresionante y solo te recuerda en mayor medida al jovencito impulsivo y lleno de fuego que existió hace una década y poco casi otra más. Sin embargo, tu broma le hizo ciertamente despertar y declarar:

- No la tendrá, no la tiene. Nada de "contar cuentos", con ella debo encarnar obras de teatro completas y shows de los que le gustan, como mínimo. -Asintió, sonaba orgulloso de la creaturilla ciertamente.- Y sí, es...

No podía soltar datos clasificados como si nada. En tu caso la mayoría de lo clasificado siempre quedaba en responsabilidad final del CSNJ y pertenecía además al acuerdo de confidencialidad paciente-consejera, siempre, pero en su caso eran datos que podrían derrumbar trozos del Imperio poco a poco, como desarmar un rompecabezas hasta romperlo, aunque fuera de 10.000 piezas. Pero confiaba en tí.

- Podría contártelo esta noche. Y te puedo ver, Kira. Yûhl siempre ha sido así, no debes preocuparte, ¿sí? Siempre me ha costado pronunciarlo bien, lo admito.

Miró entonces mientras la mencionada de peculiar nombre ya se iba con la niña que hacía un ruidoso pero adorable y largo saludo. Él sonrió a ambas a lo lejos y entonces lo viste. ¡Oh vaya! Era una Saturniana, tenía esos rasgos especialmente sensuales, exóticos de la gente local de aquel mundo tan peculiar. Saturno había aportado con muchas cosas, como especias únicas, componentes químicos y los avances en el famoso Replicador Alimenticio que acabó con la crisis que afectaba a los viejos siglos y eras, siendo un mundo y "nación espacial" reconocida por su jolgorio y alegría, muy ad-hoc al celestial que les (O al que) representaba. Esta mujer poseía ese vaivén extraño, como ida pero a la vez perfectamente extraña en su enfoque en el mundo en que esté.

- Gracias, Kira, ha sido un gusto.

Mantuvo tu mano tomada unos segundos y el viento sopló, recordándoles el pasado de antaño, pero el pasado era pasado. Y ahora era ahora, así era. Los Saturnianos igualmente tenían una cierta filosofía pro-temporal de la vida y filosofías peculiares al respecto, quizá eso aplicaba ahora y al antes o el después se cruzaban en puntos pero no se embargaban completamente.

Así, le ves irse, a él, a la niña y a la mujer. Con ello, piensas que no es bueno perder el tiempo, tu necesidad social te hace querer ir y dar una interesante sorpresa. ¡Y vaya que va a serlo en muchos sentidos!

Oh, un desliz temporal, ciertamente.

Aquí estabas, decidiendo ir a ver a tu colega de toda la vida, adorable a la vez que caótica, the woman of chaos.

Sygma Corp, que se volvió demasiado grande y adoptó ese nombre, antes llamada Tecnologías y Transportes Sygma. Una corporación-entidad muy parecida a tu propia unidad de dominio y superiora que partió como una entidad independiente y terminó siendo, no exactamente acoplada, sobretodo no después de que los parámetros logísticos tras el "Renacimiento Humano" en los años 2000-2100's de los Kaiser, el linaje de los emperadores datando hasta el actual Kaiser XIII, impidiera el lobbying completo y en contraste, la centralización completa en mismas partes. Sygma terminaba sirviendo de forma infalible a los movimientos, los transportadores, el desarrollo de partes para cápsulas de viaje como esa en la que te viniste hace poco aquí, entre montones de otras cosas, y Marian era una de las principales administradoras, gestoras, contables y honestamente tantos puestos tanto pasados como presentes (Y a veces recurrentes por su absurda competencia) que cuesta recordarlos, a veces os ponéis a jugar con ello cuando bebéis, es gracioso.

Pero ahora mismo estás tú por jugarle la broma. A ver qué cara pone.

O más bien... Vaya, aquí está el spoiler de antes, el pequeño desliz temporal.

Al ir acercándote y subiendo a la oficina sin ningún problema, escuchas en aquel apartado lugar mientras avanzas... Su voz.

- ¡Ah, ah! ¡Sí, maldita sea, dame más duro, más, maldito! ¡MÁS FUERTE!

- Nghr, hhrgh...

Se escuchaban potentes y excesivos, si bien naturales gemidos de alguien, oh sí, una voz que conoces porque la conoces en ese tono, el de los quejidos eróticos, ninguna otra que la de la señorita Kepler misma. Marian estaba dándole con todo con alguien, parecía estar en la fase final, casi escuchabas el rechinar del inmueble, que por mucho que pudiese estar reforzado hacía un ligero ruidillo inevitable. A esta chica le gustaba que le dieran fuerte, sin piedad. Tragaste un poco al sentirlo y claro, si bien no tenías objetivo para "observar" con tus aptitudes especiales ciertamente las pulsaciones llegaban de refilón, como estar en un campo de guerra aún sin recibir balazos.

- Maldición, senpai... ¡Exiges mucho! ¡Toma esto!

- ¡Así mismo! ¡Así mismo, niño, venga, ahhhh! ¡Aaaaaeeeughhhhhh!

Eso último sonó casi exagerado pero sí, esto no era más que la historia reiterada. A Marian le encantaba coger como si estuviese filmando una porno, siempre. Te mantuviste "a cubierto" como si fueses una oficial militar y sentiste como los "pulsos de refilón" se desvanecían. Supones que terminó con... No, que Marian terminó con él, y en menos de un par de minutos salía alguien. Un joven, adulto, pero que no podía tener vuestra edad, tal vez poquito menos. Si Marian tenía 32 ella misma aún si fuesen al mismo curso, casi 33, este jovencito tendría unos 28, quizá 29. El término "senpai" en un país de Terra se refería a un superior de posición, tiempo o año. ¿Habría sido alguien del colegio? Logras verle salir. No te ve o te ve de reojo pero no parece hacerlo.

- ...Ufff.

Un suspiro sin más mientras se ajustaba la corbata y no mucho que agregar. Alto, y con algo que notaste no por tus poderes sino tu observación, algo que muchos y muchas miran por encima e ignoran como parte de tu habildad, el don de realmente mirar y entender. Su mano tiene un anillo, si bien no parece de matrimonio puntual debe significar que está prometido. Esto tampoco te sorprende, aunque puedas querer reprocharle, porque Marian es la robanovios casi definitiva, hay peores, pero ella está en el salón de la fama, incontables chicos con pareja flotaban a ella (Y sus flotadores ya que estamos) y ella siempre iba con tira y afloja, era monstruoso, pero esa afinidad ninfománica contigo es uno de los elementos que comparten.

Ya pasado eso, llegas a su oficina. ¿Quién fue la que se llevó la sorpresa? Si bien al final funciona. Cuando no es seria o, bueno, bestia como la has escuchado tratar a este "pobre" joven hombre de nombre desconocido para tí, se sorprende, subiéndose ella misma la camisa-blusa y recubriendo su generoso pecho, dándose vuelta, viéndote y casi cayéndose de culo siendo sujetada por su moderno escritorio.

- ¡Ah! ¡Kira! ¡O-oye! -Puso una cara de ">.<" casi perfectamente sacada de un animé.- A-avísame si vas a venir, podría tener... Visitas. Ugh, apuesto a que escuchaste todo, ¿no? Como siempre. -Suspiró, recordando esos mismos días.- No es nada, además sé que no vas a criticarme. -Volvió a la calma ajustándose su corbatín y sacando la lengua ligeramente mientras decía eso.- Veo que tienes ganas de ir a por "algo" como lo que he hecho, ¿eh? Podría decirle que vuelva si te dan ganas, lo tengo aquí.

Hizo un gesto con la mano, como de... Bueno, un gesto de "tener a alguien aquí", justamente. La señorita caos ataca de nuevo. Su inmensa sonrisa demuestra que está feliz de verte sinceramente y algo deseosa de ser la "duo caótica" y de las "dos divas deseadas" o Triple D como antaño, y su Sombra reflea cierto siniestro pero no maligno (Hacia tí al menos, léase, no mala intención hacia tí pero sí intención primordial) de verte revolcarte y caer a un estado menos racional como el que siempre muestras y más primitivo.

Adam la había dejado traspuesta emocionalmente, con ganas de más, de empaparse con la historia de su vida y aunque fuera egoista y poco maduro, de recordar viejos tiempos de la forma mas sucia y carnal posible. Aunque sabía que aquello era un despropósito, no volverían a ser los mismos y tan solo serviría para empeorar las cosas ahora que al menos tenían una buena relación y a el le iba bien en su matrimonio.

Apreciar el éxito de la empresa donde trabajaba su querida y loca amiga le alegró. La prosperidad ajena siempre era buena, más cuando servía en beneficio de alguien querido.

Al toparse con aquel espectáculo sexual la doctora Bennet se llevó una mano a la boca a la vez que sonreía, divertida, disfrutando de un momento que le recordaba muchos otros. Se dijo que aquella chica no cambiaría nunca.

Vio salir al muchacho con curiosidad, y aunque lo saludó con un ademán de su cabeza no dijo nada para no revelar ni dar pistas, aun quería seguir con su sorpresa.

- Holaaa.- Irrumpió con gesto tan divertido como interesante, a expensas de seguir disfrutando al advertir el rostro como reacción incómoda de Marian al ser "pillada" en plena faena.

- ¡ Jajaja!. Tranquila, descansa no he venido a juzgarte, nunca lo he hecho y nunca lo haré, a no ser que me lo pidas.-

Le dio un abrazo, cálido y efusivo y la tomó por las manos al separarse para mirarla bien. - Te ves genial, como siempre, con razón no pierdes ese toque tuyo de depredadora social-sexual.- Bromeó 

Ante su ofrecimiento volvió a reir, - No me tientes, no me tientes. Te lo agradezco, pero ya habrá tiempo para saciar mis apetitos. Ahora me apetece que te cojas un merecido descanso y que bajemos a alguna cafetería para que me pongas al día de todo. 

Aquel apuesto y algo frio (Al menos en apariencia y actitud) joven te notó entonces e hizo un gesto de inclinar la cabeza ligeramente con un "Hm", a modo de saludo. Seguramente por como le dijo Marian antes debía ser alguien oriental o de ascendencia semejante, seguro. Una vez llegaste, la viste en toda su gloria y su reacción te hizo feliz, era suficiente incluso si te hubieses pillado con una emboscada inesperada. Ya era difícil hacerte esto con tu experiencia y, ya que estamos, tus aptitudes especiales.

- Ah, en serio, tú...

Te abrazó a la vez que lo hiciste, cariñosa y de piel, de muchos modos y como bien sabes. Frotó su mejilla con la tuya a punto casi de hacer rechinar cual plástico vuestras pieles, muy como hizo rechinar su moderno escritorio recién con el chiquillo que acababas de ver salir y que ahora mismo debía estar bajando por el ascensor de S-Corp.

- ¿¡Oooh~!? Así que Shinra-kun te pareció lindo. Ah, me encanta pensar en la cara que pondrá comparada con la que puso conmigo cuando vea a su prometia. ¡Es una niña muy adorable! Y me adora, ah~

Su Sombra parecía feliz al igual que su Psique, la parte frontal de su mente, esa que sueles percibir de manera standard con personas no-cercanas o no "enfocadas" como "objetivo". Se dejó el pelo suelto en vez de tomárselo y sí, era fabulosamente guapa y con estilo.

- ¿Y qué me dice usted, la famosa "Diosa adorable", que todos deseaban por su lindo rostro y buena disposición? Me acuerdo como tenías filas, un chico tras otro día a día, ah~ ¡El amor!

Y entonces preparó todo de forma automática, la inteligencia funcionaba de muchos modos igual que la habilidad, cada humano era un mundo, eso lo sabías mejor que muchos. Ya lista, se relajó un poco y al escuchar tu oferta se alegró.

- ¡Bien! Entonces vamos a ir de sho-p-ping~ Te voy a hacer poner muchísimas ropas, digo, si vas a estar en esa nave, ¿no? Es más, podría conseguirte, si te parece, un transporte de calidad asumiendo que tus superiores lo permitan, incluso una nave propia auto-pilotada. -Murmuró: "Aunque admito que el viaje hiperespacial es complejo, debería preguntar con... Pero podría convencer al viejo sin problemas pero esa otra persona es el problema y...", pensando ya en formas de conseguirte la fácil, pero luego sacudió la cabeza y volvió a tí.- ¡Ah bueno, ya veremos! ¡A salir juntas!

Y con eso, siendo quién era y cómo era ni sus superiores le negarían una salida. Mandó un mensaje por intercom e hizo saber que saldría un rato. Refuses to explain, leaves with her best friend. Sin duda una Sygma femenina, memes de la Antigua Era aplicados.

Ya afuera os encontrásteis con algún bonito café, gente dando vuelta, personas de cada nacionalidad Terrana y cada nacionalidad Planetaria, como Marcianos con sus peculiares marcas rojizas alrededor de los ojos o en sus colores y estaturas medias a diferencia de la gente alta de tu haber o la  gente super-alta de Neptuno y sus propias lunas con aún menos gravedad, en donde la conocida princesa Rayne Neptuno apenas medía un metro noventa entre gente que solía oscilar eso, los dos metros y tal, Uranianos que se veían mayormente normales por la absoluta presencia de Estaciones y Plataformas en dicho planeta (Y que eran de los principales asociados de Sygma Corp, de hecho había al menos una sucursal de esta misma corporación allá) o Mercurianos con sus marcas ligeramente expuestas u ocultas como la de Adam.

Al llegar al café pidieron algo ambas y charlaron un rato.

- Y así es el tema. Me gusta Shinra-kun pero él es difícil. Nunca encuentro un hombre que no me tema, o me repelen, o los repelo con mi... ¿Caos? -Chasqueó la lengua al decir su propio apodo, pero logró disimularlo de inmediato, era una adorable manipuladora.- O les da miedo mi posición de poder, ugh. Y por tu parte... Me has dicho que te encontraste a tu favorito, ¿eh? Sabes bien qué pasará si te juntas con él esta noche. Si lo seduces solo un poco caerá.

Pensó un poco en lo demás y agregó tras beber poquito de su café. Algunas personas fumaban dentro pero no era problema porque hace un tiempo se inventó un sistema de filtrado interno que tomaba todo el humo y partículas y lo drenaba, si bien Marian no fumaba por su cuenta, solo una vez a las mil, beber era otro tema.

- Sospecho que esa Saturniana que me mencionaste podría... Podría ser algo más. No vaya de verdad a hacerte la locura o algo.

Te tomó las manos preocupada. Solo por un momento pensaste en la idea irracional de dejar que Marian misma probara a Adam para a su vez poner a prueba a la esposa misma, aunque fuese descabellado y subconsciente, era como si, al usar tu don al sentir Sombras la tuya propia afloraba un poco.

No es como si fueses a soñar con ello a futuro o algo. Nada de eso. Ella reía mientras se contaban otras cosas aleatorias. De vez en cuando miraba al camarero que las atendió y dejaba su escote casualmente "estar", el pobre tipo no sabía si mirar el de ella, el tuyo o sus rostros. Preguntó si todo estaba bien y si querían algo más.

- Nada por ahora, pero si tienes servicio especial me dices, cosito.

Guiñó y el "pobre" camarero casi explota ahí mismo. Asintió entonces esperando tu respuesta igual.

Ya que estaban, te vino a la mente tu estancia en Delta XYZ y Plutón, del que estaban semi-cerca, del que nadie hablaba y era protocolo no tocarlo, ni directamente ni mencionado. Si alguien desconocía el miedo era Kepler. ¿Podría comentarte quizá? Tanto que hacer y tan poco tiempo, aunque era como si el tiempo mismo se comprimiera, quizá.

Se separó tras su abrazo, contenta de contemplarla, a ella y sus explicaciones acerca de sus caprichosas conquistas sexuales a quienes tentaba y corrompía. Pero no la juzgaba, sabía que todo era cosa de dos, y Amanda, como un alma libre que era, no debía cuentas a nadie.

- Bueno.. tengo que reconocer que ya no soy la que era, aunque algún capricho me doy que otro. Pero mas que amor prefiero llamarlas.. compañías sexuales muy gratas. La doctora Bennet había estado viajando, tomando misiones que la llevaban lejos y por meses, por ello no se había implicado emocionalmente con nadie, tan solo en lo carnal, para satisfacer sus necesidades y apetitos.

Las locas pero acertadas ideas de su amiga eran de su agrado y divertido aceptó sin dudarlo. - Me vendrá muy bien ropa nueva para llevar a esa nave. Mas si voy a pasar tanto tiempo en el espacio.-

Escuchó las dudas de su amiga, y posó una mano sobre la suya para trasmitirle apoyo, tranquilidad.

- Ten paciencia, ese hombre, o mujer que buscas llegará cuando menos lo esperes. Cuando habló de Adam tan solo se encogió de hombros, desviando su mirada hacia el trasero del camarero. - Es complicado, tampoco se si quiero tentarlo y que caiga en mis brazos. Luego yo me iría a los pocos días dejando un entuerto, no quiero dejar nada abierto, deseo tener mi mente despejada .

Las dispares locuras que se le ocurrían, usando a su inagotable y seductora amiga en pos de poner a prueba a Adam se descartaron casi de inmediato, el temor de perder a uno se le sumaba tambien al de perder a los dos.

Observó como Mariam ligaba con el camarero lanzando señales y como el chico se ponía muy nervioso. Al mirarla a ella pues había percibido su miradita al escote sonrió complacida de sentirse deseada.

- Todo a estado bien, gracias.- Su bonita dentadura blanca relució junto a su sonrisa viendo lo mal que lo estaba pasando aquel chico. 

- Buen intento, pero si de verdad te gusta, ¿porqué no le pides su número?. Creo que lo estabas asustando.- Le dijo sin ánimo de reprocharle nada.

- Oh vamos, ¿no recuerdas cómo se te confesaban uno o dos chicos nuevos cada día? A la señorita, no, perdón, doctora Bennet se le olvidó parece, ju ju ju~

Marian te molesta un poco con algo efectivamente cierto, si bien también recuerdas que todos (Y todas, ya sea por envidia, celos o simples impresiones) se hacían unas ideas tuyas, cuando tenías el pelo largo en la escuela y una figura no muy lejana a la presente, muy como Kepler en esos mismos días, siendo eso uno de los muchos motivantes a querer entender a los otros y hacerlos entenderse, hacerte entender quizá a través de ello. Tus poderes entonces mayormente latentes y en desarrollo fueron un agregado.

- ¡Se ha dicho entonces! -Aplaudió ante la decisión de ir de shopping, y ante lo de su hombre ideal solo suspiró, pero te respondió a lo de Adam.- Uh, o sea, sí, tal, pero últimamente tienes derecho a divertirte, si él quiere, quiere, ¿no?

Por un lado la filosofía eterna de Marian siempre te sorprende, es una persona con un brillo, una esencia muy especial, por otro lado el camarero más joven que ustedes dos pero quizá no por mucho, calculas, tenía un buen trasero, firme pero formado de todos modos. Posteriormente, el "pobre" chico cuya "desgracia" disfrutas es molestado por la joven, la cual está en pose conveniente para que le mire su par de tetotas, retorciéndose por dentro, puedes sentir sus emociones casi sin ninguna dificultad y algunas pizcas de lo otro. Nervios, una voluntad bastante decente para un personaje pseudo-secundario (Tal cosa no existe y lo sabes bien, todos importan en este universo) y pizcas de un deseo de responderle a Marian y darle hasta que duela, fijo. Al verte sonreír ante su echada de ojo sin embargo su espíritu cada vez flaquéa más.

- Muy bien, me dicen si necesitan algo, con permiso.

Se va y Marian molesta.

- Ow, si es adorable. Tienes razón, pero lo haré a mi modo...

Mientras la joven adulta mujer empieza a pensar en sus maldades, ambas notan, y ya que están, los residentes del café un comunicado a través del televisor viniendo de la mismísima señal del Imperio Terran, nada menos. Sorprende un poco y casi todos se giran a mirar por reflejo o interés, incluso tu amiga "para la oreja" como dicen misteriosos dichos coloquiales mientras hace lo suyo.

- Saludos, mis compañeros, colegas, hermana y miembros de nuestra humanidad, el Imperio Terran. Soy Shidou Kaiser, como sabrán. Hoy os informo, 1 de Septiembre del año 2390 que lo que alguna vez fue la Iniciativa de Decontaminación es ahora una realidad.

Una ligera pausa, el hombre habla con pulmones de acero, pero lo sabes. Marian mira con curiosidad entonces tras guardarse algo entre su escote. Por supuesto, es el Emperador, Shidou "Terra" Kaiser décimotercero, descendiente de la larga familia de emperadores de Terra en particular, los Kaiser, quienes esencialmente convirtieron al mundo en lo que es. Sabes bien de la iniciativa, uno de tus padres estuvo involucrado en tal bastante, a pesar de que no debería importarles (O eso pensarían los separatistas) a los Jovianos, ha terminado por volverse algo legítimo. Sientes múltiples pulsos de las energías alrededor, curiosidad, algo de duda y puntualmente, alegría.

- Desde hoy el Proyecto de Decontaminación Terrestre da su inicio, de aquí al principio del Nuevo Año nuestro planeta estará en un estado apropiado una vez más. Es hora de que como humanos alcancemos la máxima gloria. Me despido de ustedes como uno entre todos. ¡Por la gloria de Terra y de Solaris!

Su voz resuena, se ve su rostro con un montón de naves en el fondo y dispositivos varios además de los estandartes y semejantes, científicos y otros. Al no ser una comunicación de dos vías no puedes realmente leerlo, y algo te dice que aún si lo tuvieras en toda la cara, no podrías, no sabes por qué. Kepler suelta un "Ohhhhhhhhhhhhhh~" y la gente alrededor de tí ovaciona.

- ¡Por la gloria de Terra!

- ¡Por Terra! ¡Por Solaris!

- ¡Por fin, maldición!

Algunos se ponen un poco felices como ese último, incluso el camarero a lo lejos se calmó tras los acosos sexuales de Marian y sonríe, como si en particular le influyera. El comunicado es breve y puntual, a lo que la joven se da por terminada, no hais comido mucho pero ha estado bueno. Al volver el camarero, asumiendo que no comáis más, Marian pide la cuenta y cuando paga, se saca el algo, un papelillo bien bonito que le deja en el bolsillo entonces guiñándole.

- Una propina extra, bonito. ¡Gracias! Vamos, Kira~

Te toma de la mano y/o brazo y salen todas amiguis, sin más. Sí, esta descarada le dió su número, sin más.

Salieron entonces y se encaminaron a alguna tienda departamental, si bien ya tenías buena ropa nunca sobraba y eventualmente los meses que pasaste en la Delta XYZ ha hecho que, bueno, no venga mal un poco más. Tus espíritus están bastante bien a pesar de que siempre hay picores en la mente, para tí y para todos. ¿Hasta qué punto podrías salvarte o salvarlos a todos? O a los más posibles, mientras que hay gente que en lo que está bien, no tiene arreglo para algunas cosas, como la peliclara al lado tuyo. La salud perfecta no existe, tu mentor y compañero te lo diría directamente con una sonrisota boba y sincera. Te sorprende que no te haya llamado, él mismo como un agente inter-nacional/planetario debería haber sido notificado seguro que cuando estabas saliendo de la Delta, quizá no ha podido o algo así.

- ¡Aquí!

Dice Marian sacándote entonces de tus ideas, es una tienda grande y hay mucho, muchísimo de donde elegir. Supones, conociéndole que se pedirá ropita nueva igual. A medida que entran, bueno, más o menos como en el café con excepción de la transmisión del emperador, atráen ojos desde todos lados, dependientes, clientes, de ambos sexos e incluso de varias edades tal cual. Kepler se ríe entonces y te comentan.

- Fufu, vaya, esos chicos apenas saliendo de la escuela y ni universitarios todavía nos miran con ganas. ¿Qué piensas sobre eso?

Su Sombra dice algo como "si se puede, se hace", muy como lo que te dijo sobre tu asuntito con Zell, sin más, seguro con alguna excusa tipo "es para enseñarles~". ¿Será que realmente no hay forma de cambiar a las personas, como reparar o modificar una máquina? ¿O como el ambicioso proyecto Terrano? ¿Hasta qué punto es imposible? Llegan a una sección con montones de ropas, formales, no tan formales, vestidos, faldas y blusas, cerca de la de lencería. Marian además mira a lo lejos una sección que parece tener lo que parecerían disfraces.

- Uh~ Si algún o alguna paciente en la Umbría necesita motivación... ¿Podría ayudar, no crées? ¿Mh? ¿Me dejas probarte cosplay, doctora Bennet? ¿Y sacar fotos?

Vaya, si esta ridícula sonaba como un viejo pervertido ella misma a veces. Por lo demás, revisaba ropas, vestiditos de coctel u otros más conservadores. Una dependiente las viene a asistir al respecto si bien Kepler al menos admite estar bien por su cuenta y agradece. Notas, no, sientes a los chicos de antes mirándolas, mirándote de lejos. ¿Cuanta destrucción (O "creación") podrías lograr en un traje de conejita, de sirvienta o uno de esos absurdos bikinis de hilo? Boom.

Por un momento todo esto te ayuda a despejar, es bastante bueno en sí.

Por mas que lo hiciera, Marian era Marian y sus hábitos deslumbrantes apenas notaban el paso del tiempo. Eso la hacía sonreir y pensar en los viejos tiempos, en lo locas que eran sus andanzas cuando ambas estaban juntas.

Con solemnidad escuchó las noticias en directo, pues, aunque no era su emperador, Kira creía en un bien en común y aquel hombre, emperador adorado poseía las claves para que la humanidad colaborase hacia un bien común. 

Cuando hubo terminado, ella no vitoreó tan fanáticamente, en lugar de ello se quedó fascinada viendo la capacidad de aquel lider para mover a las masas de fieles.

- Shopping, yeah.- Asintió sacando la lengua a su dulce amiga, riendo ya cuando esta le confirmó que le había dado el número al camarero.

- Aquí hay casi de todo, seguro que salimos con las bolsas llenas.- Dada su posición, el dinero no era un problema para ambas, así que al menos Kira, solía comprar mucha ropa, a veces, incluso cuando no la necesitaba.

- Ya te gustaría aleccionar a todos esos jóvenes, sólo para hacerles un bien, eh?.- Tenía que reconocer que ver la cara de asombro y placer de jóvenes sin experiencia era cautivador, pero mas allá de eso, terminaba siendo decepcionante cuando se querían atenciones femeninas y tan solo disfrutaban los chicos.

- Claro, puedes probarme lo que quieras que de seguro algún modelito o dos me llevo en el equipaje.- Fueron tomando prendas de diestra y siniestra, cuanto mas atrevidas mejor y con un buen montón de artículos se metió en los probadores ganando la partida a Marian que cuando entró ella ya se había puesto algún que otro modelito.

- ¿Qué tal luce la doctora coneja?.- Le dijo con picardía al entrar, dejando que le tomara algunas fotos.- No pienses que tengo la exclusiva, vamos, quiero verte con ropita mona.-

Kira no tuvo reparos en desnudarse o que su amiga la ayudase, tenían tanta confianza y no habría visto nada nuevo.

- ¿Me ayudas con esta cremallera?

- Ahora tengo un reto para las dos. Compraremos ropa y saldremos con ella puesta. El objetivo es vestir como auténticos zorrones.