Partida Rol por web

La noche transcurrió sin más novedades. Ningún animal salvaje, bandido, o engendro tenebroso se topó con vuestro campamento y la mañana siguiente llegó envuelta en un sudario de rocío.

Lo único que se escuchaba a parte del sonido aislado de algún que otro pájaro saludando al sol, eran los suaves relinchos de los caballos que deambulaban pastando ociosamente los escasos brotes de hierba. Bueno, eso, y un ligero tintineo de metálico; a Balaena le había dado por sentarse en la parte trasera de la carreta y tenía un pedazo de piedra liso en las rodillas sobre el que le daba golpecitos minuciosos a algo con un cincel que no eran más grandes que su pulgar y un pequeño martillo.

Debía estar haciéndolo por entretenerse porque una vez los animales estuvieron enganchados al tiro, todo el mundo desayunado, subido en la carreta y ésta reanudó de nuevo la marcha, siguió haciéndolo.

El paisaje de nuevo comenzó a transcurrir a vuestro alrededor. Nolan iba silbando una cancioncilla en el pescante al principio y tras dos o tres horas de travesía, hubo un momento en el que terminó por iniciar conversación.

—Creo que deberíamos ver Lothering en unos minutos—informó—. ¿Pensáis hacer algo en concreto nada más llegar? Os advierto que está bastante "cambiado"... pero lo conozco bien, podría daros indicaciones.

Esbozó una sonrisa resignada por el pequeño inciso de humor negro pues era obvio que el pueblo iba a estar cambiado: había sido destruido e íbais a encontrarlo en plena reconstrucción.

Desde primera hora de la mañana, te diste cuenta de que la sensación cálida que acompañaba a la presencia de Astucia siempre que lo llamabas permanecía contigo. Fiel a su promesa, el espíritu parecía haberse "quedado" asomado a tu mundo.

Notabas de alguna forma que casi todo parecía llamarle la atención o despertarle curiosidad aunque se mantenía silencioso en un discreto segundo plano de observador.

- Estará abarrotado de gente, tanto refugiados como los que van de paso. Tal vez nos crucemos con algunas caravanas, lo normal es que haya escasez de practicamente de todo, lo poco restante que esté a la venta costará caro. Aun así habrá bastante para reaprovisionarse. -

Cogió la mochila mientras hablabla para metódicamente empezar a hacer inventario de sus escasas pertenencias de viaje. Había mucho por comprar que resultaría muy útil, pero el dinero también era un bien escaso y por experiencia sabía que en muchas ocasiones era mejor viajar ligero.

- Asegurar las bolsas, los carteristas son muy abundantes en esta época. -

Gabby se pasó el viaje parloteando con todo aquel que estuviera dispuesto a hablar con ella. Buscaba sitios donde poder apreciar el paisaje cambiante, para grabar aquellos parajes en la retina mientras conversaba. Aunque lo que más le fascinaba eran los olores: el profundo olor de los caballos que le recordaba al hogar y con el suave aroma de los pinos que invitaba a quedarse amodorrado un rato. 

—¿Sabríais dónde encontrar un estilete de lirio? —Gabby parpadeó unos momentos, alternando su mirada entre Nolan y Sion, como si acabara de preguntar por algo tan cotidiano como una cuchara.

Nolan volvió la cabeza hacia la maga con un ojo más grande que otro.

—¿Un QUÉ?

Lynn carraspeó diplomáticamente.

—Parecido a una especie de... cuchillo delgado y pequeñito—aclaró en el "idioma" de la gente normal—. Lo usan los encantadores, es especial para poder grabar con lirio.

—Ah, vale—Nolan se rascó la cabeza—. Ya decía yo que sonaba a "cosa extraña que tiene que ver con magia".

Devolvió su atención al camino mientras pensaba.

—Bueno, antes había una tienda que se llamaba "Las Maravillas de Thedas" en Denerim; vendían runas, encantamientos, libros... y un montón de cachivaches de magia—respondió al cabo de unos instantes—. Tengo entendido que el dueño mandaba una carreta hasta Lothering cada semana, porque estaba a la misma distancia del Círculo que de Risco Rojo y era buen sitio para hacer unas ventas extra. Con suerte quizá haya reanudado la ruta. Tal y como están las cosas, no es raro que la gente quiera runas...

-A mí me gustaría dar una vuelta por la ciudad, nada más -dijo Derek-. Espero que te lo pases bien en tu búsqueda de lo que quiera que sea eso, hermana. Yo quiero saber cómo están las cosas en el mundo después de la Ruina.

 - Creo que es evidente que lo mejor será separarnos.

 Aún así, no me gustaría que nadie fuese solo. - Se preocupó a pesar de entender que tal vez Nolan o Sion tuviesen cierta predisposición a sobrevivir por su cuenta, sobretodo el segundo.

 - Si estais deacuerdo, podriamos dividirnos en orden a nuestras necesidades más inmediatas...está bien visitar un lugar nuevo, pero no estamos ociosos en Lothering. - afable les recordaba que algunos de ellos tenían un cometido importante.

 - Sion, ¿Podríais Nolan y tu encargaros de conseguir lo necesario para continuar hasta Denerim? Tengo algo de dinero, puedo adelantaros nuestra parte, o si lo preferis podemos repartirnos los costes después. - Mostró confianza en ellos, dandoles una oportunidad que cualquier ratero en Lothering o cualquier otro lugar aprovecharía para llevarse su oro. ¿Era aquello a lo que se había referido Gabrielle...? Dreren no lo pensaba en ese momento...quizás ya hubiese meditado sobre aquello demasiado tiempo a lo largo de la noche.

 - Lynn y Gabrielle podrían buscar algún lugar donde encontrar un estilete y de paso averiguar si alguien ha estado comprando mercancias para continuar con un viaje largo. - Deberían saber a quien se refería, habría mucha gente que viajaba, pero ella destacaría por encima de los demás...a menos que hubiese tenido demasiado cuidado.

 - Balaena, quizás puedas acompañar a Nolan, o a Lynn y Gabrielle, me sentiría más seguro. - Admitió, aunque no consideraba que no supieran cuidarse solas - O acompañar a Derek en su reconocimiento.

 Miró al templario fugazmente sin esperar nada o esperando cualquier reacción de todas las posibles.

 Después expuso su propio cometido.

 - Yo buscaré a Cole, si hemos llegado a tiempo seguirá aquí con su maestro y podrá ponernos al corriente de nuestra búsqueda si ha visto a alguien familiar.

 Quien sabe, quizás incluso nos consiga un lugar donde descansar.

 A menos que prefirais seguir acampando.

 Aquello no acababa de encajarle...se sentía un tanto forzado siendo tan amable y sin embargo actuaba con naturalidad.

Una rana permanecía inmovil sobre su hombro, como si fuera de piedra, aunque su piel verde brillaba notablemente bajo el sol.

De súbito, su boca se hinchó para desinflarse mientras parpadeaba. no reconocía a aquel Dreren.

Gabby se sintió aliviada de que su hermano no dijera automáticamente que la acompañara. Y al momento después se mordió el labio y se sintió culpable de sentirse así. ¡Era su hermano, y no lo veía durante años! 

—¿Por qué no vienes con nosotras, Derek? Podríamos dar una vuelta por Lothering cuando acabemos —le preguntó, hilando la propuesta de Dreren de no separarse demasiado.

Después le echó una mirada cariñosa a los caballos.

—¡Y tendremos que buscar un sitio para estas dos preciosidades! ¿Verdad, caballitos guapos? —si hubieran bajado del carromato, Gabby se habría tirado sobre los equinos para llenarlos de caricias, pero como no podía, se contentó a soltar un chillidito como el de una abuela achuchando a su nieto—. ¿Hay alguna posada con establos, Nolan?

Balaena dejó por un momento el suave y constantemente minucioso «clink clink» que tenía entre manos.

—Lothering era bonito antes, ahora no hay mucho que ver... —dijo con el suspiro de alguien que había visto el pueblo en sus buenos momentos—. Aunque la taberna y la capilla ya están en uso. A medio reconstruir... pero en uso. Como también llegan muchas caravanas, se pueden conseguir bastantes cosas.

Tras el inciso, siguió a lo suyo como si acabase de dar simplemente la hora.

Nolan volvió a girar la cabeza y miró a Balaena con la expresión estupefacta que seguramente habría puesto si a la muchacha le hubiesen crecido cuatro repentinas alas de colibrí cada una de un color. Luego le lanzó una cómica mirada de sospecha a Gabrielle y otra a Dreren como quien busca al "culpable" de algo.

—Eso... —dijo como si aun se estuviese asegurando mentalmente de que acababa de escucharla hablar. Carraspeó—. Bueno, por la carreta no os preocupéis que hay sitio donde dejarla. Necesitan que se pueda comerciar con Lothering así que hasta vigilan los animales de tiro.

Como inciso (o porque escucharon la voz de Gabrielle) los dos caballos relincharon contentos y se pusieron a cabecear.

—Hacedor... —suspiró Nolan teatralmente ultrajado—. ¡Sois unos chaqueteros! Los dos.

Sacudió un par de veces las riendas para que los animales se callaran, resopló y retomó el hilo.

—Como iba diciendo... Sí, yo me encargo de aprovisionar los víveres del camino, por eso no os preocupéis. Y en lo de aportar alguna moneda, pues como queráis—agregó en respuesta a la pregunta de Dreren—. Aunque si tenéis pensado deambular por ahí para buscar algo, lo mejor es establecer como punto de encuentro la taberna y listo ¿Os parece?

En el horizonte del camino empezaban a verse caravanas de transporte y la silueta de algunas casas.

—Los caballos me quieren más a mi que ti... —canturreó Gabby al ritmo de una canción infantil, con una sonrisa traviesa.

«Luego dices que no te quiere todo el mundo y ahora los incluimos incluso a ellos...»

Escuchaste en ese momento la voz de Astucia imitar el tono de tu canción con cierto aire divertido.

- Déjame ayudarte con lo de las provisiones, tal y como están las cosas el viejo refrán "gato por liebre" puede ser mucho más real de lo esperado. Tampoco deberíamos tardar mucho en llenar el carro. Si alguien logra ver alguna patrulla que intente averiguar si los caminos reales vuelven a estar vigilados, aunque dudo que haya tales efectivos desde Ostagar y la batalla en la capital.

Por lo demás, la taberna estará llena hasta los topes, pero es el mejor sitio.

Luego iré a la capilla, tengo que dedicar unos minutos a demasiados hombres buenos. -

—¡Ja! Este par quieren a quien les conviene—respondió Nolan a Gabrielle—. Verás como se acuerdan de lo mucho que me adoran cuando sea la hora de comer. Son más listos que el hambre.

Balaena rió entre dientes al fondo de la carreta y el orlesiano volvió a mirarla con la cara rara de quien no está seguro de haber oido bien. Luego se dirigió a Sion.

—De acuerdo. Pero no te preocupes por la seguridad, la guardia está concentrada en el tramo que va de Risco Rojo a Denerim así que siempre hay dos o tres parejas pululando por el pueblo—dijo—. Gracias al Hacedor no es un sitio sin ley.

Gabby zangoloteó la cabeza.

—¡Hombres! —rió—, que la manera más rápida de llegar a vuestro corazón sea a través del estómago no implica que sea lo mismo para todo el mundo.

Derek intentó evadirse de la propuesta de Dreren, pero a la petición de Gabby no se pudo resistir. Con una sonrisa miró a su hermana y asintió.

-Está bien. Tú te pierdes la sorpresa.

- Todo claro.

 Concluyó satisfecho Dreren ante la última recomendación de Nolan mientras se acercaba para sacar algo de dinero de la bolsa. Era mejor entregarle el dinero cuando tuviese la protección de todos, no podía suponer una situación en la que un ladrón intentase robar algo a un grupo tan numeroso...era el motivo por el que viajaron juntos.

 no...en realidad no...pero si uno de los beneficios de hacerlo.

 - Cuando hayais concluído vuestras tareas y saciado vuestra curiosidad, volved a la taberna, nos encontraremos allí y podremos reunir la información que hayamos recaudado.

 Sin más, Dreren asintió, como si pudiese importarles tener su permiso. Esperaría para saber que camino tomaba cada uno, Lothering no era tan grande, pero lo suficiente para todos ellos.